"Nada se sabe bien sino por medio de la experiencia." Sir Francis Bacon [El fin del Aprendizaje, Alessia, Jarvan, Jorge, Khende y Salvador]

Una vez dentro de la casa me separo de Jorge. Así cubriremos más terreno. Me dirijo a las habitaciones superiores y al mirar por una ventana de una habitación veo dos cuerpos yaciendo en el suelo. Desenvaino mi espada y me pongo en alerta. Abro la puerta, paso al interior de la habitación, me acerco a los cuerpos y los examino.

JORGE:
Sea lo que sea lo que te ha atacado, ha estado cerca... Y vas a tener que tener cuidado.
(Tira turno)
JARVAN:
Lo mismo de antes. Los cuerpos muertos. Sin signos de violencia a excepción de un espejo hecho pedazos y una cortinas caídas. Pero además viste que Jorge estaba haciendo el giliflautas con la espada en el pasillo. ¿Qué diantres se le había metido en la cabeza ahora?
(Tira turno)

Alessia, Salvador y Khende llegaron por fin, más o menos al mismo tiempo que Bron. Cuando llegaron arriba Jorge estaba apoyado en una pared y Jarvan le estaba poniendo un vendaje con la ayuda de la niña. Bron le dió una palmadita en los hombros a Jorge y preguntó:
Vale. ¿Qué ha pasado exactamente aquí?

Jorge

Jarvan desapareció. Mejor. Aquello significaba que cubrirían mas terreno. Jorge se dispuso a inspeccionar las habitaciones del segundo piso, pero de repente apareció la niña daevar de antes, asustada. Se puso detrás de él, mirando una puerta al final del pasillo. Había desenfundado.

-No te preocupes, yo te protegeré-le susurré a la niña.

Y algo atacó. Jorge consiguió desviar el golpe con la espada, pero le rozó la cara. Aquello llamó la atención de Jarvan, el cual desenfundó su espada bastarda. Lo que le atacó era invisible, así que cerró los ojos y concentró las energías sobrenaturales. Rápidamente lanzó el hechizo de detección y localizó al ser en la ventana. Jorge corrió hacia lo que fuera que intentaba huir y atacó, pero no tocó nada.

-Pero que...

Algo entró en el cuerpo de Jorge, atravesando la armadura. Fuera lo que fuera, salió, haciendo que manara la sangre de la herida. Pudo notar como el ser se escabullía por la ventana antes de que el efecto del hechizo terminara. Aun así, consiguió aguantar el golpe como es debido. Pero el asesino había escapado.

Jarvan reaccionó rápidamente. Le quitó la gabardina y la camisa, y limpió la herida mientras mandaba a la niña a por vendajes. A la llegada de los demás, Jarvan y la niña ya casi habían terminado.

-Vale. ¿Qué ha pasado exactamente aquí?-preguntó Bron.

-Escuchamos el grito de la niña y entramos en la casa temiendo lo peor-empezó Jorge-. Inspeccionamos el edificio y de repente algo, seguramente el asesino, me atacó. Conseguí defenderme, y fui a por él antes de que escapara por la ventana, pero me hizo esto-señalé la herida, completamente vendada ya.

-Entonces ¿viste al asesino?
Ante la negativa de Jorge, Khende dice -Entonces será mejor echar un vistazo a los cadáveres y a la habitación, que ahora que están más recientes quizá encontremos algún resto sobrenatural.- Dicho esto, Khende se dirige a la habitación. Una vez allí dice -Mirad eso, un espejo roto, y sin señales de lucha, igual que en la habitación que nosotros hemos investigado. Creo que el asesino los rompe a drede. Quizá no le guste su propio reflejo. Puede que sea tan feo como Jarvan- tras reírse de la broma, continuó -o puede que, si es invisible como ha dicho Jorge, rompa los espejos porque su reflejo si se puede ver. O quizá sólo ataca si se rompe un espejo por accidente, pero creo que la clave está en los espejos, aunque eso deberíais confirmarlo vosotros. ¿Algo similar en la iglesia?- dijo esto último dirigiéndose a Jorge y a Jarvan.

