Mensajes : 2253 Fecha de inscripción : 19/06/2010 Edad : 37
Tema: Re: Daiana Angelo >> [Prólogo] Ala Rota Lun Sep 20, 2010 12:24 am
-Daiana. - La voz grave, distorsionada por el teléfono; le daba un matiz áspero.
- Escúchame. ¿Dónde estás?
-Verás, hay algo que tienes que hacer por nosotros. Todos tus tíos y parientes están aquí. Hay algo muy importante que tu padre tiene que darte.
Le preguntas, con cierta urgencia, que dónde está.
-Recuerdas tu fiesta, ¿cuando abriste tus bonitas alas? Oh... -tu madre solloza. Algo anda definitivamente mal. -Mira, Papá está en París. Como aquella vez. Ha ido para darte algo. Ahora estoy un poo ocupada, sólo quiero que lo sepas, ¿vale?
Se escucha ruido de fondo. Bastante alboroto. Un llanto.
-Mira, te llamo luego, Dai. Pórtate bien, y ve a ver a Papá, por favor. Hasta la noche. Ciao!
La conversacion no puede sino dejarte intranquila. Gabriel... sigue sin aparecer.
Nithaiah Miembro Legendario
Mensajes : 1313 Fecha de inscripción : 23/06/2010 Edad : 37 Localización : Harvard xD
Tema: Re: Daiana Angelo >> [Prólogo] Ala Rota Lun Sep 20, 2010 12:54 am
- De acuerdo mamá. Llegaré en cuanto me sea posible.
Me quedé preocupada, desde luego. ¿Le estaba pasando algo a papá? ¿algo que darme?
Estaba muy lejos de París y tendría que llegar cuanto antes, la cosa parecía seria. Tendría que buscar la estación de trenes o el aeropuerto más cercano, parecía situación de emergencia.
Miré a Keith por última vez antes de decidirme.
¿De verdad se quedaría ahí tan tranquilo sin más? ¿De verdad no le importaba nada?
VonClouve Admin
Mensajes : 2253 Fecha de inscripción : 19/06/2010 Edad : 37
Llamaste a un taxi. La estación de tren de Val-De-Traverse era pequeña; pero te llevaría a París en un viaje de seis horas. Parando en todos los sitios. Al menos era barato...
Los ánimos por el suelo, era... demasiado. Cuando ibas a salir de la pensión, alguien te detuvo de la manga súbitamente.
El corazón te iba a dar un vuelco.
***
***
***
-Señora, por favor.
El dependiente de cara huraña te acerca un papel amarillo. Factura de 15 € por desatrancar las cañerías de pelos.
Te extiende la mano hosca y cobra su dinero.
Estabas pálida.
El taxi llegó para recogerte. Cuando fuiste a montarte, te agarran de la manga otra vez.
-¡Pero bueno, qué quiere ahor....!
Era Keith.
***
De algún modo, el corazón te iba a mil por hora mientras él iba fijamente mirandolo todo a través de la ventanilla del taxi.
Nithaiah Miembro Legendario
Mensajes : 1313 Fecha de inscripción : 23/06/2010 Edad : 37 Localización : Harvard xD
- A... a la estación de tren de Val-De-Travers, por favor. - Le dije de forma entrecortada al taxista. No podía creer lo que me estaba pasando.
En silencio, con la cabeza agachada, me frotaba las manos entre sí por nerviosismo. Alzaba ligeramente la cabeza cuando advertía la mirada de reojo del taxista por el espejo del retrovisor.
¿Acaso podía escuchar los fuertes latidos de mi corazón?
Disimuladamente, miré a Keith. No podía ver su rostro porque lo tenía pegado contra la ventana del coche, viendo el exterior. ¿Qué era lo que tanto le llamaba la atención?
Comencé a acercar lentamente mi mano sobre su muslo. A cada segundo, el corazón me iba más deprisa.
Hasta que posé mi mano en él.
- Keith... ¿estás bien? ¿estás... seguro de esto?
Comencé a sentir mis mejillas ardientes. ¿Pero por qué me sonrojaba de aquella manera?
- Keith... no quiero obligarte a hacer lo que no quieras...
Aunque esté tan contenta de tenerte junto a mí. Pero... también es cierto que, por otro lado, no puedo evitar sentir coraje con tu tenaz silencio.
VonClouve Admin
Mensajes : 2253 Fecha de inscripción : 19/06/2010 Edad : 37
Tema: Re: Daiana Angelo >> [Prólogo] Ala Rota Jue Sep 23, 2010 11:48 am
- Keith... no quiero obligarte a hacer lo que no quieras...
Keith contesta con su pertinaz silencio. Después, un eructo rompe la magia. El conductor se ríe un poco a través del espejo. Keith sigue mirando la ventanilla.
A lo mejor podrías hacer que se la trague.
********
En la estación de tren, todo está bastante tranquilo. Una viejecilla amable os atiende.
- Un billete para los dos, ¿jovencita?
Mero trámite, para subiros en el tren.
Hacia París, ciudad del amor...
[si quieres hacer algo de relevancia en el tren, o antes, puedes especificarlo]
Nithaiah Miembro Legendario
Mensajes : 1313 Fecha de inscripción : 23/06/2010 Edad : 37 Localización : Harvard xD
Tras el "hermoso" sonido que partió en dos el hechizo del momento me llevé la mano a la cara provocando un ahogado golpetazo.
Lo mato. Yo es que lo mato.
*****
- Sí, señorita... dos billetes por favor...
Aún me lo estoy pensando... ¬¬
Posé de forma brusca la mano sobre el brazo de Keith, algo molesta por lo de antes.
- Bueno qué, ¿Preparado para el largo viaje? - Me di la vuelta sin esperar respuesta porque vaya, ya sabía que no la iba a obtener. Miré la pantalla que indicaba la hora de salida del tren. Faltaban 5 minutos para que se pusiera en marcha directo a la ciudad del amor.
Precisamente a la ciudad del amor. ¡Yo ya no sé que pensar! Snif.
Me eché la mano de nuevo a la cara.*
Una vez en el tren, nos sentamos uno junto al otro. En 10 minutos, con el traqueteo constante del tren y un par de bostezos, caí en el mundo de los sueños. La noche había sido movidita y no había dormido lo suficiente...
¿Qué me depararía París? tal vez encontrase a Gabriel antes de lo que esperaba... o tal vez no. De momento, papá me necesitaba ahora mismo, eso era lo más importante en ese momento.
[*facepalm xD ]
VonClouve Admin
Mensajes : 2253 Fecha de inscripción : 19/06/2010 Edad : 37
Tema: Re: Daiana Angelo >> [Prólogo] Ala Rota Vie Sep 24, 2010 7:09 pm
Bienvenue au Paris!!
La estación del tren es grande. Mucho. Llena de gente de acá para allá. Vuestro tren-hotel parece una antigualla al lado de las modernas máquinas que circulan en los andenes. Un enorme reloj marca las ocho y media. Aún hay algo de sol, pero el ocaso es eminente.
Keith te sigue, cargando tus maletas.
Nithaiah Miembro Legendario
Mensajes : 1313 Fecha de inscripción : 23/06/2010 Edad : 37 Localización : Harvard xD
Imaginaba que la ciudad del amor era bonita... pero no tanto! Tal vez se debiera a la multitud de luces encendidas por todo el paseo de la estación ya que estaba anocheciendo, aunque estaba segura de que París sin luces artificiales también debía de ser muy hermosa.
Al llegar y desperezarme un poco para desentumecer los músculos, miré el gran reloj ubicado en la puerta principal de la estación cuyo envejecido herraje le daba un toque elegante acorde al resto de la estancia.
