[Campaña 3] (Jiang y Miquelangello Brunetti)

El cansancio del combate os pudo, y ambos caísteis en los brazos de Morfeo.

@Jiang Soñaste con altos muros de piedra negra, con puertas que escupen fuego, con un cielo naranja y eternamente nublado. Soñaste con tu destino.



@Miquel Tus sueños te trasladaron al pasado. Volviste a jugar y a reír con las prostitutas, con las que te criaste. Para el resto de la gente no eran más que basura, objetos sexuales, parias de la sociedad... pero para ti eran princesas, eran tus hermanas y lo habrías dado todo por ellas. Samanta, Gisselle, Shanna, Vicky, Sussy... te acordabas de todos los nombres, a pesar de los largos años que os separaban.

Tres de tus amigas, retratadas:

Pero no debías de agarrarte al pasado, y mucho menos ahora que Jiang te necesitaba más que nunca. Debías ser fuerte y prepararte para los combates venideros. Era la hora de ajusticiar almas impías.

@todos Un extraño ruido os despertó. Para vuestro asombro, se trataban de dos hermosos caballos blancos que pastaban a escasos metros de vosotros. No estaban ensillados, ni parecía que hubiese un jinete cerca. Rápidamente relacionasteis conceptos: teníais tres días para llegar a la fortaleza, pero a pie era imposible, para colmo estabais perdidos en mitad de ningún sitio y de pronto, casualmente… Jiang sueña con el camino hacia la fortaleza de la Hermandad, y encima aparecen dos caballos de la nada. Sin duda esto era lo que comúnmente se conoce como un milagro.

Ya ha amanecido. Si decidís cabalgar, no olvideis hacer una tirada de Montar. Dependiendo del resultado, llegareis antes o después a vuestro objetivo.

La noche no fue nada reparadora, pero no esperaba otra cosa. Entre sueños, se me apareció la Fortaleza, inmensa y con muros inquebrantables. No lograba imaginar nada más terrorífico. El cielo rojo a su alrededor no hacía sino aumentar mi inquietud y mermar nuestras posibilidades. ¿Quién sabe lo que habría tras esos muros?

De repente un ruido nos despertó. Me alegró ver a Miquel cerca de mí, sobresaltado por la misma causa. Delante de nosotros vimos dos caballos blancos, que parecían no tener dueño. Era una posibilidad que jamás se me habría pasado por la mente. Teníamos menos de tres días para llegar a la Fortaleza, y los dioses estaban de nuestra parte. Debíamos darnos prisa, ya había salido el sol.

Me acerqué a las tumbas, junté las palmas de mis manos frente a ellas y me incliné, presentando mis respetos.
Me voy Señora Gòdia, que encuentres reposo aquí. Adiós, Gao Zen, espero sobrevivirte por muchos años.

Me alejé prudentemente de Miquel, mientras observaba a los caballos y los estudiaba de cerca. Me quité la camisa y me ajusté las vendas al pecho y me aseé un poco. Apenas había podido arreglarme después del baño interrumpido por Gao. De todas maneras daba igual lo que hiciera, mi secreto ya se sabía, pero estaba acostumbrada a hacerlo, y para montar los caballos me sería mucho más cómodo.

Les debía una explicación. A Miquel, que tanto tiempo había andado a mi lado, y a Dakota, por ser mujer.

Me encontré con Miquel, dispuestos a subirnos a los caballos y emprender el viaje. Recogí a la pequeña Dakota que seguía inconsciente en el suelo y la subí al caballo.

-Llevaré a Dakota en mi caballo. Debemos ser raudos, esperemos que la pequeña despierte antes que encontrarnos con cualquier peligro.

Miré a Miquel, extrañamente callado. Supongo que estará afectado por mi secreto...

-Tengo tantas cosas que explicarte que el camino se nos hará corto... pero gracias por seguir a mi lado.

Le dediqué una sonrisa, aunque no sabía realmente cómo la iba a encajar.



Tirada de montar: -30+

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'Dado de 100' : 15

Soñe con mis hermanas, mis preciadas hermanas. Todo el mundo las trataba de escoria, pero para mi eran mi salvacion. Las unicas personas que no echaron mas leña al fuego. Que no criticaron mis errores. Eran... eran mi segunda familia...

Soñaba con todos los juegos y las carreras que haciamos antes de que abriera, y despues de que cerrara, el negocio. Soñaba con todas las mañanas, cuando el gallo me despertaba, el ir corriendo por al lado de las camas de mis hermanas, gritando "Buenos dias, Sally! Buenos dias, Sussy! Buenos dias, Samantha! Buenos dias, Gisselle!". Soñaba con mi pasado...

Hasta que algo arraso ese sueño. La imagen de un hombre, con una tunica blanca, marcada con una cruz, roja cual la sangre mas resplandeciente. Esa persona sola arruino mis sueños. Mi pasado. Y modifico mi futuro. Termino con casi todas mis hermanas, segando sus vidas como un campesino sega el trigo... Me parecia oir los gritos de mis hermanas...

