[Campaña 4] (Jiang, Miquelangello Brunetti y Alexei Tolstói)

Recapitulando: Jiang y Miquel están encerrados en una de las celdas de la fortaleza de La Hermandad del Silencio. Jiang, desesperada, intentó detectar a su amado Ren con sus poderes, pero no lo consiguió. Sin embargo, logró detectar a alguien aproximandose hasta ellos dos.

Para su sorpresa, asombro, impresión, y miles de sinónimos similares, descubrieron la figura de Alexei. Su viejo amigo y compañero Alexei Tolstói. Estaba allí, frente a ellos ¿qué hacía en la fortaleza? ¿por qué vestía aquellos ropajes?
Aquel inhóspito encuentro, devolvió automáticamente la cordura a Alexei, quien había permanecido durante varios minutos como un auténtico golem sin voluntad.

Recuperas la mitad de tus Puntos de Cansancio, y estableces en 5 tu Voluntad.

Hubo un silencio incómodo. Absolutamente nadie se habría imaginado un encuentro semejante, y mucho menos en una circunstancia tan incómoda. La relación carcelero-preso hacía a Alexei evitar la mirada y rezar para que aquellas personas solo fuesen "gente que se parece a Jiang y Miquel". Él habría dado todo el oro del mundo para evitar aquella situación, pues ahora le tocaba dar explicaciones y no sería nada fácil. La situación no podía ser más subrealista.

RE: Todos.

Sentí mucha tristeza de no haber localizado a Ren... aún tenía la esperanza, pero poco a poco la perdía. Sin embargo pude detectar a varios guardias de la Hermandad, quizá tampoco lo tendríamos tan mal para salir de ahí... pero se nos acercaba alguien.

Cuando estuvo delante de la celda, el corazón se me paró. Tenía frente a mi a una persona algo cambiada, pero estaba segura de que era Alexei.

Entrecerré los ojos, y cerré los puños.

- Tú, bastardo, ¿qué haces aquí?

Entonces caí en la esfera que llevaba entre las manos, una esfera reluciente de luz. Seguro que era algún tipo de magia enemiga. Era de la Hermandad. Todo encaja

- Dejaré que te expliques, pero te diré que no tendré piedad si salgo de esta celda. Gódia está muerta gracias a tus amigos de la Hermandad, aunque era lo que querías. Y se han llevado a Dakota… ¿Por qué lo hiciste? ¿Por qué nos traicionaste?

Un sudor frío recorría mi frente, pero no tenía miedo. Me lo habían arrebatado todo. Lo único que me quedaba estaba sentado en la misma celda que yo, y lucharíamos contra todo aquel que se nos pusiera en medio. Incluido viejos amigos.

Estaba sentado, tan tranquilo, en nuestra celda, viendo como nada se movia, y ningun ruido se oia, cuando alguien se acerco a nuestra celda. "¿Seran nuestros opresores?" Pense. Pero era alguien peor. Alguien a quien menos me imaginaria que aparezca por aqui...


Jiang enseguida se levanto a gritarle y reclamarle. "Aarrgghh... Ella y su mal genio..." Se me cruzo por la cabeza, haciendome reir por dentro. Aunque tal vez me rei tambien por fuera, pues Jiang se giro a mirarme con mala cara... "Ups..."

Me levante de donde estaba sentado, y me acerque a las rejas, lo justo para encararme con Alexei. -Nos debes una explicacion, muchacho... -Susurre. No hablaba mas fuerte porque mas que nada hacia tiempo que no decia ni una palabra, asi que no tenia voz para ponerme a gritar...

-Por tu culpa, muchacho, han muerto dos personas... Y una de ellas a nuestras manos... Todo por lo que hiciste... Todo por intentar llevarte a Dakota... ¿Que motivos tenias? ¿Que razones te hicieron darnos la espalda? ¡Jugaste con los sentimientos de todos! ¡Con los de Dakota, con los de Godia! Con los de nosotros... -Cada palabra iba con mas fuerza que la anterior. Cada letra iba con un cuño de fuego. Cada frase un martillazo.

-¡Nos diste la espalda! ¡Nos hiciste creer que te habias perdido! ¡Estuvimos bucandote, y buscandote, hasta que la niña Dakota y la señora Godia nos lo contaron todo! -Estaba irritado. Muy irritado.

