Vanessa Wundmal~FICHA TÉCNICA~ - Ficha Técnica:
Nombre: Vanessa Wundmal
Categoría: Maestro de Armas
Nivel: 2
Experiencia: 100
Raza: Nephilim Jayán
Edad: 29 años
Pelo: Azul Oscuro
Ojos: Azules
Altura: 2'10 m
Peso: 120 kg
Sexo: Mujer
Apariencia: 7
Tamaño: 22 (21 por ser mujer)
Color de Diálogo: Azul Oscuro--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Datos Básicos--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Atributo
| Base
| Bono
|
AGI
| 7
| +5
|
CON
| 12
| +20
|
DES
| 6
| +5
|
FUE
| 8
| +10
|
INT
| 5
| 0
|
PER
| 4
| -5
|
POD
| 4
| -5
|
VOL
| 5
| 0
|
Resistencias
| Base
| Car
| Bono
| Esp.
| Final
|
Presencia Base
| 35
|
|
|
|
|
Física
| 35
| CON
| 20
| 10
| 65
|
Enfermedades
| 35
| CON
| 20
| 0
| 55
|
Venenos
| 35
| CON
| 20
| 0
| 55
|
Mágicas
| 35
| POD
| -5
| -10
| 20
|
Psíquicas
| 35
| VOL
| 0
| 0
| 35
|
Turno | Total |
Desarmado | 55 |
Con Maza Grande | -75 |
Puntos de Vida | |
Base | 160 |
Categoría | 80 |
Múltiplos | 420 (gastados 350 PDs) |
P.V. Finales | 660 |
Ventajas |
Difícil de Matar [2] Curtido [2] Sumar un punto a una característica (CON) [1] Sangre Eterna [1] Maestro Marcial [1] Ver lo Sobrenatural [1] Armadura Mística [1]
|
Desventajas |
Aprendizaje Lento [2] Destino Aciago [3] Arma Exclusiva (Maza Pesada)[1] |
--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Habilidades de Combate--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
ATAQUE | | PARADA | |
Base | 85 | Base | 0 |
Destreza | 5 | Destreza | 5 |
Categoría | 10 | Categoría | 10 |
FINAL | 100 | FINAL | 15 |
ARMA: Maza Pesada de Combate (Grande)Ataque | Defensa | Daño Base | B. FUE | Daño Final | Especial | Velocidad | Entereza | Rotura | Presencia | Crítico 1 | Crítico 2 | Calidad |
100 | 15 | 90 | +20 | 120 | Mandoble/A una o dos manos | -75 | 19 | 11 | 15 | CON | | +0 |
--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Capacidades Físicas--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Llevar Armadura | (1) |
Base | 60 |
B.Fue | 10 |
Esp | 20 |
Final | 90 |
Movimiento | |
Base | 7 |
Pen | 3 |
Final | 4 |
M/Turno | 15m |
Tipo de Armadura | FIL | CON | PEN | CAL | ELE | FRI | ENE | Localización |
Escamas | 4 | 4 | 4 | 3 | 0 | 3 | 1 | Completa |
Completo Cerrado | 5 | 5 | 5 | 4 | 0 | 4 | 2 | Yelmo (Cabeza) |
Armadura Mística | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 4 | Completa |
FINAL | 4 | 4 | 4 | 3 | 0 | 3 | 4 | Completa |
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Habilidades del Ki--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
CM TOTAL: 60
CM USADO: 60Uso Del Ki | (40) | x |
Extrusión de Presencia Extensión del aura al arma
| (10) (10)
| x x
|
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Habilidades Secundarias--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Acrobacias: 10 + 5 = 15
Atletismo: 10 + 5 = 15
Saltar: 10 + 10 = 20
Frialdad: 40 + 0 = 40
Proezas de Fuerza: 10 + 10 (CAT) = 20
Resistencia al Dolor: 5 + 0 = 5
Advertir: 30 - 5 = 25
Ocultismo: 10 + 0 = 10
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Tablas Adquiridas--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Tabla de Área (25 PD)
- Distribución de los PD:
95 PD en Habilidades Secundarias
170 PD en Habilidad de Ataque
25 PD en la Tabla de Área
60 PD en Llevar Armadura
350 PD en Múltiplos de Vida
~TRASFONDO~
- Datos Relevantes:
Procedencia desconocida, aunque ha pasado casi toda su vida en Puerto Rue (Dwändholf)
No recuerda mucho de sus padres, salvo el apellido.
