[Prólogo] Augurios de un futuro marcado por el pasado

Torre Gubernamental - Metrópolis



En mitad de una cálida noche de verano dos figuras encapuchadas observan la inmensidad de la ciudad de Metrópolis desde la azotea del edificio más alto de la ciudad. La luna brillaba con una intensidad mística, como un faro en medio de la negrura.

-¿Es este el lugar? -dijo la figura más alta a la izquierda.- No parece que tenga nada de especial...
-Si... Pronto despertarán. -la figura a la derecha tenía voz femenina.- Él vendrá a por ellos y les ofrecerá un poder inigualable...
-No se lo permitiremos. -dijo con firmeza a la vez que cerraba los puños con fuerza.- Esta vez estamos preparados.
-Mira, ya ha aparecido. -dijo mientras alzaba su rostro al cielo y la luz de la luna bañaba su rostro.- Kingdom Hearts... ¿Has visto alguna vez algo más bello? -cerró los ojos y sonrió.

La figura masculina bajó la mirada mirándose el puño a la vez que lo cerraba, se quedó callado. A su lado en la mano izquierda de la muchacha apareció una llave espada, la Cadena del reino, el otro se quedó mirándola silenciosamente. Alzó la llave espada apuntando hacia delante.

-Ya están aquí. -dijo en un tono mucho más serio.- Vamos, no voy a permitir que ganen. -Una vez dicho esto se tiró de la azotea dejandose caer al vacío a la vez que su capucha se perdía en el aire.
-Se parece a él. -se rió, dicho esto se tiró tambien al vacío.


Mientras tanto en un oscuro callejón de Metrópolis, un pequeño personaje corría como si la vida le fuera en ello, y así era. Unas sombras oscuras le perseguían con intención de atraparle aunque su objetivo no era ese pequeño ser sino algo que guardaba y protegía, un libro. El pequeño grillo corría y corría pero la distancia que lo separaba de las sombras era cada vez más pequeña, giró la esquina solo para encontrarse en un callejón sin salida. Por suerte para él y su pequeño cuerpo podría esconderse en el desagüe del alcantarillado, al intentar meterse tropezó y el libro quedó atrás. Las sombras llegaron donde estaba el libro e intentaron meter sus ponzoñosas pezuñas en el interior el alcantarillado pero no alcanzaron al pequeño ser, al final desistieron, pero se llevaron el libro, un diario muy especial.


Al mismo tiempo en las sucias calles de los barrios bajos una extraña pareja se paseaba, una mujer alta, vestida con una túnica negra, llevaba un bastón con un orbe amarillo que culminaba en lo mas alto de la vara. El otro tenía un aspecto bastante más pintoresco y voluminoso.

-No me gusta este lugar. -dijo bastante asustado.- Vayámonos, dejemos que ellos hagan el trabajo sucio...
-Cállate, perro estúpido. -dijo la mujer, su voz era capaz de estremecer hasta al más valiente de los héroes.- Hemos venido aquí con un objetivo, debemos encontrarlos a todos. Buscadles, rápido.
-unas sombras aparecieron en el suelo y se desperdigaron por todas las
calles y callejones, mientras el tipo asustadizo permanecía inmóvil.- A que esperas... ¡Muévete!


Al pie de la torre había una persona con capucha blanca, su figura era femenina. Miraba hacia arriba y lentamente extiende los brazos alzandolos abriendo las manos, aparecen dos cuchillas curvas y entonces salta hacia arriba desde donde caen dos figuras más. En pocos segundos una cruenta batalla empezó en el aire entre las grandes torres de Metrópolis.


Dos figuras más observan desde otro edificio el encuentro, escondidas en la oscuridad de la noche como dos pájaros nocturnos, acechando.

-¿Quien es ella? -dijo uno.
-Eres tú, pero también es ella. -dijo el otro, mucho más alto, su voz era profunda.- pero no es ninguno de los dos, quien es... Aún esta por decidir.
-¿Podré volver algún día? -dijo mirando a su compañero.- Me estan esperando, creo.
-Me temo que ese momento pasó hace ya un tiempo. -hizo una pausa.- Ahora tu sitio esta a mi lado, vamos. -una oscuridad total envolvió a las dos figuras y desaparecieron de aquél lugar.



