[Prólogo]-Nauoka

17 de Abril del año 989 dc.

Tras despedirte de la carabana, esta prosigue su camino. Te encuentras en una pequeña cueva en la que pasaste la noche a medio camino entre Jaarengäff y la Villa de Tres Cruces. El día esta nublado y sombrío, como todos desde que entraste en Moth. Hay un bosque que parece bastante grande y oscuro a un par de kilómetros, y a unos 500 metros está el camino que une las dos ciudades antes mencionadas.

La curiosidad la puede con la joven, la cual empieza a caminar hacia el bosque en paralelo con el camino hacia Tres Cruces.
En realidad, no piensa internarse en el bosque pero...

-Parece un bosque taaan misterioso-se dice a si misma, hablándose sola, pues ahora no tiene con quien mas hablar-Seguro que dentro hay animales salvajes, y quizás hasta unicornios!-los ojos se le iluminan a la chica, es bastante fantasiosa en ocasiones.

No disminuye su paso, e incluso da algunos saltitos, acercándose al bosque. No tarda en llegar al linde del bosque, viendo el camino a lo lejos.

Sonríe, deteniéndose para mirar una florecilla, acariciándola con la yema de los dedos, disfrutando de su aroma, con demasiada despreocupación, por que ciertamente, se encuentra en el linde de un tétrico bosque, y no del tipo bosque de Hadas bonito y fantástico..

Mientras acaricias la florecilla, única en varios kilómetros a la redonda, una ráfaga de aire frío sale del bosque. No parece que haya nadie por el camino, el cual no queda lejos. Y lo único que alcanzas a ver además de campo es la torre de un campanario a lo lejos. Por lo demás, todo está en un silencio sepulcral, no siquiera el piar de los pajarillos es audible.

Nauoka siente un escalofrió cuando al ráfaga de viento acaricia su piel, abrazándose unos segundos, frotándose los hombros, decide levantarse, mirando el bosque, recuperando algo de sentido común

Brrrr, que frió..Mejor me vuelvo al camino y busco un sitio con mejor compañía que unos arbolitos....Aunque sean monos...

Empieza de nuevo a caminar hacia el camino, cogiendo el ritmo enseguida, dirigiéndose a esa torre de campanario que veía a lo lejos, seguro que ahí habría alguien.

Continúas tu camino. De vuelta al camino el frío bosque parece realmente tétrico. En su linde divisas varias figuras extrañas. Una de ellas es más grande que las demás. Parece que alejarse ha sido buena idea.

La chica consigue captar por el rabillo del ojo esas extrañas figuras.¿Que serian? Hay cosas que es mejor no saber......Pero claro, la curiosidad, ante todo...

No puede evitar pararse unos segundos, entrecerrando los ojos hacia la espesura del bosque, donde vio las figuras, intentando ver mejor que eran, quizás fueran animalitos. Un oso o una ardilla.....


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No consigues distingirlas bien. parecen ser 3 ó 4, contando a la más grande, y parece que sus movimientos son lentos y torppes.

La chica se encoge de hombros, siguiendo su camino con tranquilidad, aunque mas atenta que antes., incluso aligera el paso, por que quiere llegar cuanto antes a un lugar mas seguro que la carretera.

-Venga...Venga...Seguro que no ha sido nada, solo un osito con su familia...No tienes nada que temer!-se anima a si misma, sonriendo de nuevo

Y de nuevo, sus pasos siguen por el camino esta vez, hacia el campanario que ha visto

Horas más tarde, lo que antes solo era un campanario emieza a convertirse en un pueblo. Las siluetas del bosque ya no son visibles, y el camino por el que vas parece que atraviesa el pueblo. No se ven más edificios por la zona, y parece que pronto anochecerá, aunque con el cielo siempre cubierto de nubes a veces se pierde un poco la noción del tiempo y resulta difícil saberlo con seguridad.

La chica se estira un poco, llegando por fin al pueblo. Empieza a caminar, acercándose a las casas, buscando alguna que parezca una posada, o simplemente, buscando a alguien a quien poder preguntar.

-¿Hola?¿Hay alguien?-dice en voz alta, alzándola lo suficiente, mientras sigue buscando.

Una vez en el pueblo, las calles parecen vacías. No es un pueblo muy grande, y realmente a empezado a anochecer. La luminosidad es escasa, y disminuye constantemente. Una de las casas lleva el ansiado letrerito: Posada.

Nauoka se encamina decidida hacia esa casa. Toca un par de veces, y luego, empuja la puerta intentando entrar si esta abierta.

-Buenas noches!¿Hay alguien en casa?-dice con tono alegre y jovial, intentando parecer maja y agradable.

