Prologo[Yayiki]

-Nos vamos en cuanto hayamos almorzado.
El camarero les trae el almuerzo a Kyo y Akari, y esots lo devoran en cuestión de un minuto. Después salís todos de la posada en dirección a Hecate.

-Nos vamos en cuanto hayamos almorzado.

Kyo y Akari pidieron su almuerzo. Yo hice lo mismo, pero evité tomar pollo por motivos obvios. En su lugar pedí algo de cerdo. Tardamos todavía un poco, pero finalmente partimos hacia Hécate. Err... ¿Qué demonios es Hécate? ¿En Hécate te catean? ¿O en Hécate las ranas bailan? Es más ¿Para qué vamos a un sitio donde las ranas bailan? ¿A Kyo le gustan las ranas que bailan? Que perver...

-¿Qué hay en Hécate?-Pregunté mientras caminábamos. Dubité un momento y volví a preguntar-:¿Hay ranas?

-En Hecate hay una torre. Ah, y es el unico paso hacia Abel.
Tras unos dias de viaje llegais a Hecate, la capital de Galagados. La ciudad es muy estrecha. Hay gran cantidad de casas construidas en las paredes de las laderas, y una gran torre en el centro de la ciudad.

-En Hecate hay una torre. Ah, y es el unico paso hacia Abel.

-Muy explicativo.

Pasaron los días y, finalmente, llegamos a Hécate, una marabunta de casas construidas unas sobre otras que se unían entre sí por una espesa maraña de puentes y escaleras. Una ciudad que daba a primera vista una sensación de caos. La gente paseaba entre las callejas, de vez en cuando, un artilugio volador pasaba entre las paredes de roca que delimitaban la ciudad en vertical. La sola visión mareaba. Ah, y como dijo Tora: Había una torre.

-Buej, este sitio apesta.-Dije frunciendo el ceño.-Aunque mirándolo bien también tiene la forma perfecta para hacer vuelo de alto riesgo...

-Cuando tengas aura y aureola de luz lo hablamos. Hasta entonces solo vuela en el aire libre.-dice Kyo sin girarse a mirarte.
-Primero de todo, el equipo, veamos que podemos conseguir. Yayiki, tu ve con Kyo, estaras bien protegida.
Tora y Akari se van por caminos diferentes. Kyo y tu vais por el mercado, comprando Kyo todo lo que cree necesario y tu lo que puedes y quieres.
(Tienes un descuento del 10% en todos los productos, hoy es dia de ofertas)

-Cuando tengas aura y aureola de luz lo hablamos. Hasta entonces solo vuela en el aire libre.-Dijo Kyo, frío como siempre.
-¿Aura de oscuridad no cuenta? Es más bonica...

-Primero de todo, el equipo, veamos que podemos conseguir. Yayiki, tu ve con Kyo, estaras bien protegida.-Inflé los mofletes mucho.

-¡A lo sumo yo debería protegerle a él!-Grité, moviendo un brazo. Sin embargo, Tora y Akari se fueron por otro camino. Me resigné, tendría que cuidar de Kyo mientras ellos no estuvieran si es que...-¡No te separes de mí y no hables con extraños!-Dije muy convencida y echando a andar.

El mercado era una explosión de griterío y color. Por todos lados habían tenderetes y se anunciaba el día de ofertas. Kyo, ignorando mi consejo, se alejó, que maloso. ¡Pues ahora iba a comprar lo que me saliera de salva sea la parte!

Paseé entre los tenderetes, mirando frutas, verduras, animales... La verdad, todo muy bonito. Aunque con tanta variedad me costaba horrores elegir. En un puesto algo más bajo que los otros, una anciana zingeuner vendía abalorios y demás cosas brillantes. Me fijé en una pulsera de aparentemente plata que tenía dibujadas en lineas de color negro símbolos y formaciones sin ningún significado, pero muy bonita.

-¡Demedemedeme!-La pedí. La anciana me pidió 3 MO con 60 MP. Torcí el gesto, muy buena debía ser esa pulsera como para valer tanto. Dudé un poco, pero finalmente accedí.

Con la pulsera ya puesta, fui a comprar algo de fruta y verdura, que esos patanes seguro que no tomaban cítricos. Por el camino me topé también con un tenderete en el que se vendían gallinas, todas metidas en una jaula y cacareando, esperando su final. No pude evitar apiadarme de una de plumas blancas que compré sin dudar (9 MP).

Tras un rato de divertidas compras volví con Kyo, con la gallina entre los brazos y sonriendo de oreja a oreja.

-¡Mira,mira!-Dije poniéndole la gallina a pocos centímetros de la nariz.-Una gallina.

Kyo le hecha una mirada a la gallina. Esta se pone a cacarear muy fuerte y pone un huevo, que se estrella contra el suelo.
-Ya veo que es una gallina. La pregunta es, ¿de que nos sirve?

-Ya veo que es una gallina. La pregunta es, ¿de que nos sirve?

