Seyren & AR13L >> Estar en las nubes

Seyren Viktoria & AR13L


La pequeña Ariel, es dejada por cargo de su "abuelo" en las manos de Seyren, un joven que marcha destino a París, a cambio de una suculenta compensación económica que no deja de ser algo sospechosa.

Tras sacudirse la nieve del pelo, la pelirroja niña lo mira todo con atención.

Había tantas cosas por ver. Tantas cosas que escuchar. Tantas que aprender....

La pequeña seguía mirando por la ventana, absorta en el paisaje. Ya habia visto nieve, y también habia visto el cielo, pero... no de forma tan espectacular, tan amplia.

-El cielo parece todo...- murmuro para si la niña, resumiendo en palabras simples algo tan grande.

Algo alejo a la niña de la ventana y sus pensamientos; a unos metros una mujer sujetaba a un hombre, que parecía asustado, la mujer gritaba y el hombre se movía sin parar, queriendo escapar.
En cierto modo era fascinante la escena, fascinante para la pequeña. Con las luces del tren titilantes por el accidente, la nieve cayendo fuera, quejidos a su alrededor.... No pudo evitar abrir mucho los ojos, observando a la pareja, en el justo momento que el hombre noqueo a la mujer, la sangre volando, esparciéndose, tocando el suelo....

Un escalofrío recorrió el cuerpo de la pequeña. Vio algo. Algo extraño. Algo inexplicable. Algo importante.

Parpadeo un par de veces, y entonces escucho una voz familiar.

- No... no ha sido nada, pequeña.

La niña sonrió, y dejo de pensar en esa extraña semilla, pero no lo olvido, lo guardo en un rincón de su mente, en un lugar seguro donde poder acudir cuando lo necesitara.

-Verás, he hecho una llamada. Nos van a sacar de aquí, ¿vale?

-¿Has llamado por teléfono? Donde vivo hay también teléfonos..¿Has llamado a tu amigo de París?.

La niña volvió a sonreír al anciano, cogidita de su mano, mirando el teléfono No alargo la mano para tocarlo, ni lo pidió Sabia que esas cosas no se debían tocar, que cada teléfono era de una persona.
La pequeña no hizo mas preguntas, no insistió demasiado, pues el anciano parecía nervioso y preocupado, así que se dejo llevar a otro vagón, siempre cogida a su mochila con fuerza.

Lo siguiente que paso dejo a la niña impresionada. Empezó a escuchar un ruido en el cielo, un ruido que cada vez se hacia mas y mas fuerte. Abrió mucho los ojos cuando una cosa gigantesca bajo del cielo, haciendo mucho ruido y mucho viento.

- Y con un rugido ensordecedor bajo de los cielos. Enorme, Majestuoso, Poderoso. El batir de sus alas hizo volar las hojas, hizo que balancear los arboles, hizo caer a los hombres. Solo ella quedo en pie, su cabello se meció. Había llegado el Dragón.

El helicóptero habia hecho recordar a la pequeña un fragmento de los cuentos que le contaba Sydney, murmuro las palabras para si, mirando impresionada el vehículo Durante unos segundos creyó que de verdad habia bajado un dragón de los cielos, se parecía tanto a lo que describían los cuentos....Pero ella sabia perfectamente que eso no era un dragón Los dragones eran cosas de cuentos, cosas maravillosas, pero de cuentos.

Y entre pensamientos, en pocos minutos la pequeña y el anciano, están sobrevolando los cielos, ella apenas puede reprimir su emoción, y aunque apenas se escucha su vocecilla con el ruido del aparato, no deja de decir cosas, mirar por la ventana, incluso dar pequeños botecitos en el asiento, sobretodo cuando escucha que ademas de en esto, montara en un avión.

Todavía no puede creer lo que ha visto...¡Y ha sido solo un día!¡Un día!

-Hay...Hay muchas cosas. Quiero verlas todas. Todas, todas....