-Te lo repito una vez mas... ¿Que motivos tenias para hacer todo este daño?

Cuando vi a las personas que había en esas celdas me quedé estupefacto. No, ellos no deberían estar aquí. Me quedé de pie junto a ellos, sin decir nada, rehuyendo de sus miradas. Daría lo que fuera por no haber tenido que enfrentarme a una situación como esta. Ellos no merecen esto.

Jiang se mostró enfadado, Miquel también. Durante mi ausencia habían sufrido, podía verlo en sus rostros. Y por sus palabras parecía que se habían reencontrado con aquellos tres. Tardé un poco en reparar en lo que realmente me estaban diciendo.

- ¿Gòdia muerta? – pregunté, sorprendido. Quizá no era precisamente la mejor forma de iniciar una conversación.

No sabía cómo reaccionar. Yo odiaba a esa mujer, desde aquel lluvioso día en que aplastó mi Stradivarius y me dejó a las puertas de la muerte. Entonces me enfadé, y las palabras salieron de mi boca envenenadas.

- No sabéis nada. No sabéis absolutamente nada. ¿Jugar con los sentimientos de todos? Os creéis el centro de todo esto, pero no lo sois. Yo de vosotros no me andaría con amenazas, no estáis precisamente en una posición favorable. Necios, más que necios. Deberíais haber huido de Bellafonte el día que os separasteis de vuestras compañeras. Deberíais haber aprovechado la oportunidad que os brindé.

¿Por qué me excusaba? Era yo el que había sufrido todo este tiempo.

- Me alegro de que esa Gòdia muriese. La odiaba con toda mi alma. Igual que a la niña bruja y al espíritu demoníaco que la acompañaban. No podéis imaginar el dolor que sufrí aquella lluviosa mañana cuando me hirió con acero y deshonra. Cuando destrozó mi violín y se regocijó de mi debilidad supe que era una maligna encarnación. Sólo mi hermana se mantuvo a mi lado, sólo ella me salvó.

Callé, y entonces un silencio tenso llenó el lugar. Un silencio como el que el orbe proyectaría en este mundo cuando despertase. No lo podía permitir.

- No os debo ninguna explicación. No os debo nada. Ya hice bastante intentando no implicaros en todo esto. La Hermandad del Silencio es algo que os viene grande.

Cerré los ojos. Es algo que nos viene grande a todos…

- Yo lucho por mis seres queridos.

Me dispuse a marcharme de aquel lugar. No iba a liberar a dos personas que querían deshacerse de mí. No les podía revelar el plan de Seles. Y el tiempo corría en mi contra, ¿qué otra cosa podía hacer además de huir inmediatamente de aquel lugar?

Cuando todo esto acabase la Hermandad se disolvería, y Seles y yo podríamos volver con Madre…

Sus palabras alimentaban mi ira. Pero él no parecía odiarnos, más bien era otro sentimiento el que tenía hacia nosotros. No nos hablaba con ganas de matarnos, sino más bien con un poco de nostalgia. Aún así, estaba diciendo puras mentiras. ¿Qué intentaba hacer con eso? ¿Íbamos a creer que Dakota era mala? Si fuera mala, no estaría inconsciente y lejos de nosotros, y no habría dejado que Godia ni Daguerreo murieran. No...

Comenzó a alejarse despacio. Grité entre los barrotes, aún podía escucharme perfectamente.

- ¿Dakota una mala persona? Es una niña a la que le arrebataron a su mejor amigo y a su señora. En menos que pudiera pestañear estaba sola en este mundo. ¿Ella es mala? No lo creo. Es más, aquí el que ha cambiado eres tú. No pareces el mismo, y que estés en este lugar y no precisamente dentro de una celda no hace sino darme la razón. ¡NO TE VAYAS!

Fue un instante, una ráfaga, un suspiro. Se me pasó por la mente que él era el único que podía sacarnos de alli sin que tuviera que ser con los pies por delante. Fue un aliado en el pasado, ¿Por qué no ahora?