Jorge cogió su camisa.

-Yo apostaría mas por cualquier superficie reflectante. En la iglesia encontramos una bandeja de plata pulida que se había abollado, seguramente por un impacto contra la pared, y ya no reflejaba bien.

Empezó a ponerse la camisa, pero un tirón sobre la herida le hizo parar un momento por el dolor. Lo volvió a intentar, esta vez con mas cuidado, y se la puso. En ella había un agujero espeluznante a la altura del hombro.

Jorge miró a la niña con gesto de preocupación y luego mira a Bron.

-¿Que hacemos con la pequeña?

-No se, pero tú y salvador deberíais echar un vistazo a los cadáveres en busca de magia

-Si, si que deberíamos- asintió sin más, eso el ya lo sabía, prefería escuchar primero lo que había pasado aquí, pero el grupo no parecía por la labor así que se fue a hacer su tarea y de camino meditó sobre las teorías de los demás

-Bron, creo que tu tienes ahora la palabra sobre a donde vamos y que hacemos con lo que hemos encontrado, incluido ella- aadío señalando a la niña mientras iba a por los cadáveres

Ni rastro de magia. Y no había ningún ser que os viniera a la mente y que hiciese este tipo de cosas. También es cierto que existían en el mundo muchos seres que eran únicos, pero aquello no os sonaba de nada.

En cuanto a Bron, mirando a la habitación, dijo:
Hay que enterrar los cadáveres, pero de eso se ocupará el enterrador. Hay que avisar al alcalde. Y en cuanto a la niña. Ha visto demasiado.

Jorge

Nada. No había restos de magia, ni ninguna criatura le venía a la mente a Jorge. Las palabras de Bron lo desconcertaron.

-No me gusta como suena eso-dijo-. ¿Que quieres decir con que ha visto demasiado?

Jorge se temió lo peor. Corrió para ponerse entre la niña y Bron. Si se refería a lo que creía se refería, Jorge sería el último en permitirlo.

Bron, vió la expresión en la cara de Jorge y comenzó a reírse. A carcajadas.
Jajaja. ¿No creerías qué..? ¡Jajaja!¡Ay, que me da la risa! Las risas de Bron rasgaron el silencio de la noche. Bron tuvo que apoyarse en una pared para no caerse. Ay, por Dios... No tranquilo, no. Bron se serenó un poco. No hará falta. Ya os comentaré que haremos. De momento tendremos que llevarnosla con nosotros. Volvamos a la posada.

Jorge

La cara de Jorge cambió la expresión de preocupación por una de seriedad. Se sintió aliviado, pero aquel no era momento ni lugar para reirse, aunque no tenía intención de reprocharselo. Bron era como era, y eso no se podía cambiar.

Jorge rodeó los hombros de la niña con el brazo izquierdo para intentar tranquilizarla, mientras aguantaba la gabardina con la mano derecha, dejandola caer sobre la espalda. Acompañó a la niña en todo momento hasta la posada. Lo que pasara con ella entonces, dependería de Bron.

El análisis de los cuerpos no revela nada nuevo, están exactamente igual que el resto de las víctimas. Me fijo en el espejo roto, pero antes de poder investigar nada más, veo a Jorge enarbolando su espada en medio del pasillo. ¿Se habrá topado con el asesino? Salgo de la habitación espada en mano y me planto junto a Jorge, pero aparte de a una niña no veo a nadie más.

- ¿Has visto al asesino?

Yo no veo nada, pero Jorge empieza a concentrar su magia y tras lanzar un hechizo va corriendo hacia la ventana. Lo sigo sin saber muy bien qué intenta. Cuando está llegando a la ventana lo veo lanzar un ataque, pero por lo visto el enemigo ha sido más rápido. Algo atraviesa a Jorge, dejando una fea herida.