No sabe casi leer, aunque distingue las letras. Aprendió a contar únicamente para sobrevivir en su vida de mercenaria.
Desde muy pequeña creció en un ambiente de robos y estafas. Piensa que el más fuerte manda sobre el débil, por lo que es una fiera en el combate.
Su cuerpo está lleno de cicatrices. En la cara se aprecian algunas.
Lleva una armadura y un yelmo cuando lucha.
En uno de tantos bares de Rue, hace un mes.La noche ya había caído, y tras un día lluvioso todos los parroquianos se juntaron en el bar. Después de unas cuantas rondas de ron, las historias comenzaban a abrirse paso entre las mesas.
-Dicen que cuando nació, pesaba 5 kilos y que con 10 años ya podía luchar con un adulto y ganarle. A los 12 ya hacía trabajos de mercenaria.
-Exageras… – dijo un recién llegado, quitándole importancia a la historia.
-¡Que me lleve el diablo ahora mismo si miento lo más mínimo! -dijo “el Loro”, levantándose de la silla de manera amenazante, lo que provocó un ligero enrarecimiento en el ambiente.
-Tranquilo… sigue hablando.
-Grr… no tenéis ni idea. Los que la han desafiado en los bares por un buen ron, saben lo que es perder más que la dentadura. No teme a nada, y aunque tenga su vista mermada te puede alcanzar y hacerte pedazos antes de que puedas levantarte. Dicen que mata de un golpe, que aunque le pegues con todas tus fuerzas sólo la oirás reírse.
Dicen que fue la única superviviente de su guarnición de mercenarios el Enjambre. Los llamaban así porque si te encontrabas con uno de ellos, todos los demás venían detrás en menos de un segundo y te acribillaban vivo. Eran implacables, invencibles… hasta que combatieron contra Grount y sus matones. Ni todo el oro que les pagaron les bastó para comprar el equipo suficiente para ganar. Fue una sangría. Miembros arrancados, cuerpos mutilados por el suelo, cabezas degolladas… Un espectáculo macabro, del que sólo sobrevivió ella. La vieron aparecer por el horizonte ensangrentada de pies a cabeza, cargando en cada hombro a un compañero caído. ¡Lo increíble es que aún se mantenía en pie!
-Eso oí yo –dijo otro-. Desde ese momento cambió, y no ha vuelto a ser la misma. Ahora es mucho más sanguinaria y violenta.
“El Loro” asintió enérgicamente, dando veracidad a la historia.
-Cierto, cierto. Desde aquel día va en solitario, es una mercenaria a sueldo que va allí donde la contratan, ha viajado por todo Dwändholf. Con lo que gana, va mejorando su armadura. Ahora es prácticamente un muro de metal impenetrable. Su estilo de lucha es sucio, usando las trampas en su propio beneficio. Insulta a sus víctimas y las ridiculiza, antes de asestarle el golpe final. Es despiadada, provoca al enemigo hasta que se lanza a por ella para luego arrancarle la cabeza de un mazazo, pero ella nunca cae al suelo. La llaman…
-“Bastamaza”.Todos pegaron un salto del susto, menos “el Loro” que se limitó a sonreír. Los presentes se giraron rápidamente para ver a la recién llegada. Una mujer de más de dos metros de altura, agraciada de cara a pesar de las cicatrices y recia de cuerpo los miraba con ojos envenenados. Cuando oyó a varios tragar saliva, se relajó y soltó una carcajada.
-Hola Vanessa, ¿ya has cobrado tu dinero? – dijo “el Loro”, chocando su mano con la de ella, para luego apretarla en un duro pulso, que fácilmente ganó la mujer.
-Han caído como moscas, traigo otra cicatriz nueva. Esta vez tiene forma de mordisco–. Se subió la camisola dejando ver en el costado una herida penetrante, aún chorreante de sangre, en forma de media luna. Los presentes no tuvieron otra que poner una mueca de dolor-.
El cabrón coló su espada en mi armadura, y me rajó. Pero le sirvió de poco, porque le arranqué la cabeza con mi maza. ¡JAJAJAJA!Vanessa se sentó con los demás en la mesa, y ordenó una buena jarra de cerveza al camarero. No tardó en dar buena cuenta de ella y pedir otra. Además de su fama de buena y eficaz mercenaria, tenía fama de comer como un oso.
