[Prólogo: Abraham] Cazador Cazado

Octubre de 990, Dwänholf

La noche es cerrada y fría, llueve, siempre llovía... Tu cuerpo te pide un descanso pero no puedes parar, llevas dos días tras tu peligrosa presa y no te podías permitir ese lujo.



Has estado siguiendo el rastro de la criatura que te ha llevado a la capital del país, Terrasanta. A la lejanía ves la imponente ciudad y la luz que desprende, el vaho de tu propio boca le daba a la "estampa" una sensación algo espeluznante.

Decido en erradicar el problema de una vez por todas te diriges hacia la muralla que rodeaba la ciudad, es alta y robusta pero no estaba vigilada, al menos la zona en la que estás tú, parecía que ningún ejercito se hubiese interesado en atacar la ciudad desde hace mucho tiempo.

Una pequeña entrada daba acceso a la ciudad, no había nadie esperándote. La calle principal que daba a la muralla estaba adoquinada, cosa positiva en principio, pero a ti no hacía más que complicarte más tu tarea de rastreo. La fría piedra te ha robado el rastro pero ni falta que te hace.

Aaaahhh... Un grito ahogado suena no muy lejos de tu posición, parece que estas cerca.

*tira Advertir dif.media para localizar el origen del sonido.

Llevaba bastante tiempo buscando a aquel bicho. Una Sombra, un elemental de oscuridad. Al parecer había matado a un par de niños de aquel pueblo. En estas tierras oscuras pasa de todo... Lo que me extrañaba era que la Sombra hubiese ido tan cerca de una ciudad... Aunque para ser una ciudad todo estaba muy tranquilo. El caballo parecía intranquilo... Desde luego no era nada normal tanta tranquilidad.
Tranquilo pequeño. En cuanto acabemos el trabajo nos vamos.
Desmonte del caballo y le dirigí con las riendas. Prefería no enfrentarme a nada en la oscuridad a lomos del caballo. Sobretodo si iba a tener que meterme en medio de aquellos callejones... Desenvainando la espada por si había encuentros desagradables, comencé a mirar cuando escuché una especie de grito ahogado. Tal vez era la Sombra, pero... No sé, no sonaba igual...Intente ver si identificaba el origen del sónido...

El sonido que llama tu atención te hace meterte por unos callejones, giras una esquina y otra y otra..Parece mentira que en ese espacio tan pequeño entren tantas y tantas calles, te has perdido, es de noche y no consigues ubicar exactamente el sonido.

Las casas son muy sencillas y humildes, te da la sensación de que aquí la riqueza brilla por su ausencia, al ser tan estrechas las calles producen un efecto claustrofóbico algo agobiante, tu caballo a duras penas pasa por alguno de los callejones y al pasar arrancar pequeños restos de las casa más deterioradas.
Todo está muy tranquilo, parece ser que la ciudad duerme hace horas.

El silencio se vuelve todavía más turbador, oyes el latido de tu propio corazón, sientes la adrenalina que recorre tu cuerpo, de repente alguien o algo choca contigo...

Me había perdido. Tiene cojones. Un asesino de lo sobrenatural se pierde siguiendo a su presa... Las calles eran muy estrechas. Desde luego, cualquiera diría que aquí vive gente... No debí salir de la calle principal...

Además no se oía nada, lo cual no contribuía a mejorar mi nerviosismo precisamente. Parecía mentira que después de cientos de años aún me subiese la adrenalina por estas cosas.

Justo en estos pensamientos me choque en medio de la oscuridad con alguien... O con algo.

Te giras, inevitablemente algo tenso, estás preparado para lo peor y no tienes intención de morir aquí.

Una figura perpleja se alza delante tuyo, no es más que un hombre pero apesta como la peor de las criaturas a la que te hayas enfrentado. Apenas le puedes ver el rostro, cubierto por una mata de pelos y una barba espesa y enmarañada. No es muy alto y está bastante escuálido. Sus movimientos son muy imprecisos, claramente esta borracho. Los harapos que viste combinaban muy bien con el resto de su ser, resumiendo es un tío sucio.

Cuando te ve girarte de repente se asusta. Ahh... por favor señor, no me mate.. Empieza a lloriquear. Sé que beber no está bien, pero no hecho nada malo, por favor.. Parece un poco ido. La botella que lleva en la mano se le cae y los cristales y el alcohol que contenía se esparcen por el suelo de la calle así como por las paredes de las casas más cercanas.

De golpe la temperatura baja unos grados, hace aun mas frio que antes. El vagabundo empieza a murmurar, parecen rezos y plegarias. No por favor, dios nuestro señor, protégeme, juro que jamás volveré a beber... El lloriqueó se convierte en llanto. El olor que desprende se vuelve aún más desagradable, se ha meado encima, realmente está aterrado.

Algo liquido recorre tus botas, algo junto el alcohol pero más espeso que este. Parece que tu búsqueda ha finalizado. Te giras y allí enfrente tuyo se encuentra el origen de los temores del vagabundo y... tu presa...

