Hombres lobo de castronegro IV "El castigo de villa Umbría"

Villa Umbría había sido llamada así porque pese a ser una zona donde el clima continental hacía de los veranos un infierno sobre la tierra, siempre podría disfrutar uno de una buena temperatura Sin embargo, hoy tiene un cariz menos agradable. En el siglo XIX, se descubrieron yacimientos de carbón que inmediatamente se explotaron. la ciudad creció de manera exponencial. Durante aquella época, la que había sido una ciudad pacífica y campestre se convertía en una urbe sin mucho control y vibrante de vida. Vinieron inmigrantes de todas partes a tomar parte del pastel. Sin embargo, la mina resultó no dar más de si rápidamente, y tal y como había venido la muchedumbre, se fué. Tras aquello, el pueblo parecía una ciudad fantasma, apenas quedaba gente... y cada vez quedaría menos. Unos licántropos, atraidos por el descontrol en la zona, habían acudido para saciarse sin preocuparse de peligros, y se sintieron cómodos en la zona, sin embargo, ahora, cada vez hay menos gente, y las desapariciones dan mucho de lo que sospechar...

La salida en estampida de la ciudad dejó centenares de casas sin dueño, así que no hay problemas de vivienda en Villa Umbría, simplemente te vas a la casa que más te apetezca





Sin embargo, el alguacil anterior hizo un llamamiento para que la gente viniera a vivir a los barrios mas antiguos, por alguna razón que el consideraba importante y que no parecía querer revelar...



Ahora, hace un par de semanas que al alguacil no se le vé, normal, se habrá ido a la ciudad, la gente que se queda aquí es porque no tiene nada mejor que hacer... ¿que otra razón podría haber si no...?


Lo que los Umbrinos desconocen es que la sombra que siguió por última vez al alguacil vuelve a sentir la necesidad de perseguir a alguien...


(OFF: bien, hoy podréis presentar a vuestros personajes, no se celebrarán elecciones ni linchamientos (ya que no ha muerto nadie todavía... ... XDDD) pero actuarán cupido y el ladrón, si los hubiera, también empezarán a actuar esta noche todos los que puedan hacerlo, a ver si la hoy apática gente de villa Umbría se despierta mañana de otro humor...

Me levanté de la cama. Me acababa de despertar, aunque era por la tarde. Bajé las escaleras, y una voz me recibió.

-B... B-bue-buenos días, señor! C-co-cómo puedo servirle? -Ains, este Lituania... Y no estaba solo. Junto a él, un muchacho bastante enano escuchaba a ver qué decía. Letonia.

Decidí tomar un paseo, así que fui a coger mi chaqueta. Pero no estaba ahí...

-Donde está mi chaqueta? -Pregunté. Enseguida, Letonia respondió: -El museo la aceptó como donación, señor! Según ellos, eso era una auténtica pieza histórica!

-Pero me la compré ayer... -Dije. Sonreí. -Ay, Letonia, Letonia... Por qué eres tan pequeño? -Pregunté. Apoyé la mano en su cabeza.

-Porque verá señor, si usted dejase de aguantarme, Letonia podría crecer!

Pobrecito... Tan pequeño... Lo cogí por las piernas y la cabeza, y empecé a estirarle. -Seguro que así creces!

La gente me llama Rusia. Mi verdadero nombre... Solo lo sabe una persona...

...Ella...

Yao Wang. Conocida como China. Tiene un hermano conocido como Japón, pero este no la acepta a ella como hermana. Muy buena mujer, sí señor, aunque algunos digan que en realidad ella es un hombre. Os puedo deciros ya: YAO NO ES UN HOMBRE. Os lo puedo asegurar.

Me encantaría largarme de aquí.

Los días grises se solapan sobre mi moral guiados por una furia hecha de vacío y de ausencia. Pero, en el fondo, sé que pertenezco a este lugar, y que moriré en él. Estoy hecho para estas piedras grises, para estos muros rotos. En otro sitio reventaría. Al menos, aquí hay paz. Y vacío, pero paz al fin y al cabo.

