Mi nombre es Selena

PSIQUE: Sentiste que todos los hombres habían caído bajo tu control. El hecho de que la taberna no fuese muy grande ayudó bastante...

MAGGIE: Caes sobre una mesa... Al parecer el portal no estaba muy calibrado. Desde luego, el golpe era de todo menos suave.

TODOS: Veis como Maggie aparece sobre una de las mesas. La aparición no es precisamente muy elegante... Cualquiera diría que el golpe se lo ha dado a posta, al menos por la manera en la que ha caído.


Off: da gusto volver a hacer esto.

Caí estrepitosamente sobre una mesa, propinándome un duro golpe en el trasero que… Bueno, un duro golpe.

- ¡Ah! ¡Maldito portal de principiante! ¿Cómo se atreve esa madame de burdel a… - me callé en seco cuando vi el lugar en el que me encontraba. Estábamos rodeados por un montón de hombres, aunque su expresión era algo extraña.

Junto a mí estaban los hermanos orientales y la muchacha esa tan rara que conocí el día anterior.

Mantuve el silencio durante unos instantes, y luego dejé escapar una tímida risa mientras me bajaba de la mesa y arreglaba mis ropas. Por suerte mi bolso de mano seguía conmigo, nunca puedes fiarte de los portales. Quizá una buena manera de salir de allí podría incluir una de mis sutiles ilusiones, esos hombres no nos tratarían como agradables invitados después de irrumpir en el lugar de una forma tan… vistosa.

Esperé a ver qué hacían los demás. Porque esos hombres no atacarían a una dama como yo… ¿verdad?

Era hora de salir. La gente estaba bajo mi control. Todo perfecto... hasta que aquella muchacha, Maggie, cayo contra una mesa. El golpe fue... bueno, bastante sonoro. Me la quede mirando un momento, tras eso, le tendi la mano. -Mas vale salir. -Dije, esperando que me agarrara la mano.

Mientras, un borracho en la taberna gritaba -¡¡¡Cerveza gratis para todos!!! -A la vez que todos empezaban a abalanzarse contra la barra, intentando pelear contra el tabernero. Pronto, el "efecto del alcohol" les hacia pelearse los unos a los otros, por lo que todo el mundo se distrajo, y dejo de hacernos caso. -Esta es nuestra oportunidad. -Dije. Seguia quieta, esperando a ver si la muchacha me da la mano o no.

Los hombres comenzaron a comportarse de una manera extraña. De pronto nos ignoraron y se abalanzaron contra la barra de la taberna. De algún modo, se había creado una confusión perfecta para permitirnos marchar.

La joven de la extraña mirada me tendió la mano. Ahora estábamos juntas en esto y suponía que debía fiarme de ella.

- Tienes razón, vámonos - dije al mismo tiempo que le daba la mano.

Esperaba haber tenido buena suerte con mis nuevos compañeros. Esto tenía pinta de ir para largo. Y yo sólo quería volver a mi vida normal...

Empece a correr, con direccion hacia fuera de la taberna, intentando salir de alli. Queria que todo se terminara, que todo parara, que todo se calmara... Pero no, siempre tenia que haber violencia, siempre tenia que salir alguien herido. En mi juventud me habria preocupado por ellos, pero ahora... ahora todo me daba igual... Alguna que otra vez me habia preguntado como habia cambiado asi, que era lo que me habia pasado, pero nunca encuentro respuesta...

Me acorde del tipo que estaba midiendo mis pechos hace un rato, y de su hermana. Le cogi el brazo a la hermana, que a su vez le cogio el brazo al tipo, saliendo todos en cadena de la taberna. Sabia que iba a pasar, y que era inevitable. Y lo peor es que me mantenia fria... ¿En que monstruo me habia convertido?

~En la taberna.~

Los borrachos no paraban de pelearse entre ellos. Querian refrescar sus gaznates, querian seguir haciendo fiesta con una jarra de cerveza en la mano. Pronto, uno de ellos dijo -Si no hay cerveza gratis, ¡nunca habra cerveza! -Estiro la mano, buscando lo primero que pudiese coger para lanzarlo contra las numerosas botellas de diferentes licores y bebidas alcoholicas. Pero, imaginaos la mala suerte de aquel borracho, y de todos los borrachos, que lo unico que habia a su alcance era una de las lamparas con las que la taberna se iluminaba por las noches, que justamente estaba encendida. El tipo la lanzo contra las botellas, cuando, al minimo roce, las botellas explotaron en llamas, quemando la taberna completa.

~De vuelta en la calle, a las afueras de la taberna.~

La taberna quemaba y quemaba, produciendo una extraña sensacion de calor. Respiraba normalmente, no temblaba, no tenia ningun tic nervioso... Estaba tranquila... Pero... me habia vuelto una asesina, y todo por mis miedos... Por mis intereses... Una pequeña lagrima se asomo por mis ojos, recorriendo mi rostro para llegar a mi mano. Levante la mano, viendome la parte mojada, donde impacto la lagrima...

