[Prologo](Kalen Del) Otro dia mas...

El sol se levantaba, como de costumbre, por encima de los colgantes edificios de Hecate. Otro dia empezaba... Otro dia trabajando... Protegiendo a la mujer de tus sueños... Y alli estaba, en la plaza. Como cada dia... Aunque hubiera mucha gente -pues la plaza era bastante grande, y estaba llena-, pudiste distinguirla. Tan bella que era...

Ella se dirigio a la plaza en general. -Buenos dias, mis ciudadanos. Como sabeis, hoy es otro dia mas. Un dia nuevo. Tambien, como vosotros sabeis, hoy...

Siguio hablando por incontables horas, al menos fueron horas para ti... Pero las palabras entraban por un oido, y salian por el otro. Tu estabas embaucado, contemplando su maravilloso porte, mientras que el sol brillaba en la fuente de al lado, haciendola ver aun mas resplandeciente. No se llamaba la Plaza del Sol por nada... Era el unico sitio de Hecate donde el sol podia dar perfectamente.

Pero saliste de tu absorcion cuando oiste aplausos. Marina Daorlan, la señora de Hecate, habia terminado con su discurso. Te añadiste a los aplausos, aunque no podias dejar de pensar en lo mismo...

Se dirigio a su torre, como cada dia...

Otro dia mas...

El discurso acabó. Yo estaba al lado de las paredes, estupefacto, observando a Marina. Cuando esta volvió a la torre de Tarth Lömen me volví a centrar en mi misión. Busqué con la mirada a los demás cuervos, y después miré si Frederic Daorland estaba cerca, pues su presencia significaria problemas.

Buscar(cuervos de Wiss): 70+48=118
Buscar(Frederic Daorland): 70-25+56=101

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'Dado de 100' : 48, 56

Al parecer, Frederic no estaba por ninguna parte. Algo bueno. Pero, algo mejor: Justo al lado tuyo caminaba uno de tus compañeros, Cuervo tambien.

Me acerco a mi compañero con cautela, evitando mantener un contacto físico tal como para contagiar a alguien. Me pongo a su lado y le pregunto:
-¿Hay noticias de algo que deva preocuparnos o aun no?

El hombre te respondio. -De momento nada, aunque el jefe dice que puede haber una amenaza por aqui... Una amenaza para Marina Daorland.

Arqueo una ceja.
-¿Se sabe de que tipo de amenaza se trata o su origen?

El hombre movio su cabeza de lado a lado. -Que va... Por eso quieren que estemos el doble de atentos. Lo que me recuerda... Hay que volver al trabajo! Seguro que si seguimos aqui hablando se enteraran de que nuestros puestos estan desocupados!! -Dijo. Tras eso, se fue.

Observé el entorno por encima un momento antes de volver a mi puesto de vigilancia. Use mis habilidades del Ki para saltar de casa en casa y llegar a mi puesto.

Fuiste saltando de casa en casa, apoyandote en las rocosas paredes que formaban Hecate. Hecate, la ciudad de las casas colgantes. Sin duda, era preciosa desde tu vista, desde el tejado de las casas. Habia que repetirlo otro dia...

Justo cuando llegaste, la guardia estaba llegando, asi que no habia nada de lo que preocuparse. Subiste al final, un poco apartado de los demas. No querias contagiarles esta... "cosa", que te habia contagiado. Recordaste el incidente del estudiante "procesado". Desde entonces, pensaste que palabras decirle sin volvias a verlo... En el fondo, sentias ira. Mucha ira.
Ese maldito incidente te habia excluido del mundo.
De la sociedad.
De la gente...

Eché la mirada al suelo.
"Ese maldito... Pero, realmente yo fuí culpable. Devería habermelo advertido, pero igualmente fuí yo quien lo tocó. Solo fué un accidente."
Levanté la mirada para mirar a mis compañeros y me mantuve atento a cualquier conversación.

No habia ninguna conversacion interesante. Pronto, escuchaste una charla proveniente del salon de al lado.

-¡...Otro desaparecido! -Reconociste la voz de Marina. Dicen que la curiosidad mato al gato, y no lo dicen en vano... La curiosidad te hico asomarte a ver/escuchar.

-Como lo oye, señora. Aquel guardia tan bueno, Stefan, desaparecio misteriosamente. -Dijo la otra persona. Era una voz muy grave. -Tememos que sea la misma persona culpable de las otras desapariciones...

Habias oido hablar antes de esto. Dos guardias habian desaparecido sin dejar rastro alguno. Y con este tenias ya a tres desaparecidos...

-Hay que hacer algo... -Dijo Marina. Y era verdad. Hay que ponerse las pilas.

Me apoyé en una pared.
"¿Que está pasando? ¿Será una tactica de Frederic? Esto habrá que investigarlo."
Me asomo a una ventana cercana y empiezo a mirar la plaza del sol, viendo la gente que pasa. De paso intento detectar si hay alguien poderoso por la zona fuera de la torre.