Me dirijo a la plaza del Ayuntamiento. No sabría decir por qué. Tal vez porque nunca había nadie allí. Encendí un pitillo y me fundí con las esquirlas de humo ascendente.

-¿Hay alguien ahí?

- Uuuu... graouf grouf!!

Comencé a olisquear la entrepierna de Syn3k con gesto desconfiado.

¿De dónde ha salido este chucho?

(...)

Aunque... mirándolo bien... es bastante adorable. Cualquier chica se volvería loca por esa bola de pelo. Bah... para qué negarlo; me gusta este bribón. Nunca había tenido demasiada afinidad con los animales... ni con las personas, la verdad.

El bicho me olisqueaba. ¿Qué querría?

Rebusqué en mi gabardina durante unos instantes. Voilá. Un trozo de pan duro. A los perros les encanta el pan duro, o eso tenía entendido. Para afilar los dientes y todo eso.

-Toma bonito, toma. -Le ofrecí el alimento y puse mi voz más afable-. Come, come. ¿Tienes hambre? Estás bastante flacucho...

Villa Umbría, un pueblo tranquilo y agradable. Visite los yacimientos de carbón y disfrute de la gastronomía autóctona. Conozca a sus gentes y sus costumbres. ¡Seguro que repetirá!

Maldita agencia de viajes, menuda estafa. Yo quería irme de turismo rural, no a un puto pueblo fantasma. Vive menos gente en este pueblucho que en el bloque de mi piso. Pero ¿qué podía hacer ahora? Ya lo tenía todo pagado y no me quedaba pasta para volver en otro vuelo, así que tendría que esperar dos semanas en este sitio perdido de la mano de Dios.

Me levanté a medio día. Estaba de vacaciones, casi se podía decir que había madrugado. Me fui al único bar que había en el pueblo, junto a la plaza del ayuntamiento. Allí vi a un chaval jugando con un perro. "Que perro más bonico" pensé. "Pero seguro que está lleno de pulgas, garrapatas y vete a saber cuántas cosas más". Me metí al bar y me pedí una cervecita y unas tapas para desayunar.

Acepté incautamente el pedazo de pan de Syn3k. El pan visitó todos mis dientes, recorriendo de un lado a otro mi boca. En segundos, aquel pedazo había absorbido tanta saliva que ya estaba completamente blando, tan suave como un bollo. Mastiqué con gozo.

- Ñam ñam.... agggraugf! grrrr augf!!

El cariñoso detalle que Syn3k tuvo conmigo, significó mucho para mi. Como buen y leal perro que soy, en ese momento, Syn3k se convirtió en mi mejor amigo. Lo acababa de conocer, sí, pero ya se había ganado mi eterna amistad y lealtad. Podía escupirme, pisotearme, cambiar mis cachorros por fichas de casino, que nada de eso me importaría. Era mi mejor y gran amigo Syn3k, y nunca me separaría de él.

- Grr...grouf grouf!! groooouf!!

Jugueteé entre sus piernas con el pan en mis dientes.

Toc, toc, toc... El sonido que hacia mi baston sobre la calle empedrada me producia tranquilidad... Una tranquilidad que ese lugubre y oscuro pueblo se esforzaba en arrancarme. Villa Umbria. El nombre sonaba tan rimbombamte que me dije que seria un pintoresco pueblo con abundantes gentes que nunca habian visto una actuacion como la mia... Estaba bastante equivocado en cuanto a la cantidad de habitantes. Llevaba horas por esas calles que me erizaban los pelos y apenas habia visto gente. Serpentee por las callejuelas hasta llegar a lo que, imagine, seria una concurrida plaza del pueblo... Desgraciadamente de concurrida tenia poco. Solo divise a un niño jugando con su perro.