En lo más alto del cielo podía verse la luna con forma de corazón, Kingdom Hearts. Su luz era preciosa y la envolvía un halo místico, entonces como lágrimas, ocho gotas plateadas cayeron de ella y salieron hacia puntos opuestos de la ciudad, perdiendose entre los edificios. Las luces viajaban frenéticas entre los edificios esquivando todo tipo de obstáculos, buscando. Buscaban algo, y así rápidamente se movían entre calles y callejones, por encima y debajo de puentes, entre gente y coches en marcha, pájaros y señales de tráfico, se movían sin parar a una velocidad vertiginosa, buscando, algunas veces tropezaban con algún obstáculo pero no había nada que las pudiese parar. Dos esferas continuaron su viaje por las calles de los barrios bajos, aunque no tardaron mucho en separarse. Una de ellas continuó volando por varios callejones y pasando por encima de muchos vagabundos, era la ciudad más indeseabble de toda la ciudad. Pasó al lado de dos individuos curiosos que discutían, no se percataron de su presencia y continuó volando hasta llegar a un callejón oscuro y muy húmedo, allí había un chico joven durmiendo resguardado en un portal, era un lugar siniestro pero relativamente tranquilo, la esfera entró en el pecho del chico y su luz se fundió en él.




El cementerio no era uno de los lugares más agradables para estar pero allí se respiraba una calma absoluta, algo que no habías podido experimentar desde hacía mucho, era de noche y la luna llena brillaba en el cielo. Delante tuyo estaban las tumbas de tus padres adoptivos, entonces una gran tristeza y rabia empezaron a inundar tu corazón, el cielo empezó a nublarse y no tardaron en caer truenos y relámpagos que chocaban contra el suelo y ocasionalmente destruían alguna que otra lápida.

El cementerio de golpe había cobrado un aspecto tétrico, ya no era un lugar bello y tranquilo, las flores se habían marchitado y el césped se estaba secando. En el cielo viste la luna que ahora tenía la forma de un corazón, no te pareció extraño, más bien algo natural. Había alguien en la entrada de un mausoleo, la arquitectura era gótica y muy trabajada, dos gárgolas guardaban la entrada encima de dos pilares, amenazantes.

Sigue tu corazón

Alguien había metido esas palabras en tu mente, no eran tuyas, pero salían de tu interior y nadie te las había dicho, no habíia voz alguna. Empezaste a andar poco a poco hacia el mausoleo, la persona que había allí entró en el interior del mausoleo. Llegaste al nivel de la valla, hecha de hierro forjado con plantas enredaderas que se enfilanban por ellas y tambien rosas del color negro más oscuro. Aún relampageaba, miraste atrás pero todo era oscuridad, en la lejanía podías ver las dos tumbas pero nada más, continuaste hacia delante y acabaste al final delante de la puerta del mausoleo, estaba cerrada. Cuando fuiste a abrirla varias cadenas aparecieron alrededor de la puerta y en el centro un gran candado de plata, empujaste la puerta pero era imposible abrirla en estas condiciones.

Abrela con la llave de tu corazón.

Otra vez esas palabras que alguien más había metido en tu cabeza, pusiste tus dos manos encima del candado de plata, no sabías muy bien porque, todo aquello parecía una suma tontería, aún así lo hiciste y cerraste lso ojos. Pudiste sentir una sensación cálida en la palma de tus manos y entonces escuchaste ese sonido inconfundible que hacen los candados al abrirse. Abriste los ojos y la no había candado, las cadenas habían desaparecido y la puerta estaba completamente abierta. El interior era oscuro y de su interior el aire salía húmedo y polvoriento con un leve toque dulzón. No veías absolutamente nada, solo el proncipio de unas escaleras. Empezaste a bajar por ellas, cada vez que tus pies se apoyaban en escalón más el sonido que producía el choque sonaba con más fuerza perdiendose en el vacío. Llegaste al final de las escaleras. más adelante aparecieron dos puertas, su aspecto era totalmente idéntico, pero no la sensáción que te daba cad auna, una de ellas inspiraba serenidad mientras que la otra despertaba tus instintos más oscuros en tí.

El perdón...



