[Prologo]Cacería(Leon)

Manhattan

Bajaste hasta la "granja" de tu edificio particular, pues era hora de alimentarse. Decenas de personas envueltas completamente en vendas y con tubos que les extraían la sangre periódicamente cubrían toda la sala. Griever traía dos copas para beber, pues también a el le tocaba alimentarse, y las llenó.

Maestro-te dijo mientras te tendía la copa.

Cuando vaciasteis las copas, Griever les limpió los restos de sangre y las guardó con sumo cuidado. Subisteis de nuevo por las escaleras, y el vampiro fiel comprobó que el sol estaba a punto de ponerse. Te envió una mirada y enseguida asintió. La caza iba a empezar de un momento a otro.

No pasaron mas de diez minutos cuando ya era de noche. Griever abrió las puertas, para salir del edificio tras de ti.

Tirada de Buscar o Rastrear

León

Gracias Griever. - Siempre había sido elegante, en sus formas en su afán y cruel con quien se le ordenara.

No pude tener mejor regalo por parte de mi Maestro.

Griever, espero que podamos pasar mil momentos juntos más, que logremos recordar para la posteridad.

Cuando terminé mi copa el, seguía con su ritual, a sabiendas de que no me gusta que nada este sucio en todo el bloque.

Bajamos al amparo de la oscuridad, sabiendo que hoy tocaba más de lo mismo, el abrió las puertas, como siempre, no me permitía hacer el menos esfuerzo que afectara a la elegancia.

Vamos Griever...mismas normas. Cualquiera de esos seres será destruido. - Sentencié, saliendo por la puerta, deseando encontrar la paz.

Las calles en ruinas de la isla demostraban la caída en desgracia de la sociedad humana. Buscasteis por ellas, y pese a que no encontraste ni rastro, si lo hizo Griever. Te indicó el camino, y te llevó hasta donde llegaba el rastro.

Encontrasteis un grupo de 5 zombis, uno de los cuales estaba mordiendo el cuello de un humano. Ya era tarde para este. Si conseguía sobrevivir, en poco tiempo se convertiría en otro muerto viviente.

Entonces, sin esperar orden alguna, Griever pasó al ataque. Destrozó carne, hueso y materia gris de un zombi con un solo golpe, para enseguida repetir el proceso con otro. Había dejado atrás un tercero que se le acercaba por la espalda pero, de repente, su cabeza estalló. Pese a la cantidad de sangre coagulada que se había derramado, la única que manchaba a Griever estaba en las garras, la cual sacudió.

León

Griever siempre tenía un talento especial para la caza, ya fuera de humanos, o de otros seres.

Se nota que el Maestro, pasó gran tiempo intentando enseñarle el noble arte del combate.

Cuando llegamos el panorama era desolador, tenía ganas de derramar lágrimas, pero no son horas, ni hay tiempo, siempre quedará la intimidad.

Griever notó mi profundo odio, y tristeza para con los humanos actualmente, no dudó en eliminar a 2 de ellos a la velocidad del rayo.

Griever.

Elimina al que sigue alimentándose, yo acabaré con el restante. - Me acerqué al ser que estaba en pie, me mantuve a una distancia prudencial, y sin dudarlo...

Procedo a usar : Control Mental.

Arrodillate - Dije mirando al ser sangrante y putrefacto a los ojos.

Griever asintió y miró al zombi que quedaba. Solo hizo un ligero movimiento con la mano, y la cabeza de este también estalló. Miró al humano mordido. No solo sangraba por la nuca, sino también por la boca. El corazón aun le latía por lo que seguía vivo, aunque no tardaría en dejar de estarlo, y si no se hacía nada, sería otra amenaza mas para el ganado, así que acabo con su sufrimiento y su vida con un certero e indoloro golpe.

Entretanto, el otro zombi cayó bajo tu control, y se arrodilló, sin hacer nada mas, a la espera.

León

Gracias Griever...el...te lo habría agradecido. - No miré a los ojos de Griever en ese momento...estaba centrado en la criatura. - Griever...todo son piezas, de un rompecabezas elegante, como tu traje y el mio.

Solo hay que unirlo, no espero encontrar al paciente 0 en esta ciudad, pero nunca hay que dejar de intentarlo, hasta que la ciudad vuelva a ser segura...no sabemos en cuanto tiempo.

Veamos cuan amargo fue tu destino... - Dije mirando a los ojos de la criatura.

Uso : Analisis Mental ; Quiero irme al momento en el que fue mordido o infectado de alguna forma.

