[Vanessa, Anette y Ethan] Mil formas de morir

La Maldición de Blutstein: Mil formas de morir

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Hace varias horas...

@Vanessa Aunque te negaste repetidas veces a que te trataran esas quemaduras, la tediosa insistencia de un aldeano, que según él era doctor, te hizo ceder resignadamente a sus cuidados. En el fondo, sabías que no podías dejar esas quemaduras al amparo de Dios.

El doctor te acompañó a una habitación con varias camas, para que descansases y reposaran tus heridas. En ese momento no te fijaste en detalles, ni en los ocupantes de las camas ni en los enfermeros. Llegaste, te tumbaste y te dormiste profundamente. Estuviste entre aquellas paredes mucho tiempo, no podías precisarlo con seguridad pues siempre era de noche.



Actualmente...

Al despertar, tus cinco sentidos ya eran otros. Habrías dormido como veinte horas seguidas, pero mereció la pena, te sentías como nueva. Al incorporarte en la cama pudiste apreciar que tu torso lo rodeaba un fuerte vendaje, tu maza velaba por ti al pie de la cama. Observaste lo que te rodeaba: era una habitación bastante grande, donde cabían sin estorbar hasta ocho camas. Por la decoración y la distribución, aquel lugar parecía un hospital improvisado. Había retratos y paisajes enmarcados en las paredes, por lo visto parte de la colección artística de los Heizt. Era la segunda planta del edificio.

De las ocho camas, siete estaban ocupadas; en una de ellas descansaba solemnemente un hombre de cabello oscuro y rostro cetrino. Sus manos estaban aferradas a una cruz reluciente. Y por el estado indemne de su atuendo, parecía ser el que menos daño había sufrido de los encamados. A su lado, un hombre de avanzada edad y desaliñado, con el cuerpo lleno de quemaduras y cicatrices, y una pierna menos, yacía vendado y angustiado por su dolor. En la cama contigua a la tuya, una sábana cubría a un difunto. Los tres pacientes restantes, vendados como momias, no parecían estar mucho mejor que hace una semana. Más de uno tenía pinta de estar mañana con una sábana por encima.

De repente, unos gritos desgarradores hicieron estremecerse a todos los ocupantes de aquella casa. Algunas personas, en el exterior, estaban siendo atacadas. Suplicaban la ayuda de alguien, entre desalentadores alaridos y balbuceos. Para tus oídos, aquel sonido tan dramático era pura poesía. Estabas ansiosa por pelear, ¡ya estaba bien de tanto dormir! Agarraste con fuerza tu maza, encontraste tu armadura en un arcón cerca de la cama. junto con tu ropa y algunos macutos. Te cubriste de metal, saliste de la habitación, cruzaste el pasillo, e ignorando a los enfermeros que te sugerían volver a la cama, bajaste las escaleras hasta la puerta principal. Los ruegos y gritos de dolor se reunían justo tras esa puerta.

- Los hombres de fuera dijeron que se encargarían de vigilar y que velarían por nosotros, no creo que debamos... preocuparnos. Seguro que sabrán enfrentar lo que quiera que sea eso de ahí afuera... Usted, señorita, vuelva a la cama, por favor.

Te puso en tesitura uno de los aldeanos, acobardado desde lo alto de la escalera. Sus palabras escondían un miedo casi palpable. A ti te daba igual, estabas harta de ver cobardes en aquel pueblo. Abriste la puerta con la maza en el hombro y contemplaste una escena dantesca: varios cuerpos mutilados y destripados bañaban el suelo. Sus asesinos, cinco perros horrendos, hijos del mismísimo Infierno.



@Anette Desde que llegaste a Blutstein, siempre frecuentaste la misma posada, hasta el punto de que ya tratabas al posadero y a su esposa como si fuesen familiares. La confianza que se respiraba en vuestras charlas era muy agradable, aunque desde la gran explosión, el matrimonio cambió radicalmente su faceta amable y hospitalaria. Cada vez más ariscos y distantes, no tardaron ni una semana en rogarte que te buscases otro lugar donde dormir. Sola, traicionada y sin techo, bajo una noche eterna y calles sin salida, no pudiste evitar ponerte melancólica.

Primero Aidan Emmet, aquel joven de singular personalidad a quien le salvaste la vida, y que desapareció sin motivo de su habitación, como tragado por la mismísima oscuridad. Y después Reméen y Clarise, los posaderos, quienes habían sido como una familia para ti.