Me levante con un grito ahogado, tras ver que todo fue solo un sueño. El "grito de mis hermanas" en realidad eran un par de hermosos caballos, blancos como la mas pura luz. Agite mi cabeza, como intentando despertarme del todo, y de paso para librarme de los pensamientos de mi pasado. Debia de vivir en el presente, preguntandome que me depararia Dios, nuestro Señor. Tenia que proteger a Jiang, la unica persona que conozca que siga viva... A Dakota, que aunque hubiera quedado inconsciente, sabia que seguia viva. Tenia esa esperanza dentro de mi.

Fue en ese entonces que recorde los incidentes que pasaron ayer. La muerte de Gao, la revelacion de Jiang, la muerte de Godia... Demasiadas emociones en un solo dia. Decidi no hablar en estos momentos. Entre todos los sucesos, no sabia que decir... Pensaba que conocia a Jiang, tanto como ella me conocia a mi... Pero ahora resulta que lo que sabia... no era todo...

En parte, me molestaba. Era saber que tu amigo, tu unico amigo, te ha guardado un secreto muy importante. Te ha escondido lo mas importante, que muchas veces salta a la vista. En otra parte, me sentia un poco avergonzado de mi mismo. El trato que le habia dado a Jiang siempre fue el de un hombre. Bastante amistoso, pero un hombre. Siempre he pensado que, por mucho que la Iglesia diga que las mujeres son inferiores, eso no era verdad. Siempre he pensado en lo contrario. Y normalmente solia tratar a las mujeres de diferente manera que a los hombres... Y pensar que le habia dado el trato equivocado me hacia sentirme mas avergonzado...

Pero, en el fondo de mi, algo diferente pasaba. Sentia algo que nunca habia sentido antes. Enseguida me hizo ruborizarme, mas aun tras ver que ella, Jiang, me estaba mirando. Decidi montarme en un caballo, mirando enseguida para otro lado. "Ojala tuviera mi casco para disimular mis cachetes... Seguro que ahora pensara que soy un estupido..." Pense, pero enseguida me rei en mi interior.

Cosas de niños...

Montar: -30+28 = -2

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'Dado de 100' : 28

Miquael gana 1 punto de Elan. (Tu sabes el porqué)

Bueno chicos, con tiradas negativas no llegais, ni de coña, en tres días a vuestro destino. Todo esto considerando que parareis, lo justo, para alimentaros vosotros y a los caballos.

Voy a ser generoso y lo haremos de otra manera. Serán tres tiradas, una por día, si el resultado es decente, podreis alcanzar la fortaleza antes de que sea tarde.

Tres tiradas de Montar cada uno.

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'Dado de 100' : 94, 38, 54

Abierta Dia 1: -30+94+

[Offrol: Tomaaaa geronaaa pastilla de gomaaa!! xD]

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'Dado de 100' : 57

Montar:

Día 1: -30+
Día 2: -30+
Día 3: -30+

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'Dado de 100' : 41, 20, 19

No sabia si esperar, o seguir sin ella. Sabia que si la dejaba sola, me arriesgaria a perder a la unica amiga que me queda... Pero, si no lo hago, el amigo suyo seria el que moriria, una muerte segura, y que seguro que afectaria aun mas a Jiang... Tras no saber que hacer, simplemente sigo, esperando que Jiang pueda pillarme.

-Dios, nuestro Señor. Por favor, protege a Jiang de todo mal que pueda ocurrirle en este peligroso viaje. Es mi deseo protegerla, y acompañarla, pero si lo hago sentenciaria a muerte el hombre (o los hombres) que esta encerrado en la Fortaleza...

Amen.

Miquael gana un punto de Elan, por sacrificarse por alguien a quien ni siquiera conoce.

Miquael cabalgó raudo, aunque triste por dejar atrás a su querida Jiang. Pero no tenía otra elección, debía darse prisa si quería llegar a tiempo a la fortaleza, para salvar a Ren.
Jiang se quedó demasiado rezagada, entre su mal entendimiento animal y el llevar a Dakota inconsciente entre sus brazos, el camino se convirtió en un martirio.

@Miquael Pasaron tres días a galope, sin a penas dormir, parando lo justo para comer, y con las agujetas de las piernas torturandote a cada trote que dabas.

Atravesaste ríos, encinas, acantilados y montañas, hasta finalmente llegar al valle que Jiang te describió, y que a su vez coincidía con las palabras de Gao. Quedaste impactado con lo que viste: Una inmensa panorámica con el cielo gris y rojo, encapotado y amenazante, ensombreciendo una titánica fortaleza de ladrillo negro. Montañas gigantes y riscos circundaban la asombrosa estructura. En tu vida habías visto nada parecido.
No podías explicarte cómo aquellas nubes permanecían fijas sobre aquel valle, parecía tratarse de algún tipo de encantamiento.