- Bueno, lo primero que vamos a hacer... - me giré hacia Keith. El pobre iba cargado con mi equipaje.
En el fondo es un buenazo. Aunque eso tampoco evita que me saque de quicio, preferiría que fuera o... siempre mustio, ¡o siempre una persona amable y caballerosa! ¡Sus cambios de personalidad me están volviendo loca!
- Keith! gracias, pero no es necesario que lleves mi equipaje, ya lo hago yo, gracias - Le quité las bolsas de la mano, no podía permitir que otra persona llevara mis pertenencias, mi código de honor me lo impedía.
- Bueno, a lo que iba... ya estamos aquí. Lo primero que haré es llamar a papá a ver si me puede coger el teléfono y si no, a mamá, para que me cuente un poco más del asunto.
Estaba preocupada, solo que el mágico ambiente de París con su pasión, glamour y estilo, conseguía disimularlo muy bien.
VonClouve Admin
Mensajes : 2253 Fecha de inscripción : 19/06/2010 Edad : 37
Tema: Re: Daiana Angelo >> [Prólogo] Ala Rota Dom Sep 26, 2010 7:56 pm
Marcas el móvil de tu padre.
Tarda un buen rato en descolgar.
-¿Sí? ¿Dai? -La voz de tu tía Pura, a quien hace ya mucho tiempo que no escuchas; te responde.
-Me alegro mucho de hablar contigo, querida. Verás, Gio (tu padre se llama Giovanni) está ahora mismo reunido con unos cuantos "de los nuestros".
>> Estamos deseando que vengas con nosotros, ¿lo harás? Cógete un taxi o lo que sea, y vente rápido a...
Te sigue dando unas direcciones. Al parecer, es un apartamento en el Montmartre, un barrio de artistas (y muchas cuestas) de París. El apartamento está situado en la singular Plaza de los Pintores. Viniste una vez de pequeña, así que recuerdas vagamente el sitio. Te pareció pequeño y viejo; pero con la edad crees que podrás apreciar mejor el aire bohemio.
Sin embargo...
Keith se gira, con algunas bolsas aún en la mano.
¿Qué vas a hacer con él?
Nithaiah Miembro Legendario
Mensajes : 1313 Fecha de inscripción : 23/06/2010 Edad : 37 Localización : Harvard xD
Tema: Re: Daiana Angelo >> [Prólogo] Ala Rota Dom Sep 26, 2010 11:05 pm
-Vamos, Keith - Directamente le cojo de brazo y busco la parada de taxis más cercana, en las estaciones siempre hay una parada junto al edificio central. No pienso ni un segundo en qué hacer con Keith porque ya lo sé, puesto que si hemos llegado hasta aquí, había que seguir avanzando, no había otra salida.
No sé cómo se lo tomarán tia Puri o papá pero... ya veré qué excusa pongo. Bueno, simple, es un amigo que me ha acompañado hasta ahora en mi viaje. O vete tú a saber qué les digo. Pues eso, que ya veré.
Miro a Keith. Tan ausente como siempre.
Sí, desde luego miedo me da la cara que van a poner al verle pero... ¡no hay otra alternativa!
Keith y yo nos dirigimos al taxi más cercano.
Y que sea lo que Dios quiera.
VonClouve Admin
Mensajes : 2253 Fecha de inscripción : 19/06/2010 Edad : 37
Tema: Re: Daiana Angelo >> [Prólogo] Ala Rota Dom Oct 10, 2010 9:09 am
La plaza de los pintores, esta tarde, aún estaba llena de gente y turistas que la recorrían, saliendo y entrando del cercano Sacre Coeur. El barrio de Montmartre os recibe con su siempre pintoresco elenco de personajes salidos de un café del siglo XX; y en medio de la bohemia plaza, localizas la casa de tus tíos.
El número 8 tenía un curioso timbre de estilo antiguo, hecho de cobre y barnizado con los años. Al sonido grave de la campanilla, la puerta desvencijada se abrió lentamente. Una mujer, con una graciosa boina ladeada y algunas arrugas muy bien disimuladas apareció en el umbral. Llevaba una sonrisa radiante, y la reconociste enseguida.
-¡Dai!
Te abrazó fuertemente. Hacía bastante tiempo que no veías a tu tía Pura.
- Me alegro que hayas llegado bien. Pasa, pasa.
De repente se para al ir a cogerte las maletas. Mira a Keith un rato, después a ti.
- Veo... que has venido con un amigo, ¿verdad? Adelante, jovencito, adelante. -Le da trtes besos en la mejilla mientras se presenta, como dicta la costumbre. Keith permanece estático mirándola con... bah, como si mirara la pared. Tia Pura observa este comportamiento, y se ríe.
El interior de la casa no decepcionaba respecto al exterior. Aunque todo tenía ese aire ajado por el tiempo, podría establecerse un acertado paralelismo entre este hogar y un buen vino. Decorado al estilo bohemio característico del sitio, había muchas habitaciones de techo bajo. Pura os hace pasar a un salón amueblado con mucho gusto; con un gran trombón y un hermoso piano en un rincón.
La sala está llena de gente. A algunos los conoces, otros sólo te suenan. Son todos de la familia. Vuestra gran familia. Unos pocos se acercan a saludarte con voz grave, y casi ceremoniosa; y hay un par de chiquillos correteando por la casa, pero pocos. Una de ellas, una niña de no más de cinco años cuyo nombre no recuerdas bien -pero viste fotos suyas al nacer- tiene desplegadas unas graciosas alas diminutas que le asoman por unas rendijas en la espalda.
Tía Pura vuelve contigo. Su eterna sonrisa puesta en el rostro y su inteligente acento francés.
-Dai, te voy a enseñar tu cuarto. Acomodaremos también a tu amigo, ¿de acuerdo?- Cuando os lleva, tu tía te hace un aparte y te habla en voz baja.
-Verás, Dai, pequeña. Tenemos bastantes problemas por aquí. No te hubiéramos llamado de no ser así. Tenemos una pequeña "crisis" familiar, cuando tu padre salga de la reunión te explicará por qué te ha llamado. Me temo que tenemos que estar preparados para lo que sea. Dime, ¿has hablado con tu madre hace poco?
Después de hablar de estos serios temas, vuelve a ponerse su sonrisa y te pregunta con más picardía.
-Bueno, y este chico... ja,ja, dime Dai, ¿es tu novio?
Te guiña un ojo cómplice.
Última edición por VonClouve el Mar Oct 26, 2010 1:56 am, editado 2 veces
Nithaiah Miembro Legendario
Mensajes : 1313 Fecha de inscripción : 23/06/2010 Edad : 37 Localización : Harvard xD
Tema: Re: Daiana Angelo >> [Prólogo] Ala Rota Mar Oct 12, 2010 4:25 am
Qué gracia. El paso del tiempo no hace mella en los más hermosos barrios de Parigi. Hasta sus gentes parecen las mismas, su misma juventud. Hacía tiempo que no venía por aquí... todo sigue tan hermoso como de costumbre.
Avanzaba lentamente bajo los adoquines de piedra de la calzada, con la cabeza agachada. Miraba de vez en cuando de reojo a Keith...
¿Qué pensarán? Mi familia puede llegar a ser de lo más peculiar. ¡Qué verguenza! ¿Le mirarán mal? ¿Se reirán de mí? ¿Cuchichearán cuando menos me lo espere...?
Cuando me quise dar cuenta, un familiar sonido procedente de la campanilla de esa casa, desvaneció mis absortos pensamientos. Y eso que fui yo la que pulsé el botón que había junto a la vieja puerta, tal vez por la costumbre de mi niñez.
