Este post está configurado para una resolución de 1280 x 960 pixeles. Si tienes una resolución distinta es probable que veas el texto o las imágenes desajustadas.Diario de Partida
4 de Marzo de 2012
Inicio de la sesión: 12:20 a.m.
Final de la sesión: 4:00 a.m. aproximadamente
Responsable del diario del día señalado: Taku
Jugadores: Derkyn, Taku
Director/es de Juego: VonClouve
Nos encontramos en la ciudad de Karhl, en el principado de Arlan, una de las grandes potencias comerciales del Sacro Santo Imperio de Abel. Los protagonistas, Erling y Baroque, recibieron una misiva que solicitaba su presencia en el Centro de Investigaciones Aéreas, también conocido como Centro de Investigaciones Aéreas de la ciudad. Esta sede formaba parte de la iniciativa sobre un nuevo proyecto en el que la organización de Sol Negro trabajaba. Al cargo de la operación se encontraba Michael Haig, quien firmaba la misiva.
Mostrar Mapa de Karh:- Spoiler:
Nota del DJ: Karh es muy parecida, pero no igual, que la versión oficial que viene en Gaia. Su principal diferencia radica en los edificios añadidos por necesidad argumental, y en el Corazón de la ciudad, que no está en el mar como una isla aparte, cosa que sí ocurre en el manual. Los motivos son completamente estéticos. Por todo lo demás, se conserva intacta.
Se encontraron allí mismo, en el Centro de Investigaciones Aéreas, un sofisticado y vanguardista edificio todavía por terminar, con decenas de obreros ultimando detalles. Los recibió un hombre alto y escuálido, longevo, de unos sesenta años, llamado Nogueval. Se trataba del ayudante de Michael Haig y responsable de encargar la misión correspondiente. Una vez en la intimidad de su despacho,Nogueval les pide a Erling y Baroque que investiguen el curioso caso de Martin Goldhand. Un artista del gremio de pintores, que se llevó el primer premio del último certamen de gremios de talentos de Kharl, una apuesta inesperada en la que muchas organizaciones patrocinadoras, entre ellas Sol Negro, perdieron cuantiosas cantidades de dinero apostando por los perdedores. Sol Negro sabe que el cuadro ganador fue dibujado mediante métodos sobrenaturales. Quiere saber la respuesta y además, si es posible, aprovecharse de las habilidades artísticas sobrehumanas de Martin y reclutarlo para sus filas. Una persona con la capacidad de dibujar algo semejante sería capaz de aportar mucho a la organización.
Para aprovechar el tiempo, los dos recuperadores deciden separarse; por un lado Baroque se dirige a la residencia de Martin, dónde supuestamente realiza sus obras. Al mismo tiempo, Erling se queda en el Centro de Investigaciones Aéreas, examinando el cuadro. El cuadro en sí es casi simple, representa un paisaje; un valle, la figura de Abel con los brazos extendidos y seis soles sobrevolando su cabeza. Le inspiró una extraña sensación de belleza fascinadora, pero al examinarlo con frialdad fue capaz de darse cuenta de que aquello no era normal, había algo mágico de por medio.
Entretanto, Baroque, algo desorientado ante la inmensa y novedosa ciudad, tarda un bien rato en llegar al barrio del gremio de los cocineros, al este, donde se encuentra la residencia Goldhand. Tendría que callejear un poco para dar con ella.Una vez allí, atravesando el mercado, tiene un encontronazo con una hermosa joven de armadura dorada con leones adornándola y pelo rojo.
| Mantiene una discusión con un tendero, mientras algunos hombres de idéntica armadura parecen esperarla a escasos metros. Baroque se percató de que en la espalda de la joven descansaba la legendaria lanza Gae Bolg. El motivo de la |
discusión era un pequeño ramo de jengibre, que el tendero quería venderle a un coste muchísimos superior al que ella estaba acostumbrada en su ciudad natal. Al final se marcha sin comprarlo. Entonces Baroque ve ahí una gran oportunidad de acercamiento, por dos motivos: la chica, que era de una belleza arrebatadora y la lanza, que le haría ganar un ascenso dentro de Sol Negro. Motivos no le faltaron para intentar robar uno de los ramos. Por desgracia, la situación se torció trágicamente, y el ajenjo se enganchó de mala manera, desencadenando una cadena desastrosa. Ágilmente, Baroque improvisó un torpe tropiezo ante los insultantes y malhumorados gritos del tendero. La joven pelirroja y sus soldados se le acercaron. Baroque supo ocultar el intento de robo perfectamente, pagando una moneda de oro por las pérdidas y cinco de plata por dos ramos de ajenjo. Baroque quiso que la joven pelirroja se quedase los ajenjos. Terminado el cruce de cautivadoras miradas, Baroque regresó al encuentro de su compañero. No sin antes conocer el nombre de la joven: se llamaba Claire Adlehair.