Hacia tanto tiempo que no lloraba...

Salimos rápidamente de la taberna, que por algún motivo desconocido comenzó a arder. ¿Qué estaba sucediendo ahí dentro? Estábamos fuera pero no podíamos quedarnos de brazos cruzados.

- ¡Está ardiendo! ¡Debemos hacer algo! - no logré escuchar nada proveniente del interior. La gente que había ahí dentro simplemente moría calcinada.

Extendí las manos, pero me paré a pensar. No podía usar mis poderes abiertamente aquí en medio. Piere siempre me había advertido que guardase con recelo mis capacidades. Sentía que debía ayudar, el agua era mi elemento, pero no podía mostrarme tan abiertamente. Tampoco era lo suficientemente poderosa como para apagar un fuego de tal magnitud...

Detrás de mí la chica estaba en silencio. Me giré lentamente para mirarla, estaba llorando. Esa sensación de impotencia que me embargó... era insoportable.

Me acerqué a ella en silencio, y sin conocerla siquiera le ofrecí mi abrazo. No soportaba ver a la gente llorar.

- Tranquila...

- ¡Está ardiendo! ¡Debemos hacer algo! -Dijo la muchacha que cayo sobre la mesa. Di un trago, sin alzar la vista a la ardiente taberna. -Lo siento... No hay nada que se pueda hacer... -Respondi. En realidad si que habian, siempre se podia inventar algo, pero... Tenia que pasar. Sabia que iba a pasar. Y todo por culpa mia...

La muchacha se acerco a mi, para darme un abrazo. Me quede sin palabras, no sabia que hacer. Hace tanto tiempo que alguien me da un abrazo... -Tranquila... -Dijo. Sentia mas calidez... Pero esta no provenia de las llamas de la taberna... Provenia de Maggie... Pero mi mente, por decirlo de alguna manera, creo un muro helado, impidiendo a ese calor entrar. Me separe de ella estrepidosamente.

Mirando hacia abajo todavia, solo pude susurrar un -Gracias... -pues no me salia nada mas... Me sentia... extraña.

[entra Gollu... este Argos]
ARGOS: Caminabas por las calles de una ciudad llamada Da'lucart. Según tenías entendido era la capital del lugar. Era bastante grande, y su arquitectura era impresionante. Mientras caminabas viste a dos mujeres salir de una taberna que estalló en llamas al cabo de unos segundos...

PSIQUE y MAGGIE: Estabais en la calle cuando caísteis en algo... ¿y los dos chavales orientales?¿Habían logrado salir? Era imposible estar seguro...

(Todos, tiraditas de advertir)

[Off: puede que hayáis matado a Dracko]

[Off: Pero Furion ha dicho que tomaba la mano de la chica oriental para salir... xD Creo que era su intención salvarlos, vamos.]

[Chica oriental... pero que pasa con el CHICO oriental? ]

[La chica oriental le daba la mano al hermano y salían todos en cadena, como ha dicho Furion xD]

[vale, me he dado cuenta ahora... te salvas por tu 440 en uso de sombreros de copa]
rectificación:

MAGGIE, PSIQUE y GEMELOS, simplemente tirad Advertir...

ICHIGAWA

TAKERU

Tenías las granadas de humo preparadas para salir de la taberna, pero de repente, todo se volvió un caos - ¡Estamos de suerte! - intenté decir, pero antes de poder acabar la frase...

SAYURI

Todos los hombre de la taberna empezaron a agolparse cerca de la barra, parecía que la bebida era gratis. Pude ver como Takeru escondía las granadas, él también se había percatado de que ya no había peligro... o eso parecía.

Estaba absorta en mi comunicación visual con mi hermano, y de repente, la chica poco pudorosa me agarro, de un brazo y me estiró con fuerza, como reacción, yo hice lo mismo con mi hermano, así que acabamos fuera de la taberna.

Una vez fuera, las chicas nos reunimos... mientras... ¡la taberna ardía! Para nosotros, mi hermano y yo, era algo que no tenía mucha importancia, estábamos acostumbrados a la muerte, sin embargo, Psique parecía afectada.

¿Estamos todas bien? - pregunté, como si solo estuviéramos nosotras

TAKERU

¡Vaya... - me separé de las chicas y me acerqué a la puerta a ver como ardía la taberna - ...que extraño! - dije preocupado... de repente, agarré la mano de mi hermana y...