Entonces lo sentí: mi cara comenzó a encenderse... roja, roja... más roja...
¡Ah! ¡Quéééééé verguenza! - Miré a Keith de nuevo de reojo. Y de nuevo, la vista al suelo.
- ¡Dai!
Tia Puri me estrujó. Entre eso y la verguenza, seguro que una "nube de vapor" salió de mi cabeza, como en los librillos de dibujos esos japoneses.
- Ho... hola tita. ¿Qu... qué tal estás? Ya estoy... estamos aquí.
Tras su caluroso recibimiento miró a Keith.
Ya está, la vamos a tener.
Pero no, Keith tan como de costumbre. Tia Puri se echó a reir. Yo me eché la mano a la cara, flipando.
Al cruzar la entrada, el familiar olor de esa casa inundó mis fosas nasales. Una casita que siempre me había olido a avellana aunque mi familia no estuviera de acuerdo conmigo. Pero y qué? Para mí era avellana y ya está.
Dejamos las maletas en el descansillo de la entrada y tia Puri nos llevó hasta el salón. Todo tan hermoso como siempre. Lo único extraño en el ambiente, la cantidad de familiares que había reunidos en un mismo sitio, creo que jamás vi a tanta gente junta. Generaciones más veteranas junto a los más peques de la casa, unos hablando con otros, los niños jugando.
Como rompan algo, van a sufrir las consecuencias, ¡ja! tia Puri no se anda con chiquitas.
Me froté la nuca recordando las collejas que me daba mi tita cuando le daba algún golpe a algo o tiraba algún jarrón. Uh!
Tia Puri posó su mano en mi hombro para llamar mi atención. Me giré y le sonreí.
- Dai, te voy a enseñar tu cuarto. Acomodaremos también a tu amigo, ¿de acuerdo?
Tomamos las maletas y nos dirigimos hacia donde ella nos guiaba. Mientras, con un semblante serio nada común en su rostro, me comentó que algo malo estaba ocurriendo, cosa que me preocupó. Me mordí el labio inferior, no sabía qué hacer.
- Hablé con mamá, sí, pero... antes de tomar el tren hacia acá. No me explicó gran cosa, por no decir nada. Probablemente sepas tú más al respecto o, tal vez hayas hablado después que yo con ella. Pero qué ocurre...?
- Esperemos a tu padre, tranquila.
Y entonces, como si te echaran un jarro de agua fría por encima, tia Puri puso esos ojos pícaros y sonrisilla malévola.
Ya está. Ahora sí que la hemos liado. Como si no la conociera ya.
Y claro, habló.
- Eh... ¿eeehh?? él mi... ¿novio? yo.. esto... yo... no... no... es... es... mmm... él se llama... es... Keith y... solo... mmm... - Empecé a trabarme, como siempre me pasaba con mi familia cuando ya sabía por donde iban los tiros. ¡Mira que me fastidiaba!
- Eeeh, ¿que dónde dices que están nuestros cuartos, tia Puri? El viaje ha sido larguísimo... tengo mucho sueño...
Me froté los ojos, disimulando.
¡Qué vergueeeeeenzaa!
VonClouve Admin
Mensajes : 2253 Fecha de inscripción : 19/06/2010 Edad : 37
Tema: Re: Daiana Angelo >> [Prólogo] Ala Rota Jue Oct 14, 2010 11:25 am
Vuestro cuarto es pequeño, pero acogedor. Tenéis la suerte de que es un cuarto para tres, pero uno de los ocupantes está fuera, así que tu tía Pura dice que por hoy es sólo para vosotros (lo dice con una sonrisa pícara). Después se retira.
Pasáis un rato deshaciendo maletas y lavándoos, principalmente tú más que Keith; al que no parece molestarle la suciedad o el olor del viaje.
Tras un par de horas, entra tía Pura en tu cuarto otra vez. Lleva el sermblante serio. -Dai, se requiere que bajes al salón, ¿de acuerdo? Dile a tu amigo que espere aquí o se de un paseo, si lo desea.
Ignorando todo ruego o súplica, Keith se levanta con su expresión adusta y se dirige a la salida. Antes de marcharse, te dirige una mirada seria, en la que casi se ve un atisbo de emoción. Después se marcha.
***
El salón está lleno de miembros de la familia y otros más. Muchos de ellos son de ascendencia africana, como delatan sus rasgos de etnia negra, y otros tantos son muy rubios con ojos azules. Vosotros, los DiAngelo o Angelo a secas, sois los mediterráneos.
Un anciano, al que no habías visto hasta ahora, de tez caoba y pelo muy rizado, se levanta con poderío de una mesa donde están sentados los mayores de entre los Malaika. En uno de los extremos está tu propio padre, que te dirige una mirada tierna pero seria.
-Hermanos Malaika, he convocado esta reunión de familias por un motivo muy importante. En primer lugar, os agradezco a todos vuestra presencia aquí y espero que podáis transmitir lo que se hablará en estas paredes al resto de la Familia Bendita con la máxima privacidad.
>>Agradezco a Purificación DiAngelo que nos preste su hermosa casa para estos menesteres, y os ruego sin más dilación que escuchéis al Cardenal Bapterie, que viene de la mismísima Santa Sede en el Vaticano para hablarnos.
En esos momentos se levanta otro hombre, aún más anciano, ataviado con ropajes eclesiásticos. Es canoso y tiene una mirada furiosa, casi visceral. Sin embargo, sus palabras suenan tranquilas y pausadas, acostumbrado a largas charlas a multitudes. - Mis hermanos, doy gracias a Dios por poder estar aquí hoy. Mi presencia aquí, habéis de saber que va en contra de los mismísimos deseos de Su Santidad. Pese a toda la honra y el amor al intermediario de Dios en la Tierra que yo albergo en mi corazón, habéis de saber que la postura oficial del Vaticano respecto al anuncio que vengo a daros es, en mi más sincera opinión; una contradicción a las órdenes del mismísmo Santo bajo cuya bendición la familia Malaika fue creada hace ya más de mil años.
>> Os cuento como procede, para que escuchéis y sepáis lo que ocurre y a lo que nos enfrentamos.
>> Amigos míos, sin lugar a dudas este mundo que conocemos... se acaba.
Varios murmullos se levantan en la sala. Incluso algunas risas.
>> No es para tomárselo a broma, me temo. El tiempo de ser escépticos ha pasado ya. No es sólo una premonición que da la Fe en el Señor; es también un hecho científico. En breve serán publicadas en los canales oficiales unas muestras de los estudios que demuestran la brevedad del mundo que conocemos. Y será pronto.
>> No conocemos exactamente el día ni el lugar, pero sí sabemos que el mundo acabará y en su lugar, tal como es la Voluntad de Dios, otro nacerá. Otro mejor, y más limpio. Nuestras cábalas indican que podría suponer la llegada de otro Diluvio Universal.
>> Sin embargo, habéis de saber que el artífice de tal Diluvio no es otro que Metatrón, el siervo de nuestro señor y el hermano en honor de San Miguel y San Gabriel; a quien los Arcángeles rinden pleitesía. Metatrón es absolutamente imparcial con las órdenes de Dios, y las cumplirá a toda costa.
>> En principio, este cambio no debería suponer temor alguno para nosotros, los mortales. Una mañana amaneceremos y todo nos parecerá como siempre, pero el mundo nunca será el mismo. Esto es bueno y es Su designio, así que debemos permanecer así.
>> Sin embargo, por otro lado; el Hombre siempre caprichoso ha concebido algunas ideas distintas que podrían llevar a la cólera de Metatrón y por ende a una transición dolorosa y terrible para el mundo.
