[Prólogo] Amanecer de Cympus IV

17-02-2157, 09:36, Edmonton, Alberta, Canadá.

El frío de las mañanas canadienses se os pegan a la piel en cuanto bajáis del avión. A vuestras espaldas dejáis las largas y aburridas horas de viaje hasta Edmonton, donde se encuentra la estación de salto contratada por Structural Materials para su salto a Cympus IV, un pequeño planetoide de la constelación X357-124, al norte de Andrómeda, que se ha descubierto que posee una rica reserva de platino y derivados; recursos muy necesarios para el desarrollo de los circuitos básicos necesarios en las estaciones de comunicaciones.

El salto está previsto para las 13:30, después de comer. Una mujer de rasgos rusos, que se presenta como Nylika Strovska, se encarga de recogeros y de llevaros al tren eléctrico que une el aeropuerto con la estación de salto. Durante el trayecto os explica, de forma breve pero concisa, la labor a desarrollar. Aunque todos habéis leído el informe de antemano como parte del trabajo, es costumbre de la empresa comenzar con esta puesta en contacto de los participamtes.

-Cympus IV tiene apenas 1.500 kilómetros de radio, y como la mayoría de planetas descubierto hasta el momento, está complétamente muerto. Sin embargo, los escáneres preliminares han demostrado la existencia de vetas de platino, osmio, iridio, y paladio en densidades que rondan el 15.64%, 3.63%, 1.27% y 8.42% respectivamente, cerca de la superficie. Nuestra labor será organizar el campamento extractor, y estudiar el posicionamiento de las torres; comenzaremos la exploración a lo largo de los sectores 5 y 10. De momento los ingenieros asignados sois vosotros, aunque es posible que Structural Materials envíe a más gente en breve.

No es hasta la hora de comer, una vez en el restaurante de la estación de salto, que podéis intercambiar vuestras primeras palabras, una vez completados los trámites administrativos asociados a este tipo de saltos. El comedor, una sala amplia y sencilla, aunque agradable, dispone de un pequeño autoservicio para comprar comida, aunque la mayoría parecen haberse traído la comida de casa.

Spoiler:

[FDI] Lo que veis en color, si está en cursiva es pensamiento, si no es dialógo [/FDI]

Me bajé del avión bastante cansada, el viaje hasta Edmontón, se me había hecho bastante largo, a pesar del libro que llevaba conmigo para distraerme. Nylika Strovska, o al menos así nos dijo que se llamaba la chica que vino a recogernos, no explicó por encima en que consistiría nuestra misión y de qué nos encargaríamos nostros.

La verdad es que me sorprendió, había oído hablar de ella a mi madre y a mi hermana, grandes fans de los cotilleos, pero no me esperaba que fuese tan joven. Debía de tener más o menos mi edad, quizá un poco mayor. ¿Cómo podía salir con alguien que la sacaba más de veinte años? No me extrañaba que hubiese sido tan criticada, cualquiera pensaría que la formtuna y la influencia de él, habían tenido mucho que ver... Pero, ¿quién sabe? A lo mejor se querían de verdad y si no, pues allá ellos, ella era guapa y él rico ¿Que tenía de malo sacar ventaja el uno del otro? ¿A caso no lo hacía todo el mundo?

Después de lo que me parecieron horas de papeleo, llegamos a una cafetería de lo más... ¿especial? Sí esa era una buena definición. Otra igual de buena sería hortera, pero no quería empezar a riticar ya de tan buena mañana. Tomé una bandeja del autoservicio y la llené de comida, la verdad es que el viaje me había abierto el apetito así que cogí algo que parecía estofado y algo de fruta variada. La mayor parte de las personas parecían haberse traido comida de casa, pero yo no. No me iba a venir con el tupper desde Corea ¿No?

Tal vez debería haberlo hecho... Pensé al probar el autoservicio, ya casi no recordaba lo poco que me gustaba comer fuera de casa. Pero en fin, es lo que tenía mi trabajo, buen sueldo, buenas vacaciones, buen seguro dental, pero un servicio de comedor horroroso...