Advertir: 80+19=99
Detección de Ki: 120+72=192

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'Dado de 100' : 19, 72

Miraste por la ventana. La altura de la torre te permitia ver la ciudad completa.



Veias pasar a gente, y gente, pero no parecia haber nada importante, ni nada extraño. Asi que decidiste buscar por el Ki. Por su poder animico. No veias nada realmente peligroso.

Rastreabas calle por calle, sin ver nada interesante. Hasta que viste una gran llama espiritual corriendo, parece que huyendo. Entonces, de fuego pasa a una chispa, y el rastro desaparece...

Definitivamente, Marina Daorland estaba en peligro.

En eso, Marina salio de la sala. Te dedico un movimiento con la cabeza, bastante seria que estaba, y siguio bajando por la torre. Parecia estar enfadada...

Cuando ella salió yo bajé la cabeza. Con el movimiento de cabeza me sonrojé ligeramente, aunque pude notar que estaba seria. Cuando ya estaba lo bastante lejos, la seguí, procurando que no se diera cuenta.

Sigilo: 30+83=113
Ocultarse: 25+86=111

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'Dado de 100' : 83, 86

La seguiste sin que nadie te descubriera. Viste que bajo al recibidor, donde recibio a una mujer, cuya belleza no se podia comparar. Sus ojos, color ambar, brillaban cual resplandeciente oro, extraido de las minas para ensartarlos en las cuencas de tal preciosidad. Su pelo, del color de la plata refinada, parecia haber salido de las mas profundas minas de Hecate. Y su tez... Su blanquecina tez... Parecia haber salido de la mas blanca nieve de los picos de Galgados.
Va ataviada con un sensual corsé granate, encajado sobre un precioso vestido, palabra de honor, negro. Sus piernas las abrazan dos ligas blancas, evocando una sensualidad indescriptible, que derrite la mirada.
Al final de sus vertiginosas piernas, dos botas negras de tacón, ensaltan todavía más la figura de este ángel caido del cielo.

Marina cogio de la mano a aquella preciosidad, la cual no pudiste mover la mirada de ella, y subieron de nuevo. Esta vez, cogieron por la izquierda, y no por la derecha, que fue por donde se fue.

Caminaron por el pasillo, mientras que Marina le explicaba a su compañera sobre las estatuas. Era una vista envidiada por muchos: Dos hermosas doncellas, cogidas de la mano, caminando por el pasillo de los dioses.

Entraron en una sala, y la puerta se cerro ante tus narices. Dos hombres te miraban con una mezcla de rabia y seriedad. -¡¿Que quieres, y como osas irrumpir en la sala de Su Majestad?!

Cuando ellas pasan por la puerta, empiezo a caer. Marina se supone que esta en peligro, y ahora esta a solas con una desconocida. Si es alguien poderoso, podria intentar matarla. Seria mejor verificarlo.

Detección del Ki: 120+(es solo para no pifiar)

Me acerco a los guardias.
-Quiero asegurarme de que Su Majestad este a salvo con la persona que acaba de entrar. No creo que alguien tan poderoso sea de fiar.

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'Dado de 100' : 93

Notas como la llama espiritual del Ki arde con pasion en el cuerpo de aquella mujer con la que se fue Marina. Pero, notaste como, por un momento, ardio con mas fuerza que nunca. Te estremeciste. Encima, entre las llamas del Ki, notaste una radiante luz. Una luz proveniente de su ser. De su alma.

Si, tenia la misma esencia que tu.

Mientras, los hombres te empujaron de la puerta, diciendo: -No se preocupe por ello, transeute. Su Majestad en persona nos dijo que era de fiar. Ademas, Su Majestad sabe defenderse por si misma...

-¿Y como sabeis vosotros que es de fiar? Podria haberla convencido de ello. Se supone que teneis que protegerla, y si no lo hacis vosotros me veré obligado a hacerlo yo mismo.
Me mantengo preparado por si tengo que desenfundar en cualquier momento.

Los hombres te empujaron, mirandote seriamente. -¡Le hemos dicho que Su Majestad sabe cuidarse bien! ¡¿Acaso tenemos que usar la fuerza bruta para que usted entre en razon?! -Dijeron, casi gritando. Ellos tambien se prepararon para desenfundar en cualquier momento.

-¡NO CONTRA ALGUIEN DE TAL PODER! ¿NO SE SUPONE QUE ESTAIS PARA PROTEGERLA? ¡DEJARLA ENTRAR CON UNA DESCONOCIDA ES UNA VERDADERA ESTUPIDEZ!-me calmo un momento-. Pero no me dejais otra opción. Tendré que protegerla yo mismo si vosotros os negais a hacerlo.

Desenfundo la No-Dachi y ataco al guardia de la derecha, procurando dejarle inconsciente.

Maniobra: inconsciencia
HA: 240-60(ataque apuntado a la cabeza)-40(usar un arma no contundente con tal proposito)+15=155

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'Dado de 100' : 15