La pequeña, sujeta con una mano al anciano, observa como el helicóptero se marcha. Moviendo la manita, despide al vehículo, sin duda ha sido una de las experiencias mas divertidas e interesantes que jamas ha vivido la niña.
Después de eso, el abuelito la empieza a llevar por el aeropuerto. La pequeña no pone impedimentos, y aunque nota aveces los tirones, no puede evitar pararse ante coloridos carteles, luminosas pantallas. Sonríe mucho cuando a lo lejos ve a un niño, seguramente de su edad. es cuando ella da un tirón hacia allí, dispuesta a saludar, pero apenas da unos pasos, vuelve a notar un tirón. Suspira levemente, siguiendo de nuevo al abuelito, manteniendo ahora el ritmo, sin querer ser un estorbo demasiado grande.

- Usted es joven, y tiene cara de ser buena persona. Por favor, si me hace usted el favor de llevar a mi nieta a su destino? No tiene más que vigilarla en el avión. De verdad. Cuando llegue a París, hágame el favor de llevarla a esta dirección.

La pequeña entonces empieza a prestar mas atención al anciano. Esta hablando con un chico de cabello blanco, de aspecto agradable; aunque eso no es lo que mas llama la atención de la niña. Al oír París, los ojillos se le iluminan.¡Irían a París!

La pequeña, aunque emocionada, no tarda en entender que se va a quedar con ese chico, y se va a separar del abuelito. Sonríe tiernamente a este, soltándole la mano.

-Abuelo, ¿tú no vienes?

-No, no puedo, pequeña. Tengo cosas importantes que hacer aquí. Pero...

-Te mandare una postal. ¡Lo prometo!

La pequeña, dicho eso, se acerca al chico de pelo blanco. este se acuclilla, mirándola, empezando a hablar a la niña.

-Kak dela, jovencita? Kak tebya zovut?

-Hola...Estoy bien...¿Y tu?-La niña contesta en Ruso, aunque parece dominarlo, se le nota un pequeño acento, aunque no se podría distinguir bien de donde. A la ultima pregunta, simplemente se encoge de hombros, sin saber bien que responder.

-Te portarás bien si te vienes conmigo? devochka.

La pequeña asiente al chico, sonriendo le de nuevo.

-Iremos a París. Es el lugar al que mas quiero ir. Hay una torre grande, y el sol es muy brillante y bonito...

-Izvini, devochka. Ma inglés es un poco pobre. Intentagé hablagte an inglés lo mejor que pueda, ¿da?

Aquella criatura no iba a comprenderme tan bien como Nicolai, tenía que esforzarme un poco en pronunciar correctamente el idioma. ¡Diablos! ¡Es difícil! Me salen palabras en ruso inconscientemente.

-A pagtir de este momento, estás bajo mi gesponsabilidad. Sé una buena devochka y pógtate bien. Hazlo por tu abuelo, pazhaluysta.

Quería ayudar a aquel hombre, no era sólo por el dinero. Las personas todavía podian inspirarme respeto y empatía. Es curioso, hace tiempo que no recurro a la magia... desde entonces me siento mucho más benévolo con la gente. ¿Quizá tenga algo que ver, mi estado de ánimo y mi humanidad, con los conjuros?

-Pegmiteme que me pgesente. Menya zovut Seyren Viktoria.

Sonreí pálidamente a la niña.
Tras la breve presentación, despedimos al abuelo. Después nos dirigimos a la puerta de embarque. Me gusta asegurarme, con tiempo, de la ubicación de mi puerta de acceso al avión. No me apetecería tener que ponerme a correr en una terminal, a dos minutos de la salida de mi vuelo.


Traducción por orden de aparición: (lo lamento, pequeña) (si) (por favor) (mi nombre es)

El avión despega sin muchos contratiempos. Ariel va un poco nerviosa por ser la primera vez. Seyren tambien va un poco intranquilo, aunque por otras razones menos inocentes.

Os sientan en clase turista, pues el vuelo va bastante lleno. Os ponen el vídeo explicativo y la azafata da instrucciones muy precisas. Ariel intenta aprenderselas de memoria y estudia atentamente la localización de todas las salidas.

Tras eso el piloto os informa de la llegada a París a las 17:40, con buen tiempo. Se prevee una cierta zona de turbulencias tras los Urales.

