Llegue por fin al lugar de la pelea para encontrarme con un espectaculo delicioso, digno de mi por supuesto, en el sitio en cuestion habia dos grupos de refriega: uno estaba destrozando al otro inutil, en el que estaba el pobre diablo que tuvo la desgracia de coger mi obra de arte y otro estava aplizando al otro tipo, que gozaba de una mala suerte estupenda, el idiota de la cabeza estaba recibiendo la paliza de su vida: Se retorcia en el suelo de dolor y sangraba ante la cantidad de golpes, impregnando todo el suelo y volviendose barro. En resumen, una hermosa obra de sangre y violencia.
No podia no participar en el cuadro del que era artifice. Pero mientras caminaba vara en mano, resulto que en la distancia contemple algo extraño: Un hombre... En la distancia daba bastante impresion de estarme observando y se encontraba en la salida de la calle. Esboze una sonrisa y le mire directamente mientras me quitaba el sombrero en un burlon saludo y lentamente comenze a acercarme al desconocido.