-No...te ...vayas.... -Mis palabras sonaban ahogadas entre lágrimas. Si tenía algo de amor en su corazón, si de verdad le importamos algo, daría la vuelta y nos sacaría de aquí.

-Por favor, sácanos de aquí. Sólo queremos irnos de este lugar, como dices, no pertenecemos aquí.

Pude ver como se detenían sus pies ligeramente. Saqué la mano por las rejas, alargándola hacia él.

- Hemos pasado muchas cosas juntos. Alexei, eras nuestro amigo. Dime ¿Lo sigues siendo?


Tirada de Persuasión: -30 +

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'Dado de 100' : 28

Jiang trató de retenerme. Agaché la cabeza, y no me moví ni un ápice.

- Es curioso que me llames por ese nombre – me giré y lo miré fijamente con mis azules ojos. Ahora eran mucho más claros que antes, fruto del cambio que Seol hizo en mí. Yo ya no soy Alexei… -. Alexei murió cuando el acero de aquella caballera atravesó su cuerpo. Yo no soy él, ese nombre ya no significa nada para mí.

Los recuerdos del pasado me arrancaron un suspiro. Antes llevaba con mucho orgullo el apellido de los Tolstói.

- He de admitir que durante mucho tiempo estuve solo. Vuestra compañía, en ese entonces, palió mi dolor. Pero ya no estoy solo, nunca más lo voy a estar. Cuando la vi a ella por primera vez me asustó, pero luego quise gustarle, quise que volviéramos a estar juntos. Por eso hice lo que hice. Por eso quería llevarle a Dakota. Al principio creía que era una niña normal. Pero tú no oíste sus palabras, Jiang. Tú no las oíste.

Con dolor rememoro aquellas palabras que tanto me dolieron. Las palabras que hirieron mortalmente a Alexei.

Aquella lluviosa mañana... escribió:

De pronto, comenzó a llover. La tierra sobre la que me recostaba se convirtió en barro. Y los azotes y burlas no cesaron:

- Maldigo a tu familia, a la puta de tu madre y al retrasado de tu padre ¡todos enfermos! ¡enfermos por engendrar a una basura como tú!

Decía, aquel que hacía llamarse Dakerreo.
Estaba empapado, lleno de barro y sangre. Mis huesos estaban rotos, y mi cuerpo lleno de moratones. Empecé a llorar, aquellos insultos me superaban.

- ¡Ahora se pone a llorar! ¡maldito llorica, muestra un poco de dignidad! ¡Cobarde! ¡Es como golpear a un perro o a un leproso!

- Un perro habría opuesto más resistencia.

Se burló Gòdia, para luego echarse a reír. Su compañero la acompañó con una fuerte carcajada.

- Antes te mostraste enfadado. Decías que no tendrías piedad cuando salieras de esa celda. ¿Qué te ha hecho cambiar de idea, Jiang? Estoy seguro de que me seguís odiando por lo que creéis que hice.

No sabía por qué alargaba la conversa. Tenía una importante misión que cumplir. Quizá los había echado de menos. Por un lado quería sacarlos de aquí, pero no podía exponerlos ante el maestro. Dejarlos sueltos por la fortaleza sería un problema, y los miembros alertarían al maestro. Pero tampoco puedo llevarlos conmigo.

- Es una situación muy difícil, Jiang. No puedo liberaros porque sí, esto no funciona así. Liberaros supondría un peligro, para la Hermandad y para vosotros mismos.

Odiaba encontrarme en una situación como ésta.

Oia la batalla de palabras entre Jiang y Alexei. O bueno, lo que quedaba de el... Las palabras iban y venian, todas cargadas de ira, todas dañinas como un veneno... -¡¡BASTAA!! -Grite. No podia aguantarlo. Era como si se estuvieran peleando puño contra puño...

-Nosotros no sabemos que exactamente paso aquel dia en la pradera... Y tampoco es culpa nuestra. Tampoco sabemos por lo que has pasado... Pero, te voy a decir una cosa. Tu tampoco sabes por lo que NOSOTROS hemos pasado...

Un monton de voces se arremonilaron en mi cabeza cuando dije aquella ultima frase.

