[Prologo](Hans Christian Andersen) La musica...

El sol se ponia en Du'Lucart. Era una puesta de sol bastante acogedora... Y bastante inspiradora, tambien. La puesta de sol se podia ver perfecta desde la Gran Universidad. Estabas sentado ahi, en el balcon, acariciando tu "preciosa". Tu guitarra, tu unica compañera desde aquel dia, cuando pasaste por lo del traje... La unica que te entendio cuando paso aquel incidente con la muchacha y el tipo aquel. La unica a la que puedes tocar sin contagiarla...

La musica fluia por ti, y por ella. Formabais un ritmo encantador, digno de alguien estudiando Bellas Artes en la Gran Universidad de Lucrecio...

Pero entonces, alguien te interrumpio. -Hans, el jefe quiere verte.

Ante la interrupción, una nota disonante salió de entre mis dedos... Odio cuando me interrumpen mientras toco. Disimulando mi mal humor, me puse la capucha, guarde la guitarra en su estuche y me fui a ver que querían ahora de mí. Desde luego, tras el traje nada parecía sencillo.

Fuiste caminando por los pasillos de la Gran Universidad. Sencillamente, era un edificio espectacular. Su belleza mostraba gran parte de su esplendor. Te acercaste a unas escaleras que bajaban. Las seguistes, acompañando con tu mano el pasador que iba con las escaleras. Pasador barnizado, hecho con madera de roble.

Sencillamente precioso.

Cuando bajaste del todo, una figura estaba sentada en un gran sillon. Te miraba fijamente. -Necesitamos tu ayuda en Hecate. Gastos de viaje y de posada incluidos. Que dices? -Dijo secamente.

Me encogí de hombros... Como si tuviera elección... Bueno, supongo que ya aquí, un no no es una respuesta valida. Tras decir eso, asentí, dando a entender que aceptaba.

El hombre sonrio. -Veo que vas entendiendo esto... Partes mañana. Hasta entonces, puedes dar vueltas por la Universidad, o simplemente irte a dormir. -Dijo. Sabias que, indirectamente, te estaba diciendo "Pirate ya!"

Me fui. No tenía nada que hacer. Así que, obedeciendo al instinto, me fui a dormir. Mejor eso que arriesgarse a que el traje me controlase...

No paso nada interesante durante la noche. Fue una noche calmada, despejada, con la luna brillando en medio del oscuro cielo. Te habria salido una cancion hermosa, pero no estabas para eso...

Al dia siguiente, te despertaste tranquilamente. Viste que en la mesita de noche te habian dejado un sobre. En este habia unas monedas y una carta. La carta decia:

"Hans,
Aqui tienes las monedas para el carruaje. Este esta esperando en frente de la posada 'El Aullido Ensordecedor'. Espero que nos hagas el favor de no perderte..."

¿Qué no me pierda?¿Quién coño se ha creído que soy? pensé. No tenía mucho que hacer. Partí hacia la tal posada, intentando no pasar cerca de nadie.

Caminaste, saliendo asi de la Universidad. Un hermoso edificio, parece que los arquitectos tenian una muy buena mano para construir tal palacio. El sol brillaba con bastante esplendor. Los pajaros cantaban una cancion preciosa.



Tras una hora, llegaste a la posada. Cuando llegaste, te encontraste con una mujer, bastante joven, de no mas de 20 años, acompañada de un señor bastante mayor. Este le susurro algo a la muchacha, y luego se dirigio a ti. -Hola, me imagino que eres la persona que Wissenchaft mando para ir a Hecate, no? -Dijo. Te tendio la mano. -Mi nombre es Orik, y mi compañera se llama Arya. Mucho gusto.

Se ha terminado el Prologo. Continuar en "Misiones".