The Bearer of all Prophecies [Cerrado]

Prólogo

Desde el principio de los tiempos cuando los Creadores crearon el mundo, se instauró una norma que jamás podría ser quebrantado pues de esa ley dependía el orden de las cosas. El destino es absoluto y nada puede cambiarlo. Así empezó la mentira más grande jamás contada.

El destino no es más que un orden que reina por encima de todas las cosas habidas y por haber. Si el destino fuera cambiado alguna vez por algún medio la delgada línea que mantiene el orden del universo se rompería y las consecuencias podrían ser catastróficas. Para prevenir al mundo del desastre los Creadores crearon un poder que se transmitiría entre los humanos, nadie pensó que pudieran llegar tan lejos hasta el punto de desequilibrar la balanza del mundo. Ese poder daba a su portador el conocimiento de todas las profecías habidas y por haber del mundo, desde la piedra más insignificante hasta el más grande de los reyes. El portador sería siempre alguien de corazón puro que utilizase ese poder para fines benévolos. Él sería el guardián del destino, el encargado de mantener la balanza en equilibrio. A este poder se le dio el título del Portador de todas las profecías.

Éste orden se había mantenido siempre intacto, hasta el día de hoy…

El Mundo

Un territorio inmenso con muchos territorios por explorar. Nuestra historia se sitúa en el Gran continente donde nació por primera vez el primero de los hombres. El Gran continente tiene vastos territorios muy variopintos y en él hay dos grandes potencias. La alianza, aquellos que siguen al Portador y después está el país de Nilveria quien en la actualidad quiere apoderarse del mundo entero, son malos tiempos y el Gran continente está en guerra y por desgracia de muchos la Alianza esta perdiendo la guerra contra el rey Nars quien en su afán de poder arrasa todo a su paso.

El último Portador de profecías

Talan Zolt fue el último portador. Un gran guerrero que luchó para detener a Nars pero que fracasó en su misión, este fue herido de muerte y murió. Cuando un portador muere al llegar la noche la luna se vuelve roja y el cielo escarlata.

Hace un mes que el cielo se tiñó de sangre y nadie ha oído noticias del alzamiento del nuevo Portador, son tiempos oscuros y la desesperanza fluye entre los territorios aliados que a cada día que pasa disminuyen irremediablemente.

La posada de Loaine

La posada de Loaine esta situada en Osvalth uno de los últimos bastiones seguros de la alianza. Por desgracia han llegado noticias de una inminente invasión de Nilveria y muchos ciudadanos están abandonando sus hogares para ir a refugiarse en las altas montañas de Gor’ein.

El establecimiento es un lugar modesto con 6 habitaciones, construcción de madera de roble y una cálida chimenea e piedra en el suelo para calentar la casa. Loaine es una mujer robusta con cuatro hijos y una hija, viuda desde hace dos años lleva la posada ella con la ayuda de sus hijos ofreciendo servicios de comidas y habitaciones. La posada estaba vacía ya que nadie tenía la voluntad de quedarse en Osvalth.

Hoy, una noche de lluvia. Entraron dos clientes en la posada de Loaine, un hombre alto de avanzada edad y de su mano una niña pequeña de apenas seis años de edad. Por su aspecto parecían haber viajado mucho sin apenas descanso…