La azafata que va por el pasillo os atiende.

-¿Se encuentran cómodos los señores? ¿Desean algo?


Es una azafata bonita. Pelirroja, como Ariel. Ademas tiene los ojos verdes. Suele ser síntoma de gente que ha tenido descendencia mágica en la familia, aunque sea lejana. Puede ser buen material de experimentación, hay un libro que describe...

...Seyren debe respirar hondo para tranquilizarse.

Todo era impresionante para la pequeña. No podía parar de mirar a un lado y a otro, incluso su nuevo compañero tubo que cogerla de la mano para que no se quedara parada. No tardaron en llegar ante el avión, y la niña se quedo mas impresionada aun, estando ante algo taaan grande.

-Ala.... Es muy grande...¿Seguro que podrá volar? El otro era mas pequeño...Y giraba arriba...Y hacia mucho viento...y...

La niña siguió hablando mientras subían al avión, aunque mas para si que para Seyren. Estaba muy emocionada, y eso se notaba.

Se paso el resto del rato, hasta que despegaron, en completo silencio, sentada, atendiendo a la azafata que hablaba, al video que explicaba las cosas, memorizándolo todo sin perder detalle, sin dejar de mover las piernecitas, balanceándolas un poco, aunque sin molestar.

Se mantuvo así un buen rato, un poco en tensión, como esperando que en cualquier momento el avión se tambaleara, y cayeran del techo los aparatos de respirar. Al final se relajo, apoyándose mejor en la silla, mirando a Seyren.

-Seyren...¿Que vas a hacer en París? Yo voy a ver el sol...Y la torre de metal grande que hay...¿Vendrás conmigo? Seguro que sera divertido, y podremos escribir postales a nuestros amigos... Yo tengo dos, Sydney y el abuelo..¿Tu cuantos tienes?

La pequeña siguió mirándole, acomodándose un poco mas al asiento, parecía algo cansada. En uno de sus movimientos, el joven pudo ver en el hombro de la niña, un poco hacia la espalda, una especie de tatuaje, aunque no se veía muy bien, y con otro movimiento de la pequeña dejo de verse.

Aquella azafata me recordó el epígrafe 23 del Libro Negro de Malstrava. Donde se mencionaban determinados rasgos físicos, que son signo de pertenecer a un linaje mágico.
En ese momento, sufrí un leve tic nervioso en el ojo, tenía la voraz necesidad de releer ese volumen. Me puse algo inquieto. Entonces, la pequeña Ariel comenzó a soltarme una metralla de preguntas.

-Eh… net, io no tengo amigos. Solamente compañegos de tgabajo.

Comencé a rebuscar en los bolsillos de mi abrigo, que estaba doblado sobre mis rodillas. Siempre llevaba algún libro en ellos, por eso me gustaban los bolsillos grandes. Mientras rebuscaba, la niña inquirió en sus preguntas.

-Ne znayu. No cgeo que tenga tiempo de haceg tugismo, Izvini devochka.

El avión comienza a cimbrear intermitentemente.

- Señores pasajeros, avisamos que estamos atravesando una zona de turbulencias. Por favor mantenganse en sus asientos y colóquense el cinturón de seguridad hasta que la luz de los pilotos en su asiento se apague. Gracias.



La azafata pasa vuestros asientos y sigue atendiendo a los de atrás. Las turbulencias son cada vez peores, y se tiene que agarrar a un reposacabezas para no caerse. Dejáis de prestarle atención.

-!Ahhh! -Chilla, en un momento. Casi todos los pasajeros se giran para observarla.


La azafata está en el suelo, y bajo su falda una ¿mancha? negra, que se extiende. Es como una masa de tinta de forma irregular. Trepando por sus piernas.

La pequeña no molesto mucho mas al joven que la acompañaba. Estaba acostumbrada a no recibir contestaciones por parte de los adultos en general, así que simplemente se quedo calladita, sobretodo cuando en una de las pantallas, empezaron a poner una película
La pequeña apenas parpadeo, quieta y atenta a la pantalla donde ponían una de las películas de viaje; entonces empezaron las turbulencias, y la atención de la cría cambio enseguida, pero lejos de asustarse, intento mirar por la ventanilla, atenta a todo lo que pasaba, preparada por si tenia que ponerse la mascarilla, o abrocharse el cinturón, lo cual hizo cuando indicaron que lo hiciera.