-No me gusta que hablen de mí si no estoy delante, y mejor si estoy acompañada de buena bebida. Y bien, ¿qué queréis saber?-¿Es cierto que nunca te han derrotado? – preguntó el pequeño hijo del camarero, que le encantaba escuchar las historias de los brabucones que llegaban al bar.
-Nadie jamás ha podido oír el sonido de mi rodilla en el suelo, nada que no sea el sonido del metal de mi armadura y mi yelmo. Y si dicen por ahí lo contrario, ¡es sucia mentira! –Escupió al suelo.
-Antes han dicho que fuiste la única que sobrevivió del Enjambre. ¿Qué ocurrió allí?
Todos se callaron, esperando oír una maravillosa historia llena de sangre, gloria y triunfo. Pero Vanessa Bastamaza simplemente se quedó en blanco, como una estatua, observando su jarra medio vacía. Sus ojos se quedaron fijos mirando cómo las diminutas burbujas de espuma explotaban y se desvanecían… muriendo. Se miraron todos, en un silencio muy incómodo.
-No es algo que os gustaría escuchar… No. –Su tono de voz era serio y solemne. Totalmente distinto al que había tenido segundos atrás. Vanessa era experta en cambiar de registro varias veces en una conversación, pero tanta seriedad no era típica de ella. Hasta "el Loro", quien más la conocía, la miró desconcertado, incrédulo… distante. Entonces, de repente, como si un hechizo la poseyera, Bastamaza pestañeó y miró a “el Loro".
-¿Pero por qué no les cuentas la historia de cómo perdí mi ojo? Esa sí es buena. – dijo mientras le mandaba un guiño cariñoso.
El drástico cambio de personalidad de Vanessa hizo desestabilizarse a los presentes. Como si todos estuviesen viendo un fantasma aterrador que de repente les sonríe. Sin embargo, "el Loro", con la rapidez que le caracterizaba, empezó a narrarles la historia del ojo de Vanessa, atrayendo así la atención de todos. Las caras boquiabiertas pronto pasaron a ser caras atentas y ávidas de historias, sin prestar atención a nada más que no fuera a los gestos y guiños del cuentacuentos.
Vanessa seguía ausente, pensativa, metida en una burbuja temporal sin sonido ni tiempo. Lo que había a su alrededor no era más que un páramo yermo y sin viento, como un gris día de invierno en un paisaje desierto. Sólo estaba ella, inmersa en sus recuerdos, rememorando aquel día, el día en que todos murieron. Lentamente, como si su cuerpo pesase una tonelada, se levantó de la silla, mientras el mundo avanzaba como de costumbre a su alrededor, ajeno a ella, desamparándola. Cuando se quiso dar cuenta, había salido del bar.
Paseó durante minutos, horas quizá por las calles de Rue rebosantes de chusma. La luna menguante estaba en sus últimos días, dando más oscuridad a las calles ya de por sí escasas de luz. El ojo izquierdo de Vanessa hacía milagros para no chocar con los obstáculos. Tras un incalculable tiempo paseando, llegó a un extremo de un muelle apartado. Se sentó, mirando al oscuro Océano de los niños.
Su mente revivía, golpe contra cuerpo, mazazo contra escudo, todos y cada uno de los segundos de aquella encarnizada batalla en la que hasta el último de sus compañeros perdió la vida. Era la vez que más cerca había estado del infierno, y lo sabía. Todas las noches tras aquel día soñaba que se moría, sola, ahogada en sangre. Despertaba gritando, alertando a la gente. Afortunadamente, sólo tenía que irse a otra posada al día siguiente, pero aunque cambiara de lugar la sensación de morir no le abandonaba. La muerte era su mayor miedo, aunque por otro lado sabía que sería su única salvación.
Perdió su vista en el negro océano, sin poder diferenciar si la negrura que veían sus ojos era el cielo o el mar. Quizá sólo era su vista cansada, harta de ver sin sentir… de vivir sin querer.
-Cómo os echo de menos, truhanes.Tras el parche de su ojo derecho asomó una lágrima, que resbaló hasta la barbilla, brillando a la luz de la luna menguante.