>> Ellos, algunos hombres y algunas corporaciones; planean usurpar el puesto de Metatrón como Su supervisor, y suplantar su labor creando un mundo... concebido por su propia mano.
>> Hermanos, el Hombre es defectuoso. Las guerras, la codicia, las hambrunas y el pecado. Es inevitable que todas estas lacras esten implícitas en la nueva realidad que quieren crear. Si dejamos que el Hombre tome la obra de Dios y la reconstruya a su libre albedrío, sólo el caos está asegurado, la miseria y por último el Infierno, pues criaturas de Dios seguimos siendo y a Su merced nos hayamos... pese a que algunos de los más rebeldes de entre nuestros hermanos les pese.
Otra voz se alza. -¿Mas cómo es esto posible, eminencia? ¿Quién pudiera entre los Hombres ostentar este poder tan inmenso?
Tu padre se levanta esta vez. - A eso contestaré yo, Philippe Margold.
>> Existe una organización creada por una serie de potencias mundiales que se han aunado para este terrible propósito. Planean recrear la realidad a su propio criterio, por supuesto sin tener en cuenta la voluntad del resto de personas; y muy probablemente en un intento de extender su poder y dominio sobre el resto del planeta sin consultar al resto.
>>Se la conoce como la White Chair Concillium, por las siglas WCC; y los poderosos de todo el globo forman parte de ella.
>>No podemos saber mucho más de ellos, salvo que tienen un poder entre los hombres casi ilimitado, todo el presupuesto que el mundo moderno es capaz de generar, y una codicia insaciable por el poder; tanto, que planean arrebatar al mismísimo Dios su propia obra.
Muchas cabezas se sacuden en desaprobación.
>> Desconocemos su plan y su modus operandi, pero sí que hemos logrado saber que en parte ellos desean crear una serie de armas capaces de alterar la existencia hasta ese mismo grado. Sin saber cómo, han creado unas burlas a la mera existencia humana a las que llaman irreverentemente “Madres”.
>>Las Madres tienen el aspecto de niñas, pero sabemos que encierran un potencial descomunal. Hace poco logramos capturar a una Madre viva. Ella sola, sin saber siquiera lo que hacía, acabó con la vida de 14 de nuestros camaradas.
Los murmullos recorrieron la sala. Los guerreros Malaika eran guerreros divinos, designados por San Gabriel para guiar al hombre. Tal proeza era digna de un ejército. ¿Una sola chiquilla?
>> Otra de las “Madres”, escapó; por desgracia. Las otras dos se encuentran en poder de la WCC confirmado por uno de nuestros “topos”.
-¿Dónde se haya la Madre que tenemos capturada, señor Angelo? -Preguntó una anciana de alas multicolor.
- Se haya a salvo –Contestó tu padre con expresión triste. – En mi propio hogar. Estamos investigándola.
Otra vez hubo varias aclamaciones de admiración por semejante entrega. Así que ese debía ser el motivo de que tu madre y algunos de tus tíos se hubieran quedado en casa… - Debemos encontrar pronto las causas y los motivos de la construcción de las Madres. Nos tememos que sólo sea la punta del iceberg. Para ello, estamos buscando desesperadamente a un tal profesor Schaun; que al parecer es quien más conoce sobre el tema. Debemos encontrarlo a toda costa e interrogarlo, para averiguar cuál es el plan que la WCC tiene para el futuro… y detenerlo.
Tu padre se sentó en la silla, serio y mirando al vacío.
Un hombre gordo y pálido, de rasgos orientales, se alzó entre la gente.
-Disculpad, hermanos; pero no acabo de entender para qué querríamos detenerlos. ¿No se merecerían por semejante herejía que Metatrón los condenara?
El anciano que habló primero tomó la palabra. -No conoces a Metatrón, joven Takamikawa. Es implacable y feroz, y cumple tan literalmente Sus Designios que no le importará arrasar con todo ser humano si fuera necesario para cumplir sus órdenes. Cuanta más resistencia se encuentre, más oposición presentará. De hecho ya ha desplegado a varias de sus “herramientas” en la Tierra para combatir las amenazas que encuentre a sus planes. Un choque entre estos enviados de Metatrón y los poderes del Hombre podrían ser… terribles.
>>Nuestra misión, como enviados de San Gabriel, es proteger todo lo que podamos al mundo de esta amenaza, e intentar hacer recapacitar a la WCC de que el cambio es bueno y necesario, y que Dios así lo cree. Si la Humanidad se resiste, podría significar…
- El apocalipsis. –Sentenció el cardenal. >> El Vaticano hace tiempo ya que conoce esta situación. Y aunque su Santidad inicialmente pensó con acierto, después de la secreta cumbre de Praga; sobre la cual ni nosotros sabemos nada; volvió cambiado de opinión. Mucho nos tememos que el mismísimo Pecado haya acariciado las débiles mentes de los hombres llenando sus cabezas de poder y codicia. Su Santidad, inexplicablemente; decretó el cese de toda investigación y actividad.
>> Compañeros, mi amor a Dios y por ende a Su Santidad es inconmensurable, pero entended que los Malaika tenemos una misión divina y si es necesario romper los lazos que durante mil años nos han atado a la Madre Iglesia con tal de mantener Su palabra y lograr que el Hombre sea salvado de la cólera de Metatrón…
>> Así se hará. Esta operación será bautizada como “Las Eras de Noé” y todos los Malaika aquí presentes tendréis una tarea asignada para que podáis cumplir con ella en función de vuestras capacidades. Vuestra misma presencia en la Tierra es el sinónimo de que Su voluntad está entre nosotros y todos y cada uno importamos para acometerla.
>> Nos enfrentamos a la mayor prueba que Dios nos ha puesto desde el Diluvio, hermanos. Sed fuertes y seréis recompensados.
>> Id en paz. Algunos de vosotros os quedaréis aquí para discutir pormenores de nuestra actuación.
Tras esto, Tia Pura y casi todos los demás abandonan el salón. Es muy entrada la noche ya, y en tus aposentos, Keith aún no ha vuelto.
Aún te da vueltas la cabeza.
A través de la ventana, la luna llena te saluda. París es hermoso por la noche.
Nithaiah Miembro Legendario
Mensajes : 1313 Fecha de inscripción : 23/06/2010 Edad : 37 Localización : Harvard xD
Tema: Re: Daiana Angelo >> [Prólogo] Ala Rota Vie Oct 15, 2010 2:23 pm
Fú - suspiré cuando se marchó Puri, todavía enrojecida debido al comportamiento de mi querida tía. Me hacía sentir tanta verguenza... y lo peor, es que le encantaba picarme hasta límites insospechados. Saqué la lengua a la nada mientras deshacía mi equipaje, tal vez para mi alivio personal, tal vez porque me gustaba estar con Keith. Pero... en el fondo me daba mucha rabia que fuera tan... tan... reservado, por no decir otra palabra.
Cuando terminé de asearme un poco, me dejé caer sobre la cama, sentada, mirando a Keith. Simplemente le observaba.
Era extraño: miraba el cuarto con cierto interés, pero a la vez parecía que le daba todo igual. Y cómo no callado, muy callado. Dicen que el silencio puede ser un regalo... pero esta vez, me desesperaba.
Me levanté y me acerqué hasta él. Lo miré fíjamente a los ojos y, tras una breve pausa, le puse un dedo en su frente.
- Deberías descansar, el viaje ha sido largo. Si quieres, puedes ducharte o no sé, comer algo, como si estuvieses en tu propia casa. Sonreí.
Keith se limitó a mirarme. Nada fuera de lo normal...
