[Campaña 2] (Godia Ozonas, Dakota Cromwald, Jiang, Miquelangello Brunetti y Alexei Tolstói)

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Godia y Dakota, sobrecogidas por todo lo que habían vivido esa noche, permanecieron todo lo lejos que pudieron de aquel lugar, lleno de horribles recuerdos.
Acurrucadas, en mitad de una inmensa ciudad, Ascani, perdidas entre callejones y edificios, con el deseo de que amaneciese de una vez, comenzaron a sentir sueño. Dakota estaba desconsolada, mas Godia no se cansaba de apoyar a su joven escudera. Y entre llanto y llanto, quedaron profundamente dormidas, cansadas, exhaustas. No había nada que temer, Daguerreo velaría por ellas.

Por otro lado, Alexei, Jiang y Miquel, encontraron un improvisado refugio en una especie de establo abandonado. La paja y unos cuantos sacos raidos, fueron la mejor de las camas, para terminar de una vez con aquella condenada noche.
Aunque la culpabilidad que sentían, al no haber podido ayudar a sus amigas, les hizo permanecer despiertos lo poco que quedaba de noche. Con la idea firme de que, al alba y con toda la gente en la calle, el inquisidor jamás daría con ellos, y entonces sería el momento perfecto para buscar a Godia y a Dakota. Solo habia que esperar.

Una caballera con el orgullo dañado, que hará cualquier cosa por recuperarlo, una niña envuelta en un mar de magia e incertidumbres, un músico, que se debate entre su familia y su moral, un guerrero, que busca fama y aceptación, y finalmente un benévolo justiciero, que quiere ante todo erradicar el mal. Estas personas tan dispares se han unido gracias al Destino, y aunque para ellos sea inconcebible, el mundo les aguarda grandes logros y hazañas, que cambiaran por completo sus vidas.

La aventura continúa:

El sol rociaba con su luz los tejados de Ascani. La última noche se mostraba como una pesadilla, distante, ficticia, como si nunca hubiese ocurrido realmente. Pero todos sabian que habia sido real y todos eran conscientes del peligro que corrían en aquella ciudad.

Dakota y Godia despertaron. Habia lágrimas en los ojos de la pequeña, quizá por la alegría de haber recuperado a Daguerreo, o por el horripilante recuerdo de Belmonte, que la persiguió hasta en sus sueños.
Godia por su lado, seguía con el orgullo terriblemente dolido. La herida, que le hizo el inquisidor en su brazo, no habia podido curarse ni mediante la magia de Daguerreo. Al parecer se necesitaba un tipo de magia mucho mayor, para regenerar los huesos y el sistema nervioso.

Por otra parte, los chicos despertaron en el viejo establo. Jiang seguía preocupado por las chicas, las daba por muertas. Miquel y Alexei compartian la misma preocupación, aunque desde una perspectiva algo distinta: Alexei no sabía qué sería de él si Dakota estaba muerta, su misión habria fracasado. Y Miquel, no se había encariñado demasiado con las chicas, y en ese momento lo que más le preocupaba era su armadura.

RE: Todos.

Miquel se levanto sin mucho sueño. No habia dormido la noche anterior. Como todas las mañanas, se arrodillo y se puso a rezar. "Dios mio... Protege a la niña Dakota y a la señora Godia donde sea que esten... O acogelas en tu santo reino si... si ese... las mando contigo... Amen."

Se levanto, y, como todos los dias, se ajusto la armadura, y se colgo la funda de la katana en el hombro. Un momento... Hoy era diferente... La armadura! Mi unico recuerdo de mi familia...

Miquel miro a su alrededor. Los demas tambien se estaban levantando... Iba a decirles que iba a ir a por su armadura, pero sonaria muy arrogante... Y, por primera vez, Miquel cometeria un pecado: Mentir.

-Buenos dias, mis compañeros... El sol se ha levantado, y ya ha pasado una noche del incidente de anoche... Espero... espero que las jovenes esten bien... Opino que deberiamos de ir a buscar a las jovenes...

Pero la conciencia de Miquel le torturaba. Habia cometido dos pecados: Mentir y ser arrogante... Dios mio... que me esta pasando?

Por fin pasó la noche, la peor noche de mi vida.

