[Campaña](Grupo B: Kalen Del & Teniente Generala Eleanor) Arreglando cuentas.

Anteriormente en Anima: Beyond Epicity Fantasy...

Una vieja, buscando a su supuesto sobrino, consiguió encontrar a su "objetivo": Un jovenzuelo llamado Kalen Del, que lo unico que sabe hacer es quedarse inconsciente liandola parda con Marina Daorland y una moza más buena que el pan con queso.

¿Qué pasará?

La señora parecía tener menos luces que un carro de caballos en el día de traiga a su niño gitano al trabajo, yo tampoco es que fuera una lumbreras, pero sé que 10+10=23, o algo así, y desde luego sabía leer. Esa señora podía haber usado sus uñas como alabardas y su tono de voz como... Joder yo que sé; como algo muy horrible. En todo caso posiblemente quisiera decir que el tal Kalen Del estaba en la planta dos. Así que me fui, sin despedirme por temer que volviera a hablar. Tenía pinta de ser de las charlatanas.

Fui subiendo las escaleras de tres en tres, cosas de la edad, ya no podía subirlas de cinco en cinco, una pena.

En todo caso, cuando llegué arriba vi como en la habitación el tal Kalen Del hablaba con un puto gato. No tenía mucho sentido, pero el chaval debía haberse golpeado seguramente al caer de donde hubiera caído. De un pino con una soga al cuello estaría bien, aunque solo fuera por eso de hacerme viajar nosecuantosmil kilómetros. Entré con paso firme, con las manos a la espalda y con aire de vieja cabreada. A la vez.

-¡KALEN DEL! ¡QUINIENTAS FLEXIONES!-Grité, con un tono de voz que sugería dolor y sangre.

-¿Y ahora por que demonios te conviertes en gato, cobrón? Ya me estoy cabreando

Ya casi estaba a punto de perder la paciencia cuando de repente apareció esa viejecita. Aunque no la ví en un primer momento, cuando escuché su berrido me giré con cara de cabreo para responder violentamente cuando la vi. Su aspecto me desconcertó, una anciana con unas ropas que no parecian típicas de la zona, ademas de que parecía haber entrado en el edificio sin ningun tipo de problema, asi que como de costumbre, me puse nervioso, pues tampoco la conocía.

-¿P-po-por q-que de-deveria hacerlo?

El chaval debía ser tartamudo o algo, porque parecía más nervioso que una virgen en su noche de bodas. O una no virgen gitana en su noche de bodas.

-Porque sí.-Contesté, apoyando una bota en la cama.

Respiré hondo para tranquilizarme. Esta clase de situaciones hacian mi trabajo mucho mas difícil. Dichoso caracter introvertido. Casi todas las misiones en las que había fracasado eran culpa suya. Si consiguiera ser un poco mas abierto conseguiria mejores resultados. Pero ese no era el tema. El tema era que ahora estaba hablando con una anciana que me había dicho que tenía que hacer 500 flexiones por que si.

-¿Y si me niego que?-respondí intentado hacer un tono de voz firme.

El chico parecía nervioso, o por lo menos parecía costarle hablar; bien, eso haría las cosas más fáciles, siempre era más fácil pelear con un cagueta que con alguien con mucho carácter... Aunque tras tomar aire contestara que qué pasaría si se negara en un tono más firme que el utilizado antes. Lo miré de manera desaprobadora desde la cama en la que me había apoyado hasta la silla en la que estaba sentado.

-No lo sé.-Respondí, sin dejar de mirarle.-Probablemente seas acusado de desacato y algo más.-Sí, probablemente fuera eso, pero no sabía qué tipo de castigos se solían aplicar de manera oficial. Yo solía obligar que el recluta en cuestión fuera atado y tras eso todos sus compañeros le dieran una paliza callejera, pero en esas circunstancias iba a ser difícil. Llené los pulmones.-¡¡KALEN DEL, QUINIENTAS FLEXIONES O TE JURO QUE VOY A ESTALLAR*!!-Volví a gritar.

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*Metafóricamente hablando.

