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Elainne

El paisaje era maravilloso, iba avanzando medio despistada con los ojos iluminados como faros, hasta que la voz de aquel chico me trajo de vuelta al mundo real.

Era mono, y vestía muy bien... y estuve unos segundos despistada hasta que me lancé a contestarle.

Elainne: S-sí, sí, soy yo.

Tenía una tarjeta con algo escrito en la mano... y supuse que sería mi nombre... o algo así.

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Elainne

Al parecer había bastante tiempo hasta llegar al campamento, pero no tenía prisa, el sonido del viento era muy agradable, y me tranquilizaba, pero al mismo tiempo, me incomodaba el silencio provocado por la ausencia de conversación.

Al cabo de un largo... muy largo rato, él se dispuso a hablar. El muy grosero me llamó vieja, pero al menos me dijo que era hábil... no sé cómo podría saberlo.

Elainne: ¡¿Vieja?! ¡Cómo si tú fueses más joven que yo!... Y por supuesto que soy hábil, no lo dudes - Dije un poco alterada.

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Sin duda alguna, me parecía muy grosero, pero en cuanto fui a contestarle, sonó un teléfono y me callé, cruzándome de brazos y suspirando a mala gana.

Tras mencionar que nos recogían, se me escapó una mueca de sorpresa. Tenía que ser un campamento muy bueno, ya que te recogían y todo en coche.

Elainne: ¿Sí?... ¿La señorita... Trébol?

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Me sonrojé un poco, no esperaba ninguna muestra de afecto por su parte, y menos aún tan de repente. Olía fuerte, me seguía sorprendiendo que tuviese quince años...

Me puse a mirar el paraje minuciosamente con la mirada, sin duda alguna, relajante y precioso, hasta que de repente volvió a romper el silencio.

Elainne: Curiosidad, nunca está de más aprender, se dice que el saber no ocupa lugar - Contesté sonriente, mirándole aunque él no me mirase.

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Para mi sorpresa, se acercó un carruaje con unos caballos preciosos, en lugar de un coche, que es lo que esperaba. Quedé maravillada y sin palabras, los ojos me brillaban de la alegría, dejé la boca entreabierta, y solté un pequeño suspiro.

Después Corazón me ofreció su mano para que subiese a aquel vehículo, cómo si de un cuento de hadas se tratase, que yo acepté sin pensarlo. Noté que hasta el pulso se me aceleró un poco, todo aquello era magnífico.

Quedé absorta mirando aquel maravilloso carruaje por dentro, aún casi sin creérmelo, hasta que escuché que me daban la bienvenida.

Elainne: G-gracias...- Respondí nerviosa, casi sin saber que decir.

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Cada vez aquello parecía más un sueño, era algo totalmente fascinante, hasta el mismo campamento era precioso.

Los nombres de ellos eran un tanto pintorescos, pero tampoco le hice mucho caso, y aquella chica parecía un poco molesta. Luego dijo algo de "atributos"... la ironía en aquellas palabras era más que notable, me sonrojé un poco, y callé, no quise decir nada.

Estuve el camino hasta aquella puerta un poco silenciosa, quizás la timidez me limitó un poco, además de la impresión de todo aquel precioso paisaje.

Elainne: G-gracias, has sido muy amable... - Respondí nada más Corazón me dejó frente a esa puerta y se fue.

Me puse frente a aquella puerta, y suspiré, pensando en qué podría encontrarme tras ella, y luego, la abrí.