Caminaste varias horas en silencio y en una casi absoluta oscuridad. Si la niebla no bloquease la luz del sol, quizá podrías decir que estuviste toda la noche caminando. Durante toda esa supuesta noche, sentías que te vigilaban. Aquel pueblo fantasma parecía tener mil ojos detrás de casa sombra. El silencio se quebró con un grito de auxilio. El origen estaba más cerca de ti de lo que tus oídos sugirieron. A pocas casas de allí, varias personas estaban siendo atacadas por bestias cánidas. Los hombres, armados con herramientas de arado, buscaban la heroicidad en cada azada que propinaban a aquellos monstruos. Había cuatro hombres y cinco bestias, pero cuando llegaste hasta ellos, para socorrerles, la semántica había cambiado; Ahora eran cinco bestias devorando a cinco hombres. Sin ni siquiera buscarlo, te viste enrolada en un combate contra cinco perros demoníacos.

- ¡Me cago en todo lo cagable! ¡Malditos chuchos, preparaos para morir!

Una mujer musculosa, joven, incluso más alta que tu, con una desgastada armadura de cuerpo entero, un parche en el ojo y una maza de hierro del tamaño de una sandía, salió del edificio sitiado, al encuentro de las bestias. Ardía en ganas de combatir. No tenía nada que ver con los aldeanos de antes, que luchaban por sobrevivir. Esta mujer iba a luchar para divertirse. Fuese quien fuese, no había tiempo para presentaciones, las bestias se encorvaron, listas para el ataque. Dos de ellas se giraron hacia ti, y las tres restantes hacia la otra luchadora. La cena estaba lista, ¿pero quiénes serían los comensales y quienes el menú?


Anette y Vanessa se enfrentan a cinco Gwyllgi. Ambas estáis en perfectas condiciones, con el máximo de salud y todo vuestros puntos de cansancio. La zona del enfrentamiento es una calle ancha, con hileras de edificios a los lados. Las farolas iluminan perfectamente esa calle por lo que, mientras no salgáis de ese área, no sufriréis ningún penalizador por Ceguera. Se entiende que ambas habéis desenfundado vuestras armas antes de llegar a los perros, por lo que tampoco sufrís el penalizador por Desenfundar.

Tirad Turno. Las Tiradas se hacen en el post indicado. Tirada de Turno de los cinco Gwyllgi.

PD: Al ser un encuentro entre dos jugadores, podéis describiros físicamente con todo lujo de detalles, si queréis.

Secuencia del asalto:

3er Gwyllgi: 260
1er Gwyllgi: 243
4º Gwyllgi: 175
2º Gwyllgi: 172
5º Gwyllgi: 165
Anette: 36
Vanessa: -45

Vanessa es cogida por Sorpresa por los tres Gwyllgi que tiene enfrente.

Una de las bestias que encaraba a Vanessa alzó su hocico hacia el cielo, emitiendo un desgarrador aullido que helaba la sangre. Recordaba al sonido de un cuerno instantes antes de una feroz batalla.

Ambos jugadores debéis superar una Tirada contra una RM de 80.

Vanessa está sometida al estado de Miedo. A partir de ahora, toda acción que realice que no sea huir del Gwyllgi en cuestión, le otorgará un penalizador de -60 a toda acción. Dicho esto, el siguiente Gwyllgi se dispone a atacar a Vanessa con un mordisco.

Entre los dientes de uno de los perros infernales, una mezcla de baba y sangre escapaba por la comisura de sus inexistentes labios. Estaba impaciente por morder la carne de la joven guerrera. Se encorvó para atacar, aprovechando el miedo que su compañero canino le inspiraba, y se abalanzó violentamente contra esta.

Vanessa, te toca defender. Me dijiste que SIEMPRE ibas a usar la Maniobra de Ataque Total, así que consideraré que mantienes esa maniobra en todo momento. Para cambiar de modus operandi, tienes que decirlo antes de lanzar los dados al inicio de un asalto.

El Gwyllgi cae sobre Vanessa, clava sus fauces en su hombro derecho y consigue perforar las escamas de la armadura. La bestia aprieta la mandíbula y comienza a forcejear, zarandeando la cabeza bruscamente, intentando arrancar un pedazo de carne. La sangre de la joven comienza a desfilar en hileras por su brazo.

@Vanessa Pierdes 25 Puntos de Vida

El otro Gwyllgi prepara su ataque contra Anette. @Anette Defiéndete.

Uno de los Gwyllgi que encaraba a Anette, se lanzó contra su pierna, propinándole un fuerte mordisco. Los dientes de la bestia se empaparon de sangre.

@Anette Pierdes 15 Puntos de Vida y pierdes tus Acciones Activas.

Acto seguido, un segundo Gwyllgi se preparaba para atacar a Vanessa. Lanzó un zarpazo contra ella con sus deformes y afiladas garras. La armadura de Vanessa no pudo detener el golpe y varios trozos de metal y carne saltaron por los aires. Ya era la segunda herida que sufría la joven en escasos 3 segundos. Empezaba a dudar que fuese a terminar aquel combate con vida.