Con el alma encogida, Jiang se levantó, miró, como lo hacía siempre, de que todo estuviera en su sitio, de que se hubiera vestido bien y tuviera una buena imagen.

Miquel estaba arrodillado unos metros atrás.
Como aquella vez... este hombre no sabe que dios no existe.
Él se desahogaba rezando... yo no podía hacer eso. Me faltaba gritar, gritar de impotencia. ¿Por qué ahora que era cuando todo iba bien? ¿Acaso ya ni con mi mentira podía ser feliz?

-Buenos dias, mis compañeros... El sol se ha levantado, y ya ha pasado una noche del incidente de anoche... Espero... espero que las jovenes esten bien... Opino que deberiamos de ir a buscar a las jovenes...

Lo miré, incrédulo, no podía creerme lo que estaba diciendo.

-No podemos volver, aunque quisiéramos. Si están muertas no hay nada que hacer, y si se las han llevado presas no podremos saber ni dónde. Aparecer por allí sería servirnos en bandeja de plata. No, por ellas, debemos intentar sobrevivir.

Cogí mi bolso con las pocas pertenencias que tenía. Ahora todo sería mucho más aburrido, pero al menos tenía al fiel Miquel a mi lado. Me acerqué al ver su cara descompuesta por mis nada medidas palabras.

-Tranquilo, todo saldrá bien si nos mantenemos juntos.
Eché una mirada a Alexei... pobre, no sabía dónde se había metido.


Tirada de advertir, por si hay alguien cercano que nos esté espiando.

Advertir: 30+43 = 73

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'Dado de 100' : 43

Cuando los rayos del sol bañaron mi cara las lagrimas rato largo habian cesado. Una parte de mi decia que era normal llorar en una situacion como esa, pero mi orgullo impidio derramar mas lagrimas de las estrictamente necesarias.

Dakota dormia sobre mi brazo, aunque no lo notaba. Se me habra dormido. Pensé, luego como un torrente de imagenes recordé los sucesos de la noche anterior. La última imagen, Dagerreo mirandome con expresion triste mientras decia no era capaz de sanarme el brazo se me clavó en lo mas hondo de mi pecho. Las lagrimas hicieron de nuevo por salir, pero fracasaron.

Tengo el cuerpo mermado. No puedo permitir que merme también mi determinación.

Shhh. Niña, es hora de levantarse, tenemos que escapar de la ciudad. Dije, agitando suavemente a Dakota. Iremos a Montesa, allí estaremos seguros, despues buscaremos una manera de curar mi brazo y nos haremos fuerte.

Mataremos a ese hijo del demonio.

Mientras, observo a mi alrededor, anoche estaba tan cansada que no se ni donde hemos caido rendidas. La seguridad de que Don Daguerreo vigilaria por nosotras fue un calmante milagroso. A todo esto ¿Y Don Daguerreo? ¿Donde esta?

Me levanté como si hubiera dormido un largo, largo sueño, como si me hubiera pasado todo un verano durmiendo. Mi señora estaba a mi lado y, delante nuestra, Daguerreo; que había vuelto de inspeccionar el terreno y decidir la mejor ruta para irnos.

El sol nos recibía y la noche anterior había sido todo lo triste que podía ser. Sentía una determinación que venía de alguna recóndita parte de mí. Lamenté a los compañeros que habíamos dejado, echaba de menos al tio grande y serio, al extranjero que olía a flores, y al chico violinista... Fue pensar en todo eso y empece a temblar un poquito...

Me sacudí.

"No más lágrimas, ¿vale?" Me dije a mí misma. Uno de mis propósitos iba a ser saber qué pasaba exactamente conmigo, a que se debía todo esto.

Me levanté decidida, ordené los pocos aperos que traía y me arreglé lo mejor que pude.

-Vamos. -dije. Tanto mi señora como Dague me miraron con aprobación.

Abro los ojos, lentamente. Siento todo mi cuerpo entumecido, mi espalda dolorida. Siento que despierto de una pesadilla para caer en otra.

- No puede ser… - me reincorporo, algo mareado, tanteando el espacio a mi alrededor. Busco el estuche de violín, que estaba junto a mí. Cuando lo tengo entre mis manos lo abrazo con fuerza, pero con delicadeza al mismo tiempo. Es lo único que me queda de mi familia.

