[Prologo](Xemnas) El juicio, y tu verdadero destino.

Jedah empezo a aplaudir. Hacia como que lloraba, aunque en realidad no caia nada de su palida mejilla. Pensaste que estaba siendo sarcastico... -Vaya, vaya, vaya... Por algo te escogi como hijo... Has manipulado a tus mejores amigos para conseguir tus propositos... Me sorprendes...

-Pero no te traje por eso. Necesito que me hagas un favor... Pero no tengo tiempo... Busca a Song Yi Fu. El tiene dentro el alma de un antiguo general de uno de mis hermanos. El te dira que tienes que hacer.

Adios, y que te vaya vien... Ya puedes volver a tu mundo...

Te despertaste sudado como un puerco. Tan sudado que las sabanas se te pegaban como el celo al papel. Tenias que buscar a aquel tipo... Pero donde estaria?

Decidiste salir de aquella taberna. Estabas en Falanda, Goldar. Hacia un frio caracteristico de la region, ademas de lus fuertes vientos. Aunque el viento de hoy era raro... Eras tu, o te rumoreaba?! Jedah...

El viento te llevo hasta una taberna, bastante rustica, pero con un fuego muy acogedor. Aunque la taberna esta vacia... Vacia? Nah! Habia una persona. Vestia una tunica blanca, con un cinturon negro. -Buenas, Xemnas... Un placer conocerte, soy Song Yi Fu.

Te estrecho la mano.

Me estrechó la mano... Tiene suerte de que perdiese todo sentimiento hace ya mucho tiempo... Incluido el asco.
Lo observé detenidamente... Una túnica blanca... Vaya contraste conmigo.
¿No te parece un poco descortés ir estrechandole la mano a todo aquel con quien te encuentras? Además, no deberías pronunciar mi nombre... No suele traer... Nada bueno...

-Lo que digas... Me imagino que el Grande te envio aqui, verdad? Dijo sin rodeos. Se sento en una mesa. -Tabernero, traiga dos cervezas! Exclamo.

-Veras... Una guerra se aproxima. Y el Grande te quiere a TI para representarlo aqui. Te dijo.

El camarero trajo las dos cervezas. Fu te brindo una. -Ejem, no se si me has escuchado bien... Tu no eres el que decide las cosas. El Grande te escogio a ti, sin importarle tus batallitas humanas. Asi que... No eres tu quien decides, decide el Grande. Empezo a darle un trago a su jarra. Te miraba y remiraba, como si te estuviera escaneando.

-Solo tienes dos opciones: O haces caso al Grande, o sufres. Yo, personalmente, te recomiendo la primera. El Grande tambien...

Solo espero que escogas correctamente.

Fu le dio un gran trago a su cerveza. -Sufrimiento? Esto? Ja! Tu no sabes nada de esto! Esto que estas pasando es color de rosas comparado con lo que pasaras si te niegas! Exclamo.

Tras eso, empezo a bajar la voz. Te dijo -Eso era todo lo que te tenia que decir... Vete, pasea, y piensatelo. Te doy 24 horas exactas para que te lo pienses. Si en ese tiempo no recibo un "Si", tu penitencia empezara... Despues, desaparecio.

Miraste a los lados, revisando la taberna en busca de algun entretenimiento, pero no habia nada. Demasiado calmada. Demasiado... vacia? Te presentias lo peor.

Mi penitencia comenzó mucho antes de lo que tú podrías imaginar. Me estaba enfadando con este insolente Pero has tenido suerte, no tengo mucho que hacer durante la espera, así que dime que esperas que haga.

(Offrol: Después de lo que has dicho es lo más parecido a un si que vas a tener)

Todo estaba silencioso... Ni el viento sonaba... Eso te daba mala espina.

Y tus predicciones eran correctas. Notaste como la realidad se rajo por completo en aquella taberna. El tabernero se abrio por la mitad, saliendo de este una criatura sombria. Enseguida la reconociste. Te habian descubierto. Tu pesadilla acababa de comenzar...

Spoiler:

Salian de todas partes: De la chimenea, de debajo de la mesa, de encima de la mesa, incluso desde el techo...

Desenfundaste tu arma, dispuesto a luchar. Pero en ese entonces entro un hombre con una gabardina a la taberna. Extendio sus brazos. Y todo se volvio fuego. Antes de que pudieras actuar, el tipo estaba a tu lado. Se quito la capucha. -Hombre, que bueno verte por aqui... Xemnas.

Era Xoiez.

Vaya, Xoiez... ¿Cómo en los viejos tiempos? dije mientras invocaba mis armas.
¿Qué haces por aquí? No esperaba encontrarte en una taberna como esta.

(Offrol: Invoco las armas con perfil de espada larga)

-Ya ves... Vamos a terminar con esto. -Sus palabras eran tan ardientes como las llamas que os envolvian, las cuales se volvieron intensas.