@Vanessa Pierdes 40 Puntos de Vida.

El último Gwyllgi que quedaba por atacar se abalanzó contra Anette.

@Anette Defiéndete.

El ataque del Gwyllgi no produce daño alguno en Anette.

A pesar de lo vistoso que fue el ataque, las fauces del sabueso no lograron atravesar el cuero que separaba sus dientes de la piel de Anette. En a penas un par de segundos, los Gwyllgi habían lanzado fugaces acometidas que habrían matado a cualquier humano convencional. Por fortuna, Vanessa y Anette no eran nada convencionales y aunque todo estaba en su contra, todavía era pronto para tirar la toalla.



Anette ha perdido sus acciones activas, pero todavía puede hacer alguna acción pasiva. Si decide no hacer nada, el turno es de Vanessa.

Vanessa era experta en aguantar en combate, su estrategia era asestar un golpe tremendamente fuerte, por lo que siempre iba última. Eso nunca le importó, de hecho, las cicatrices le gustaban... y por fin podría añadir algunas más a su lista.

Esos perros del infierno le habían mordido bien, y por un momento sintió miedo, pero había aprendido a vivir con miedo. Eso hizo que pudiera blandir su maza más fuerte, pero cerró el ojo al asestar el golpe en área, era como una niña pequeña que no quiere mirar a lo que teme.

- ¡¡¡¡MORID PERROS DEL DEMONIO!!!!

@Vanessa Te he contado el -25 por ataque en Área. Tendrías un 169 en HA en total. Otra cosa; la Maza de combate pesada es del tipo Mandoble/Maza, es decir que se considera un arma Grande. Además, concretamente la tuya, es un Arma Enorme. Por lo que, si una Maza de combate pesada alcanzaría a cinco adversarios en una maniobra de Área, siendo la tuya el doble de grande (o incluso más), el alcance también se dobla. Dicho de otro modo, todos los presentes, los cinco perros y Anette, se comen el golpe. Y ya que los Gwyllgi no tienen acciones activas y usan Esquiva, la trayectoria no podrá pararse.

Para concretar la disposición de los perros y las luchadoras, me basaré en el Turno y en el Tipo de Movimiento de cada uno. Los perros, al tener todos el mismo Tipo de Movimiento, recibirán el golpe en relación al Turno obtenido en este asalto. Por lo que Anette es la última en recibir el golpe.

Las manos de Vanessa enarbolaron la maza, levantándola sobre su cabeza. Acto seguido, desplegó una enorme fuerza acumulada en forma de barrido. Todo aquel que estaba al alcance de su arma, interpuesto en la trayectoria del mazazo, sufrió un brutal impacto. Como la cola de un dragón agitado, que intenta quitarse de encima a unos cuantos individuos molestos, el efecto fue el mismo. El primer Gwyllgi logró saltar y consiguió apartarse de la trayectoria del arma, sin embargo sus compañeros no corrieron la misma suerte. A pesar de la presión que el miedo ejercía en Vanessa, el golpe fue brutal. Los cuatro Gwyllgi restantes, barridos y destrozados, saltaron literalmente por los aires, sufriendo terribles heridas en el acto. Dos de ellos se llevaron la peor parte, sufriendo un terrible golpe que hizo astillas sus huesos.

3er Gwyllgi consigue evitar el golpe
1er Gwyllgi sufre 36 puntos de daño
4º Gwyllgi sufre 60 puntos de daño (crítico)
2º Gwyllgi sufre 48 puntos de daño
5º Gwyllgi sufre 72 puntos de daño (crítico)

Críticos:
4º Gwyllgi 45+20=65; diferencia de 69; Muslo
5º Gwyllgi 45+50=95; diferencia de 59; Antebrazo

Los resultados de este ataque han sido catastróficos para el enemigo, a pesar del -60 que ha mermado considerablemente la habilidad de Vanessa. Los perros han sufrido un duro golpe y dos de ellos, el cuarto y el quinto, tienen un serio penalizador de -69 y -59 a toda acción, respectivamente.

@Anette Tu también tienes que defenderte de este ataque.

Anette ve cómo la maza se acerca, y decide evitarla en lugar de mostrar su pequeño truco mágico por si las moscas. Y para ello salta hacia atrás intentando apartarse de ese gigantesco armatoste metálico.

-¡Ten cuidado maldita mujerr!-Grita, asustada.

Imparable, el barrido de Vanessa derribó bruscamente a Anette. Indefensa ante un golpe de esas características, cayó al suelo empujada por la maza, con serias lesiones en su brazo y costado derecho.