Judas Valentine Hilden



Te despertaste un poco atontado y adolorido, no habías dormido en una posición muy placentera, aunque ya estabas acostumbrado a dormir en lugares como aquél. El cielo brillaba de un intenso color azul. De algún modo sentías que algo había cambiado en tu interior, no sabrías decir que es lo que era, habías tenido un sueño un tanto extraño. Te levantaste para estirar un poco los brazos y las piernas y viste como algo caía al suelo.

Te agachaste para recogerlo y pudiste verlo, era un papel, una lista, entonces recordaste tu encuentro de hace un par de días. Por fin habías conseguido los nombres de los asesinos de tus padres adoptivos, todo era obra de la familia Luca, la cual estaba relacionado con los altos cargos del crimen organizado de la ciudad, tambien había varias fotos de ellos pero te faltaba una, la de un tal Vince Luca, pero sabías donde trabajaba.

Te pareció ver una sombra en el callejón pero cuando inspeccionaste con detenimiento no pareció que había nadie, probablemente estabas cansado aún por no haber podido dormir bien.

¿Imaginaciones mías..? Había creído ver una sombra... Sin más dilación me dirigí a la salida del callejón, empuñando a Vendetta. Tenía una misión que cumplir... Una venganza que hacer por mis padres... Y después... Después, ¿Quién sabe?

Tu y yo solos. dije mientras miraba a Vendetta. El tal Vince sería el primero. Lo encontraría, y le mataría poco a poco, hasta que me dijese donde están los otros y sufriese lo suficiente. Sólo importaba la venganza.

Y en ese momento con una sonrisa al cielo y los ojos cerrados un pensamiento cruzó mi mente.
Os metisteis con el bar equivocado.

La visita de la venganza

Andaste por las calles de los barrios bajos, hoy estaban muy concurridas, ni que fuera carnaval. La gente subía y bajaba todo el rato sin parar, los vagabundos pedían limosna y de vez en cuando pasaba algún muchacho con una bicicleta. Encima de un charco había un folleto, anunciaba la llegada de un circo pero la tinta se había corrido y no podías leer siquiera el nombre del circo o el lugar de celebración. Cinco minutos después llegaste al lugar. Pudiste escuchar un grito que provenía de la ventana del piso superior.

Entraste, ya habían abierto pero no pudiste ver a Vince por ninguna parte así que te sentaste en una de las mesas del rincón a esperar su llegada.

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Pasas al prólogo Un nuevo comienzo

Renacer

Saliste de allí furioso por tu fracaso, frustrado. Andaste por las calles atestadas hasta que acabaste en un callejón sin salida, estaba oscuro.

Una figura se materializó en la oscuridad, era siniestra, vestía de negro y llevaba una ornamentación en la cabeza que parecían unos cuernos, llevaba una vara con una bola brillante y en su hombro se posaba un cuervo. Te miró con una enorme sonrisa.

-Vaya vaya... He visto lo que ha ocurrido, eres débil. -cada palabra que pronunciaba provocaba un pequeño vuelco en tu corazón.- Pero yo podría ofrecerte el poder que necesitas, más incluso...

Judas Valentine Hilden

Andaba frustrado. Mis poderes, ¡MI PODER! Me había fallado... Como había sido... Había logrado irme de allí sin demasiadas complicaciones, pero el respeto... Se había esfumado... Mientras andaba por las calles que tan bien conocía alguien me habló.
¿Quien eres?¿Y como te atreves a llamarme débil? Saqué a Vendetta y apunte a la siniestra figura que había aparecido. ¿Tú?¿Darme poder? Hice una pequeña mueca. Algo dentro de mí me decía que esto no tenía buena pinta... Pero aún así...
No seas idiota. Acepta. Te ofrece lo único que importa y que necesitas, gatito.
Cojonudo. Ahora otra vez esa voz... La misma que cuando apareció Vendetta... Pero tenía razón...
Supongamos que tu propuesta me interesa. ¿Qué quieres a cambio? La voz de la señora Hindel resonaba en mi cabeza. Nada es gratis.