Miquel y Jiang se pronunciaron sobre la situación. Las imágenes de la noche pasada se agolpaban en tropel en mi mente. Todavía me reconcome el hecho de haber incendiado la posada de aquel melómano. Cierro los ojos, esperando aislarme del mundo. Sencillamente me siento aplacado.

Permanezco en silencio durante unos instantes, incrédulo, deseando que sea todo una ilusión. Pero no lo es.

- No – digo, tajante. Entierro el rostro entre los brazos y el estuche del violín – No podemos dejarlas de lado, a la señora Gòdia y a… Dakota.

Era mi misión, la misión que Seles me había encomendado. Quería que le trajese a la niña, y yo quería contentar a mi hermana. Quería que me quisiera de nuevo, quería poder estar junto a ella. Y la situación no hacía más que empeorar.

- Tenemos que buscar a las chicas – alzo la cabeza, en mi rostro se muestra mi desesperación. No puedo fallarle a Seles.

Me encuentro a mí mismo clavándole una daga en la espalda a mi moralidad, de nuevo. Y sólo por ella.

Con un gran esfuerzo consigo levantarme, con el estuche del violín aún entre mis brazos. Trato de mostrar determinación. Yo sólo no tengo posibilidades, les necesito a ellos dos. A mis amigos…

Godia se preguntaba por Daguerreo, todavía no se habia acostumbrado a aquel ente. Dakota se lo intentaba explicar una vez más, mientras caminaban a través de la muchedumbre.
Aunque la propuesta de Godia habia sido tajante, lo principal ahora era salir de la ciudad cuanto antes, por la puerta más cercana. Se dirigieron allí a paso ligero, pero manteniendo las apariencias.

Por otro lado, Jiang, Miquel y Alexei se aproximaban a la posada, con la esperanza de reunirse allí con sus compañeras, e implorando al cielo que no hubiese ningún inquisidor. Aunque volver a aquel lugar no era lo más inteligente, era lo único que podían hacer.

Mientras andaban, Alexei, ensimismado en sus pensamientos como de costumbre, fue asaltado por una voz, una voz muy familiar.
- Me gusta que pienses en mi, y en cómo complacerme. Sin embargo, eres tan inútil que me veo obligada a ayudarte... otra vez. De lo contrario esa niña nunca será mia.
Alexei se estremeció.
- La pequeñaja se está alejando de ti cada vez más. Va hacia la puerta Este de la ciudad, ¡pretende marcharse de Ascani! Deja de lado a esa panda de idiotas que tienes como amigos, y corre hacia ella. La caballera que la escolta está manca, desmoralizada... ¡ahora es el momento de atacar! Pero recuerda: no llames la atención, ataca solamente cuando esteis lejos de la vista de la gente.


RE: Alexei

Mientras Miguel, Jiang y yo buscamos por Ascani una voz familiar invade mi mente. Es ella de nuevo, mi hermana. Intento permanecer sereno.

Me estremezco, sigue obsesionada con hacerse con esa niña. ¿Por qué ella? ¿Por qué Dakota? Trato de centrarme, al menos no he fracasado en mi misión. La voz de Seles me exige que deje de lado a mis compañeros. Trato de disimular mientras andamos, y los miro con tristeza.

Ellos no tienen por qué verse inmersos en todo esto. Este asunto es entre Dakota y yo. Y me temo que la señora Gòdia va a verse perjudicada también.

El momento de atacar… Reflexiono durante unos instantes, quedándome algo atrás. Entonces reacciono rápidamente, intento perderme entre la muchedumbre. Trato de pasar desapercibido para Jiang y Miquel. Seguramente me buscarán, pero esto no puede continuar. Debo excluirlos para no causarles problemas.

Mi siguiente objetivo es la puerta Este. Y cuando me encuentre con Gòdia y Dakota… acabaré con todo esto.

Intento alejarme lo máximo posible sin que mis compañeros se den cuenta.

Sigilo 15+91+60=166

El miembro 'Herrian' ha efectuado la acción siguiente: Tirada de dados

'Dado de 100' : 91

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'Dado de 100' : 60

[Offrol: Para agilizar esto voy a prescindir de las tiradas de Advertir de Furion y xinu. Principalmente porque sé que van a tardar en conectarse. Además, has sacado abierta, y para colmo les reduciría la tirada de Advertir hasta un -80 por el inmenso bullicio.]