Mientras todo esto se sucedía, Erling fue al punto de reunión (habían quedado en reencontrarse en la Plaza Mayor al cabo de dos horas). Como le sobraba tiempo, el recuperador decidió desayunar en una posada llamada El Reloj Roto. De un lujo considerable y célebre calidad, disfrutó del desayuno en compañía de una joven posadera de prominentes delanteras y carácter acelerado y abierto. Habló y coqueteó de más, ante las muecas de irritación de Erling.
Baroque llega finalmente a la plaza, excusándose por la tardanza. La molestia de Erling al respecto parecía darle igual. Al pedir algo para comer en la susodicha posada, Baroque se lleva la sorpresa de haberse convertido en el cliente 200 del mes, siendo ganador de varias noches de hospedaje gratuito y exquisita comida a cambio de pasearse con una camiseta publicitaria
| del negocio. Kowalski, el posadero jefe, le felicita fervientemente. Baroque le da la camiseta a su compañero y sin más preámbulos marchan a casa de Martin Goldhand con un inteligente plan: Erling se vestirá con la camiseta de propaganda del Reloj Roto, y llamará a la residencia de Martin con la excusa de invitarle a la reinauguración del negocio, para además felicitarle por su reciente éxito artístico. Lo que a simple vista parecería una excusa para ganar fama y clientela. Al llamar Erling a la puerta, Baroque se encuentra con una sorpresa, Claire, la soldado de Abel del mercado, responde a la llamada y aparece tras el umbral. Le explica a Erling que Martin está muy ocupado y que no puede atenderle, que vuelva más tarde. En ese momento observa a Baroque, quien finje no conocer de nada a Erling y estar en esa calle por mera casualidad. Cuando éste último se marcha, la joven, sonrojada, le |
pide una cita al recuperador, quien acepta encantado. En la Plaza Central a las 21:00. Vuelven a la posada y descansan un poco mientras debaten qué hacer. Al rato deciden volver a intentar llamar a casa de Martin, pues quizá los soldados ya se habían marchado. Pero de camino allí, en un solitario y estrecho callejón, se toparon con un
Type-005.
| El enfrentamiento no duró demasiado, apenas nueve segundos. Baroque, previamente oculto, le atacó con terrible fuerza, causándole una profunda herida a la criatura. Ella también le atacó, sin éxito. Por su parte, Erling preparaba una sofisticada trampa al final del callejón, entre Baroque y la criatura y él. En el momento oportuno, Baroque aprovechó su inhumana capacidad de ocultación para desvanecerse como una sombra. A la vez que Erling lanzaba una flecha al monstruo, |
provocándolo. Éste, al abalanzarse contra él, quedó presa de la trampa. El monstruo no-muerto intentó disparar a su presa con un cañón que ocultaba en su mano, pero falló. Inmediatamente después le lanzó un látigo de huesos y carne que brotaba de su piel putrefacta, logrando herir a Erling. En ese instante, Baroque surge con un salto de entre la nada, propinándole un corte a la criatura desde el hombre hasta la pantorrilla, cercenándole ésta. Las paredes cedieron como lonchas de queso a su paso. La criatura, a las puertas de su final, activó el protocolo de autodestrucción. Erling ya estaba prevenido de esto, avisó a su compañero y juntos huyeron del lugar. La explosión atrajo a muchos curiosos.
Antes de su cita, Baroque se acicaló, compró un traje nuevo y rosas. Y una vez en la plaza, observó maravillado a la joven, con un hermoso vestido blanco que resaltaba su belleza. “Disculpa, estoy buscando a la hermana de estas rosas ¿la has visto?” aquellas palabras derritieron a Claire. Fueron a un mirador y se besaron, conversaron durante horas sobre cosas banales e intercambiaron miradas que ocultaban más de lo que eran capaces de expresar. Entretanto, un colosal barco de absurdas proporciones llegaba al puerto, divisable desde el mirador.