Pero estas se extinguieron. Intentaste mirar entre el humo, pero no parecia haber ningun rastro de nada... Xoiez, otra vez, se te habia adelantado.

-Me preguntaste que que hago aqui... verdad? Muy facil, estoy de viaje, y decidi hospedarme en una posada. Pero me encuentro esto...

-No, si saber lo se. -Respondio secamente. -Lo que me extraña es... Por que aqui, en una taberna normal y corriente? Por que los sincorazones vinieron aqui? Tal vez... Tal vez esten buscando a alguien?

Quien sabe... Lo que se es que al final no voy a poder dormir aqui. Me tocara buscar otro sitio... Vaya mierda. Adios! Y tras un gesto con la mano se fue.

Acto seguido, Fu aparecio de nuevo, con un sonoro CRACK. -Jajaja! Mira que tener que venir un amigo a salvarte... Viste eso que vino? Eso no es NADA comparado con lo que sufririas si dices que "No". Mi pregunta es... Vas a correr ese riesgo? Mientras hablaba, puso su brazo alrededor de tu cuello. Demasiada confianza estaba tomando...

Se echo a reir. Si, a reir. -Ay, chaval... Que te piensas tu que salen "por que si"... Tantas cosas te faltan aprender...

En fin, tomare eso como un si. Tienes que dirigirte aqui. -Saca un mapa, del continente completo. Señala a un sitio marcado como Du'Lucart, en la region de Lucrecio. -Por si te preguntas, estamos aqui. -Volvio a señalar el trozo de papel, pero esta vez esa zona estaba marcada como Gabriel, concretamente un pueblo semi-abandonado a unos kilometros de Chaville.

-Toma esto. Cualquier cosa, solo tienes que pensarlo, y un par de "amiguitos" iran a ayudarte. Te giño un ojo. Te entrego un colgante. Tenia atado al colgante una piedra color rojo, con la forma del Yin. Parecia que se complementara con otro... -Bueno, concretamente con una "amiguita", solo te digo que no la subestimes...



En fin, nos vemos en Du'Lucart! Buen viaje! Y, tal y como vino, se fue. Desaparecio. Se esfumo. Con un fuerte CRACK!

Cada minuto veias mas lo idiota que era ese tipo... Pero bueno, no te quedaba otra opcion... Ibas a salir de la taberna, cuando viste que se dejo el mapa en la mesa. -Idiota...

Cuando cogiste el mapa, viste un sobre al lado de una bolsa. La bolsa tenia 10 MO, y el sobre ponia:

A ver, chaval. No soy de escribir cartas, ni nada por el estilo, asi que me ire sin rodeos:

Dentro del sobre tienes los billetes que te llevaran directo a Du'Lucart. Lo siento, pero el misterio es lo mio. El dinero, no es para que te lo gastes en burdeles, no. Tampoco para que lo derroches en opio, ni cerveza. Es para por si sale algun improvisto con los pagos, o cosas asi... Asi que, al minimo malgasto, dile 'Adios!' a tu vida tal y como la conocias...

Un saludo... (En serio tengo que dartelo?)

Fu.

Dentro del sobre habia un billete de zepelin de Chaville a Du'Lucart en Primera Clase. "Puto potrero el idiota este..."

Cogi las cosas y me dirigí a donde tenía que coger el zeppelin. Por el camino iba pensando en que si lograba llegar a Kingdom Hearts, a ese tío le iba a faltar mundo para correr.

Estabas en el zepelin distraido. Pensando en Kingdom Hearts. Si te volverias a encontrar con tus compañeros, y poder volver a tener una vida normal.

Te asombraba que los sincorazon no hubieran aparecido en el zepelin. Sin duda, la primera vez que no te siguen...

Pero entonces, el camarero te distrajo de tus pensamientos, trayendote un vaso de vino. -Cortesia de la casa. Dijo... ¡¿Guiñandote un ojo?!

Con el vaso te tendio una servilleta... Un momento, el tacto no era de una servilleta... Y encima, estaba doblada... La desdoblaste, y... ¡Estaba escrito!

"Xemnas...

Necesito que vengas ahora mismo al cuarto de maquinas, es urgente.

Atentamente,
Luc. "

Vaya... hay que tener valor... Invitarme a vino para esto... Que se le va a hacer. Me dirigí a la sala de máquinas.

Cuando entras, ves que un hombre entra contigo. En cierta manera, vuestras esencias parecen atraerse la una a la otra...

Al llegar adentro, te recibe un hombre. -Bienvenidos a los dos. Me imagino que os preguntareis que haceis aqui... Soy Lu. Y estais aqui para enfrentaros el uno al otro. Dijo, calmadamente.

Tus instintos te hicieron desenfundar tu arma. No sabias bien que pasaba, pero desde luego no te ibas a quedar atras...

CONTINUA EN "[COMBATE] LAS MAQUINAS"