[Prólogo] (Jiang y Miquelangello Brunetti) El Verdadero Rumbo

[Offrol: De esta no paso... xD]

Abierta.

54+

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'Dado de 100' : 86

Superas la dificultad estimada.

Miquel vence a sus instintos, y se levanta de la cama, desplazando a la mujer respetuosamente a un lado. La prostituta, sorprendida, exclama:

- ¡Válgame el cielo! ¿Y ese cambio de idea tan drástico? ¿No serás un "hornosesual" de esos?

-Que va, gentil dama... Simplemente, que no estoy de animos... Ademas, yo ya he vivido por estos lares... Me retiro. Dijo, saliendo del cuarto.

Cuando salio, decidio buscar a Jiang. Mira que traerme a este sitio...

@Miquel Bajas las escaleras, dejando a la prostituta perpleja. Te encuentras a Jiang, justo donde lo viste por última vez, tiene cara de impaciente, está deseando salir de alli.

Vamonos. Dije. Tras eso, y sin explicaciones, sali de alli. Dejame buscar a mi esta vez...

Buscar: 15+

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'Dado de 100' : 51

Veo bajar a Miquel. No sé qué pensar... esas cosas suelen tardar rato. Por un momento pienso que a la prostituta le ha pasado lo mismo que a la mujer de la posada anterior. Dios, no tenemos nada de suerte esta noche.

Me acerco a Miquel y él se va acercando a mi a la vez. Antes de poder coger aire para hablar, oigo:

-Vamonos. Dejame buscar a mi esta vez...

Bajé la cabeza y le seguí, sin mirar ni de reojo a las mujeres que allí quedaban,

Una vez fuera del burdel, avanzais entre las oscuras calles. Miquel busca una posada, o cualquier sitio donde dormir cómodamente.
No tardas mucho en encontrar una. Entrais al lugar, y pedís dos habitaciones. Por desgracia está todo completo. No os queda más remedio que salir de alli y seguir buscando.

El incómodo silencio en las calles, y las sombras, hacen de la Ascani noctura un lugar bastante terrorifico. Pero no os queda más remedio que seguir buscando alojamiento.
Cuando atravesais una calle estrecha, dos siluetas os sorprenden. Frente a ti, Miquel, un hombre con ropas raidas y un puñal en su mano te corta el paso. Y en la retaguardia, impidiendo una posible retirada y acercandose a Jiang, aparece otro personaje de la misma calaña empuñando una espada corta oxidada.

- Dadme todo lo que tengais encima.

Impuso uno de los asaltantes, el del puñal.

- Dejalos Shok, prefiero arrancar el oro de sus dedos inertes, en lugar de charlar diplomaticamente.

Sentenció el otro bandido, dispuesto a atacar.


[Combate] https://rolporforo.activoforo.com/la-hermandad-del-silencio-f3/combate-1-jiang-y-miquelangello-brunetti-el-verdadero-rumbo-t142.htm

Tras un duro combate, que casi le cuesta la vida a Miquel, los bandidos caen muertos al suelo, tras los heroicos puñetazos del valiente Jiang.
Sin embargo, Miquel está malherido y Jiang exhausto. Necesitan descansar con urgencia.

Aunque son unos maleantes, y vosotros no habeis hecho más que defenderos, sería un problema si alguien os pillase con las manos en la masa.
Quizá sea una buena idea salir de alli cuanto antes. Os recuerdo que, antes del atraco, estabais buscando una posada.

Sali corriendo. No aguantaba mas, el dolor era enorme.

Con un brazo conteniendo la herida y la otra intentando aguantarme, busque una iglesia, un curandero, un... cualquier lugar donde quitarme ese dolor. Uff.. D-du-duele... Dije

Me pare. No podia aguantar mas.

Tiro Buscar: 15-69+

(Uy, la tirada)

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'Dado de 100' : 16

Tras encontrar la piedra, la intente patear, pero no tenia fuerzas ni para eso. Caigo en el suelo, el dolor me estaba matando. Ahi, en ese instante, volvieron las voces, de nuevo. Vas a morir... No intentes curarte... De esta no sales...no vivo... Te dije que lo mataras... Pero tu y tus debiles ideales...

Callaos ya! Nadie merece la muerte! Grite para mis adentros.

Con las pocas fuerzas que me quedaban, decidi seguir a Jiang. Estaba enormemente agradecido por lo que hizo, aunque hubiera matado a alguien. G-gra... gracias Dije. P-por... favor... Busca.. un... sitio donde po..der curarme... Me *argh* duele... Dije, con los dientes apretados.

Hermano, perdona... No podre vengarte si soy tan debil... Debo,... debo de sacar fuerzas! Mucha gente necesita ayuda!

Tras el combate, más que pletórico me sentía triste, por Miquel.
Me sentía culpable por no poder haber ayudado a la mujer en la posada, por no haber encontrado al asesino. Me sentía culpable por haber metido a Miquel en un burdel... Pero sobre todo me sentía mal por su herida. Él no quería luchar, parecía no querer matar... y yo maté a dos personas. Y encima le habían herido casi de muerte por mi culpa.

