[Prologo](Regina Dione) Arma letal

-¿Necesitas razones para hacerlo? Sólo tienes que mirar a tú alrededor: una mesa de mármol, cama de roble con dosel, la mejor tapicería de Hécate, cuadros y obras de arte dignas de un museo… lo tienes todo, y todo está a tu alcance. Excepto una cosa, algo que jamás podrás comprar ni con tu dinero ni con tu estatus: mi cuerpo.

Me levanté de la silla, para que pudiese apreciar mi cuerpo. Un perfecto cuerpo de diosa, con las proporciones de la mismisima Afrodita.

-Obsérvame, mírame. ¿Cuántas mujeres así has visto en tu vida? Deberías sentirte privilegiada por haberme fijado en ti.
¿Piensas que es ilícito, que está mal? No tienes marido, no tienes pareja ¿qué mal hay? Experimentar algo que podría cambiar tu vida, una emoción que, aunque diferente, no deja de ser especial.


Creo que con esto, no es necesario tirar Persuasión.

Mientras vosotras teniais vuestra "conversacion", un enorme jaleo se montaba fuera. Pero Marina no le hizo caso. -¡No, no, no! No es eso... -Dijo. Viste como sus mejillas se pusieron del rojo de las cerezas. -Es simplemente... que... Bueno, pues que... seria algo... algo nuevo... Y... pues vaya, que me pillo de improvisto...

Temblaba aun mas. No sabia como reaccionar, no sabia que decir, no sabia que hacer. Pero eso no era lo que mas te importaba... Notaste como, justo enfrente de la puerta, habia alguien que compartia la misma esencia que tu, una esencia luminosa...

Fuera de la sala, hay un Nephilim Sylvain.

Ese murmullo me estaba poniendo nerviosa. Algún pesado estaba discutiendo con los guardias de la entrada, y para colmo tenía cierta afinidad conmigo.
Era imposible ponerse romántica, con semejante distracción. Pero visto de otro modo ¿quién tendría tanta prisa en ver a Marina, como para encararse con su guardia personal? Sin duda esa persona podría propiciarme información muy valiosa.

Acumulo un turno de Ki (concretamente DES). Cuando hayan pasado 3 segundos me avisas xD

Oiste un golpe, de metal contra metal. Al parecer, alguien ataco a alguien... No sabias bien que pasaba, solo oiste eso, y el guardia gritando unas palabras que no pudiste oir claramente, pues la sala se hizo medio insonorizada para cubrir conversaciones, como la que justo tenias con Marina Daorland.

Pasaron los tres segundos. Empieza el combate... https://rolporforo.activoforo.com/las-historias-de-beedle-el-bardo-f52/combateregina-diorne-kalen-del-marina-t613.htm#16138

Enseguida, Marina solto un grito, saliendo corriendo a atender al caido. Llamo a los guardias que habian presenciado la batalla. Uno se llevo al cuerpo de Kalen Del al medico mas cercano, mientras que el otro se quedo contigo y con Marina en la sala.

Marina movia la pierna de arriba a abajo, debajo de la mesa. -¿Y bien? -Pregunto Marina. Se te encaro. -¿Que te impulso a hacer eso? ¿Por que lo dejaste asi? Solo por su manera de hablar, podias saber que estaba tensa. Estaba enfadada. Estaba triste. Estaba preocupada.

-¿Que qué me impulsó a hacer eso? ¿Que por qué? muy sencillo señora, para salvaros la vida.

Me mostré muy seria ante ella, mirándola de arriba a abajo, examinándola, como si sus preguntas me hubiesen hecho dudar de su inteligencia.

-¿No veis su espada? ¿No veis el porqué se enfrentó a vuestros guardias cuando le negaron el acceso? Es obvio, milady. Sin duda, ese hombre es un fanático, contratado para arrebataos la vida.
Yo... os he salvado... al menos merezco oir "gracias"

Bajé la mirada, decepcionada.

La mujer negaba con la cabeza. -Puedo entender algun "impulso" de su parte, señorita, pero esa no es la verdad. -Dijo, segura. Se puso un dedo en el menton, como si estuviera pensando. -Justo antes de encontrarme aqui con usted, yo me encontre con el en mi edificio. El es parte de mi guardia. El... El me ha intendado defender... -Sollozo. Se giro hacia el guardia. -¿Que tiene usted que decir al respeto? -Pregunto.

El guardia bajo la mirada un momento. -Vera, Su Majestad, aquel hombre llego corriendo, diciendo que no estaba segura, que si tal, que si cual... Cuando vio que no cambiabamos de opinion, decidio atacarme. Me defendi, y todos sabemos el resto... -Declaro el hombre. -Bien, puedes retirarte. -Respondio Marina.

El guardia, con un -Como desee, su majestad-, se retiro, cerrando la puerta tras de el. Cuando se fue, Marina te cogio la mano con sus dos delicadas manos. Cuando la miraste a la cara, viste que ella... ella estaba llorando...

-...Por favor... Dime la verdad... No quiero mas mentiras... Hazlo...hazlo por mi...

Dudé un instante, luego hablé:

-Pertenezco a una organización secreta, señora. Una élite especializada en misiones de gran importancia estatal. En este caso, debo protegerla a usted y encontrar a su hermano.

Wissenschaft, desde casi su fundación, despertó muchos rumores entre el populacho, quienes afirmaban la existencia de una organización enfocada a la ciencia y a la investigación, que trabajaba en secreto, al margen de todo. Por suerte, y como todos los rumores, nadie en el fondo los creía. La gente veía a Wissenschaft como algo tan ficticio como un dragón.
Yo no iba a ser tan idiota de desvelarse semejante secreto. No sólo porque se me estaba prohibido, sino porque sería una soberana estupidez por mi parte. Al fin y al cabo, Marina no necesitaba detalles para contentarse.