Mientras su compañero flirteaba con aquella hermosa dama, Erling disfrutaba de un buen vino en su casa. Más tarde, durante un paseo hacia la posada, chocó por despiste con un fornido guardia de armadura dorada, el mismo que por la mañana escoltaba a Claire en el mercado. Otros tres de sus compañeros, junto a él, parecían estar custiodiando a un quinto individuo, a quien rápidamente Erling reconoció por las descripciones como Martin Goldhand. El guardia fornido, derrochando vanidad, empezó a chulear a Erling, abusando de su autoridad. Y fue entonces, cuando en plena reprimenda, Erling, haciendo gala de una frialdad que superaba los límites de la razón, dejó al fornido guardia con media frase en la boca, pasando descaradamente de él, para intentar hablar con Martin. En ese momento, Moreno, el guardia, se sintió como la mayor de las mierdas. Ante éste gesto tan ofensivo, dos de los guardias intentaron apresar a Erling, pero éste se zafó con facilidad, el tercero, considerándolo ya una amenaza, le lanzó su espada larga, causándole una herida leve en el estómago. El cuarto, una chica, prefirió no atacar. Erling intenta explicar que él sólo estaba paseando, que le dejen en paz, pero los guardias dorados no parecían querer ceder ante sus argumentos. La situación parecía agravarse cada vez más hasta que, inesperadamente, se oye un cascabel. De pronto, la melodía del Nyan Cat comienza a sonar en las cabezas de todos. Y como la más burlona de las magias, absolutamente todos los presentes, tanto guardias, como Martin, Ering, como los aldeanos cercanos, comenzaron a comportarse como gatos. Se lamían, jugueteaban, maullaban… Una niña risueña, con orejas de gato apareció y se llevó a Martin de la mano.
La noticia llegó a los oídos de Claire mediante el Eru Peregi. Preocupada, tuvieron que interrumpir la cita y acudir al lugar del suceso. La perplejidad de Claire al observar aquel panorama era indescriptible. Sentía que había fracasado la misión, casi entre sollozos, ni las reconfortantes palabras de Baroque pudieron animarla completamente. Una vez todos salieron de aquel extraño trance, llegó el momento de actuar. Baroque decidió ir al puerto, tuvo esa corazonada, quizá aquel inmenso barco haya tenido algo que ver, era mucha casualidad que hubiese llegado y justo después haya ocurrido ese suceso. Por ese motivo fue al puerto. Erling por su lado fue hasta la casa de Martin en busca de pistas.
El inmenso barco que había llegado al puerto ocupaba varias plazas en los muelles, era exageradamente enorme. Construido de metal, totalmente negro y con luces púrpuras que brillaban por toda la cubierta y alrededor del majestuoso navío. El barco era propiedad de la familia Delacroix. Había un montón de miembros de Sol haciendo guardia alrededor del barco. Baroque mostró su insignia de alto rango a uno de ellos, quería saber cual era el motivo de semejante despliegue. Le atendió un cabo llamado Rick Holmes. Casualmente, Rick sabía de oídas más de lo que debía, y Baroque tuvo una notable labia para sacarle información. En resumen, en el barco viajaba la excéntrica y alocada Prometea, de la familia Delacroix. Por lo visto se encargaría del control de Sol Negro en Karhl, sustituyendo a Michael Haig.
Pero los motivos del viaje de aquel barco eran mucho más oscuros. Según dijo Rick, el barco zarpó desde la isla de Alessa, el lugar donde Sol Negro conserva el Libro de los Muertos original. Las palabras del asustado cabo cada vez eran más inquietantes, pues decía que sólo tenían planificada una breve estancia, que en dos días zarparía el barco. Convencido por la tranquilidad que le inspiraba Baroque con sus palabras, le confesó además que Prometea planeaba soltar "algo" que llevaba en el barco, algo traído desde Alessa, algo terrible... y que lo más inteligente sería irse de aquella ciudad cuanto antes. Terminada la conversación, Baroque decidió presentarse ante Prometea. El encuentro fue breve, la señora Delacroix y su perro Styx recibieron amablemente a Baroque, aunque sus palabras y gestos parecían ocultar demasiada hipocresía. Terminada la charla, el recuperador regresó al Centro de Investigaciones Aéreas.
Entretanto, la búsqueda de pistas de Erling le hizo toparse con otro Type-005. La criatura le atacó entre los pasillos de la residencia de Martin Goldhand. Erling mantiene una encarnizada lucha, siempre intentando ganar distancia, huyendo de las garras y fauces de su enemigo. Finalmente, una lluvia de estiletes sentenció al ser, estampándolo contra una pared. Tras explorar el lugar, encuentra un pincel. Inmediatamente regresa al Centro de Investigaciones Aéreas. Nogueval le recibe y examina el pincel, por lo visto... de procedencia sylvain. Y cuando por fin parecía que tenían una buena pista, la llegada de Prometea deja la misión en el aire, pues todos los poderes pasan directamente a ella. ¿Qué pasará con la misión, la mantendrá Prometea o tirará todo el trabajo de los recuperadores por la borda? ¿Qué será lo que se oculta en las bodegas del Titania? ¿De dónde habrá sacado Martin una pluma sylvain? ¿Dónde se ha llevado al pintor la chica del Nekonosekai? ¿Cuál era la misión de Claire y sus soldados en la ciudad? Pronto encontraremos las respuestas para todas estas preguntas... pronto...
Fin del Capítulo 1.