Anette recibe 36 Puntos de Daño.

El barrido cesa, y la maza vuelve hacia el hombro de la arrepentida Vanessa. En ningún momento deseó causarle daño a aquella mujer, había sido un terrible despropósito por su parte desempeñar aquella brusca maniobra sin miramientos.

Nuevo Turno. Haced vuestras Tiradas.

@Anette La voz parecía salir de todos lados y de ninguno a la vez, y Anette se dio cuenta entonces de que debía de estar alucinando. Sabía que estaba sangrando, y es que sentía como si le hubieran clavado puñales de hielo ahí donde la maza le había impactado de lleno.

¡En la batalla, los que caen son apisonados, abelenses! ¡En la batalla, ah, en la batalla no se puede ser débil! ¡Nadie espera que seas fuerte! ¡Nadie más que tú deseas ser fuerte! ¡Pero no puedes ser débil!

Aquella arenga era la que siempre les soltaba el viejo sargento Arthur Max, al que por sus dimensiones llamaban "el Cachalote". Esos gritos se habían clavado fuertemente en la mente de Anette, que había sido desde entonces incapaz de olvidarlos. En muchas ocasiones le servían de despertador y todo.

Mierrda puta. Pensó, levantándose utilizando la espada a modo de bastón. Entrre los perros y la torrpeza de esta mujerr tengo el cuerrpo hecho un maldito mapa.

Y, sin embargo, no lo pensaba como algo malo.

-¡Le estoy empezando a pillarr el gusto a esto! ¡Ja!-Gritó Anette, a quien el dolor la motivaba para seguir combatiendo, y cuanto más sufría más imbatible se volvía.-¡Sigo viva, venid aquí!

La secuencia de asalto es la siguiente:

1er Gwyllgi 247
3er Gwyllgi 146
2º Gwyllgi 129
5º Gwyllgi 179 -59 = 120
Anette 65
4º Gwyllgi 124 -69 = 55
Vanessa -127

Rápidamente, tres de los Gwyllgi se abalanzaron contra Vanessa. Alguno más adelantado que otro, pero, en conjunto, formaban parte de una mortífera y coordinada cadena de golpes.

1er Gwyllgi 248 -60 (por la Absorción de la TA) = 188 Vanessa pierde 90 Puntos de Vida
3er Gwyllgi 118 -60 (por la Absorción de la TA) = 58 Vanessa pierde 25 Puntos de Vida
2º Gwyllgi 149 -60 (por la Absorción de la TA) = 89 Vanessa pierde 40 Puntos de Vida

@Vanessa En esa secuencia de ataques has perdido un total de 155 Puntos de Vida.

Los sabuesos infernales soltaron toda su furia contra Vanessa. A pesar de los mordiscos y arañazos, la joven permanecía impávida. Concentrada únicamente en su turno. Las heridas comenzaban a sangrar más de la cuenta, impulsadas por nuevos ataques que hacían de la carne de Vanessa una pizarra donde firmar con colmillos y garras.

Entretanto, y en cualquier otra circunstancia, debido al golpe propinado a los perros que se estaban enfrentando a Anette, éstos, a pesar de ser bestias tercas que nunca dejan escapar a sus presas, habrían centrado toda su atención en Vanessa.

Entretanto, los dos Gwyllgi que se habían llevado la peor parte del ataque de Vanessa, seguían centrando sus miradas en Anette. La misma circunstancia, pero con otras bestias distintas, habría dado resultados muy distintos... pues después de recibir un golpe de esas características, cualquier fiera se habría abalanzado contra el causante de ésta, olvidando por completo a su anterior presa. Sin embargo, los Gwyllgi eran famosos por ser depredadores letales, que una vez eligen a una presa, no pueden dejar de atacarla hasta que la matan. Eso sí, estaban deseando matar a Anette para cebarse con Vanessa. Aunque eran cadáveres vivientes, eran capaces de sentir rencor.

Levemente cojeando, el cuarto ataque de Gwyllgi se avecinaba contra Anette.


@Anette, defiéndete.

Pese a los grandes esfuerzos de Anette por evitar ser engullida por aquellas fauces, el sabueso infernal alcanzó el cuello de la malherida mujer. Una cascada de sangre salía escupida desde su cuello y las heridas de la clavícula. Su ropa se tiñó de rojo. El dolor era indescriptible y la escena sobrecogedora.

@Anette Has sufrido 45 Puntos de Daño. Te quedan 19 PV. Además has sufrido un crítico, que te penaliza con un -8 a toda acción.

La ventaja Al Límite entra en juego. Desde ahora tienes un +20 a toda acción.