Renacer

-Nada importante, yo te proporciono el poder que necesitas para conseguir aquello que más deseas, aunque realmente no sabes lo que deseas, pues aquello que buscas no tiene nada que ver con tu destino. Eres especial. -hizo una pausa.- ... huérfano... Se te fue otorgado un gran poder al nacer, el poder del corazón, sin embargo te lo arrebataron. El corazón esta hecho de luz y oscuridad, lo que yo te ofrezco es un poder mucho mayor el poder de un corazón hecho con la más pura oscuridad, y a cambio solo quiero una cosa, quiero que seas el mensajero que abrirá la puerta que traerá consigo la oscuridad...

No te habías dado cuenta pero todo a tu alrededor había oscurecido, ya no se veían las calles, solo tu y la bruja que brillaba con un aura verde que parecían las llamas de los infiernos.

Judas Valentine Hilden

Suena tentador. Al oír poder mi corazón había comenzado a palpitar a una velocidad enorme. Y si fuera por mí aceptaría. Pero tengo que añadir otra clausula al contrato para aceptar. Mi corazón palpitaba aún más fuerte con la idea... Mi boca ya lo saboreaba... ¿El poder? No, la venganza. Venganza contra los Luca. Todos ellos, muertos. Sonreí, mientras bajaba a Vendetta y la apoyaba contra el suelo. Si eres capaz de darme ese poder que dices, matar a unos mafiosos no debería ser difícil. Consígueme la venganza. Una manera de obtenerla, por mi propia mano o por terceros, y abriré la puerta a la oscuridad y todas las que quieras. Quien lo habría imaginado. La señora Hindel debía estar sonriendo allí arriba... O retorciendose en su tumba. ¿Trato hecho, señora...? Dije, acordándome de que no se había presentado.

Bien hecho. Dijo una voz en mi interior. Y por primera vez no me asustó.

Augurios de un futuro marcado por el pasado

La mujer sonrió y empezó a mover la mano alrededor del orbe que había encima de su vara, un remolino de fuego verde empezó a salir de la nada rodeando su vara y su mano.

-Que así sea... -todo empezó a temblar, ahora las llamas verdes se extendían a tu alrededor.- El poder será tuyo, emplealo bien. Tu venganza se cumplirá, ahora preparate para tu... ¡DESPERTAR!



Todo se volvió negro a tu alrededor, dejaste de notar el suelo a tus pies, flotavas en la nada, poco a poco fuiste descendiendo hasta que caíste en una plataforma circular pintada como una vitrina donde aparecían varios personajes. Delante tuyo aparecieron tres plataformas, encima de cada una de ellas había un objeto y debajo una placa con una inscripción.

Una espada. "El poder de la fuerza para conseguir lo que quieres"

Un bastón. "El poder de la sabiduría para alcanzar todas tus metas"

Un escudo. "El poder de proteger a aquellos que más quieres"

Cuando todo se hizo oscuro comencé a pensar que era mala idea, pero al posarme sobre la vitrina las cosas estaban claramente mal. Cuando vi las tres plataformas me di cuenta de algo. Había que elegir... Fácil decisión.
¿Estás seguro? Decía una voz en mi interior. Sólo yo sabía la respuesta.
Si. Elegí. Y nunca me arrepentiré. Elijo la espada. El poder de la fuerza para conseguir lo que quiero. La venganza. Y mientras pronunciaba estas palabras, en un gesto insultante a cualquier divinidad levante mi mano, la llevé al pomo de la espada y la blandí delante de mí.

Augurios de un futuro marcado por el pasado - Station of Awakening



Cogiste la espada, "el poder de la fuerza para conseguir lo que quieres"... El suelo bajo tus pies se quebró, los fragmentos se desvanecieron en el vacío y entonces, caíste. No fue una caída accidentada, sino más bien descendiste lentamente, abajo podías ver otra plataforma circular, esta tenia un gran dibujo de un corazón y un dibujo tuyo recostado como si estubieras durmiendo, antes de que pudieras tocar el suelo de la plataforma esta también se quebró igual que la otra, entonces empezaste a caer a toda velocidad como empujado por una gravedad cada vez más potente.

Caíste al suelo, era otra plataforma circular, pero esta era diferente, más oscura y tenebrosa.A pesar de la caída no te habías hecho daño.





Ahora debes mostrar que eres merecedor de este poder

A tu alrededor aparecieron cuatro sombras oscuras.