Miquel merecía algo mejor, y ahora debía ser yo quien cuidara de él, para enmendar mis acciones.

Lo miré, tambaleándose y gimiendo de dolor, y se me saltaron las lágrimas. Ya había olvidado la última vez que lloré... hacía demasiado tiempo.
Me sequé rápidamente las lágrimas. Miquel no debía verme llorar. Debía ser fuerte... por los dos.

Cogí aire y conté hasta tres. Me giré hacia Miquel y lo agarré por el hombro para servirle de apoyo. Debería haberle mirado a los ojos y haberle dicho "Tranquilo, todo va a salir bien", pero no tengo tanto valor. En vez de eso, miré al suelo y dije muy muy bajo:

-No permitiré que mueras.

Ahora debo encontrar un sitio para pasar la noche.

Tirada de buscar.

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'Dado de 100' : 81

Jiang, por mera casualidad, consigue llegar a una calle comercial llena de posadas. Algunas de un lujo estridente, y otras dejaban mucho que desear, la más normalita se llamaba: El Canto del Ángel Dormido.
Jiang, agarró a Miquel para facilitarle los pasos, y juntos entraron en el edificio.
El interior resultó ser más bonito de lo esperado, con una decoración de partituras y viejos instrumentos decorando las paredes. Por lo visto el dueño debería ser un gran melómano.
Una jovencita, veinteañera de pelo castaño, les atendió. Por 3 monedas de plata les cedió una habitación doble.
No tardaron en pagar, para ir casi corriendo al dormitorio. A penas se desvistieron lo necesario, y Miquel improvisó un vendaje rápido, pues fue caer en sus respectivos colchones para quedarse profundamente dormidos.

Jiang y Miquel despertaron casi al mismo tiempo. Ya era tarde, casi mediodía. Se asearon, prepararon el equipo, desayunaron de los víveres que llevaban encima, y salieron de la posada para reanudar su marcha.

Pero, una vez caminando por la ciudad, notaron algo raro en el ambiente. Habia muchos murmullos, más rudio de lo habitual, y soldados corriendo de arriba para abajo. Algo habia pasado.

-¿Qué ocurre, Clara?

Preguntó una mujer, que pasaba justo a vuestro lado, a otra que miraba con asombro a las tropas moverse.

- Ay Santo Dios... han aparecido dos hombres muertos en un callejón. Uno tiene la cara totalmente desfigurada, y el otro tiene casi todos los huesos rotos... ¡Ay madre!

- ¿Qué me dices?

- Lo que oyes.

-Miquel -susurré a su oido-, mira, parece que los bandidos de anoche nos van a traer problemas. Como alguien se entere que fuimos nosotros, podemos correr peligro. Podrían ir a preguntar a las posadas y seguro que sospecharían de nosotros porque llegamos de madrugada. Debemos huir de la muchedumbre. Escondernos.

Tirada de advertir, quiero saber si tenemos soldados cerca.
[ Quisiera saber si tenemos alguna calle cerca donde desviarnos que no esté atestada de gente]


Advertir: 30+

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'Dado de 100' : 18

A simple vista parece que no hay ningún guardia cerca. Los únicos que veis están en la calle mayor, corriendo de un lado para otro sin prestar atención a la gente que les rodea a su paso.
Al ser mediodía, hay mucha gente en la calle. Pero también es cierto que hay innumerables callejones en la ciudad que son poco frecuentados por los habitantes de Ascani.

Si deseais esconderos haced una Tirada de Ocultarse.

Tiro para ocultarme: -25+

El miembro 'xinu' ha efectuado la acción siguiente: Tirada de dados

'Dado de 100' : 27

El estrepitoso intento de esconderse, por parte de Jiang, fue un completo fracaso. Ni siquiera Miquel tuvo la posibilidad de ocultarse. Pues en ese preciso momento, una mujer gritó mientras los señalaba:

- ¡Son ellos! ¡Los asesinos!

La gente, conmocionada, gritaba y corría despavorida ante tal acusación.
Los guardias de la zona, no tardaron en responder a la llamada de aquella mujer. Y en cuestión de segundos, una docena de soldados rodearon a Jing y a Miquel.

- ¡Alto, quedan detenidos!

Perplejos ante aquel alboroto, Jiang y Miquel no tuvieron ni la posibilidad de intentar escapar, pues varias lanzas los engatillaban.
Empujados por puntas de lanza, fueron llevados a través de la ciudad, entre miradas acusadoras y descaradas, hasta el cuartel de la guardia más cercano.
El edificio recordaba a unos barracones, aunque una parte
de la construcción, algo más elegante, parecía más bien un centro
judicial. Las ventanas, estrechas y con gruesos barrotes, confundían la
fachada con la de una prisión.

Arrastrados hasta el interior, atravesaron varios pasillos llenos de guardias, hasta terminar ante una puerta de acero reforzada.


Este prólogo ha terminado para vosotros.

La aventura continúa en: https://rolporforo.activoforo.com/la-hermandad-del-silencio-f3/campana-godia-ozonas-dakota-cromwald-jiang-y-miquelangello-brunetti-t150.htm#2766