Luego de lo que parece haber sido un largo viaje, ya que la mayor parte me la pase durmiendo, bajo de el avión aun desperezándome, antes de tocar el suelo estiro los brazos tratando de terminar de despertarme,
nos estaba esperando una tal Nylika Strovska, tiene cara de engreída no me agrada aunque no lo dije en ese momento si algo me a enseñado el tiempo es a guardarme mi opinion respecto de los demás.

por lo que se de ella llego a su puesto haciendo uso de sus artimañas, aunque bueno no voy a decir que llegue asta donde estoy de manera legal, aunque esa no es la razón por la que no me agrada, ella me recuerda a las típicas niñas mimadas que de pequeñas recibieron todo lo que pedían y se burlaban de los demás, no tolero a ese tipo de personas

tras llenar algunos documentos de los cuales la mayoría ni me tome la molestia de leerlos, nos dirigieron a un comedor, es bastante amplio generalmente evito las cafeterías aunque esta to estaba tan atestada de personas como normalmente esta una cafetería, note que la mayoría tenían su propia comida, en lo personal me dio pereza prepararme algo de comer,y al ver la comida disponible encepe a pensar que no fue muy prudente de mi parte traer comida propia, al hurgar entre mi mochila una de las pocas pertenencias que tengo (si la crisis financiera golpeo duro a todos y no fui la excepción eso sumado a las deudas que se me legaron fue una combinación difícil de superar)

encontré un par de sándwiches que prepare la ultima ves que fui a escalar ase algunos días, no sabia en que estado estarían pero en definitiva era mejor que las otras opciones, no comer nada o usar el autoservicio.

El trayecto se me había hecho bastante corto, normal por otro lado ya que siempre me quedo dormido en los viajes en avión y ni me doy cuenta de que estoy volando. Una cosa que me habría molestado en otro momento es el hecho de que nuestra jefa fuese una enchufada... aún así admito que viendola bien entiendo el por qué de su situación.

Cuándo llegamos al comedor lo primero que hago es observar a el aspecto de mis futuros compañeros aunque voy a tener bastante tiempo para ello por lo que sólo me fijo por encima cómo son.

Después me acerco a una de las mesas ocupadas (la de Amber) y, mientras saco mi propio tupper, le pregunto:
-Hola soy Lorenzo, espero no ser muy descortés pero no tienes pinta de ciéntifca ¿exactamente cúal es tu trabajo aquí? Señorita....-acabé la frase esperando una contestación con su nombre aunque no me hubiese sorprendido que pasase de mí la verdad.

Jonathan Brooks

Maldita sea, esto iba a ser una mierda. Observé como un montón de empollones tiritaban con el frío, a mí no me afectaba ya que estaba acostumbrado a ello. La verdad es que era reconfortante, aunque no fuese igual, el frío de Canadá se parecía bastante al de mi hogar el cual hacía ya años desde la última vez que estuve allí.

No era la primera vez que trabajaba para Structural Material aunque si que era la primera vez que lo hacía directamente como empleado suyo, no era el trabajo de mi vida eso estaba claro pero no era un trabajo que pudiese rechazar. Necesitaba el dinero.

Una mujer, Nylika Strovska creo que dijo que se llamaba empezó a hablar sobre Cympus IV y nuestra tarea allí. No era nada muy complicado, solo se trataba de allanar el camino para aquellos que vinieran después. Mientras esa mujer, claramente muy joven o almenos con respecto a su posición dentro de Structural Materials no pude dejar de pensar en Amanda, mi pequeña Amanda. Estaría bien, no paraba de decirme que los tíos de mi difunta esposa eran buena gente aunque vivieran una vida muy humilde.

Finalmente fuimos a una cafetería donde teníamos que esperar hasta la hora de salto, así que me dirigí a la barra donde había también otras personas, mis futuros compañeros supongo. No me interesaban.

Pedí un whisky sin hielo, necesitaba algo fuerte para mi garganta. Cuando intenté coger el vaso este resbaló y cayó al suelo haciendose añicos y derramando su contenido por todo el suelo.

-¡Maldita sea!

Miré mi brazo, o lo que quedaba de él. Tuve un impulso de cogerlo y destrozarlo. Probablemente hubiera sido el frío, o quizás necesitaba ya otro ajuste, esa maldita prótesis aunque más avanzada que la mayoría, pues lo había diseñado yo, aún no era perfecto. Sentí como la furia me invadía, algo con lo que había tenido que lidiar desde que perdí el brazo, solo me quedó un muñón de unos treinta centímetros desde el hombro, era un puto lisiado. Golpeé la barra con todas mis fuerzas y me quedé mirando al camarero que me miraba con perplejidad, seguro que la imagen de un lisiado con ese brazo estrafalario y enfurecido le resultaba cuanto menos curiosa, era algo a lo que ya estaba acostumbrado pero enfadado como lo estaba ahora no era algo bueno.

-¿Que estas mirando? -le solté con desprecio.- ¿A que estas esperando? ¡Ponme otro puto whisky!