A simple vista, no ves a nadie, aunque la fortaleza es inmensa y por cualquier ventana puede haber unos ojos observándote. Hay dos entradas visibles, una gigantesca puerta de gruesa madera, la principal, y otra algo más pequeña, pero forjada de puro acero.

¿Qué decides hacer?

El panorama de la Fortaleza me impresionaba mucho. Se levantaba enfrente mio, con un esplendor, y a la vez una malignidad, sublimes. Las nubes se arremolinaban, seguro que magicamente, produciendo algun que otro ventaval.

Me acerco a la puerta de acero. Es la mas pequeña, por no decir que la madera parece la principal, asi que no creo que la de acero sea la que usan. Con fe, e inteligencia, podre superar cualquier prueba. "...Que se haga la voluntad de Dios..." Murmure. Palabras que se llevo el viento.

Vi alejarse a Miquel, con pesar en su mirada. Quería que se quedara a mi lado, pero también quería que llegara cuanto antes. No sabía si matarían o no a Ren a los tres días, pero no podía correr el riesgo, y yo no me mantenía muy bien a caballo. En Jinsu nunca vi ninguno, ni me enseñaron a montar. Además, llevar a la pequeña Dakota de fardo no ayudaba tampoco...

Cuando perdí de vista el surco blanco que dejaba el corcel, me derrumbé y comencé a llorar. No sabía muy bien porqué... Lloraba por mí, por ser tan débil, por perder al único "amigo verdadero" que había tenido, por quedarme sola de nuevo... Hacía mucho que no lloraba y ahora realmente lo necesitaba.

¿Me sanaba por dentro? No sabría decirlo... sólo esperaba que Dakota no despertara hoy. Aún nos quedaban días de camino al paso que ibamos.



[No haré nada hasta que no despierte Dakota o llegue a la Fortaleza. O hasta que el master ordene algo interesante XD]

La puerta estaba cerrada, demasiado cerrada como para poder intentar hacer algo con ella. Siguiendo montando en mi caballo, decido ir por la puerta principal. Cuando llego a la puerta de madera, bajo del caballo, con una mano en el cuello de este, toco a la gran puerta, gritando -ABRIDME!! TENGO ALGO IMPORTANTE QUE COMUNICAR!! -Grite.

Mi plan va a empezar.

@Miquel Fueron varios minutos de espera, hasta que finalmente obtuviste una respuesta: las bisagras de la puerta de acero rechinaron. La entrada se abrió.
Nuevamente, volviste a ir hacia dicha entrada. Al llegar, viste una silueta humanoide bajo el umbral de la puerta, desmonstaste tu caballo y te acercaste.
El hombre que te abrió iba ataviado como un monje, su capucha no te permitía verle el rostro.

-Decidme viajero, ¿qué os trae por aquí?

Dijo, esperando una contestación.

Respire hondo. Aqui empezaba lo que podria ser tanto mi perdicion como la salvacion de Ren. -Buenas. Vera, vengo de tierras lejanas, para hablar con alguien que represente la Hermandad del Silencio. Tengo informacion sobre... -Tosi un momento. -Dakota. La niña Dakota.

En el fondo, me sentia muy mal por lo proximo que voy a hacer, lo que voy a decir. Me duele... Pero es lo correcto hacer. Tanto me lleve a mi propia auto-destruccion, o al mejor plan que haya hecho en mi vida, pero al menos lo haria para salvar a una persona humana. Amiga de Jiang. Lo haria por el bien de alguien.

Ademas, al fin serviria de algo...

-¿Dakota? disculpe, pero no sé de qué me habla. Y ahora si es tan amable, váyase.

La misteriosa persona no parecía muy interesada en tus palabras.

-Ahm... -Murmure. No podia ser... La Hermandad manda gente a buscar a Dakota, y ahora ni siquiera la conocen? -Perdone, pero tienen que saber quien es. Dakota Cronwald, o Cromwald, creo que se llamaba. Me mando el mismisimo Gao Zen aqui, me conto que lo habian mandado de aqui, y que aqui podria encontrar la manera de vengarme de la muchacha... -Dije.

-Encima, soy compañero de... -Volvi a toser. -Perdone, el pan de esta mañana estaba un poco duro, y por poco me atraganto. Lo que decia... Soy compañero -y conocido- de Alexei. Alexei Tostoil. -Dije.

Si tenia que usar el nombre de Dakota, tambien podria usar a Gao -que en paz descanse- y a Alexei, ¿no?

La capucha te impidió ver la reacción que tuvo aquella persona al oir tus palabras. Aunque se quedó extrañamente en silencio, como si estuviese pensando en algo, o buscando las palabras acertadas.

Haz una Tirada de RM.