...

...

...

Absolutamente nada. Su mente estaba desprovista de todo dato. Simplemente pensaba en comer cualquier cosa que se moviera. Seguramente su cerebro estaba dañado.

Griever permaneció a la espera de una orden. Si querías matarlo tu mismo, no te iba a privar de ello.

León

Lo mismo de siempre, nada. - Pensaba en voz alta, sin duda Griever lo estaría escuchando...

No puedo ver nada, encárgate de el. - Esto si lo dije claro, las dudas no pueden entrar en este momento, ni en ningún otro, a no ser que tengas una eternidad por delante.

Cuando Griever eliminó al enemigo, ya tendido de rodillas, sin dificultad excesiva a la hora de ejecutarle, quise hacer esto más fácil.

Es complicado encontrar algo relacionado con esto.. - Sentencié - Veamos.

Me tomo un minuto para concentrarme...

Uso : Escaneo De Zona

Detectas un grupo de diez zombis que persiguen a cinco personas, y de repente uno de los zombis perece.

También detectas algo en el hospital. En su entrada hay tres zombis, un hombre y una mente extraña que no consigues entender. Y en su interior, detectas a un vampiro.

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Tras la sorpresa de encontrarte a un humano, volviste al mundo real. Griever permanecía quieto, esperando las ordenes.

¿Hacia dónde nos dirigimos, Maestro?

Leon

Hay muchas criaturas persiguiendo a unos humanos, y 2 humanos más en el hospital, uno de ellos...creí que era un inmortal. - Fui sincero y me puse al lado de Griever en la ventana. - Ha entrado en nuestro reino...sin pertenecer a nuestra raza y de forma consciente, creo que merece nuestra atención. Además...quiere comentarme unos resultados de una investigación realizada por el. Quizás sea un científico o alguien que tiene algo que ver con la epidemia.


Vamos al hospital, hay tres de esos seres y el humano al que buscamos, hay uno más, quizás lleguemos a tiempo de salvar la vida a ambos. Vamos Griever.- Sentencié la orden encaminándome hacia el hospital, mirando al cielo, observando la noche cerrada, era preciosa.

Maestro...extraño cruzar el cielo con usted...Maestro...extraño cruzar el cielo con usted... - Pensé en mi cabeza...

Griever asintió, tras lo cual os dirigísteis al hospital Monte Sinaí. Pero cuando llegasteis, los zombis ya estaban "muertos". Uno de ellos tenía una estaca de madera clavada en el cráneo, y a los otros los habían disparado. Las puertas del hospital estaban abiertas, y había un extraño rastro de hojas que llevaba a su interior.

Pasas a ¿Coincidencias?

Tras una poca fructifera conversación con aquel indivíduo y su nuevo compañero, os fuisteis de allí. La cacería prosiguió varias horas mas, hasta que llegasteis a algún lugar al que no habíais ido antes. Algunas casas tenían símbolos encima de las puertas de entrada(algunas de las cuales estaban abiertas) dibujados con sangre. Y los reconociste. Al parecer, no erais los únicos en Manhattan...

Notaste que Griever estaba inquieto, tal vez porque reconociera alguno de los símbolos, aunque no parecía estar dispuesto a decirtelo voluntariamente.

-Vaya, vaya... A vosotros no os había visto nunca-dijo una voz femenina-. Decidme, ¿que hacéis aqui?

Leon

Dibujos con sangre.

Quizás algún grupo clandestino, pobres almas que no han tenido oportunidad de ser tratados en compañía de un maestro que les guíe. - Dije mirando los símbolos.

Vaya, vaya... A vosotros no os había visto nunca. Decidme, ¿que hacéis aqui?

Miré hacia donde provenía la voz...

Con los ojos que nos caracterizan sin duda alguna...no estaba dispuesto a tolerar eso.

Eres indigna de hacer preguntas. Desvélate. - Dije en tono serio.

Una forma encapuchada apareció delante de ti. Era marcadamente femenina, y vestía una túnica negra con detalles en rojo. Pudiste notar la inquietud de Griever.

-Osadas palabras para alguien de tan bajo rango-dijo-. Creo que tendré que enseñarte modales...

Griever corrió para ponerse delante de ti, y pudiste oír claramente como se le rompían las costillas mientras retrocedía arrastrando gravilla. Un hilillo de sangre salió de su boca, pero se lo limpió con el dorso de la manga.

-Tienes suerte de tener tu perrito faldero para recibir tus castigos. Y ahora, responde mi pregunta.