- Keith... yo... no sé... - Aparté la mirada. - Keith... no sé cómo decírtelo. Me encantaría... yo... quiero conocerte de verdad, saber quién eres. Pero tu... tu silencio...-
Comencé a caminar hasta la ventana del cuarto cabizbaja, y apoyé mis manos sobre el cristal - me... desconcierta.
Con mis palabras, el cristal se empañaba poco a poco.
- ¿Por qué... has querido venir conmigo? - cerré los ojos y apoyé mi frente en el frío vidrio. Me sentía triste por dentro. Triste, en una ciudad como París, lugar donde aparentemente no existe sitio para emociones así.
Un breve silencio fue interrumpido por el chirrido de la puerta cuando mi tía entró en la habitación. Me di la vuelta, sorprendida. Puri estaba muy seria. Quería que fuera con ella.
Keith me miró, de forma seria pero, tan profunda, que me provocó un escalofrío que recorrió mi interior.
Keith... qué piensas?
***
En el salón de casa había demasiada gente reunida, y no conocía a más de la mitad. Era curiosa la bonita "combinación" de colores que se podía admirar de entre los rasgos étnicos de esas personas y la decoración con buen gusto que tia Puri le había dedicado a la estancia. Una foto o un bonito retrato hubiera estado bien.
Entonces me acordé de Gabriel. Gabriel... ¿Estarás en París...?
Seguí recorriendo con la mirada a los presentes hasta que vi a papá. Le saludé con la mano y le dediqué una amplia sonrisa. Era genial que pudiesemos estar juntos, me reconfortaba.
Intenté gesticular con la boca y las manos para que me dijera qué tal estaba, pero un hombre de los presentes se incorporó. Alguien que no conocía, parecía importante. Asi que con educación, simplemente me eché al suelo sentada sobre mis rodillas, prestándole atención.
Fueron intensas horas donde pude observar de todo: temor, risas, murmullos... gente con sus manos en el pecho, inquietos, nerviosos; otros, se santiguaban fervientemente. Algunos... simplemente, reposaban su cabeza sobre la mano, distraidos o somnolientos pero... pero...
¿Realmente, esto era cierto?
Me daba igual que esos ancianos fueran importantes, que fueran del Vaticano, o que fueran de otro universo. Porque... ante algo como esto... todos somos iguales...
¿El Fin del Mundo?
Me eché la mano a la cabeza, pensativa. ¿Metatrón? ¿La Voz de Dios? ¿Quiere acabar con este mundo? Por qué... - Aun escuchando las palabras del anciano de barba canosa, seguí sumergida en mis reflexiones.
Es cierto que la humanidad en sí... es el parásito de este mundo. Destrozamos todo cuanto nos encontramos a nuestro paso. Y es cierto que la Tierra tarde o temprano, nos escupirá por nuestros actos pero... entonces, si estoy de acuerdo con la voluntad de Dios, ¿De qué tengo miedo?
Parpadeé fuertemente. De... ¿Perder mis recuerdos?
Papá se levantó, librándome de las cadenas de mi meditación interna. Esperaba en sus palabras tranquilidad, seguridad. Pero ni mucho menos. Sólo logró desconcertarme aún más.
¿Organización WCC? ¿Que quieren controlar el mundo? ¿Madres? ¿Niñas? ¿Pero qué es todo esto...?
Recordé mi pasado encontronazo con esos matones que, si no hubiera sido por Keith, no sé que habría ocurrido. ¿Serían ellos parte de esa organización?
Comencé a sentirme furiosa. ¿Por qué ese afán por controlar el mundo? El poder... la corrupción. ¿Por qué no podemos vivir en paz y ser felices con nosotros mismos sin necesidad de abarcarlo todo?
– En mi propio hogar. Estamos investigándola.
Entonces miré a papá con los ojos bien abiertos, sorprendida. ¿Había una niña de esas en casa? ¿Pero estará mamá bien? ¿Y la familia?
La conversación estaba siendo demasiado para mí. Me estaba empezando a agobiar, demasiadas cosas en tan poco tiempo. Yo solo quería saber si mamá estaba bien... si Gabriel estaba bien...
Si Keith, estaba bien...
El corazón me palpitaba con fuerza. Una misión... un cometido...
¿Y qué puedo hacer yo?
***
El cuarto estaba demasiado silencioso y aun así podía oir mil voces de desorden dentro de mi cabeza. Preocupaciones llenaban mi mente y no podía hacer nada por solventarlas.
Keith no había vuelto todavía. Me sentía muy sola. Si estuviera, al menos un abrazo seguro que aliviaría en parte mi alma. Pero...
Sobre la cama, Me cubrí por completo con mis alas y me aferré a las sábanas con fuerza. Incluso llegué a morder la almohada muy fuerte, para intentar calmar la rabia. Fue en vano.
Mamá, papá, Gabriel... Keith.... ¿Estáis bien? Dios... - Miré al techo de la habitación - y Tú... ¿Estás bien? Siento de veras que este mundo, sea así. Lo siento. Pero no sé qué puedo hacer para ayudarte. No sé por donde empezar.
La luna de París era una de las más hermosas vistas que podía brindar la ciudad, y esa noche estaba más bella que de costumbre. Pero aun así... prefería seguir sumergida en la oscuridad que me ofrecían las plumas de mis alas.
VonClouve Admin
Mensajes : 2253 Fecha de inscripción : 19/06/2010 Edad : 37
Tema: Re: Daiana Angelo >> [Prólogo] Ala Rota Mar Oct 26, 2010 2:39 am
Cuando te duermes, el sueño te llega lento, recostada en tus alas, sin llegar del todo a estar dormida.
Te levantas de golpe, casi asustada, pero te das cuenta de que aún estás soñando. Lo sabes porque ya no estás en casa de tía Pura, pero sobre todo lo sabes porque todo está... diferente, como si un extraño zumbido palpitara en las comisuras del silencio, dándole un matiz extraño a la situación.
Estás en un pequeño claro de un bosque espeso, de árboles sin forma. En el centro del claro sí que hay un árbol, muy grande; y que conoces muy bien. Te quedas boquiabierta cuando ves la figura que está allí, de pie. También la conoces muy bien.
***
Gabriel tiene un gesto serio, no obstante. Viste de forma muy diferente a como lo recuerdas, con un elegante traje blanco, y ha cambiado el aire juvenil por otra expresión más madura. No obstante, sigue emanando ese halo de pureza, esa neblina tenue que halaga tus sentidos y eleva tu espíritu, esa emoción por la que viajarías sin dudar…
-Hola, pequeña Daiana. ¿Qué tal estás?
Gabriel habla con una extraordinaria gentileza y una suavidad que encierra poderío. - Hace tanto tiempo que no te veía… Estás increíblemente hermosa. Aunque esto sea la imagen de un sueño, puedo ver a través de ti la pureza de tu corazón, y he de decirte que es cautivador.
La lisonja acaba cuando Gabriel frunce el ceño en un gesto serio. No puedes evitar pensar lo guapo que es, cuando mira pensativo al horizonte, al vacío, a los árboles sin forma.
- Supongo que no podemos mantenerte al margen por más tiempo. Eres una Malaika de pleno derecho, y aunque aún no lo saben todos; una de las más poderosas que han existido en… bueno, eso será un secreto; por seguridad.
>> En cualquier caso, he venido a advertirte. Dentro de poco sucederá algo bastante feo. Metatrón ha comenzado a actuar. Supongo que ya sabes quién es, tras las revelaciones de la familia. Por toda la Familia Bendita, la noticia se está difundiendo ya.
>> Y sin embargo, esto será un poco diferente para ti, pequeña. Por lo pronto, debes saber que París corre un gran riesgo. Dentro de no mucho, una gran catástrofe sacudirá la ciudad. Aunque Metatrón no se atreverá a atacar a los Malaika directamente, es muy posible que haya consecuencias desastrosas.