-Respecto al tipo de antes, no lo conozco. Pero pensé que era un asaltante, sinceramente no parecía otra cosa. De todos modos no está muerto, no se preocupe.

Y ahora que sabe mi verdad... yo quiero saber su verdad. ¿Ha sido totalmente sincera conmigo, o me oculta algo?

Necesito información, un nombre, un lugar, cualquier dato me vale para empezar con la puñetera investigación.

La mujer no dejo de aguantarte las manos. -La verdad... La verdad es que ya no se en que creer... En que pensar... Mi hermano ha desaparecido, mi otro hermano ha sufrido importantes perdidas, y ahora una organizacion secreta que se encarga de protegerme... -Balbuceo. Le costaba trabajo decir lo que decia, pues a cada palabra una lagrima recorria su rostro. -Hay veces... Hay veces en las que desearia no ser Marina Daorland... En las que preferiria ser una simple campesina... Una campesina que no tenga que preocuparse de nada mas que sus cosechas...

Se levanto, y se tumbo en la cama. -Demasiadas emociones en un dia... Necesito descansar aunque sea una hora... Ojala la almohada seque mis lagrimas, y ojala Dios se apiade de mi ser... -Tras eso, acomodo la almohada, y se acosto.

No pude resistirme ante aquella imagen tan tierna y tan dulce. Cuando Marina dormía, parecía una muñeca de porcelana que, con el más leve roze, podría romperse.
Devolví mis espadas a la nada de donde surgieron, me desaté las botas, y me tumbé con la joven heredera en la cama. Con cariño y descaro al mismo tiempo, la abracé, hasta quedarme profundamente dormida.

Marina, al notar el calor de tu cuerpo, no dijo nada, ni se quejo. Simplemente, siguio durmiendo. Y, al poco rato, tu tambien te quedaste dormida...


Te despertaste. El ruido era enorme. Eran gritos de gente peleandose.
-¡Tu eres el asesino! ¡Tu te apareciste con esa cabeza!
-¡No es verdad! ¡Esta cabeza cayo del cielo!
-¡Mentira! ¡¿O es que ahora Dios nos esta mandando cabezas del cielo para avisarnos del Juicio Final?!
-¡Lo que pasa es que tu no sabes afrontar la verdad! ¡Y yo te la voy a decir! Cuando lluevan cabezas del cielo, ¡ahi sabras la verdad!

La verdad es que con ese grito no habia quien durmiera. Marina tambien se desperto, de sopeton. -¡¿Que demonios esta ocurriendo?! -Exclamo.

Me levanto y miro por la ventana.

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Te asomaste por la ventana. Ahi, dos hombres estaban peleandose, uno de ellos con una cabeza en la mano. Una cabeza de una persona... Un hombre. El rostro mostraba una mezcla de preocupacion...y miedo. Una muerte horrorosa, sin dudarlo...

A parte de eso, habia una mujer y un gato, intentando lidiar con los tipos que se estaban peleando... Y detras de ella dos hombres. Un guitarrista y un viejo.

Sitio: Arido suelo de alrededor de una torre de Marina, no hay nada mas a los alrededores. Solo un bullicio de gente, haciendo un circulo. En el centro estan las dos personas.
Persona 1: Pelo castaño, ojos negros. Mide 1 metro y 75 centimetros. No muy corpulento, que digamos, pero al menos lo suficiente como para defenderse.
Persona 2: Pelo negro, ojos marrones. Mide 1 metro 86. Tiene bastante corpulencia, y muy, muy mala leche.

Me quedé prendada de aquella chica pelirroja, su belleza me sobrecojió.

-Qué obra maestra del azar... ¡Carne y alma, componentes unidos como arcilla e inspiración, para recrear una hermosa, preciosa, fabulosa obra de arte!

Recité, inspirada por aquella musa.
Salté por la ventana hasta la calle, para conocer el motivo de aquella disputa, y cómo no, para conocer a aquella hermosa joven.

-Decidme caballeros ¿Por qué discutís?

Los hombres, que no habian parado de reirse, miraron a la mujer recien llegada del techo. Uno de ellos surgio entre la multitud, diciendo -¿Que pasa con las mujeres, que ahora les interesa todo? -Dijo, casi gritando. Poco a poco se notaba mas de que se habia tomado unas cervezas de mas, pues mas de una vez se tambaleo hacia los lados. Camino hacia el tipo de la cabeza (Persona 2), el cual se habia mantenido al margen del "grupito", y lo empujo. -¡Lo que pasa es... -El hombre de la cabeza cayo tras el empujon. -Este de aqui... -Le pego una patada en las costillas. -Es un... -Le pego otra. -Asesino!

El hombre se retorcia de dolor en el suelo. Solto la cabeza, la cual rodo hacia un lado. El borracho que seguia pegandole patadas al hombre que estaba tirado en el suelo, el cual empezo a escupir sangre. Era una vista horrorosa... La sangre se mezclaba con la tierra, impregnando el suelo de un color escarlata poco agradable.

Si el borracho seguia, tal vez lo mataba...

Detras de la muchacha y el guitarrista, el viejo empezo a decir unas inteligibles palabras, mientras que su rostro cambiaba de una sonrisa a una mirada odiosa y sin resentimiento.

Prologo cerrado. Continua en [Campaña](Grupo 1: Katlyn, Hans, y Regina) La verdad detras de la verdad.