Guillermo Sala - "Touché"

Guillermo nació en Barcelona, en una familia de clase media, siendo el mediano de tres hermanos. De pequeño Guillermo fue un niño muy alegre y enérgico. Destacó siempre entre sus amigos por hacer gala de una prodigiosa agilidad. Tanto fue su talento que sus padres lo apuntaron a un club de atletismo donde, victoria tras victoria, Guillermo acabo aburriéndose de la poca dificultad que le planteaban los retos en aquel lugar. Por suerte para el pequeño, sus hermanos nunca se sintieron eclipsados por él, por lo que pudo forjar muy fuertes relaciones con ellos.

Además de su capacidad innata para la actividad deportiva, Guillermo de pequeño siempre se sintió fascinado por el mundo de la robótica. Sintió siempre una especial conexión con todo tipo de aparatos tecnológicos que sus familiares entendieron como una simple obsesión infantil.

Ya en plena adolescencia, Guillermo se sintió interesado por algo diferente. Tras mucho insistir consiguió que sus padres lo apuntasen a clases de esgrima. Dada su increíble agilidad Guillermo tampoco tardó en destacar en el deporte. En dos años ya fue considerado el candidato perfecto para ir a las olimpiadas a competir por España en esgrima, pero a los diecisiete años descubrió qué era aquello que le hacía ser tan diferente, e incluso superior, a los demás.

En medio de un entrenamiento Guillermo descubrió que poseía la capacidad de estirarse cual goma elástica. Aquello explicó el inhumano aguante a las lesiones del que había gozado años atrás, cuando hacía atletismo. Convencido de que debía usar sus asombrosas capacidades para ayudar al mundo, decidió crear una superheroica identidad bajo la que disfrazarse para salir por las noches a vigilar las calles.

Su falta de experiencia no fue suficiente para detener a su juvenil convicción de que hacía lo correcto. Durante varios meses el nuevo héroe de Barcelona, conocido bajo la identidad de Touché, actuó en la ciudad convirtiéndose poco a poco en un héroe reconocido por los ciudadanos. La seña de identidad del misterioso superhéroe fueron siempre los diferentes tipos de espada que usaba.

Todo parecía ir viento en popa para el joven Guillermo, pero en su última aparición como Touché acabaría su suerte. En medio de un rescate, Touché se vio obligado a llevar al límite su capacidad para estirarse, provocando con ello una gravísima lesión que le impidió ir a las olimpiadas. Al derrumbarse su sueño de competir a nivel mundial Guillermo cayó en una depresión. Ningún médico pudo dar una explicación plausible para la naturaleza de su lesión. Guillermo no podía realizar actividad física alguna que se saliera de lo cotidiano, y pasaron tres años hasta que finalmente se recuperó por completo. Pero tras pasar tanto tiempo el joven Guillermo no volvió a verse con ánimos de dedicarse a aquello que tanto le había gustado en el pasado.

Salió muy lentamente de su depresión, y sólo cuando hubo salido de la universidad con su título de robótica bajo el brazo se vio convencido para vivir de nuevo lo que siempre había querido. Decidido a ser feliz de nuevo, Guillermo volvió a dedicarse al deporte que tanto le gustaba, como un hobbie. Encontró trabajo además en la tienda de ordenadores el padre de un amigo. No le importó en absoluto que no fuera un gran trabajo, pero se sentía bien como estaba.

En poco tiempo fue localizado por Superhéroes INC, y le fue ofrecido un lugar en la agencia. Tras participar en algunas misiones y conocer a superhéroes de lo más variopintos Touché renació, recuperando la reputación que casi se había olvidado en las calles de Barcelona
En la actualidad Guillermo vive en Barcelona. Trabaja como dependiente de una tienda de ordenadores y, cuando la agencia lo necesita, trabaja como superhéroe. Sólo sus hermanos conocen la verdadera identidad de Touché, pero Guillermo ha hecho muchos buenos amigos a lo largo de su vida.