-Pone huevos.-Entonces la gallina empezó a cacarear estruendosamente y, como burla de algún dios, puso un huevo que fue a estrellarse a pocos centímetros de sus pies.-Podíamos haber tenido cena... Además, tiene nombre.

-¿Que nombre? ¿Cuco? En serio, no se que demonios vi en ti. Sera mejor que vayamos ya a la pisada, se esta haciendo de noche y puede que no lleguemos a tiempo para alquilarla toda.
Kyo empieza a correr, tu le sigues. Un par de minutos después os encontrias a Tora y Akari esperando delante de La Pisada del Pony Posador.
-Tranquilos, la pisada ya esta alquilada.

-¿Que nombre? ¿Cuco? En serio, no se que demonios vi en ti. Sera mejor que vayamos ya a la pisada, se esta haciendo de noche y puede que no lleguemos a tiempo para alquilarla toda.-Dijo, antes de salir corriendo. Me detuve unos instantes.

-Pues no, se llama... ¡Jo!-Grité entre dientes antes de salir disparada tras él. Corrimos unos cuantos minutos para, finalmente, encontrarnos frente a la Pisada ¿Coincidencia o sucursal? ¡Hagan sus apuestas! En todo caso, frente a la Posada/Pisada, estaban Akari y Tora.

-Tranquilos, la pisada ya esta alquilada.-Dijo Akari, le puse la gallina a pocos centímetros de la nariz.

-¡Mira, mira Akari! ¡Mira que gallina tan chachi!-Dije, emocionada.-¡Tiene nombre y todo! ¡Se llama Kyo Ojos de Pollo!-Proclamé dando vueltas sobre una pierna.

Akari estalla a reir, mientra Tora cae de culo, partiendose de risa y provocando un pequeño estruendo.
-Yayiki, juro que algun dia me las pagarás todas juntas.
Kyo entró en la pisada. Tora y Akari siguen afuera, partiendose de risa aun.

Akari se partió, casi literalmente, de risa mientras Tora hacía algo que ninguno de los presentes podría creer: Se cayó de culo, riéndose, riéndose muchísimo. Kyo no parecía tan contento como ese par.

-Yayiki, juro que algun dia me las pagarás todas juntas.-Prometió, entrando en la Pisada. Yo le seguí, dejando a ese par fuera, todavía partiéndose.

-Veeenga, no seas tonto.-Traté de tranquilizarle, abrazándome a su brazo mientras me colocaba la gallina a modo de sombrero.-Además, es más imaginativo que Cuco, es un plagio del 90% por ciento solo. Podía haber sido del 100%...

La gallina hizo co co co.

-Ya te daré yo 90%... En serio, no se como te aguanto-pese a aquellas palabras, no hizo ningun intento de separarse de ti.
5 minutos mas tarde aparecierón por la puerta Akari y Tora, seguramente descargados de risa casi por completo. Se sientan y piden la cena, al igual que Kyo.

-Ya te daré yo 90%... En serio, no se como te aguanto-Dijo, sin separarse no obstante.

Tomé asiento y puse a Kyo Ojos de Pollo sobre mis rodillas, acariciándola como si fuera el gato de un mafioso malote. Claro que teniendo a Kyo al lado debería haber sido él quien la acariciara. Claro que sus "caricias" hacia la pobre gallina tenían pinta de nodachizazo, por lo que lo dejé estar.

Después de unos cuantos minutos llegaron Akari y Tora, ya descargados de risa completamente. Se sentaron y pidieron la cena con total calma. Kyo hizo lo mismo.

No sabía exactamente qué servían ahí, por lo que pedí un plato que no había probado nunca y que hasta ahora me había asqueado bastante. Pero si era tan famoso sería porque estaba rico ¿No?

-¡Quiero pollo al horno!-Grité, acariciando a Kyo gallina, que en esos momentos parecía extrañamente paralizada, habría cogido frío la pobre.

Todos te miran.
-A ti te va la tortura psicologica, ¿no?

-A ti te va la tortura psicologica, ¿no?

-¿Por? Que malotes, ¿Os da miedo ver comer a una gallina?-Miré a los ojillos a Kyo Ojos de Pollo.-Oins, que linda es, ¿A que quieres un poquito, pequeñita? Tienes que comer carne para crecer fuerte y vigorosa.-Le dije a la pequeña. Seguro que estaba deseando probar la cena. Seguro seguro seguro.

Kyo Ojos de Pollo se escapa como puede de Yayiki y se pone tras Akari. Tres huevos caen al suelo.
-En serio, ya no se si es que quieres torturarla o algo, pero, me da pena esa gallina.

Recogí a Ojos de Pollo del lado de Akari y me senté. Sujetándola para que no se escapara.

-Encima que la salvo de la muerte...

Todos te miran con una cara muy rara. Tras cenar os disponeis a ir a la cama cuando oir unos ruidos fuera. De repente unas criaturas horribles rompen la puerta y se disponen a atacaros. Dos parecen haberse fijado en ti.