Aunque has perdido tus acciones activas, todavía puedes actuar pasivamente. De todos modos, por si decides no hacer nada, tiraré el ataque del último perro.

Vanessa no estaba sola en esta fiera contienda. Otra mujer, enfaenada con otros dos perros huesudos, luchaba por sobrevivir. Maldito el día que llegó a Blutstein. Y aunque estaba preocupada por sus propias heridas sangrantes y su armadura quebrada, no podía dejar de pensar que a esa mujer le quedaba poco de vida. ¿Qué podía hacer ella?

Aunque sentía miedo hacia esos perros salidos del mismo averno, no podía dejar que esas bestias la amedrentaran. Reunió de nuevo fuerzas para asestarle un mazazo al perro que había aullado, intentando esta vez no hacer un ataque que dañase a la pobre mujer que estaba también dentro de la batalla.

- ¡¡ALÉJATE MUJER!! Estos hijos de puta se van a llevar una buena la próxima vez... ¡Déjamelo a mí, sálvate!

Aunque dudaba mucho que fuera a irse... al menos debía intentarlo.

No me he descrito, pero si Anette mirara a Vanessa vería a una mujer alta y recia, cubierta con armadura y yelmo desgastados y magullados. Si se fijase bien vería que tras el yelmo asoma un solo ojo, aun así, su mirada transmite ansias de sangre. Su arma es una maza enorme que sostiene a dos manos, chorreante de sangre y suciedad.

Cuando el perro se abalanzó sobre Anette y sus fauces se cerraron inclementes en torno a su cuello, no pudo sino gritar de dolor, de rabia y, cuando consiguió deshacerse del animal, de verdadero odio. Y sin embargo, bajo esa cubierta de fiereza nórdica había un alma deseosa de experimentar esa sensación de dolor, de sentirse realmente viva. Sentía la sangre resbalar por su cuerpo y eso le hacía recordar que en aquel combate se jugaba algo realmente importante: Su propia vida.

La mujer empezó a reír entonces, mientras su cuerpo se desangraba lentamente. Oyó como la enorme mujer del yelmo y armadura gastados gritaba que huyera, pero no le hizo caso. El dolor siempre le había hecho sentirse viva, la batalla era su hogar indiscutible: No encontraba otro sitio en el que pudiera ser tan feliz como en el campo de combate. El dolor le hacía sentirse viva, y en aquel instante estaba sufriendo mucho.

-¡¡JAJAJAJA!!-Gritó de puro goce.-¡ESO ES! ¡¡Eso es!! ¡Ah, porr Dios, esto es lo que necesitaba! ¡No siento ahorra mis prroblemas! ¡No siento la soledad ni el miedo! ¡Sólo la batalla! ¡¡VENGA, VENID A POR MÍ, ZORRAS DEL ABISMO!!

Y enarbolando su espada ancha con una sola mano se preparó para seguir batallando.

Vanessa intenta acabar con el foco de su miedo, pero la angustia le impide realizar un golpe certero. El sabueso infernal evita el golpe con increíble facilidad.

Nuevo Turno.

@Ethan Ya puedes participar en este tercer asalto del combate. Cuentas con el bono de Sorpresa a tu favor. Además, desde tu ubicación, tienes cierta ventaja posicional respecto a los demás contendientes:

1er Gwyllgi: Espalda
2º Gwyllgi: Espalda
3er Gwyllgi: Flanco
4º Gwyllgi: Flanco
5º Gwyllgi: Flanco
Anette: Espalda
Vanessa: Ninguno

@Todos Tirad Turno. Empieza el tercer asalto.

Ethan, el joven siervo de Dios, rodeó el edificio lo más rápido que pudo hasta alcanzar uno de los callejones que conducían directamente a la pelea. Las circunstancias no podían ser más propicias; ninguno de las bestias infernales fue capaz de advertir su presencia, apoyado además con el factor sorpresa, la entrada del caballero de Cristo fue de lo más oportuna. Tanto Vanessa y Anette ya jadeaban más de la cuenta, su cuerpo no aguantaría muchos asaltos más.

El orden de turnos de este tercer asalto es el siguiente:

Ethan: Sorpresa
1er Gwyllgi 179
3er Gwyllgi 168
2º Gwyllgi 139
5º Gwyllgi 174 -54 = 120
Anette: 119
4º Gwyllgi 140 -64 = 76
Vanessa: -127

El agente inquisitorial surgió como una mancha negra de entre las sombras de un callejón cercano. Blandiendo una daga de parada, incrustó el frío acero en el cráneo de uno de los Gwillgi, para seguidamente hacer lo mismo con otro de los sabuesos. En un escaso parpadeo, había apuñalado a dos de las bestias con una velocidad imparable.