Estaba emocionada, a la vez que algo alterada por todo lo que estaba ocurriendo. Fue entonces cuando la azafata grito, cayendo al suelo. La pequeña capto esa cosa rara y negra, y mirando a Seyren, la señalo.

-Mira...¿Que es eso? Se mueve, es muy raro...

Fascinada por eso que ocurría, casi sin darse cuenta, se desabrocha el cinturón, dando un saltito, tambaleándose un poco, sujetándose a un asiento, intentando acercarse un poco mas para ver.

Haz (te sonará) un control de Acrobacias para no caerte; las turbulencias son fuertes.

Acrobacias
-25+72=47

El miembro 'Kotsuki' ha efectuado la acción siguiente: Tirada de dados

'Dado de 100' : 72

Consigues mantenerte de pie sin muchos problemas. Te acercas a esa cosa, mientras ves que la gente grita a tu alrededor. Algunos pasajeros se han desabrochado también, y un par de ellos están en el suelo por los temblores.

La mancha está ahora en la cara de la azafata, que intenta quitársela de encima, pero solo arranca jirones de tinta que vuelven al cuerpo original.

Daría bastante asco a casi cualquiera, pero...

Intento mantener la compostura. Al fin y al cabo, no era lo más raro que había visto en mi vida. Me incorporo ligeramente, sin prescindir del cinturón, y examino a "la cosa".
Además, temiendome lo peor, comienzo a acumular Zeon. Sin preocuparme por los efectos visibles que pueda ocasionar.

Tirada de Ocultismo. 30+

El miembro 'Taku' ha efectuado la acción siguiente: Tirada de dados

'Dado de 100' : 27

Realmente, sólo sabes distinguir su naturaleza innatural; aunque es difícil realizar una buena clasificación. Es... extraño. No parece mostrar ninguna concentración de energías mágicas.

Y... no parece muy inteligente, tampoco.

La mujer da un par de espamos y se queda inerte. La "cosa" se gira, mirando a Ariel.

Lo que al principio le habia parecido a la pequeña algo curioso hasta en cierto modo gracioso, acababa de dejar de serlo.

La pobre azafata habia dejado de moverse con un espasmo, y la pequeña sabia que eso, no podía ser nada bueno.

-No me gusta....No me gusta nada...

La niña se permitió fruncir levemente el ceño, mientras daba otro pasito, colocándose algo mas cerca, aunque con cuidado. Empezó a pensar como atrapar a esa cosita tan pequeña y...viscosa.




Iniciativa: 0+95+82=177

El miembro 'Kotsuki' ha efectuado la acción siguiente: Tirada de dados

'Dado de 100' : 95

Abierta en Ini: 95+

El miembro 'Kotsuki' ha efectuado la acción siguiente: Tirada de dados

'Dado de 100' : 82

Tras el "combate"; que acaba en la captura del extraó bicho, más y más gente se acerca a vosotros. Un azafato logra tapar el cuerpo de la víctima y tras el barullo y caos inicial, se procede a determinar la causa de la muerte. Todos parecen coincidir en que "algo" le cayó encima a la azafata.

Una mujer le dice algo en voz temblorosa al azafato, y este se dirige con mirada asustada a vosotros.

-Perdonen, me ha dicho esta señora que ustedes han "visto" lo que le ha pasado a nuestra compañera, que algo se le ha caído encima. ¿Saben algo? Y tu, pequeña, ¿estás bien?

El hombre se dirige con mucha amabilidad a vosotros, con la cara pálida. Decididamente no era un buen rato para nadie. De alguna forma no había gritos de pánico, y eso era lo más raro. Otro compañero se sentó en el suelo del avión junto a la compañera y otros tres azafatos más comenzaron a hablar a todo el mundo explicándoles la situacion.

Decididamente el protocolo de emergencias cubría casos parecidos a esos, la profesionalidad de todos era... sencillamente increíble.