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Iniciativas

Tras coger la espada tuve que enfrentarme a cuatro extraños seres hechos de sombras. Lo que al principio parecía fácil, acabó siendo mucho más arduo de lo que pensaba. Tras un rato de combate en el que recibí algunos daños. En cierto momento algo... Oscuro. Se metió dentro de mí. Conseguí controlar de alguna manera a uno de ellos y el combate se hizo más sencillo.

Tras matarlos a todos, incluido aquel que se había puesto de mi lado, todo se volvió silencio. Y esboce una sonrisa. ¿Suficiente?

Fuere lo que fuese aquel poder que me ofrecía esa bruja, era, al parecer, lo suficientemente valioso como para arriesgar la vida por él. Interesante. Y muy efectivo al aplicarlo por lo que había observado. Tenía que averiguar más, pero de momento bastaba con seguir vivo.

Augurios de un futuro marcado por el pasado - Station of Awakening



Había sido un combate complicado pero habías salido victorioso, además te sentías nuevo, mejorado y más poderoso. La espada que empuñabas se transformó en una especie de llave gigante y afilada, parecía una garra.



Además una oscuridad te envolvió y se metió por todos tus orificios, todo se volvió de nuevo y volviste a aparecer delante de la bruja con esa nueva arma en tu mano.

-¿Y bien, como te sientes? -dijo con una gran sonrisa en su rostro.

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Cambias tu elemento de Keyblade a Oscuridad. A partir de ahora eres incapaz de empuñar keyblades que no sean de oscuridad.

Adquieres la Keyblade Infección Oscura. Tiene las características de una espada corta de calidad +5, otorga un bono especial de +10 al turno. Cualquier herida provocada con esta arma hace que si el objetivo no supera una RM igual a la presencia del arma más la mitad de la tuya sufrirá de ceguera total durante dos turnos.

Además te permite abrir cualquier tipo de cerradura automáticamente. Y obtienes +80 a abrir cerraduras contra cierres mágicos.

Adquieres los siguientes poderes gratuïtamente.

Dominio de la oscuridad - Te permite como una acción pasiva dominar cualquier sincorazón o ser basado en oscuridad. Si el ser no supera una RF120 el afectado quedará dominado por ti durante una hora por cada 10 puntos por el que haya fallado la tirada.

Sombra oscura - Haciendo un Control de Voluntad de dificultad 16 te permite convertirte en una sombra. Obtienes +80 en ocultarse y sigilo y además se considera como camuflaje camaleónico cuando te ocultas bajo una sombra. Se considera una habilidad activa y consume 5 PV por cada veinte segundos que lo mantengas activo.

Armadura Oscura - Gastando 10 PV y superando un Control de Voluntad de 18 te permite rodear tu cuerpo de una oscuridad que se solidifica a tu cuerpo formando una armadura con TA 5 a todos los tipos. Por cada 5 PV gastados puedes aumentar en 1 la TA. La armadura oscura tiene una duración de 1 minuto.

PD: Todos los poderes se podrán mejorar o podrás adquirir nuevos poderes mediante el gasto de PDs al subir de nivel.

Habia reaparecido delante de la bruja... Y un enorme poder yacia ahora en mi interior... Lo sentia bullir en cada celula de mi cuerpo, en cada poro de mi piel. Ante la pregunta que me hizo la bruja sonrei, con una sonrisa de satisfaccion que era incapaz de esconder.
Mejor que nunca.
Y al decir esto levante la espada hasta tenerla a la altura de los ojos...
Bien hecho gatito, bien hecho.

Lo prometido es deuda

-Bien, entonces voy a darte lo que quieres. -sonrió Maléfica con una de sus muchas sonrisas, esta era de sus más siniestras.- Voy a dejarte en frente de aquél que mató a tus... padres...

En un abrir y cerrar de ojos todo se volvió negro y apareciste encima de una gran mesa, ahí había varia gente, unas ocho personas o así. Delante tuyo estaba el cabeza de familia de los Luca, todos los demás eran familiares también, solo faltaban dos, sus hijos.

-¿Quien eres, que haces aquí? -dijo el cabeza de familia mientras se levantaba indignado.

A tu alrededor aparecieron diez sombras.