@Ethan No te he contado el penalizador de Objetivos Múltiples, ya que no necesitas moverte para dañar a ambos Gwillgi, están demasiado cerca el uno del otro. El asalto quedaría así:

1º ataque: 178-35= 143 -20 por Absorción= 48 de daño; Crítico
2º ataque: 210-79= 131 -20 por Absorción= 44 de daño; Crítico

Al haber sido ataques apuntados a un punto crítico (la cabeza), aunque los perros no han perdido la mitad de sus PV, igualmente ambos reciben un Crítico.

@Ethan Lanza dos dados para sumar al daño y evaluar la RF pertinente para calcular el Nivel del Crítico. Primer dado+48 y Segundo dado +44

El 1er Gwyllgi ha recibido un crítico en la cabeza que le hace sufrir un penalizador de -64 a toda acción. De un modo similar, el 2º Gwyllgi tiene un -47 a toda acción.

RF FINAL: 57; El 1er Gwyllgi falla por una diferencia de 64
RF FINAL: 55; El 2º Gwyllgi falla por una diferencia de 47

Los dos perros aullaron por el intenso dolor. Varios trozos de cráneo saltaron por los aires. La herida había sido terrible... un poco más y habrían muerto en el acto. Sin embargo, esto no los amedrentó. Seguirían luchando y no pararían hasta vengarse.

El turno le corresponde al 1er Gwyllgi, pero al verse obligado a defenderse del ataque de Ethan, ha perdido sus acciones activas. El turno pasa al 3er Gwyllgi, que atacará a Vanessa.

La bestia del averno no le dio mayor importancia a la participación del nuevo combatiente, y sin dudarlos ni un segundo se volvió a abalanzar sobre Vanessa. Sabía que tarde o temprano la joven iba a caer rendida. Y una vez muerta, se ocuparía de las demás personas que habían osado plantarle cara a él y a sus compañeros. Los Gwyllgi forman parte de una especie no-muerta de depredadores natos, tienen la habilidad de hacerse invisibles ante todo aquel en quien no muestren interés, pero cuando ansían la carne humana, se vuelven totalmente visibles. Con esa habilidad queda patente su confianza en sí mismos como cazadores. Tras el surgimiento del miasma, varias jaurías de Gwyllgi entraron en Blutstein, siendo visibles para absolutamente todo el mundo. Sabiendo esto, su intención es fácilmente deducible: quieren acabar con todos y cada uno de los habitantes. Vaciar de vida aquel pueblo. Anette, Vanessa y Ethan solo serían el principio.

El sabueso arremete contra la joven guerrera, procurándole un mordisco en el costado. El animal hacía honor a su categoría de no-muerto incansable, su perseverancia no tenía límites.

@Vanessa Has perdido 45 PV

El turno le corresponde al 2º Gwyllgi, pero al verse obligado a defenderse del ataque de Ethan, ha perdido sus acciones activas. El turno pasa al 5º Gwyllgi, que atacará a Anette.

@Anette Defiéndete. Tienes un -2.

El 1er Gwyllgi se queda con una aberrante cantidad de puntos negativos en defensa, pero incluso calculándose el daño sobre una base de HD 0, los resultados siguen siendo catastróficos.

A pesar del miedo que aquella bestia le inspiraba, Vanessa empuñó su maza y arremetió contra el Gwyllgi. Las circunstancias favorecieron enormemente a la joven, entre otras cosas, el perro casi tropieza sobresaltado, al ver la furia con la que Vanessa se disponía a atacarle. Como impulsada por una fuerza sobrehumana, la maza cayó de lleno sobre el perro, convirtiéndolo en polvo y firmando con una enorme brecha en el asfalto.

¡¡¡CRASH!!

El 1er Gwyllgi sufre 204 puntos de daño. Muere desintegrado en el acto.

No quedó un solo hueso de aquel animal sin romper. Cada músculo, cada astilla de cada hueso, cada pedazo de su espeluznante anatomía había sido borrado y destrozado de un golpe.

Al morir el responsable del efecto, Vanessa ya no está sometida al estado de Miedo.

El 5º Gwyllgi carga contra Anette. Aunque la curtida guerrera está gravemente herida, no dejará que unas cuantas heridas mermen su instinto de batalla. La bestia, confiada, salta sobre ella, dispuesta a desgarrarle la poca carne que le queda.

La bestia iba a saltar sobre Anette, pero entonces un hombre surgió de las sombras y, a velocidad indecible, destrozó el cráneo de dos chuchos muertos usando una simple daga ¡Poco más que un cuchillo largo! Si bien la espada de la albera nunca había sido especialmente voluminosa (al contrario que su portadora) siempre había sido de la opinión de que los cuchillos servían únicamente para cortar carne cocinada... Hasta el momento.