La niña miraba con tristeza hacia la mujer que había sido atacada mientras sujetaba entre sus manos sujetaba con fuerza el cubilete en el que había atrapado al bicho.

Hizo un pequeño mohín con los labios cuando vio que tapaban el cuerpo de la azafata, y no pudo evitar desviar la vista, frotándose con una mano los ojos, casi llorosos. Miro entonces a Seyren.

-Es un animal malo. No me gusta y no lo quiero... Quedatelo tu.

La niña dijo eso con voz segura, incluso frunciendo el ceño, pasandole el cubilete a su acompañante. La pequeña parecía enfadada con el ser, como si se tratara de otro niño al que ya no ajuntara. Se cruzo de brazo, aun con carita enfadada.

-Perdonen, me ha dicho esta señora que ustedes han "visto" lo que le ha pasado a nuestra compañera, que algo se le ha caído encima. ¿Saben algo? Y tu, pequeña, ¿estás bien?

La niña asintió al azafato que se acerco, cruzada aun de brazos.

-Le ha caído encima. Es un bicho malo y no me gusta... Le ha hecho mucho daño...-señalando el cuerpo cubierto, bajando la cabecita, frunciendo mas el ceño, sin decir nada mas.

- ¿Un bicho? ¿Le ha hecho...daño? - El asistente de vuelo tragó saliva ruidosamente. Miró a Seyren con expresión un poco descompuesta, interrogándolo con la mirada.

- Es usted el... eh... ¿responsable de esta niña? ¿Es cierto eso?

Aunque el resto de azafatas, visiblemente alteradas; trataba de calmar a la gente, algún que otro chillido se escuchaba conforme la confusión cundía en el avión.

-Da, la devochka es mi acompagniante.

Dijo Seyren, algo nervioso e incómodo por la situación. Desde que salió de Rusia estaba experimentando una serie de cambios, tanto físicos como psicológicos, que lo mantenían un poco alterado.
A parte, el hecho de no dominar el idioma le hacía avergonzarse a menudo de su mala pronunciación.

-Izvini, segniorita, la pequeña devochka es muy negviosa y se le ha escapado el hámster. Izvini, una vez más, ha sido muy impgudente por mi pagte dejag sola a la devochka. ¿Ty menya ponimayesh?

Tosió algo avergonzado. Aunque en gran parte, la escusa de no dominar el idioma era perfecta para escaquearse de un posible interrogatorio.

-Todavía no me acogstumbgo al inglés. Lo siento. ¿Ha compregdido mis palagbras?

-Monsieur, un.. hámst...?

El azafato os mira extrañados. Entonces la presión aumenta de forma un poco brusca, y se ilumina el símbolo de abrocharse el cinturón.

- Señores pasajeros, por favor mantengan la calma. Dentro de cinco minutos el avión aterrizará en el aeropuerto Charles de Gaulle. La temperatura en el exterior es de 20 grados y el clima es nuboso. Esperamos que hayan tenido un agradable vuelo y...


Parece que tripulación aún no sabe sobre este accidente. El azafato habla con otro y éste se va a dirigir a la cabina.

- apelléz a la policie, Marie! Aprés!

Podéis intentar salir mezclados entre la multitud cuando el avión acabe de aterrizar, aunque Seyren deduce que la policía vendrá a hacer preguntas. Aún hay mucha confusión y la gente no sabe qué ha pasado y por qué hay tantas azafatas en el cuerpo cubierto de la azafata muerta.

En el cubilete, la criatura parece un líquido viscoso

No podía esperar a que llegara la policía, en primer lugar porque me quitarían mi nueva y viscosa adquisición y segundo, porque no tenía ningunas ganas de pasarme horas y horas respondiendo preguntas estúpidas a un policía estúpido.
Cogí a Ariel de la mano fuertemente, y aprovechando el torrente de gente, intenté salir del avión para mezclarme con la gente del aeropuerto.

Tirada de Ocultarse. -30

(Antes de cruzar la aduana quiero hacer algo para poder "colar" al bichito por el detector de metales, siempre y cuando consiga ocultarme y llegar al aeropuerto)