La criatura es ligeramente humana, pero su cuerpo está hecho de pura oscuridad. Sus garras terriblemente afiladas apuntan hacia ti amenazadoramente. Desprende una aura fría y hostil.

* Hazme un post respuesta, tírame Frialdad fácil para mantener la compostura y luego en el post de tiradas entraremos en combate

¡Qué asco! Desde luego aquel vagabundo estaba en muy malas condiciones. Peor incluso que en las que yo me había encontrado a veces. Sus ruegos le hacían aún más deplorable. Mientras ruega por una vida en la cual no tengo el menor interés, algo pasa por mis botas. No es, desde luego, el alcohol, sino algo peor. Al girarme veo a aquel ser al que había venido a buscar. Y mientras lo veo, decido que ya hemos llegado al punto bueno. Con la espada en una mano, y sacando el látigo con otra, me preparo para un buen combate.
Bueno. Ya que llevo buscandote algún tiempo, espero que lo hagas entretenido.

Solo la noche es espectador de vuestra contienda. El primer ataque de la sombra te ha pillado por sorpresa y aunque su garra no te hiere físicamente el frio que notas en tu interior es desgarrador.

Consigues mantener la cabeza fría y después de un par de desviadas estocadas consigues impactar con tu peligroso látigo unas cuantas veces siendo la ultima mortal para la criatura, tu flexible arma se enrolla es sus extremidades y con un grácil movimiento se las arrancas apagando su vil existencia.

Con tu mente liberada de la presión que suponía toda esta situación, el cansancio se te viene encima con un jarro de agua fría, no te habías parado a pensar hasta ese momento, pero llevabas varios días de marcha con un descanso insuficiente y con una alimentación meramente testimonial.

Apoyándote por las paredes de los callejones vas en busca de un lugar en el que puedas saciar tu hambre y por qué no pasar una noche de descanso. Quizás podrías a ver preguntado a ese pobre borracho, pero al girarte ya había desaparecido.

Mientras te paseas te percatas de que estas en un barrio humilde, posiblemente la zona pobre de la ciudad, hay poca luz ,muy poca. Encontrar un sitio donde dormir quizás sea más complicado de lo esperado.

*Hazme una tirada de buscar dif.media

Apenas veo nada. El cansancio, el hambre, la falta de sueño, la sed, y por supuesto, la falta de luz, hacían mella en mis capacidades. Incapaz de encontrar un lugar donde dormir, llevando las riendas del caballo en una mano y la espada en la otra, así avanzaba por las vacías calles.

Maldita ciudad. Cualquiera diría que el destino me odia... Con estos y otros pensamientos buscaba, sin acertar a encontrar una posada. La idea de simplemente buscar un refugio en la calle ni se me pasó por la cabeza. Sabía como acababa alguien que no tenía cuidado de buscar un lugar seguro para dormir, no sólo en esta ciudad, sino en cualquier otra.

Tranquila, Sardinilla, te aseguro que hoy tendrás el mejor establo que el dinero pueda comprar. Le dije a a la pobre yegua, mientras le acariciaba.

Lo que en principio tenía que ser una tarea sencilla se estaba convirtiendo en toda una odisea, parecía como si alguien se dedicara a mover de sitio el lugar que buscabas. Quizás el cansancio, el hambre, el frio y esa maldita niebla que no paraba de penetrar en las calles ayudaban al fracaso de tu misión.

Te tomas un momento de descanso a ver si la orientación vuelve a ti. En la fría noche un estruendo rompe el silencio que reinaba, como si algo cerca de tu ubicación se derrumbara, el caballo algo inquieto se mueve intranquilo. Quizás no era lo que buscabas ni esperabas pero ya tienes algo en lo que entretenerte.

* Tira Advertir (Fácil) para localizar el origen del ruido
*Tira Animales (Facil) para calmar al caballo.

Aunque pude determinar perfectamente de donde venía el ruido, el caballo se encabritó, alejándose.
Peste de caballo.
Tras ello me dirigí corriendo hacia el caballo.

El golpe repentino hizo que tu caballo se encabritara y saliera corriendo, por suerte para ti este laberinto de calles y callejuelas no le permite coger mucho ritmo, y al poco rato de dar unos rodeos consigues alcanzarlo. Caprichosamente tus pasos te han acercado hasta el lugar de donde se ha emitido ese estruendoso ruido.

El caballo aun algo nervioso , se mueve inquieto provocando algún que otro ruido...

Cerca de la calle que estas escuchas a un par de voces que hablan entre ellas, no eres capaz de discernir sobre que hablan, pero puedes distinguir claramente de que se trata de dos voces masculinas... No has visto ni una sola persona a parte de un maloliente borracho en toda la noche y precisamente oyes dos personas después de producirse un ruido algo sospechoso... la noche pinta interesante.

La ciudad parece ajena a todo lo que ocurre, todo sigue exactamente como cuando llegaste, oscuro, frio e inquietantemente silencioso...

Fin del prólogo