Mientras que terminaba de comer los sándwiches que había encontrado (tenían un sabor raro pero aun estaban comestibles)


se me acerca una persona supongo que uno de mis compañeros de equipo,sin embargo noto un aire de pedancia en el no me pregunto mi nombre, se supone que entre las personas se preguntan los nombres antes de hacerse preguntas, estiro los brazos en lo que termino lo que tengo en la boca.

- mi trabajo es ver porque las maquinas no se vuelvan locas y te terminen matando

intento contenerme pero se me escama una leve sonrisa

la cual ahogo inmediatamente

por la mesa deslizo mi tarjeta de Identificación




y me quedo viendo a la de el



(así que Lorenzo Von Matterhorn, interesante su nombre me suena de algo pero no recuerdo de donde, por su forma de vestir supongo que tuvo una educación costosa y que se siente el centro del universo, se lidiar con los de su tipo aunque bueno de momento esperare haber como se desarrollan las cosas, aunque no tolero su olor nunca me han gustado las colonias con olores tan exagerados)

estiro los brazos y subo los pies a la mesa dejando ver mis botas


de repente escucho el ruido de algo metálico golpeándose dirijo mi mirada hacia donde proviene el sonido, supongo que es otro de mis compañeros bueno por lo menos el parece interesante, me pregunto como serán los demás.

Estaba centrada en disfru... en comprobar que mi comida no iba a salir corriendo del plato, cuando un grito en la barra me sobresaltó. Miré al hombre que acababa de gritar y con voz calmada le dije. -¿Le importaría chillar más bajo? Ni el camarero ni yo tenemos la culpa de que se le haya caído el vaso, así que le agradecería que sus improperios se mantuviesen a un volumen decibélico aceptable para el oído humano.

En ese momento me fijé en la prótesis mecánica que llevaba en el brazo, probablemente la causa de la rotura del vaso, aún así, parecía de bastante calidad. No es que hubiese visto muchas prótesis de ese estilo, pero desde que estuve trabajando en el taller de mecánica, siempre me habían llamado la atención los cacharritos con piezas. Señalé el ingenio con la cabeza. -Parece bastante buena, no es como las que se ven por la calle. ¿Dónde la ha conseguido?

Probablemente estuviese pecando de indiscrección, pues no mostré ningún tipo de tacto. Fue una pregunta directa, sin importarme demasiado por qué al tipo le faltaba un brazo, ya que mi curiosidad era más científica que personal. De hecho, mis habilidades sociales distaban mucho de ser buenas y nunca había destacado por mi empatía hacia los demás. Sabía que lo más probable era que aquel hombre, que ya parecía bastante cabreado, me contestase mandándome a la mierda, y más después de pedirle que dejase de gritar. Pero mi curiosidad "cachivachística" me obligaba a interesarme por cualquier aparato con piezas...

Jonathan Brooks

Miré a la muchacha entrometida. Perder los nervios no era la mejor opción, tenía que controlar mi frustración. Observé mi brazo.

-¿Esto? Claro que es bueno, lo he hecho yo mismo. Pero no es lo suficientemente bueno. -cerré la mano mecanizada.- Hay algunos problemas con el implante, las conexiones neuronales no son lo suficientemente precisas y la armadura no es lo suficientemente resistente.

Quizás no fuese gran cosa pero estaba bastante orgulloso de mi prótesis. Pero aún no era suficiente.

Interesante trabajo la verdad, aunque espero que no sea necesaria en todo el tiempo que trabaje para ellos. Siempre me ha parecido que la violencia no soluciona nada y nunca la he necesitado ojalá esta no sea la primera vez.


-No creo que vaya a trabajar mucho... y la verdad tampoco quiero que trabajes.

Me giré al hombre que tenía un brazo de metal y le dijé gritando un poco:

-Soy científico, no creo que pueda mejorarlo porque bastante bueno pero si quieres puedo intentar ayudarte a mejorar las conexiones neuronales.- era impresionante que ese hombre se hubiese hecho el brazo el sólo y por una vez tenía sinceras ganas de ayudar a alguien.

Noto cierto aire enojado en Matterhorn, supongo que herí su ego, sera mejor ir con cuidado con el de momento no me interesa estar metida en un pleito, observo que habla con el del brazo mecánico, supongo que esta molesto, al fin y al cabo tener eso en lugar de brazo no puede ser muy agradable.


me gustaría acercarme , aunque no sepa mucho de el artilugio que tiene por brazo se que no es recomendable acercarse a alguien con un brazo metálico si esta enojado. por lo visto eso no detuvo a la chica que esta hablando con el.

al parecer no soy la única a la que le parece interesante