>> Desgraciadamente, no puedo estar ahí en estos momentos. Ojalá pudiera, pero confío en ti. Ya avisaré al resto de miembros a su debido momento, pero te necesito a ti para que busques la causa de la afección que enfermará París inminentemente.
>> Llega hasta ella como desees, pero una vez la encuentres; sólo tú deberás calmarla. Ningún guerrero podría ser capaz de curar la Ira de Metatrón, y ningun hombre santo podría sobrevivir a la batalla previa para apaciguar su rabia. Sólo tú posees estas cualidades, y sólo tú podrías ser mi enviada.
>> Sólo puedo pedirte que con semejante carga encima, ganarás mi gratitud eterna; y un gran hueco en mi corazón. Cuídate mucho, pequeña Daiana, y conserva esta hermosura en ese corazón tan puro.
¿Era Gabriel siempre tan lisonjero? Cómo cambian los años. Cuando lo piensas más; probablemente se deba a la enorme presión que depositaba sobre sus hombros, y te enternece pensar que se sintiera culpable por cargarte tamaña responsabilidad.
Y cuando te paras a pensarlo… no es poca. Las palabras suenan mucho mas ambiguas ahora que como parecían cuando las pronunció Gabriel. ¿A qué "Ira" se refería exactamente? ¿Qué es la enfermedad que azotará París?
Te levantas empapada en sudor. Aún es de noche. Miras por la ventana la luna llena, y de repente otro fogonazo sacude tu mente.
Te miras las manos, y ves las de Keith que tan bien conoces. Tu pelo es gris, como el suyo, y al viento ondea fuertemente, la brisa potente silba en tus oídos. Estás desde algún lugar muy, muy alto.
París te saluda desde abajo. Estás encaramado a un edificio enorme, lleno de hierros, que no tardas en reconocer como la Tour Eiffel. Una bombilla roja intermitente parpadea a tu espalda. Estás colgando de un hierro, contemplando la ciudad; sin miedo ninguno, como quien pasea por su casa. En lugar de eso, te preocupa una sensación rara. Y de todas las direcciones que podrías haber mirado, miras primero una, dirección al Montmartre, dirección a donde está la casa de Tía Pura. Te miras a ti, y casi te ves, a la propia Daiana; durmiendo plácidamente tumbada en su cama envuelta en sus alas.
***
Te vuelves a levantar, esta vez de verdad. El sol está saliendo apenas. Keith está tumbado plácidamente en la cama cercana, aún con la ropa puesta. Huele un poco a whisky.
Nithaiah Miembro Legendario
Mensajes : 1313 Fecha de inscripción : 23/06/2010 Edad : 37 Localización : Harvard xD
Tema: Re: Daiana Angelo >> [Prólogo] Ala Rota Jue Oct 28, 2010 11:45 am
Suave y fresca hierba. Sonidos sordos y tranquilos. Olores que traen recuerdos. Imágenes que llenan el alma.
El viejo roble y...
¿Gabriel?
Esa noche ahí estaba, de nuevo, una de las personas más importantes de mi vida. Con semblante serio, podía ver su traje de fino corte, su radiante pelo y... su aura, que emanaba ternura.
Deseaba acercarme. Deseaba llegar hasta Gabriel y poder darle un abrazo. Lo intenté, pero sentí un peso invisible sobre mis pies, sobre mi cuerpo, que me impedía hacerlo.
Intenté hablar, pero el silencio que reinaba en ese lugar devoró mis gritos. Y por más que lo intentaba, más se alimentaba de ellos.
Ahí estaba Gabriel, a unos pasos de mi, tras las raices del viejo roble que, esta vez, eran mucho más pequeñas que hace unos años... o al menos podía saltar, en condiciones normales, con facilidad. Pero... me resigné a apoyar mis brazos sobre éstas y observar la figura de Gabriel en todo su esplendor. Era tan hermoso...
Su voz comenzó a fluir por mis oídos.
Malaika. Metatrón. Gabriel parecía inquieto. ¿Preocupado quizá?
Catástrofe. Enfermedad. ¿Gabriel hablaba en serio?
Ira. Batalla. ¿El comienzo del fin reflejado en tus ojos?
Confianza. Responsabilidad. Si me lo pides tú... crees, Gabriel, ¿que no voy a intentarlo?
Miraba a Gabriel con ternura. Me hacía sentir mal que le preocupara dejarme tanto peso de responsabilidad sobre mis hombros. Pero... siempre lo dije, y siempre lo diré: las cosas son así porque han de serlo. No hay más.
Si yo, en algún modo, formaba parte del puzzle como una pieza importante, no sabía exactamente qué iba a hacer y, aunque en el fondo tuviera un poco de miedo, no iba a dejar de intentarlo.
Por ti. Por Keith, mamá, papá, los Malaika. Solo por aquellas personas que, si todavía existe este mundo, es gracias a ellos.
Le sonreí. No le dije nada, porque era inutil pero... mis labios igualmente se movieron solos, tal vez mecidos por la familiar brisa del lugar, tal vez por la ilusión del momento.
¿Corazón puro? No sé. Solo espero que te encuentres bien ahí donde estés.
***
Volví a la pequeña estancia que me rodeaba, o al menos eso pensé hasta que sentí una gran opresión en el pecho al mirar, medio adormilada, por la ventana. La luna, tras una brusca espiral de sensaciones que surgieron de la nada, parecía más cercana.
Hacía frío, mucho frío. El viento esta vez soplaba muy, muy fuerte. Mis pies apenas se sostenían en un hierro de color rojo e intenso. Mi mano, helada, agarraba otra gran barra escarlata fundida con la primera, en una majestuosa estructura como es la Tour Eiffel.
Keith...
¿Qué era este cúmulo de sensaciones? Turbios, extraños. Pero a la vez, seguros. Conectaban perfectamente entre sí, haciéndolos hermosos en su conjunto.
Por un momento, vislumbré una puerta de color difuso dentro de Keith. Acerqué mi mano lentamente a su brillante pomo, como embrujada por su aura. Despacio... lentamente... podía acariciarlo... hasta que...
Me vi a mi misma.
De nuevo, esa opresión en el pecho. ¿Cómo era posible? ¿Cómo podía verme a mí misma allá, a lo lejos? Pero, ¿Y qué era este sentimiento extraño que acababa de aparecer en mi interior? ¿Era mío... o de Keith?
Me desperté sobresaltada. El corazón me latía con fuerza. Aun sentía el gélido acero de la Torre en mis manos. ¿De verdad había sido un sueño?
Debía de serlo. Keith dormía plácidamente a mi lado.
Estaba amaneciendo. Me levanté y me acerqué hasta la ventana. Allá a lo lejos, había una luz roja que parpadeaba incesantemente. Allá arriba, miré por largo rato.
Gabriel. París es muy grande. Y el mundo que habita Metatrón, infinito. No sé ni por donde empezar.
Mojé mis labios con saliva, los tenía resecos.
Te prometo que daré lo mejor por ti, porque tú confías en mí. Pero al menos... dame una señal para saber por dónde debo empezar. Tiéndeme tu mano. Para el resto, no te preocupes por mí: caminaré yo sola.
VonClouve Admin
Mensajes : 2253 Fecha de inscripción : 19/06/2010 Edad : 37
Tema: Re: Daiana Angelo >> [Prólogo] Ala Rota Miér Nov 17, 2010 4:34 pm
Cuando se levanta el sol del todo, en la casa de tía Pura hay muchos menos invitados. Ahora comienzan las presentaciones informales, pero más entrañables. Primos de todas partes, a muchos ni los conocías, y tu tía como perfecta anfitriona, te los presenta a todos.