-¡Hallo, caballerro! ¡Heil porr tu patrria y tu daga!-Gritó Anette a modo de saludo cuando el hombre de la gabardina y la cuchilla entró por sorpresa en el combate.-¡Perro aléjese de mi prresa!

Normalmente habría recelado de alguien con ese atuendo, pero dadas las circunstancias no podía sino alegrarse de tener otro aliado en el combate. Por supuesto, jamás habría admitido algo así abiertamente, y en ese instante ni siquiera era consciente de ello. Estaba tan extasiada por el dolor que únicamente podía girar e intentar destrozar, ahora sintiendo todos sus sentidos alerta, cada músculo tensándose como en una sinfonía de sudor y sangre. Había nacido para eso, sin duda lo había hecho.

Pero aun en tanta desventaja, las bestias continuaron luchando. A Anette eso le arrancó estridentes carcajadas, y cuando uno de los chuchos saltó de nuevo contra su cuello pivotó con la pierna con intención de que pasara por su lado y, así, batearlo como si se tratase de una pelota de la paume, aunque sin darle con la palma de la mano, como es obvio.

@Anette Anette, contraataca.

@Anette Tienes un +45 de contra; 197 - 46 151 130% Le quedaban 38 Puntos de vida, menos los 84 puntos de daño de tu espadazo...

Anette preparaba su contraataque, al mismo tiempo que dejaba pasar a la bestia por su costado. Tras ese momento, con el cuello del animal al alcance de la espada ancha de Anette, todo vino rodado. Y nunca mejor dicho... pues la cabeza del Gwyllgi salió despedida de su cuerpo, revotando contra los adoquines.

El 5º Gwyllgi sufre 84 puntos de daño. Muere desintegrado en el acto.

El envite de la espada había arremetido con violencia contra la carne y los huesos del animal, causando, no sólo su decapitación, sino además la completa y absoluta desintegración de su cadavérico cuerpo.

Queda por atacar el 4º Gwyllgi, que irá contra Anette.

@Anette Defiéndete.

La bestia restante corrió colérica hacia Anette. Ella era su presa, lo había sido desde el principio y no dejaría de insistir hasta probar su carne. Las fuerzas de la veterana guerrera estaban mermadas y viéndose incapaz de frenar el ataque con sus pies, lo intentó con sus poderes. Una cúpula invisible comenzó a formarse a su alrededor, pero le faltó tiempo, pues antes de terminar de levantar el escudo psíquico, el Gwyllgi ya había clavado sus fauces en el pecho de su presa. Había faltado muy poco... poquísimo... pero aquel mordisco sentenció a Anette. Si el animal hubiese tardado unas milésimas de segundo de más, ahora mismo se habría estampado contra un escudo etéreo. La diosa Fortuna no había sonreído a Anette, o quizá la había abandonado hace tiempo...

Anette sufre 20 Puntos de Daño.

@Anette Te quedas con -1 Punto de Vida quedando automáticamente Inconsciente. Has entrado en el estado de entre la vida y la muerte. Debes superar una RF contra 120, en caso de fallarla por una diferencia mayor de 60, morirás automáticamente.


@Todos No me gusta nada dar consejos a los jugadores, pero considerando que se trata de la vida del PJ de un jugador, y que Ethan tiene algo decente en Táctica, os daré el siguiente consejo a todos: En el siguiente asalto, teniendo en cuenta el penalizador que ahora tiene Anette por estar inconsciente, basta un simple ataque para destrozarla definitivamente. Los perros tiene un buen Turno, quizá ni os de tiempo a reaccionar. Para casos así hay maniobras de cubrir a terceros (y que se declaran ANTES de lanzar los dados para calcular la Iniciativa). Ahí dejo caer la cosa.


Nuevo asalto. Tirad todos turno.

Anette estaba sumida en un profundo coma. Y aunque sus heridas eran mortales, la mujer todavía permanecía viva, luchando por sobrevivir con una voluntad férrea. Pero su tiempo se estaba agotando, necesitaba una intervención médica de inmediato.

Disposición del asalto:

3er Gwyllgi: 171
2º Gwyllgi: -42 = 138
Ethan: 127
4º Gwyllgi -59 = 51
Vanessa: 5
Anette: Inconsciente
1er Gwyllgi
5º Gwyllgi

Dos de los perros cargan contra Vanessa.

El ataque del 3er perro contra Vanessa le hace perder 35 Puntos de Vida. Casi simultáneamente, el siguiente ataque, el del 2º Gwyllgi resta 30 Puntos a la salud de Vanessa. En total, en esas dos acometidas, Vanessa ha perdido 65 Puntos de Vida.

