Yo es que no estoy de acuerdo en que los mercados sean malvados per se (un mercado, sin un marco jurídico, no tiene sentido), estoy de acuerdo en que el capullo de Friedman y su mercantilismo ha dado libertad total a los mercados, y claro, eso sí que es de locos, es como pedir a un niño gordo que te gobierne, sólo quiere más insaciablemente. El niño gordo sólo tiene sentido si tiene un papá que, por lo menos, le marque unos límites aceptables para que nadie sea demasiado pobre ni demasiado rico ni demasiado bruscamente. Pero no es que no exista, es que sea controlado.
Por eso me gusta la conclusión: creo que la situación es más debida a la estupidez que a las teorías conspiranoicas de un lobby perfecto que controla cada uno de nuestros pasos (que existirá, pero con un alto grado de estupidez intrínseca)
Pero como dicen algunos economistas: si los mercados funcionaran como debieran, a todos nos pagarían según nuestro esfuerzo y la corrupción dejaría de ser rentable. Un mundo utópico. Pero el dinero es una herramienta, no es malo "per se" pese a que se lo odie tanto. Está muy mal controlado y distribuido, eso sí.