Alexei, poco a poco, se aleja de sus compañeros, quedandose atrás. Relentizando la marcha, sin que ellos se den cuenta. En pocos segundos los pierde de vista entre toda la aglomeración de gente.
Rápidamente, el violinista corre en dirección a la puerta Este, tan rápido que hasta podría resultar sospechoso para muchos. Pero no tenía más alternativa que correr, no podía arriesgarse a que Dakota desapareciese de la ciudad.

Tras correr un buen rato, y casi caer al suelo tras chocar en contadas ocasiones, Alexei consigue llegar a su objetivo, la puerta Este. Exactamente en el mismo momento que Godia y la pequeña niña. Él las ve, está a pocos metros de ellas. Ahora solo le falta esperar a que se alejen de la ciudad.


Godia y Dakota (Dague también puede) haced una tirada de Advertir. Si alcanzais una buena dificultad, podreis ver a Alexei, alejado, obsevandoos fijamente.
Daguerreo, al no conocer a Alexei, simplemente verá a un chaval mirando a Dakota, lo cual no resulta nada sospechoso. Por lo tanto, yo prescindiía de su tirada de Advertir.

Por cierto, Alexei puede tirar Ocultarse si lo desea.

[Ok. Yo tiro la de Dague, más que nada por representar que está muy atento y vigilante en su papel de "escolta", y luego ya decides qué hacer.]

Dakota: Advertir(20): 48

Daguerreo: Advertir(80): 89 -es decir, menés xD-

El miembro 'VonClouve' ha efectuado la acción siguiente: Tirada de dados

'Dado de 100' : 28, 9

Tras echas una última mirada a Ascani, ciudad que desde anoche forma parte de un mal recuerdo, avanzáis con decisión hacia las verdes estepas. Las praderas marcan el inicio de un largo y arduo camino hasta Montesa. Godia, como si pudiese oler el polvo de los muros de la ciudadela, perfectamente orientada, marca la ruta más acertada en un mapa. Acto seguido, junto a Dakota, se encamina hacia su Sagrada Orden.

Sin sospechar ellas si quiera, Alexei les sigue los pasos a una distancia prudencial. El joven violinista se prepara, pues su momento de gloria es inminente. Era tal y como Seles había augurado, estaban los tres solos, en una amplia planicie verde, él contaba con el factor sorpresa, y el único obstáculo que lo separaba de Dakota era una leona herida.

La situación es la siguiente: Alexei puede intentar dialogar si lo prefiere, sacrificando el factor sorpresa. O por otra parte puede decidir atacar directamente, lo cual le brindaría la oportunidad de mediante una única tirada de Sigilo, obtener un +90 por sorpresa y +80 por espalda.

[Offrol: Herrian, si decides aprovecharte de tu buena situación estratégica, pasamos automáticamente a un combate.]

Sigo a las chicas durante un buen rato. En mi cabeza se agolpan contradictorios pensamientos. Lo que está bien y lo que está mal. Lo correcto y lo incorrecto. Estoy a punto de hacer algo que no sé si voy a poder sobrellevar en un futuro. Pero mi ciego amor por Seles me hace avanzar. Ha cambiado mucho desde la última vez que nos vimos, pero no puedo evitar sentir que todo esto tiene una razón.

Mi razón es Seles. Padre quería que me uniese a la Hermandad del Silencio, esa era su voluntad. Yo… yo me uniré a la hermandad, no puedo fallarle a mi familia.

Doy los últimos pasos con decisión. Es el momento idóneo, la señora Gòdia está herida según mi hermana. Aquí nadie podrá interferir. Me acercaré por detrás y la atacaré por la espalda.

Es sucio, muy sucio. Pero no me queda otra dada la situación. La formación de la señora Gòdia debe superar ampliamente la mía. Ella está entrenada, incluso forma parte de la nobleza. Yo soy un simple plebeyo que aprendió varios trucos de su padre.

Respiro hondo.

- Es la voluntad de los Tolstói. Gòdia, Dakota… Lo siento – comienzo a moverme por la planicie, tratando de pasar inadvertido para las dos chicas.

Juraría que antes de haberme reencontrado con Seles una lágrima se habría deslizado por mi mejilla al tratar de cometer semejante acto.