- ¡Jorge!

Me acerco corriendo a él, le quito la gabardina y la camisa y examino la herida. No tiene buen aspecto. Me giro a la niña.

- Tú, chica. Trae vendas, ¡rápido!

- Esto te dejará un buen recuerdo de tu primera misión. -le digo a Jorge.

Estoy terminando de tratar la herida cuando llegan Bron y los demás. Bron pregunta qué ha pasado y antes de poder contestar, Jorge se me adelanta. Qué hablador está hoy. Khende dice una de sus estupideces habituales, a lo que decido no prestar atención. Ya que Jorge está hablador, yo guardaré silencio en su lugar. Observo la escena de la niña, Jorge y Bron, que acaba con Bron diciendo que volvamos a la posada.

Salvador

Salvador investigó otra vez la escena del crimen, sin rastros de magia, y no le se le ocurrían seres relacionados con espejos.

El resto estaba discutiendo sobre que hacer con la niña, casi parecía que no querían moverse de allí, volvió con los demás y empezó ya ha andar hacia la salida, pero se dio media vuetla y añadió -Deberíais preguntarle si sus padres tenían algo especial en la casa, alguna habitación secreta, o algo que no debiera saber nadie...- tras añadir esto hizo un gesto con la cabeza para indicar que se pusieran en marcha.

-Por supuesto, lo más lógico, tienes un secreto que nadie más debe saber y se lo cuentas a la niña de diez años porque, como todo el mundo sabe, los niños son expertos guardando secretos. Lo que hay que oír...

Salvador


-Si supieras lo más mínimo del comportamiento natural quizás se te ocurriría pensar que la niña vive aquí y puede haber visto algo, o que no tiene porque ser un secreto, basta con algo que pueda interesarle al asesino para ver si tiene un móvil, pero por favor, veo mi error, ilústrame sobre tus buenas relaciones con tus seres queridos- respondió sin más en tono sarcástico, aquel comentario no iba dirigido a herir tan solo a devolverle el golpe.

-Tú has dicho un secreto, yo respondo a lo del secreto. Otra cosa puede ser. Y con respecto a que puede haber visto algo, digo yo que al menos un poco de cuidado de que no lo viera la niña tendrían ¿no? Vamos, es lo que yo haría, si tú entrarías en una habitación secreta con la puerta abierta de par en par y sin asegurarte de que nadie mira, lo mismo soy yo el que está equivocado. Desde luego jamás entenderé la manía de la gente en defender un error.

Bron os interrumpió. Era hora de irse a la posada y posiblemente descansar. Ya veríais que hacíais por la mañana.

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Llegastéis a la posada. Bron os dijo que dejaséis a la niña en una de las habitaciones y os llamó a la suya. Cuando todo acabara ibaís a llevar a la niña con un viejo amigo suyo. Un ex-inquisidor que era capaz de cambiar los recuerdos de la gente. Tras ello os mandó a vuestras habitaciones a descansar. Mañana sería otro día.

(Interacciones entre pjs o con pnjs y a la cama)

Jorge

Jorge dejó a la niña en su habitación. No se fiaba mucho de Khende ni de Alessia. Podría estar perfectamente con Jarvan, o incluso con Salvador, pero prefería que estuviera con él.

Tras la conversación en la habitación de Bron, Jorge se sintió aliviado. Lo mejor para la niña sería olvidar lo que había ocurrido, pero se preguntaba que pasaría con ella después de aquello. Seguramente iría a un orfanato. O, con suerte alguien la adoptaría. Pero no era momento de preocuparse por ello. El asesino seguía libre y tenían que atraparlo cuanto antes.

Volvió a su habitación y acostó a la niña. Tras ello acumuló energía para curar del todo su herida. Sus reservas estaban a la mitad de su capacidad, pero si no estaba en forma para la próxima vez que se encontraran, lo tendría muy difícil. Se quitó la camisa y, posteriormente, las vendas. Si ya no las necesitaba eran mas una molestia que nada.

