A lo largo de mi infancia he visto montones de series de diferentes temáticas y colores: He-Man, Caballeros del Zodiaco, Dragones y Mazmorras, Bola de Dragón, Oliver y Benji, Punky Brewster... pero ninguna tan alucinante como los Power Rangers.
Los adoraba, eran mis héroes de acción. La cantidad de merchandising que llegué a acumular: muñecos que se transformaban, los robots que se juntaban, la pistola, la camiseta falsa del mercadillo... ¡De todo! Hasta me acuerdo que incluso había una película.
No recuerdo muy bien a los personajes porque se iban turnando los papeles y cada vez los interpretaba una persona distinta pero si recuerdo, y voy a rememorar aquí mismo, la estructura básica de una serie que marcó la infancia de muchísimos niños. Ea, esta claro que me incluyo.
La cosa estaba en que los Power Rangers eran un grupo de estudiantes de instituto que debían llevar ya años repitiendo curso porque esas caras que tenían y esos físicos a mi, por lo menos, no me parecen las de unos chicos de instituto normales, más bien corresponden a hombres y mujeres de mas de treinta años en papeles de adolescentes. O eso o tenían el síndrome de Leticia Sabater.
El caso es que estos chicos y chicas se pasaban el día practicando deporte y bebiendo batidos en lugar de estudiar hasta que un buen día un ente de otro universo conocido como Zordon, decide hacer de ellos seres útiles para la sociedad y por arte de magia los teletransporta a su base donde les dice que a partir de ahora van a ser los nuevos guardianes de la paz en la tierra: los Power Rangers
¿Qué poderes les otorga? Bueno, hay quien otorga super fuerza o super velocidad a sus héroes pero en este caso lo que Zordon les da son unos monos de motorista (a cada uno de un color) y el poder de invocar a unos robots con forma de dinosaurios en los cuales se pueden montar para luchar contra el mal. Todo esto sin libro de instrucciones ni nada.
El caso es que de ahora en adelante, en cada episodio, tendrían que luchar contra los monstruos que les enviaba una malvada bruja llamada Rita Repulsa.
La batalla empezaba con un monstruo de tamaño medio (generalmente un insecto) que empezaba a invadir la ciudad. Inmediatamente los Power Rangers se desplazaban al lugar para combatir la amenaza. No sé muy bien por qué pero a Zordon se le debió de olvidar mencionar que les había dado otro super poder a parte de los monos de motorista y los robots: la super sincronización. Aquello era espectacular. Esa coreografía que desde el primer capitulo a todos les salía perfecta sin previo acuerdo, con esos movimientos de brazos que cortaban el aire y la forma de agitar la cabeza cada vez que decían algo. Increíble. Ni el equipo español de natación sincronizada podría alcanzar semejante perfección.
La batalla daba comienzo y aquellos empezaban a repartir mamporros a los esbirros de la bruja hasta que esta se enfadaba y convertía al monstruo de tamaño medio en uno gigantesco. En todos los episodios hacía lo mismo. Digo yo que hubiese sido mejor hacerlo grande desde un principio, pero ea. Justo en ese instante (y ya digo que sin leer instrucciones) los Power Rangers se sincronizan e invocan a sus robots prehistóricos. El tiranosaurio, el mamut, el triceratops, el pteranodon y el dientes de sable que se juntan en uno solo.
Ese robot gigante. Esa máquina ultra poderosa. Ese ser hecho de yesca, que con solo rozarlo lo llenaba todo de chispas centelleantes. Todos acababan sentaditos en una gran cabina de mando con tropecientosmil botones de los cuales solo servia uno. Por supuesto ellos sabían manejarlo sin problemas y conocían el botón adecuado para dar un par de puñetazos chispeantes al rival antes de sacar la gran espada que poseía el robot y cortar a su enemigo en dos. Nunca entenderé como teniendo ese ataque eran capaces de perder el tiempo dando puñetazos en todos los capítulos...
Una vez el monstruo era derrotado, los Power Rangers volvían victoriosos a su instituto a humillar a los pobres matones de la clase que solo estaban de paso por allí. Con las risas crueles de los cinco héroes terminaba el episodio.
Es curiosa una cosa y es que en la serie, a medida los Power Rangers se hacen famosos, todos se preguntan quiénes podían ser los que se ocultaban tras las máscaras. Era ridículo ver aparecer a los cinco juntos, cada uno vestido con los colores de su Power Ranger y que nadie se diese cuenta. Es casi tan patético como cuando He-Man se vuelve a poner la camiseta y todos caen en la cuenta de que era en realidad Adam, el príncipe del reino.
Bueno, así eran las series de este tipo en aquel entonces. Yo, como todos los niños, la disfrutaba mucho y me encantaba jugar a ser uno de los personajes siempre que podía. Ea, ahora ya soy mayor, lo que me permite ponerlos a caldo con mucho cariño y añoranza. No está nada mal...
Tema: Retrospectiva: Los Power Rangers 
Lun Dic 10, 2012 8:06 pm