Aparecí delante de la familia Luca, pero faltaban los dos hijos... Una pena, aunque tal vez se enteraran de lo que era sufrir tras esto.
Buenas noches señores. Disfruten de la velada... Será la última.



Y dicho esto la sombras se abalanzaron sobre los asistentes. Pero no antes que yo. Con Vendetta en una mano y la nueva llave en la otra me abalancé sobre los asistentes, teletransportandome entre ellos, rajando a algunos.

Los asistentes, atónitos, intentaban defenderse con sus pistolas, pero la nube de sombras era invulnerable a ellas. Los señores Luca se escondieron debajo de la mesa, que derribé de un empujón, dejándolos al descubierto. El señor Luca, destrozado por el terror yacía acurrucado. Le atravesé con Vendetta en un instante, cortando desde el pecho hasta la cabeza. La señora Luca chilló, arrastrandose hacia una esquina intentó alejarse. Tarde.

Recuerdos a su marido. Dije, mientras su piel se volvía fría sobre el mármol del suelo a medida que la sangre manaba de la herida que acababa de abrirle en la espalda.

Y reí, reí hasta que retumbaron cielo y tierra, con la sangre de los presentes bañandome, con la sangre de los señores Luca por mi cara, mientras las sombras devoraban a los asistentes.
¡Comed pequeños comed!¡Porque a este banquete invito yo!

Lo prometido es deuda

Los sincorazones devoraron los corazones de sus víctimas con devoción. Cuando hubieron terminado se desvanecieron se fundieron como sombras en el suelo y desaparecieron.

Estabas solo en mitad de aquella matanza, ocho habían muerto y los Luca ya solo contaban con dos últimos descendientes, los dos hijos, Vince y Tom.

Podías escuchar el sonido de pasos en los pasillos de la mansión Luca, los matones y secuazes que llegaban tarde a los gritos de auxilio, frente a tí apareció un portal negro que de su interior salía la más pura oscuridad.

Al escuchar los pasos de los guardaespaldas, decidí que sería mejor largarme, y deprisa. La escena sería mucho más divertida si no había causa alguna.

Ante mis ojos apareció un portal de esa oscuridad que estaba empezando a formar parte de mí, una parte muy importante.

Buenas noches, Escoria.

Y entré en el portal, no sin antes quitarme la sangre de la cara, aunque todavía riendome y con una sonrisa en mi rostro.

Los cuatro Oscuros

Atravesaste el portal y sentiste la fría oscuridad pegándose a tu piel, era viscosa y se metía por todos los poros de tu piel, cuando atravesaste el portal apareciste en una habitación oscura, no había prácticamente nada, algun mueble y cuatro personas más que te miraban.

-Ha llegado otro, me pregunto que tendrá este de especial. -dijo un tipo que llevaba sombrero de copa, parecía bastante engreído.- Me llamo Hazel. Bienvenido.



-... Pfff... -resopló uno que estaba apoyado en la pared.- No durará mucho.

-¡Oh vamos no seas así! -dijo Hazel.- Disculpa a Sin es un gilipollas.



-Pues a mí me parece un tipo duro. -dijo alguien que no sabías describir como un hombre o una mujer.- Yo soy Violet pequeñín.



Había una cuarta persona, una chica sentada en un rincón oscuro, entre sus manos sostenía un cubo de cristal y en su interior brillaba un corazón de color azul. Su expresión parecía tan triste que casi podía penetrar en tu frío corazón y quebrarlo.

-Ella es Alea, casi nunca dice nada... -dijo Hazel. Alea levantó un momento la mirada pero luego se concentró otra vez en el cubo de cristal.

Me llamó la atención el lugar al que había llegado. Era... Extraño. Para mí, crecido en los barrios bajos, donde había que aprovechar el poco espacio que tenían las casas, una habitación vacía era algo muy raro. Lo segundo que me llamó la atención fue la gente que allí se encontraba, así como sus comentarios... Habría llamado Maléfica a más gente aparte de mí... Parecía que era del tipo de persona que no guardaba todos los huevos en la misma cesta.

Intentando limpiarme la sangre que llevaba y que parecían no haber advertido, así como calmar la adrenalina de hacia unos instantes, me sacudí un poco y pregunté.

¿Dónde estoy?¿Y quiénes sois vosotros?