Aunque los mordiscos eran voraces, los sabuesos no consiguieron causar graves heridas a la joven. Su armadura amortiguaba los ataques a las mil maravillas, y el cuerpo de Vanessa estaba hecho a prueba de bombas. Necesitarían algo más que dientes y garras para acabar con ella.

Turno de Ethan.

El combate cada vez era más duro y más cansado. La pobre mujer se había quedado inconsciente, y si alguien no intercedía, aquel perro la mordería en la yugular y sería otra víctima más. Mientras Vanessa pensaba eso, las dos bestias se le tiraron encima.

- Argg... perros del demonio, venid venid con mamá, ¡¡que os voy a dar de comer maza con sesos!!

Nunca fue rápida, pero era fuerte. No podría salvar a la mujer a tiempo, pero sí podría matar al perro si alguien la ayudaba. Entonces vio al extraño hombre que había aparecido, y había dañado severamente a los cánidos.

- Eh, tú. ¡¡Cubre a la mujer mientras yo mato al chucho!! ¡¡Llévatela lejos mientras yo me encargo!!

Estos combates le recordaban a cuando era más joven, aunque ya no distinguía entre cicatrices y arrugas...

Ethan hizo acopio de fuerza y agilidad, para interponerse en el mortal ataque que se avecinaba contra Anette. Consiguió agarrarla y alejarla de las fauces del sabueso, al mismo tiempo que le practicaba unos rápidos, pero eficaces primeros auxilios. Lo justo para que la veterana guerrera sacara la pierna que tenía dentro de su tumba.

Acto seguido, Vanessa sentenció con su maza al perro atacante. El brutal impacto destrozó de lleno al animal, convirtiéndolo en un montón de huesos y carne.

El 4º perro recibe 120 puntos de daño y muere en el acto. Nuevo asalto.

2º Gwyllgi: -37 = 175
3er Gwyllgi: 154
Ethan: 89
Vanessa: -31
1er Gwyllgi
4º Gwyllgi
5º Gwyllgi
Anette: Inconsciente


Ethan y Vanessa, tirad Turno.

Las bestias cargan de nuevo contra Vanessa. No parecen querer desistir. Atacan violentamente propinandole dos mordiscos a la joven guerrera.

@Vanessa El segundo Gwyllgi te hace perder 50 Puntos de Vida, mientras que el tercer Gwyllgi te quita 65 Puntos de Vida. En total has perdido 115 PV.

Ethan guarda su turno, le toca a Vanessa, que conserva sus acciones activas.

@Vanessa Se te ha olvidado el -25 de ataque en área, por lo que te restaré un Punto de Destino para corregir esta eventualidad (que para esto precisamente están). Supongamos que el cosmos estaba tan harto de este combate, que ha hecho que tu alma se esfuerce por producirle un crítico a ese perro.

El primer perro recibe el 80% del daño, sufriendo 96 Puntos de Daño. Entretanto, el 3er perro sufre el 50% del daño, que son 60 puntos de daño. El segundo perro muere, el tercero recibe un crítico en el pecho que le provoca un penalizador de -89 a toda acción.

Con vuestro permiso, voy a describir el siguiente asalto de un modo dramático. Al fin y al cabo es imposible que el último perro que queda vivo, con un -89, pueda hacer algo por sobrevivir o causaros algún daño.

La guerrera de la maza, aprovechando que la mujer mayor y el joven de negro estaban lejos, realizó un segundo ataque en área. El giro de hierro fue brutal, destrozando por completo la cabeza de una de las bestias, y reventando las costillas y el esternón de la otra. Tan solo quedaba una bestia viva, el Gwyllgi se tambaleaba, gravemente dañado por el golpe de Vanessa.

El perro intentó un ataque más con sus últimas fuerzas, pero era en vano, la guerrera se mostraba incansable. Le bastó un ataque más para sentenciar a aquella criatura y mandarla al infierno con su jauría. Un mazazo de lleno en el lomo convirtió al último Gwyllgi en polvo.

Los cinco perros ahora son montones de hueso, carne, sangre y polvo. El combate ha terminado.


@Todos Podéis hablar, interpretad un poco, el peligro ya ha pasado, aunque os recuerdo que tanto Vanessa como Anette están malheridas.

- ¡SOCORRO! ¡A mí la ayuda del Señor!

Grita Ethan en dirección a las ventanas. Mientras, tiende con suavidad a Anette en el suelo y vigila de reojo a la otra mujer. En el suelo; sangre, vísceras y ectoplasma en una mezcla que clama al cielo por impía.