"Genial" Pense con amargura lo mejor para mi negocio eran los espectadores... Niños, hombres, mujeres... Pero alli solo habia una persona... Soltando un desalentado suspiro me dirigui al banco mas cercano y me sente. Mi suerte volvia a jugarmela una vez mas

Me levanté, y baje desde mi castillo en lo alto de las colinas hacia el pueblo. Hacia mucho que yo, Ser Sergei Vladimir Shevchenko Romanov no bajaba al pueblo, ocupado como estaba en hacer tiro al plato. Ya era viejo y algo mayor, pero eso no importaba, recordaba el pueblo como era hace años. Fui al bar y vi a un joven desconocido, un turista...
Oooooh, un turistaaaa... Tenga buen día caballero... Pase y con su alegría y deje un poco de ella cuando se vaya... ¿Siiiii? dije, con una sonrisa de oreja a oreja. Aunque una sonrisa de oreja a oreja mía es algo muy feo. Eso de los dientes de viejo y el aliento.

Palpé el cuello de aquél perro en busca de collar o alguna identificación. Fue en vano. Era un perro callejero, aunque parecía lo suficientemente confiado como para haber conocido la mano afable del hombre. Probablemente lo habrían abandonado hará algún tiempo. Alguna familia que huyó el pueblo y no quería cargar con un lastre peludo. Hasta en un agujero como éste había gente sin corazón.

Lo que me sorprendió fue que hubiera sobrevivido. Normalmente, los animales domésticos se atontan, se acostumbran a la buena vida y pierden todo instinto de supervivencia. Éste parecía bastante agudo. Me cayó bien. Sin saber por qué, en aquellos ojitos profundos, negros como los de un osito de peluche, vi un atisbo de comprensión y... ¿empatía?

Aquél chucho parecía tener tantas ganas como yo de largarse de este antro llamado Villaumbría. Pobre. Yo también solía soñar con volar lejos... pero esos eran otros tiempos. Ahora olía a traición y a sueños rotos en todas las calles.

-No puedo llamarte chucho todo el tiempo -le dije mientras me dejaba la mano llena de babas-. A partir de ahora te llamarás Taku.

"Extraño nombre para un perro..." -Pensé. Era lo primero que se me había ocurrido-. "Extraño nombre para cualquiera, la verdad..."

"En el collar pone Toby"

Oh Dios, ¿me odias porque mi antepasado renegó de ti antes de morir? Con semejante imagen se me pasó el hambre, así que me terminé mi cuarta hamburguesa y mi sexta birra y salí de allí. El chaval seguía jugando con el perro y había un abuelo sentado en un banco. Desde luego, el pueblo era tranquilo. ¿Cómo no iba a serlo si los pocos habitantes que había eran casi todos unos abuelos? Me dirigí a un banco vacío y saqué un libro para leer y echar la tarde.

Cuando salí afuera, había mucha gente...


...


...


Me senté en un banco.


...


...


-VODKAAAAAAAAAAAAAAA~

Carlos revisaba todos sus utensilios para poder estar preparado para cualquier cosa, como cada mañana. Comprobó que estaban todos perfectamente, tal y como los había dejado el día anterior. Entonces, cogió su pipa, le introdujo el tabaco y lo encendió con una cerilla. Agitando la cerilla en el aire la apagó y la dejó caer al suelo. Se puso la gabardina, cogió sus cosas debidamente colocadas en una mochila y salió a la calle, tan vacía como siempre. Le dio un par de caladas a la pipa y luego soltó el humo. Empezó a caminar, hasta que llegó a la plaza del centro. Dio dos caladas mas y volvió a soltar el humo. El mismo panorama de siempre.

-No se para que vengo tan a menudo por aquí-se dijo a si mismo. Suspiró-. Supongo que solo será para no quedarme quieto.

No se acercó a nadie, pues no era del tipo de gente que hablara con los demás a menos que tuviera que decirle algo o que le dirigieran la palabra primero. Simplemente sen sentó en un banco y siguió fumandose tranquilamente su pipa.