Keith vaga por algún lado. Cuando lo localizas, está sentado junto a los pequeños, comiendose las tostadas de una bandeja de dos en dos, mientras los niños se ríen ante el voraz -y cómico- apetito del hombre. Curiosamente, está lavado y limpio, y huele a rosas y colonia de abuela.
Te mira con los carrillos hinchados y un trozo de tostada asomando de la boca, con su nula expresividad en sus ojos fríos. Pero te ha buscado con la mirada.
Otras personas pronto atraen tu atención. Ya no están las grandes personalidades que os dieron la charla por la noche. SIn embargo, tu padre sí que está. Alto, con el ceño fruncido, está sentado ante una mesita sola, con un teléfono a su lado. Parece preocupado.
Nithaiah Miembro Legendario
Mensajes : 1313 Fecha de inscripción : 23/06/2010 Edad : 37 Localización : Harvard xD
Tema: Re: Daiana Angelo >> [Prólogo] Ala Rota Lun Nov 22, 2010 11:43 am
Cuando decidí que ya era hora de ponerse en marcha, busqué mi maleta por la habitación y cogí de ella lo necesario para darme una buena ducha. Alcé la toalla sobre mí para poder verla. Me encantaba, era una toalla blanca muy muy suave, como aterciopelada, con un dibujito de un ala chiquitina en un extremo. Me la regaló mi madre cuando todavía era muy pequeña. Aun así, la conservaba nueva como el primer día.
Me gustaría que mamá estuviera aquí...
Conocía perfectamente la casa de tia Puri, y sabía que no necesitaba pedirle permiso para usar el baño. Me desnudé en la propia habitación y salí al pasillo con la toalla, no sin antes desde el marco de la puerta echarle un vistazo a Keith, que dormía plácidamente en la cama. Aun a pesar de su desaliñado aspecto, no podía evitar pensar que parecía un auténtico ángel con esa cara de niño bueno que tenía al dormir.
Entonces recordé fugazmente ese sueño donde su piel, su rostro, sus manos... formaban parte de mi.
Me eché la mano a la cabeza. Estaba hecha un completo lío... ...
Las gotas de agua que caían por mi rostro eran pura magia. Por un momento, evité pensar en cualquier otra cosa que en la calidez del agua cayendo por mi cuerpo. Con los ojos cerrados, sentía como poco a poco mis músculos se relajaban y mi mente se evadía a Dios sabe donde. Después de los acontecimientos, lo necesitaba. Tenía la sensación de que hoy iba a ser un día de lo más movido...
Cuando volví a la habitación medio empapada, Keith ya no estaba. Me pregunté dónde podía haberse metido aunque... al fin y al cabo, era Keith. Tampoco había que preocuparse. Bueno sí, de la que pudiera liar por casa.
Keith, yo no digo nada, pero como la lies, verás la furia de tia Puri. Jejeje, no te lo recomiendo... - reí para mis adentros. Un poco de humor en estos momentos no estaba mal de vez en cuando.
Arreglada y aseada, bajé al salón. Había mucha gente. De nuevo familiares que no había visto nunca pero, también caras conocidas. Pasaron un par de horas entre que me puse a hablar con unos y con otros de lo típico, qué a qué nos dedicábamos y eso, tema que no sé por qué es el más recurrido en familia cuando hace mil años que no los ves. Vaya tela.
Cuando la casa se fue despejando, de un vistazo pude ver al fondo de la sala a Keith rodeado de chiquillos. Como no, liándola.
No sé por qué no me sorprende.
Aun así, me miraba con esos ojos. Fríos y cálidos a la vez. Pétreos y llenos de sentimiento. Esos ojos que me desconcertaban, y a la vez podían conseguir erizarme la piel.
Reí. No podía hacer otra cosa que reir. Esos mofletes llenos de migajas de pan no podían provocarme otra cosa que una amplia sonrisa.
Gracias... Keith.
Cuando me dispuse a ir a la cocina a por un vaso de agua, pude ver a papá. No lo había visto hasta ahora porque estaba estratégicamente colocado junto a una mesita tras el mueble principal del salón. Me dirigí feliz sin pensarlo hasta él para darle un beso, pero rápidamente comencé a preocuparme tras ver su semblante serio.
Cuando llegué hasta él, le di un beso en la mejilla y le tomé de la mano.
- Papá... ¿Estás bien? ¿Ocurre algo?
VonClouve Admin
Mensajes : 2253 Fecha de inscripción : 19/06/2010 Edad : 37
Tema: Re: Daiana Angelo >> [Prólogo] Ala Rota Vie Dic 31, 2010 7:44 am
Tu padre alza la cabeza.
- Es... Es tu madre.
Sacude la cabeza y se echa las manos a la cara.
- Ha muerto. Se han llevado al experimento. Anoche.
Te abraza y comienza a sollozar. Nunca lo habías visto así. La imagen altiva y seria de tu padre se deshace en mil pedazos mientras te abraza.
Es el despertar del día más horrible.
Nithaiah Miembro Legendario
Mensajes : 1313 Fecha de inscripción : 23/06/2010 Edad : 37 Localización : Harvard xD
Tema: Re: Daiana Angelo >> [Prólogo] Ala Rota Lun Ene 03, 2011 4:10 pm
La imagen de todo lo que me rodeaba desapareció. No sabría decir qué color llenaban mis pupilas: ¿se puede describir el vacío?
Mi padre, abrazándome fuerte, llorando desconsolado. Todavía no entendía bien que estaba pasando. ¿Había oido bien?
- Papá... ¿Qué dices? - le contesté suavemente para no alterarle más, aunque cierto temblor se apoderó de mi voz.
- Mamá. Ha muerto. Ha muerto, Dai. Y no solo eso, se han llevado al exp...
- ...
Hielo. Dolor. Recuerdos.
La sangre se congeló dentro de mí, aunque mi corazón palpitaba con mucha fuerza.
Sentía en el pecho grandes punzadas de dolor que viajaban férreas hasta mis sienes, activando rincones inimaginables en mi interior.
En una milésima de segundo, afloraron millones de recuerdos de mamá dentro de mí. Cada gesto, cada sonrisa, cada momento... se agolpaban unos con otros para, cruelmente, ser protagonistas de mi mente. Pero... era extraño. Cuanto más trataba de visualizarlos con claridad, más se difuminaban las imágenes.
No puede ser cierto...
¿Qué está pasando?¿Se borrarán mis recuerdos? Mamá...
Imposible. Papá está mintiendo. Ademas, ¿qué coño era eso del experimento? ¿Qué le importaba eso ahora? ¿Cómo se le ocurría mencionarlo si lo que decía, era ciert...?
No...
Cerré los ojos con fuerza. Apreté la mandíbula, puse en tensión cada centímetro de superficie de mis músculos.
Mamá... dime algo... dime que no es verdad...
Mi padre se aferraba a mi cuerpo en un desconsolado abrazo solitario buscando cobijo... que no podía ofrecerle. Como muerta, simplemente miraba al frente con la mirada perdida en ese vacío incoloro intentando buscar una explicación de que nada de lo que estaba pasando hasta ahora, era cierto. Pero...
Mamá...
A lo lejos podía oir el familiar reloj de cuco del salón, advirtiéndome de que seguía en el mundo y que no era un horrible sueño. Y lo peor de todo... que con cada segundo, las manecillas me decían que el mundo a veces, podía ser despiadado...
No sé si sumergido en su propia rabia, no sé si buscando una vía de escape... papá me tomó fuertemente por los brazos y comenzó a zarandearme hacia delante y hacia atrás y, su prominente voz, en un tono que jamás había escuchado nunca, apagó rápidamente mis gritos.