Combate

Dos de ellas se habian dirigido hacia Kyo. Grave error, pues no tardarón mucho tiempo en morir. Otras dos se dirigierón a Tora, destrozandoles este a base de martillazos cuando estas intentaban hacerle daño. Una se dirigió hacia Akari, y esta la dejo en los huesos, literalmente, no se sabe como.
Las dos que se dirigieron hacia ti, tubieron un destino muy similar. La primera murio tras unos poderosos golpes. La segunda, tal vez por venganza y tras algunos golpes tuyos, realizó dos ataques que te dejaron completamente desnuda, lo cual hizo que acabaras con ella de un poderosisimo golpe, pero seguias desnuda.
Inmediatamente Tora se quito la parte pectoral de su armadura y te cubre con ella.
-¿Tienes ropa para cambiarte?

El combate se abrió. Apenas me fijé en las que atacaban a los demás, por lo que había visto, eran capaces de vencer a esos bichos, de sobra.

Me fijé mejor, eran horriblemente aberrantes, con piel tirante aquí y allá, cosas que parecían ser tendones salpicando su cuerpo, similar al de un león despellejado. Tenía las tripas abiertas y de ellas colgaban varios apéndices que se asemejaban a colmillos, sus mandíbulas estaban abiertas, dejando entrever una hilera de afilados y potentes dientes capaces de hacer muchísimo daño a algún incauto. Sus ojos refulgían con un tinte blanquecino y fosforescente mientras me observaban, voraces.

-Geeks.-Dije, asqueada. Lanzando un mandoble contra la cabeza del enemigo, estaba segura de que se clavó hasta la empuñadura, no obstante, el bicho no pareció ni notarlo. Saqué mi espada de su cabeza con velocidad, puesto que la otra cosa se había abalanzado sobre mí. Por desgracia, lo único que pude hacer fue minimizar los daños, sus mandíbulas se cerraron en torno a mi brazo libre. Solté un grito de sorpresa, antes de recibir a la otra de lleno. El dolor me recorrió el hombro.

¡LUCHA!

Un aura negra surgió de la nada, sentí como todo en mí se hacía más rápido, más fuerte, más poderoso, más indestructible. Una de las aberraciones soltó un barrito antes de lanzarse contra mí, pero antes de que moviera un solo músculo yo ya la había visto. Hice aparecer tras de mí otras dos alas, estas de color negro, que señalaban el inicio de mi técnica de ki particular. Segundos después, su pierna y su vida habían sido aplastadas y solo quedaba la otra que, desesperada, se lanzó contra mí. Conseguí detenerla, pero mastertúgicamente uno de los dientes agarró mi camisa y la destrozó. Herida en mi orgullo y con la rabia bullendo en mí, puse en marcha mi ataque final. Alcé mi arma al cielo, ésta se rodeó de energía, formando una columna de luz de casi dos metros de longitud. La criatura se lanzó contra mí. Grité de ira combativa.

Lo siguiente, fueron dos cuerpos cayendo al suelo: Su mitad derecha y su mitad izquierda. Enfundé mientras un charco de sangre negruzca se iba abriendo camino entre los huecos de las maderas del suelo. Tora se quitó el pectoral de su armadura y me cubrió con él.

-¿Tienes ropa para cambiarte?

-Síp, en la maleta, no te preocupes, puedo cubrirme con las alas.-Dije, devolviéndole su armadura y extendiendo mis alas alrededor. Cogí mi maleta tras eso y subí las escaleras hasta la mitad, cuando estaba segura de que nadie me veía retiré las alas y me puse la camisa, la única que tenía limpia, pues la otra todavía seguía hecha jirones y ensangrentada gracias a nuestro gran amigo Kyo Ojos de Pollo, esteeee... De Ogro, de Oooogro.

-¿Qué coño son estos bichos?-Pregunté mientras bajaba las escaleras.

-Aberraciones, engendros de dolor o como quieras llamarlo. Han venido aqui para matarnos. Quien o que las ha enviado, lo desconozco.-te respondió Akari.
Kyo y Tora actuan como si no hubiera pasado nada, una vez han tirado los cadaveres fuera. Van a las habitaciones a escoger.

-Pues parecían más bien engendros lujuriosos guarretes.-Murmuré mientras subía a elegir habitación, dejando los cadáveres todavía por el suelo, menuda gracia les iba a hacer a los limpiadores.

Y la (mala)suerte te vuelve a llevsr hasta la habitación de Kyo. Este te mira con los parpados superiores bajados.
-¿Por que siempre tienes que elejir mi habitación? ¿Es que te gusto?

-¿Por que siempre tienes que elejir mi habitación? ¿Es que te gusto?

-Eso es que al azar le has parecido simpático y te está haciendo regalos.-Respondí simplemente extendiendo las mantas y tumbándome, con las alas extendidas.-Joder con los bichos de antes.-Mascullé mirándome las heridas del viente y el brazo. Agarré a Kyo Ojos de Pollo, la acomodé en la maleta, sobre la camisa destrozada por la aberración (por si tenía que hacer sus necesidades) y me tumbé de lado.-Buenas nocheeeeees.