Recuerdos:

-Si, jugaste con nuestros sentimientos. Con nuestras emociones. Te acogimos entre nosotros, engañados por tu violin, por tus melodias... Aaah, tus preciadas melodias... Pero todo era una trampa. Lo unico que querias era llevartela. Traicionarnos. A todos. ¿Proteger a tus seres queridos? En cualquier otro momento te habria dado la razon, pero... No estoy en momentos de creer en seres queridos...

Nunca me habia oido tan frio, tan insensible. Pero hablaba sin quererlo. ¿Por que? Era mi corazon el que hablaba, no mi cerebro. No pensaba nada, solo decia lo que estaba correcto.

-Al menos por mi parte, te voy a decir que no te voy a poner un pelo encima... No busco guerra, simplemente un "perdon"... Dices que te odiamos. No se Jiang... Pero yo no te odio. Por mucho que me ataques. no te voy a odiar. Tu no me conoces... -Esa frase de mi sueño se repitio, en otro contexto, en otro tema, pero se repitio en la realidad... ¿Cuanto de real tendria ese sueño? -El odio solo lleva a la autodestruccion...

Ese Alexei no se inmutaba ante nada. Parecía que nuestras presencias, nuestro futuro, no le importaban en absoluto.

Las palabras de Miquel, que siempre me hacían reflexionar y aprender, no surtieron efecto en mis iracundos pensamientos. Si él no nos sacaba de ahí, lo haría yo misma.

Cerré los ojos para concentrar mi fuerza. Me eché un poco para atrás, y con todo mi cuerpo de inercia le pegué una patada a los hierros que hacían de puerta.

HA: 105+30(gasto 2 puntos de cansancio)+96+96+46= 373


[Offrol: no sé si se tiraría ataque, si es Proezas de Fuerza u otra cosa, decidmelo].

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Abierta de nuevo

Glups...

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'Dado de 100' : 46

Bueno, técnicamente la puerta estaba fortalezida por un conjuro, pero visto el pedazo de tirada... ni se ha notado. También he considerado que eres nephilim dukzarist, y que al usar calzado no has entrado en contacto con el metal de la reja.

Jiang, presa de la cólera, asestó una brutal patada a la puerta. Como si los barrotes de hierro fuesen bambú, saltaron por los aires, repartidos en varios pedazos que volaron y chocaron por los muros de la prisión. Ya eran libres.

Jiang le dio entonces una patada a los barrotes que nos separaban. Haciendo gala de una increíble fuerza y habilidad hizo saltar los barrotes con una sorprendente facilidad. Nunca habría imaginado que Jiang pudiese ser tan poderoso.

Pensé rápidamente, no tenía tiempo que perder. Con el orbe en mis manos no podía luchar contra ellos. No quería luchar contra Miquel y Jiang. Así que decidí hacer lo más inteligente que podía hacer en ese momento. Con el tiempo corriendo en mi contra, un poderoso artefacto entre mis manos, y la amenaza de Jiang no podía hacer más que salir corriendo.

- No voy a luchar contra vosotros – dije rápidamente, para luego salir corriendo, volviendo sobre mis pasos. Debía volver al lugar en el que había comenzado, y luego ir en la dirección que no había tomado.

Sólo necesitaba una ventana lo suficientemente grande, o un balcón. Lo que fuera para poder desplegar mis alas y salir volando de la fortaleza.

Atletismo 25+ 93+ 54 = 172

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'Dado de 100' : 93

Abierta de correcaminos

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'Dado de 100' : 54

- ¡EH TU! ¡No corras!

Vi alejarse a Alexei. Maldita sea . Él era el único que podía sacarnos de ahí, solo habría que seguirle. Lo primero de todo era salir de ahi como fuese, después ajustaríamos cuentas.

Me giro hacia Miquel, le cojo de la mano y le incito a que se apresure.

- Tenemos que salir de aquí.


Atletismo: -30+

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'Dado de 100' : 27

Mientras Jiang derribaba la puerta metalica, Alexei salio corriendo intentando huir de nosotros. Jiang me cogio la mano, diciendome que me diera prisa, que era la unica manera de salir... Aparte todos mis pensamientos, solo para correr, intentando llegar hasta Alexei COMO FUERA.

Atletismo: -30+30 (dos puntos de Cansancio)+82 = 82

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'Dado de 100' : 82