Una vez hubo terminado, comprobó como había quedado la gabardina. Tenía un agujero a la altura del hombro, no tan grande como el de la camisa.. Jarvan entró justo en el momento en el que pasaba un dedo a través de la gabardina para comprobarlo. Quería saber como se encontraba.

-Ya estoy perfectamente, gracias por preguntar.

Salvador

Volvieron a la posada. El se quedó con Bron un rato más. -Bron, ya que estamos fuera del convento tengo un par de preguntas que hacerte, mientras nos entrenábamos no paraba de preguntarme ¿como se que es peligroso?¿que es lo que debo exterminar y perseguir y que no? y la mejor respuesta que obtuve fue un escueto "Haz lo que ÉL haría". En este caso es obvio que debemos acabar con el asesino pero cuando las cosas se complican, ¿como se sabe que se hace lo correcto? quiero decir, como sabes que lo mejor es borrar la memoria de la niña, y si tuviera poderes ¿la madarías a cadeus? ¿la matarías? ¿podría ser un peligro?, podría lanzar preguntas toda la noche pero creo que ya sabes por donde van mis dudas- la verdad es que era algo que nunca conseguían que le respondiera, era como si para ser inquisitor el mundo tuviera que estar en blanco y negro.

Tras una pequeña discusión entre Khende y Salvador, volvemos a la posada. Por el camino voy junto a Jorge y la niña daevar. Le pregunto a la niña cómo se llaman (o llamaban, más bien) sus padres. Se me hace extraño ver a Jorge acercándose por voluntad propia a otra persona, así que sonrío por lo bajo. "Si al final saldrá de su caparazón y todo." Una vez en la posada acudimos a la habitación de Bron a escuchar sus instrucciones. Cuando nos manda a nuestras habitaciones hago el saludo militar y digo:

- A sus órdenes, señor.

Bajo a cenar algo ligerito y antes de volver a mi habitación paso por la de Jorge. Toco un par de veces y abro la puerta.

- ¿Se puede? -veo que la niña está durmiendo y bajo el tono de voz. Me acerco y le echo un ojo a la herida- ¿Cómo lo llevas?

-Ya estoy perfectamente, gracias por preguntar.

Observo la gabardina perforada y cómo Jorge la mira.

- Tranquilo, te la arreglaré cuando tengamos algo de tiempo. Me voy a dormir. Que descanses.

Cierro la puerta con cuidado y vuelvo a mi cuarto. Antes de dormir rezo mis oraciones como de costumbre. En la de hoy incluyo a los padres de la niña. Mi último rezo va para Cynthia, pidiendo protección y seguridad para ella.

Jorge

-Igualmente.

Jorge sacó una pluma, un bote de tinta y uno de los libros en blanco y empezó a anotar.

Criatura: ¿?

Gran agilidad.
Invisibilidad. Probablemente no funciona con su reflejo.
No es intangible.
Puede matar sin dejar rastro de violencia alguno. Los cadáveres quedan especialmente fríos.
Solo actúa de noche.
Posee algún tipo de arma natural penetrante.

Tras terminar de anotar aquello Jorge le dió vueltas a la cabeza intentando averiguar de que criatura se podría tratar. Después, cogió una manta del armario y se puso a dormir en el suelo.

Pondría lo que hicieron Khende y Alessia esa noche, pero es tan obsceno que seguramente lo censurarían.

Llegó la mañana. Bron os mandó bajar, y mientras tomabais el desayuno os pidió que comentaséis vuestras ideas sobre lo que deberíais hacer.

-De momento sólo sabemos que es invisible y que los espejos tienen algo que ver- miró a Jorge y continuó -Bueno, sí, superficies reflectantes, tu idea se tiene en cuenta ¿contento?- y siguió -Creo que deberíamos usar eso de algún modo. De momento, por si mi teoría es correcta, deberíamos llevar todos algo para poder verle. ¿No?