- DAIANA! MUERTA! ME OYES! ESTÁ MUERTA!.
El problema fue que... no solo consiguió callarme y hacerme ver la realidad. El problema es, que como si estuviera hecha de cristal, con cada sacudida, me rompía en mil pedazos a cada cual más pequeño, estrellándose contra el suelo y convirtiéndose en fino polvo. Un alma... hecha añicos.
¿Por qué? ¿Por qué tú?
Me derrumbé, mis rodillas chocaron estrepitosamente contra el duro y frío suelo, devolviendo la imagen del salón que me rodeaba a mis ojos. Sentí las miradas de la gente en mí, con cierto aire de preocupación. Pero no me importaba. Ya daba todo igual.
La imagen de mamá nublaba mi mente... y al mismo tiempo, se desvanecía. Cuanto más luchaba por recordar su sonrisa... ésta se desdibujaba.
Si hubiese estado ahí contigo... tal vez esto no hubiera pasado.
No. Aun no. Tenía que comprobarlo por mi misma.
Me levanté como pude, decidida a ir a la habitación a coger mis cosas y volver a casa. Quería verlo por mis propios ojos.
A la mierda el destino, a la mierda los Malaika, a la mierda Metatrón.. Si iba a luchar por ellos, y ellos no están... ¿Por qué tengo que hacerlo? A la mierda con todo...
Las lagrimas ya no podían aguantar más. La ira me cegaba.
VonClouve Admin
Mensajes : 2253 Fecha de inscripción : 19/06/2010 Edad : 37
Tema: Re: Daiana Angelo >> [Prólogo] Ala Rota Lun Ene 03, 2011 4:46 pm
Apenas oyes los sonidos de tu tía Pura, sollozando, quizá gritando. Un gran alboroto se estaba produciendo, pero como si no fuera contigo.
Como si fuera... algo exterior.
De nuevo, ni asomo de Keith.
El aire corría frío en la Plaza de los pintores. No habías alcanzado a dar un par de pasos, cuando una ráfaga gélida te impactó la cara. Te arrebujaste en tu capa.
Y sin embargo... sin embargo algo estaba enrarecido.
No había apenas gente en la plaza. Eran las 11 de la mañana pero podrían haber sido las siete de la tarde. El cielo era... gris.
Haz una tirada de Valoración Mágica.
[Daiana ha subido de nivel. Recordad que aplicamos las nuevas normas de Core Exxet, así que tienes que elegir 5 secundarias diferentes y aplicar un +10 extra por que sí. Además, elige una secundaria que dependa de un atributo físico (por ejemplo, Proezas de Fuerza depende de FUE) y otra que dependa de un atributo mental (por ejemplo, Ocultismo depende de INT) y también sumas un +10.]
Nithaiah Miembro Legendario
Mensajes : 1313 Fecha de inscripción : 23/06/2010 Edad : 37 Localización : Harvard xD
Tema: Re: Daiana Angelo >> [Prólogo] Ala Rota Mar Ene 04, 2011 1:41 pm
Ofuscada, absorta en mi propia rabia interior, salí de casa de tia Puri con lo puesto y poco más: tenía que volver a mi casa lo antes posible... o al menos eso pensaba. Por mamá.
No podía ser cierto. En mi cabeza no había pensamiento para papá, para Gabriel... para Keith.
Conforme salí al exterior, sentí algo extraño. El aire mañanero que asienta la mente a cualquiera... no existía. No me hubiese dado cuenta, de no ser por el exceso de silencio o el extraño color del cielo...
El aire... estaba cargado. Desde luego, presentía que algo no iba como debía en Montmartre.
[Tirada V. Mágica = 40 + 44 = 84]
Última edición por Nithaiah el Mar Ene 04, 2011 1:41 pm, editado 1 vez
Tirada de Dados Miembro Legendario
Mensajes : 6068 Fecha de inscripción : 11/09/2010
Tema: Re: Daiana Angelo >> [Prólogo] Ala Rota Mar Ene 04, 2011 1:41 pm
El miembro 'Nithaiah' ha efectuado la acción siguiente: Tirada de dados
'Dado de 100' : 44
VonClouve Admin
Mensajes : 2253 Fecha de inscripción : 19/06/2010 Edad : 37
Tema: Re: Daiana Angelo >> [Prólogo] Ala Rota Mar Ene 04, 2011 3:01 pm
Pese a la corazonada de que algo iba mal, no detectas nada especialmente sospechoso, lo que no quiere decir que puedas confiarte.
Caminas durante un ratito, sin prestar demasiada atención a tu alrededor o a tu destino. Estás un poco... perdida.
En uno de los callejones, Keith aparece de improviso. No te da tiempo a decirle nada. Te coge del brazo muy rápido.
- Ven. -Dice.
Te lleva unos metros, a otro callejón. Perpleja, te pone contra la pared. ¿Qué demonios? Él se pone enfrente de ti.
...
Está... está mucho más cerca de ti.
...
Spoiler:
[Daiana puede usar el 50% de su CM ahora.]
Nithaiah Miembro Legendario
Mensajes : 1313 Fecha de inscripción : 23/06/2010 Edad : 37 Localización : Harvard xD
Tema: Re: Daiana Angelo >> [Prólogo] Ala Rota Vie Ene 14, 2011 5:08 pm
Caminaba sin darme cuenta a la deriva por las callejuelas de Montmartre con sonoros pasos sobre los baldosines de fria piedra, pensando en todo y en nada a la vez.
Demasiadas emociones y sensaciones dispares para una pequeña adolescente de 17 años.
No sé cuánto tiempo pasé caminando. Estaba agotada. no recuerdo si física, emocionalmente o ambas cosas. Cansada.
Spoiler:
Iba a dar mi último paso antes de derrumbarme cuando de pronto... mis ojos lo vieron.
- Ke...
Su voz... breve y concisa, directa... aturdieron mis sentidos. Perdida y hechizada, me dejé llevar por esa mano fuerte que agarraba mi brazo con decisión... y suavidad.
Cuando quise darme cuenta, estaba contra una pared de desgastados ladrillos de piedra, donde el musgo asomaba tímido entre ellos, pudiendo notar su tacto húmedo en mi espalda.
Seguía hechizada...
Keith se acercó a mí. Aun cobijada dentro de mi espiral mental, ida... pude sentir esa calidez agradable en mi piel que contrarrestraba el frío del momento.
Pum... pum.
Comencé... a sentir... su suave aliento en mis labios. Sus respiraciones me aceleraban el corazón. Demasiado cerca...
Ahí estaba. En ese lugar... y en cualquier otro. Mi bucle mental se hacía más grande... pero también más pequeño. Como si de magia se tratara, notaba como esa espiral desplegaba miles de rayos luminosos, tomando mis sienes, agarrándolas con fuerza. Guardándolas... protegiéndolas a su vez, de que ya nada más me causara dolor.
Era demasiado...
Por favor... No me hagas... no quiero... más heridas...
En trance, acerqué mis labios a los suyos, dejándome llevar. O al menos... eso creía, porque dejé el mundo externo incluso antes de notar una lágrima recorriendo mi mejilla.
...
¿Una luz?
No sabía donde estaba, solo sé que el viento azotaba mi cara. Y eso de algún modo... me tranquilizaba.
A lo lejos... sobre una brillante Luna de color Azul en la nada, había una hermosa luz.
Una pluma de color plata cayó a mis pies. De nuevo, la brisa del viento acarició mi rostro...
La tomé entre mis manos muy fuerte y comencé a caminar hacia aquel resplandor dorado que humildemente brillaba bajo la majestuosa luna añil.