¿Desacato? ¿Desacato? Eso era altamente improbable, pues no trabajaba en la guardia del castillo y no pertenecia a la organización, o almenos no había dado indicios de pertenecer. Aquello era completamente inverosímil, así que miré a Solembum con una mirada penetrante y luego volví a girar la cabeza hacia aquella anciana. Sus gritos me impactaron, desconcertandome aun mas, asi que no tuve mas remedio que volver a respirar hondo para tranquilizarme y asi poder hablar de forma clara y concisa. Aquello era una tortura pero era la unica manera de mantener una conversación minimamente normal con alguien.

-Disculpe pero, que yo sepa usted no es mi superior, por lo tanto no puede acusarme de desacato-dije lo mas seriamente que pude.

¿Pero qué coño decía? Aunque quizá debería haber reparado que en esos momentos no iba con uniforme militar sino vestida de bandolera, lo cual en un hombre de Argos queda de puta madre, pero quizá sea moderadamente absurdo en una vieja. La cosa es que no reparé en ese pequeño detalle sobre mi atuendo, y su existencia ya estaba empezando a molestarme. De todas formas, cogí aire para tratar de calmarme: Ya habría tiempo para flexiones cuando arregláramos el problemita con el desacato por desconocer que una anciana era su jefa.

Me senté en la cama, mirando la silla en la que estaba sentado (Una preciosa obra de artesanía que podría realizar todo carpintero de pueblo) y luego a él.

-¿Me estás diciendo, pequeño ineficaz, que no sabes lo que es Wissenchaft, quién soy yo o qué puede hacerle un trozo de plomo a los pulmones de una persona?-Pregunté despacio, de manera pausada. Aquello era malo, si de verdad me había confundido de persona (Cosa dudosa) dejarlo libre sería un peligro para la organización, aunque fuera porque hubiera perdido la memoria...

Meti la mano en la capa, agarrando el mango del arcabuz en gesto amenazante.

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Estábais hablando los dos tan...¿tranquilos? Cuando de dentro de la enfermería salió un joven bastante extraño, con una mochila en la espalda... ¡Un momento! ¿Mochila? ¡Esas no las hay en Hécate! Tal vez en Du'Lucart... O en Arkangel... Pero claramente no en una ciudad minera como Hécate.

El joven os dió un guiño, y tras sonreir se fue. Nada pasó...

...hasta que Kalen pudo ver una luz azul rara brillando dentro de la enfermería. Allí dentro no había nadie (suele estar vacía), así que era extraño que una luz tan... tan mística... tan extraña... tan sobrenatural...

Tan... tan...

Kalen se quedó absorto mirando la luz. Era hipnotizante...

¿?+
Kalen, tira RP.

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La luz era bastante hipnotizante, sí. Pero aún y así no te limpió la mente, la cual parecía ser su intención (o al menos una de sus intenciones).

La pregunta seguía en pie: ¿Qué objeto emitiría una luz tan rara como para intentar lobotomizarte?

Sólo había una manera de saberlo... Y era abrir la puerta.

Tan pronto abriste la puerta, una esfera luminosa de tonos azúlidos flotaba en el centro de la sala. Enseguida lo reconoces: es un explosivo. Capaz de volar la torre completa en pedazos.

Tira Frialdad para no perder el control y ponerte a lo "MIERDA, MIERDA! UNA BOMBA! VAMOS A MORIIIIR T_T"

Frialdad 55+

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(Off: capullo, sabes que no he desarrollado Frialdad y que como no saque una abierta me toca cagarme en los pantalones)

Frialdad: 5+60=65

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Os caia el sudor por la frente, uniendose al sudor corporal, para caer en el suelo, dejandolo casi del todo empapado. ¡¿Qué hacemos?! ¡Las vidas de miles están en peligro! Y peor, ¡vamos a morir! fue lo unico que pasaba por vuestra mente. Y no sin motivo... Habia una gran luz azul brillando entre las otras...


Era un cronometro... Y pronto estallaria...

Para aclarar el tiempo, a partir de ahora las acciones de vuestros posts no pueden pasar los tres segundos. Eso significa que teneis cinco posts [b]entre los dos[b] para salvaros.

15 segundos. Solo 15 segundos. Habia de salvar a Marina. Desenfundé mi No-Dachi, rompí la ventana y bajé por la pared hasta la habitación de Marina tan rápido como pude. Por el caminó me quité la gabardina para poder cubrir a Marina sin peligro de contagiarla. Cuando llegué rompí la ventana y entré gritando:

-¡Señorita Daorland! ¡El edificio esta a punto de explotar! ¡Tengo que sacarla de aquí!

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