La puerta se abre al empujarla.
-Buenas noches joven, ¿qué desea? ¿ alojamiento, comida?.- Contesta un hombre al fondo de la habitación con toda la pinta de ser el posadero/tabernero.
La habitación es bastante amplia. Varias mesas están distribuidas por ella y no parece haber nadie por allí, puede que aún sea temprano para la cena.

Nauoka entra al interior, acercándose a la barra donde el posadero.

-Buenas noches! Pues no estaría mal ambas cosas....Alojamiento y comidita!-sonrie, empezando a notar que algo de hambre si tiene, y un plato caliente la sentaría de maravilla.

-Es un pueblo bonito, señor....Pero...no se ve mucha gente...¿Cenáis pronto por aquí o es que hay poquita gente en las casas?

La chica empieza a hablar mientras se acomoda en una silla, dándole a lengua que da gusto, preguntando sobre casi todo.

Pues, son 5 MC la comida mas la bebida. Y el alojamiento es 1 MP. La verdad es que aun es algo pronto, y hoy vendrá gente importante. Por lo visto, a pasado algo en las afueras, y por ello no se ve a gente por aqui, muchos son los curiosos que han ido a ver. Yo también habría ido, si no fuese porque espero a la gente esta que he mencionado antes.- Te entrega un plato de comida caliente y una jarra. También te pasa la llave de tu habitación, la 23.

La chica coge el plato y la jarra y se sienta en una de las mesas. Deja su equipaje a un lado, colocando el asa de este bajo su pierna, cosa que dificultaría el robo, ya que si tiran, tiran del pie de ella.

Sin mas empieza a comer y beber lentamente, con bastante recato, pues al fin y al cabo, ha sido bien educada.

-Y..¿No sabe que ha pasado?¿Ni que personas importantes vendrán?-alzando la voz a mitad comida, dirigiéndose al posadero, queriendo sacar toda la información posible, así al menos no se aburrirá mientras espera.

Pues, según tengo entendido, son las hijas de una familia importante de Gabriel o Phaión, no recuerdo bien. La familia D'Aubigne, creo recordar. Se dirigen a Hendell, y pasarán aquí esta noche. Y, si no es mucha molestia, ¿qué trae a una joven como usted a un pueblo como este en mitad de Moth?.

-Pues nada en verdad...aunque suene típico, simplemente sigo el camino. Me fui de casa y aquí he llegado, no voy a ningún sitio en particular...

Sonriendo al posadero, dándole conversación

-Así que una nobles... Seguro que causaran sensación por aquí...¿Y que están de viaje de negocios?

Pues la verdad, no tengo la menor idea.- Se sienta contigo en la mesa, está cansado de estar de pie.- Espero que no armen demasiado jaleo, podr´ñian molestar al resot de clientes. Por cierto.... ¿llevas mucho con tu viaje sin rumbo?

-Que va...Apenas unos meses, salí de Markhusias....Ya pie, a caballo...Pues calcula mas o menos...Unos meses, no mucho mas...

Terminando la comida, estirándose un poco, dando un suspirito de gustito al haber comido tan bien.

-Pero de momento va bien...Es divertido conocer sitios nuevos, gente nueva..Ya sabe usted.

Bien bien... parece que has visto más mundo que yo, JAJA.- Se habre la puerta de la posada y entran uns guardias. Al mismo tiempo, un grupo de personas pintorescas bajan por las escaleras y empiezan a colocar tambores e instrumentos en un pequeño escenario en una esquiena.- Vaya, ya están aqui nuestras invitadas, le dejo que debo cumplir con mis obligaciones, si necesita algo no dude en decirmelo.- Tras esto se va hacia la puerta a recibir a los nuevos clientes.

-De acuerdo! Muchas gracias por su hospitalidad, le avisare si necesito algo.

La joven dicho eso, empieza a observar el ajetreo, emocionada en parte por las expectativas de ver cosas nuevas e interesantes, y ver a unas nobles de Gabriel, sin duda es un acontecimiento interesante.

Al poco de que se vaya el posadero, entran 5 hermosas jóvenes bien vesidas y con glamurosos atuendos. Van seguidas de un joven violinista de orejas puntiagudas. El violin parece de bastante buena calidad. Tras entrar, se sientan y empiezan a pedir la comida, entonces, el grupo de antes empieza a cantar en el escenario.

La chica observa todo con atencion, sin perder detalle de casi nada. Observa a las chicas, y al bardo unos segundos, aunque enseguida su atencion se va hacia la musica y el baile, sorniendo mientras escucha, bastante abstraida en la musica, entretenida.