Sigilo 25 + 27 = 52

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'Dado de 100' : 27

La treta de Alexei no surte efecto. Godia se gira bruscamente, Dakota y Daguerreo, extrañados por su reacción, también se giran, descubriendo a Alexei en posición de combate.
Una batalla épica está a punto de comenzar.

[COMBATE: https://rolporforo.activoforo.com/la-hermandad-del-silencio-f3/combate-godia-ozonas-dakota-cromwald-y-alexei-tolstoi-t461.htm]

Mientras tanto, en las calles de Ascani, Jiang y Miquel se percatan de que Alexei ha desaparecido. Estaban a punto de llegar a la accidentada posada, cuando se dieron cuenta. Ninguno de ellos podría asegurar que Alexei desapareció hace media hora o hace un minuto, habia sido algo bastante inesperado, y no recordaban ni siquiera la última vez que cruzaron una palabra con el violinista.


RE: Miquel y Jiang.

-Ya casi hemos llegado... Dijo Miquel. La verdad es que, dentro suyo, algo parecido a una batalla estaba ocurriendo. Por un lado, el sentimiento de perder su armadura, su unico recuerdo de su familia, su unico tesoro... Pero, por el otro, el remordimiento de haber pecado le carcomia por dentro...

Paso a paso, recordando viejas calles mientras caminaba, iba pensando. Recordando. Mirando las casas, recordo el incidente del burdel. Recordo su reaccion al no haber encontrado a su familia cuando llego a su casa. Recordo las noches que paso mendigando...

Ya faltaban dos calles para llegar a la taberna, asi que Miquel decidio parar un momento, para planear mas o menos que hacer. Pero, cuando se giro, Alexei habia desaparecido. Su cara mostraba preocupacion. -No lo habremos dejado atras... no? Se habra perdido? Es normal perderse entre el gentio que se forma aqui... Creo que seria buena idea caminar de nuevo hacia atras. Buscar a Alexei. Decia, poco a poco, mientras que miraba de lado a lado la ancha calle principal, por la cual caminaban. Inspeccionaba a la gente, una a una...

-Que opinas, Jiang?

- ¿Pero qué....? - no pude terminar la frase de pura incredulidad. Es cierto, Alexei no estaba ahi. Maldita sea... primero volvemos a la posada en contra de lo que yo quería, y ahora esto...

Apenas pensaba a largo plazo, solo podía centrarme en el ahora, como mucho en un futuro de un día o dos. Mi pequeña paz que parecía ser mi oasis se estaba resquebrajando por momentos. Primero perdimos a Gódia y a Dakota... la pequeña Dakota, pensé mientras ahogaba una lágrima.

No podíamos dejar atrás a Alexei, era un niño.

- Es cierto que todos nos hemos despertado hoy con un hueco en nuestros corazones, pero Alexei parecía profundamente afectado. Miquel, a lo mejor se ha quedado absorto en sus pensamientos y se ha perdido entre la multitud.- Lo agarré por los hombros mirándolo fijamente.- No podemos dejar a nadie más atrás

Comenzamos a desandar nuestros pasos, sin saber cuánto tiempo llevaría Alexei separado de nosotros, pero no perdimos la esperanza.


[En cuanto llevemos andando un rato, pregunto a la gente si han visto a un niño con la descripción de Alexei con un violín a la espalda, y espero a ver qué me dicen]

No es muy frecuente ver a un niño con la mirada de Alexei cargando un violín, no debería de ser complicado de recordar. Sin embargo, la gente de Ascani camina absorta, pensando en sus obligaciones, sin prestarte atención a quienes le rodean.

Mientras caminais, preguntais a gente aleatoriamente. Describís a Alexei lo mejor que podeis, dando todo lujo de detalles. E insistís a los cuestionados, para que hagan un poco de memoria.
Aunque interrogais a mucha gente, solamente tres han visto a Alexei: Primero una anciana, que al parecer iba de compras al mercado, después un intelectual que cargaba un pesado maletín, y por último, un hombre cuarentón de larga barba. Les sonaba la descripción, pero era necesario hacer un esfuerzo para recordar hacia qué dirección lo habian visto ir.

Tirada de Memorizar de las distintas personas a las que habeis preguntado:

Anciana -30

Intelectual 25+

Barbudo 10+

El miembro 'Taku' ha efectuado la acción siguiente: Tirada de dados

'Dado de 100' : 29, 80, 74