Tras matar a uno de sus hombres, y hacer huir a los restantes, el lider se mantiene raramente impasivo ante tan humillante escena.
- Hmm... menudos inútiles. Bah, da igual, más oro para mi.
El hombre se inclinó sobre el cuerpo inconsciente, lo agarró por el pelo y levantó su cabeza, para que pudieses verle la cara. Era un hombre adulto, canoso.
- Este tipo, es de las pocas personas de Bellafonte que ha estudiado la lenguaje Irula. Y es ese el idioma que se redacta en estos libros, y en los muros de esta habitación.
Violentamente derribó de una patada una de las torpes estanterias, haciendola añicos. Tras ella, viste una serie de extraños caracteres inscritos en la pared.
- Según cuenta la leyenda, indican el camino a un increible tesoro.
Pero este idiota se empeñó en mentirnos, decía que ni los libros, ni las paredes, ni el texto...
Miraste al techo, y viste como se repetian varias secuencias de largos caracteres, de una lengua, para ti desconocida.
-¡Insistía en que ninguna de estas inscripciones habla sobre el legendario tesoro! Que son textos con un increible valor intelectual, nada más...
Mi fallecido amigo perdió los nervios, y le golpeo tan fuertemente que lo dejó inconsciente... entonces llegaste tú...