[Aldebaran Taurus] Casualidad

En tu camino, llegaste a un pequeño pueblo. El estilo de las casas era muy parecido al de las islas donde habías vivido, lo que te trajo recuerdos. Cuando entraste, algo llamó tu atención. No había nadie. Absolutamente nadie, en la calle.

Se acercaba una tormenta, así que buscaste posada, pero todas las casas estaban cerradas y nadie respondía. Finalmente llegaste a una plaza en el centro del pueblo. Y allí si había alguien. Enorme, de unos 4 metros de altura, una figura de piel azulada y larga melena, vestida con una especie de taparrabos reía mientras golpeaba a algo... Algo que parecía haber sido una persona algunos minutos antes.

Aldebaran

Durante el camino de peregrinacion llegue a un pueblecito con una arquitectura que era muy familiar a mi pueblo natal, era curioso que no hacia demasiado tiempo que me habia ido y aun asi me trajo bastantes recuerdos.

Echando una mirada a los cielos se podria ver que alguna tormenta pasaria pronto, asi que no estaria mal quedarse aqui, no obstante por mucho que busque una posada no la encontre, ni tampoco encontre a nadie, hasta que llegue a la plaza del pueblo.

En aquel lugar habia un "ser" muy extraño aporreando una persona, o eso parecia, supongo que eso explicaria el porque no me he encontrado con nadie, aunque no parece haber daño en las estructuras ni mas gente, quizas habia algo mas extraño de lo que pensaba, pero no tenia ganas de esperar a descubrirlo todo.

-Hey grandullon ¿Que, te diviertes?

La criatura se giró en cuanto le hablaste. Con una de sus manos sostenía una porra de estilo oriental con pinchos, que en seguida reconociste como una tetsubo. Físicamente recordaba a un humano si no fuera por los rasgos bestiales como los colmillos o el cuerno que tenía en la cabeza y asomaba de la melena. Te miraba muy cabreado, y parecía a punto de echarse sobre ti.
¡Nadie me interrumpe mientras me divierto!

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Tira turno.
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Aunque le habías atizado bien fuerte, parecía ni inmutarse, y de un golpe te lanzó contra una casa. Atravesaste la pared y caíste sobre una mesa que había puesta. El demonio corrió hacia allí para intentar volver a golpearte, pero algo se lo impidió. Justo antes de llegar al agujero de la pared se paró en seco, y tras unos segundos comenzó a andar en otra dirección.

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Si por alguna razón quieres atacarle, puedes intentar superar un sigilo contra su advertir para tener sorpresa y reducir su TA a la mitad.

Aldebaran

Habia sido capaz de encajarle un buen golpe, pero nisiquiera retrocedio, ni siquiera parecia haberlo notado, en cambio su contra no solo me dio un golpe considerable si no que me envio volando hacia el interior de una casa, el grandullon venia a por mas pero se paro antes de entrar, como si no pudiera o algo de ese estilo, se dio media vuelta y se fue.

En ese momento tuve la oportunidad de atacarle por la espalda pero decidi explorar la casa en general para intentar descifrar que habia pasado aqui y por que se habia detenido.

La casa, completamente vacía, parecía abandonada. En la mesa sobre la que habías caído había platos con restos de comida y las sillas estaban tiradas por el suelo. La comida estaba todavía caliente, y no es que estuviera muy polvoriento. Parecía como si hubiesen abandonado el lugar hacía relativamente poco.

De unas escaleras apareció un hombre de mediana edad, llevando una azada como si fuese un arma.
La... Largo de mi casa, intruso. Parecía asustado.

Aldebaran

No parecia haber nada raro en la casa, esperaba algunos simbolos o muestras de algun rito para impedirle la entrada pero lo unico que encontra fue a un hombre ya entrado en años, asustado, seguramente por aquel monstruo que estaba en el pueblo.

-¿Disculpe mi intromision, pero podria responderme a unas preguntas? ¿Que es esa cosa? ¿Y porque no ha entrado aqui ni en ninguna otra casa?

Fu... Fuera...
Evidentemente asustado, el hombre se fijó en el agujero de la pared, y sin dejar de mirarte, se asomó por el agujero.
Se... Se va. Parecía desconcertado, y no paraba de mira hacia fuera. ¿Lo has echado tú?

Aldebaran

Aquel hombre estaba asustado claramente, pero nisiquiera le di importancia, no parecia ninguna amenza en el remoto caso de que intentara hacer algo. Dijo algo de que el monstruo se iva.

-¿Ah si? pensaba que volveria a la plaza, en cualquier caso si, es cosa mia, ¿Puede ahora explicarme que es eso, que hace aqui y porque no ha tocado las casas?

No era del tipo de persona alq ue le gustaba repetir las cosas y paciencia no era una de mis virtudes.

El hombre comenzó a hablar. Al parecer ese demonio llevaba aterrorizando la aldea un tiempo. Iba una vez al mes y elegía a una joven, a la que violaba allí mismo. A cambio juraba no atacar a los aldeanos, y dado que el juramento de un demonio era sagrado (que ironía) para este, no podía acercarse demasiado a los edificios.