Tiradas para advertir:

Sayuri: 80 + D100
Takeru: 90 + D100


[Offrol: Me toca llevar 2 pjs, así que no os extrañeis de algunos post raros que pueda escribir, jejeje]

El miembro 'DrackoShen' ha efectuado la acción siguiente: Tirada de dados

'Dado de 100' : 43, 77

Sayuri: 80 + 43 = 123
Takeru: 90 + 77 = 167

Observe detenidamente la ciudad, mientras la observaba, note un extraño olor a quemado, y vi como un par de chicas salian de una casa, la cual estalló en llamas.

No me inmute mucho, y me acerque a las chicas:"Que demonios habeis hecho aqui pequeñas"-dije mirando hacia abajo, a traves de mi casco:"¿Que es todo este estropicio?¿Queda alguien dentro?"-esto sera nuevo, quemar edificios, quizas sea la moda de este gigantesco lugar, procurare no entrar en demasiados edificios por si salen en llamas.

La joven había rechazado mi muestra de afecto, por lo que no insistí. Es más, en otras circunstancias me habría mantenido distante y fría.

Me giré hacia la taberna y me abracé a mí misma. Hacía calor, pero sentía frío. El frío de la muerte. Agaché la cabeza durante unos instantes, silenciosa. Algo extraño había pasado en el interior de esa taberna, y no tenía ni idea de lo que era.

Quizá no estaba tan preparada para el mundo exterior como pensaba. Piere tenía razón.

- Sí, yo estoy bien, supongo – respondí a la chica oriental. Al menos tenía compañía, y no estaba sola en esta repentina aventura.

Advertir 30+

El miembro 'Herrian' ha efectuado la acción siguiente: Tirada de dados

'Dado de 100' : 48

Advertir: -30+

[Offrol: Seguro que pifio.]

El miembro 'Furion' ha efectuado la acción siguiente: Tirada de dados

'Dado de 100' : 34

Advertir final: 4.

[Lo dicho. Maldita Ley de Luminass.]

SAYURI y TAKERU: Ambos pueden ver que un hombre con una gabardina está mirando en dirección a vosotros, apuntado algunas cosas en un cuaderno. Parece como si hubiese encontrado un filón por su forma de actuar. Además se ve al final de la calle que la gente ha llamado a la guardia.

TODOS menos ARGOS: Un hombre, con la piel muy clara y un gran parecido a Selena esta sentado en una mesa de un bar observando (Mejor dicho, observando a PSIQUE). Se puede apreciar una expresión de curiosidad en su rostro.

ARGOS: Nadie parece responderte. Cuando vas a repetir tu pregunta ves, al final de la calle, que la gente está llamando a la guardia.

ICHIGAWA

TAKERU

El ambiente estaba caldeado, y no me refería precisamente a la elevada temperatura que salía de lo que antes era una taberna... ¿o tal vez una posada? La cosa resultaba ser, que habíamos empezado a llamar demasiado la atención, la gente nos observaba, incluso un hombre, ataviado con una armadura (Offrol: U'Zhul, no se muy bien como va tu pj, creo que con una armadura, no?) y comenzó a hacer preguntas.

SAYURI

Pude percibir la preocupación de mi hermano ante esta situación, de hecho, yo tampoco estaba tranquila, nuestra forma de vida se basa en el sigilo... y en aquel momento, eramos cualquier cosa, menos discretos.

Miré a Takeru, pude darme cuenta de que él también había percibido que nos estaban espiando, la situación era demasiado compleja, además íbamos en compañía de gente de la cual no sabíamos gran cosa sobre sus habilidades. Así que, agarré a mis compañeras para acercármelas y decirles - Todo el mundo nos está observando, creo que han llamado a la guardia, si nos cogen perderemos a nuestro objetivo, creo que debemos movernos, y rápido... además hay un hombre que parece tener un especial interés en nosotras - de nuevo ignoré la presencia de los varones.

El humo negruzco salía de la taberna y ascendía en una gran espiral que era arrastrada por el viento. Era una visión sobrecogedora.

Cuando me giré de nuevo para mirar a mis compañeros vi a un tipo a lo lejos. Estaba sentado en la mesa de un bar. Nos observaba con curiosidad, sobre todo a Psique. Me recordó vagamente a Selena, y no me fié demasiado de él.

Entonces la chica oriental nos acercó a Psique y a mí hacia ella. Nos habló en voz baja, en tono confidente. Al parecer teníamos problemas, y muy posiblemente deberíamos huir y escondernos. Ciertamente no era muy dada a las carreras, así que lo mejor sería partir en cuanto antes.

- Bien, salgamos de aquí – me agarré la falda con la mano derecha para alzarla un poco y permitirme una mayor movilidad. No iba a fastidiar la huida con un tropezón por culpa del vestido, quedaría demasiado mal estéticamente. Y tampoco me convendría demasiado ser presa de la guardia – Te sigo – dije sin pensar, porque no tenía ni idea de hacia dónde ir. Además, esta chica parecía bastante espabilada.

Un hombre me estaba mirando...