[Si ya se han marchado o lo están haciendo, les dejo que huyan, al fin y al cabo solo quiero que me dejen en paz, no quiero problemas con nadie...]
Sentada y dolorida, me sorprende ver venir al tipo que esta tarde había conseguido sacarme de mis casillas de una forma descomunal; aun así, no puedo evitar esbozar una gran sonrisa al verle, puesto que estaba enzarzada en una pelea y yo sola probablemente no hubiera podido con toda la pandilla, estoy segura de que él tenía algo que ver.
Al acercarse, lo miro a los ojos fijamente. En mi mirada se puede contemplar un brillo de gratitud, causado en su principio por sensación de alivio y desahogo.
- Gra... gracias - le digo al caballero.