Los Cuatro Oscuros

-Donde estas... Supongo que en algún sitio del reino de la nada, entre el reino de la Luz y el de la Oscuridad. -dijo Hazel.

-No te molestes Haze, si me parece que este aún no se entera de nada. -cortó Sin.

-Nosotros somos los Oscuros. -dijo Violet.- Y tú cariño, ¿quien eres?

Reino de la nada... Los Oscuros... Por aquí, o había circulado muuuuucha droga o Maléfica me había enviado a en medio de ninguna parte, y nunca mejor dicho.
Mi nombre es Judas Valentine Hilden, si eso os sirve. Y me parece que he hecho un trato con el diablo. Ahora me parecía que había pedido poco.

Los Cuatro Oscuros

Hazel al oír tu comentario estalló en una risa descontrolada y frenética. Sin por su parte te miró con desprecio mientras Violet mantenía su sonrisa extraña. Alea parecía completamente aislada.

-Podría decirse así. -dijo Hazel.- En cierta manera lo es, pero ni de lejos es tan malvada. Ella tiene sus objetivos y nosotros el nuestro pero nuestro camino es el mismo y el tuyo también por lo que parece...

-El Reino de la Nada... El Reino de la Luz... El Reino de la Oscuridad. -por un principio la voz te desconcértó pero te diste cuenta de que era Alea quien hablaba sind ejar de mirar aquél cubo.- Tú pertenecías al Reino de la Luz, ahora no perteneces a ningún sitio. -tomó una pausa que apreció intemrinable.- Existen muchos mundos en el Reino de la Luz, el Reino de la Oscuridad es donde vivimos nosotros, exiliados por la Luz que nos repúdia, ahí viven también los sincorazones quienes anhelan tener un corazón pero la Luz no se lo permite... El Reino de la Nada no es nada... este en el medio, a medio camino entre los dos reinos, ahí van los perdidos... Kingdom Hearts es lo que nosotros buscamos, el Reino de los Corazones, el lugar donde cualquier corazón puede vivir en paz sin importar su condición, eso es lo que anhelamos. Pero la Luz no nos lo permite. -una lágrima descendió por su mejilla.- Tú también lo anhelarás...



Los demás escucharon en silencio a Alea. En sus rostros se veía una expresión triste y melancólica.

Vaya, mi primera conclusion habia sido erronea, al parecer no trabajaban para ella... Mejor dicho, trabajaban con ella. Ademas todo eso que Alea decia... Pertenecia al Reino de la Luz... Mejor dicho, habia pertenecido... Todos mis sentidos de alarma desarrollados durante años en las calles se activaban ahora. Ella no me habia mentido, al menos no en el sentido estricto de la palabra... Habia omitido informacion... Algo muy inteligente por otra parte.

Dices que anhelare ese... Kingdom Hearts... dije, sin estar seguro de a que se referia... Tal vez no fuese un lugar tangente, sino un estado emocional... Quien sabe. Pero antes, yo digo, ¿Puede alguien explicarme, de forma clara, que diantres pasa aqui? Porque tal vez ella no sea tan malvada, como dice Hazel, pero ha sido lo suficientemente inteligente para no contarme ni la milesima parte de lo que ocurre. Dije, devolviendole la mirada a todos ellos.

Los Cuatro Oscuros

-Vaya, ¿la paciencia no es lo tuyo eh muchacho? -dijo Hazel.- De hecho estamos esperando a alguien, el quinto Oscuro, quizás seas tú...

-Me niego a que este piltrafa sea el quinto... -cortó Sin.

-No le hagas caso, es buen tipo en realidad. -le excusó Hazel- el quinto Oscuro es aquél que abrirá la puerta a Kingdom Hearts... Hoy será el día indicado...

Uno de ellos... Antes muerto. No era precisamente mi idea el estar con alguien más. Aunque no tenían que saberlo. De todas maneras la reacción de Sin indicaba que la opinión era compartida. Al menos en un 25%.

Ya me comento ella algo de abrir puertas. Dije, sin comentar que me había dicho ella que fuera yo quien la abriera. Aunque creo que se refería a otra puerta... Curiosamente me encontré una llave por el camino. Dije, levantando un poco a Infección Oscura delante mía.