Una niñita, con rostro angelical y mejillas sonrosadas (vamos, la típica niña xD) aparece por la plaza. Sus padres se han ido, eso lo sabe todo el pueblo, y la dejaron encerrada en la azotea esperando que allí sobreviviese comiendo cual paloma. Consiguió escaparse, y ahora va de casa en casa. Cada día viste ropa distinta, toda grande (no hay ropa de niña para ella).

Hoy la véis con un vestido azul turquesa, recogido con un cinturón marrón de caballero. Esa ropa, sin duda, no era suya. Lleva tacones de la talla 40, lo que hace que arrastre los pies y se caiga a cada tres pasos.


-¡Vaya panda de holganzanez!

Ah, se me olvidaba, no tiene los dientes delanteros (las palas) xDDDDDDDDDDD

- ¡Azí no ze puede ni dormir! ¡Ala, un chucho!

Corrío hacia el chucho.

- Hola perro.... ¿Quierez zer mi amigo?

Su sonrisa era igual a la del muñeco diabólico, pero sin dientes XD

Ya era casi de noche y por fin Qian habia acabado de limpiar toda la casa, las limpiezas generales eran agotadoras.

Su nombre era Peter pero todo el mundo lo llamaba por su apellido, uno raro, cosa de haber sido adoptado por una pareja de chinos, que murieron hace ya algunos años y estan enterrados aqui en este pueblo.

Salio a la calle y vio lo de siempre, todo el mundo a su bola como siempre, con la diferencia de un chucho que estaba con la niña-paloma.

Cae la noche en la Villa, y los Umbrinos vuelven a descansar de sus agotadoramente monótonas vidas....
También llega un nuevo Habitante, Richy, que camina solitario por las oscuras calles hasta un edificio.
¿cambiará algo más esta noche? probablemente no...

(criaturas nocturnas, mps por favor...)

Un hombre de tez oscura, alto y de complexion fuerte había llegado al pueblo.

Vestía un traje negro con la marca blanca en la parte frontal de su cuello (como la de los curas) y siempre con un libro negroen su mano derecha. Aparentaba unos treinta años y tenia los ojos azules, y aunque fuera aun joven, tenía canas.

En el pueblo se dirigió a un bar, pidio una botella de agua y salio de nuevo. Busco un lugar donde sentarse y poder leer, ignorando a las niña que no paraba de caerse o al perro que no dejaba de arrimarse a la pierna de aquel joven.

Sin darse cuenta, habia llegado la noche...

El día se empieza en Villa Umbría tan lentamente como empezó la nocho, sin embargo, la monotonía del lugar es interrumpida cuando un grito se oye a lo lejos.

La gente se apresura a acercarse y descubrir lo ocurrido, y la escena es lamentable. Taku. el pequeño animal de Syn3k tiene su pequeño cuerpo doblado y desgarrado en ánguos imposibles, y descansa en el suelo ante la mirada de los aldeanos.


Poco a poco, el cuerpecillo de perro se vuelve blanco y le salen unas diminutas alillas, al igual que aparece un saco de "huesos del amor" (o eso pone en la etiqueta) Habéis matado a Cupido



Al verlo, alguien entre el público comenzó a sollozar y gimotear, y, sin poder aguantar la escena comenzó a correr, simplemete no podía aguantar que alguien le hiciese eso a un perrillo tan majo.

NOOOOOOOOOOOOOOOOOO

Sin embargo, cuando la pequeña niña corre corre, queda claro que no escogió bien la ropa que ponerse, puesto que tropieza y cae al viejo pozo seco.Cuando recuperáis el cuerpo de Éire, totalmente roto por la caida, recuperáis un cuerpo normal y corriente, una Aldeana se acaba de "suicidar"

Ahora el pueblo clama venganza, y tenéis hasta las 14:00 para elegir alguacil. En caso de empate, no habrá. Ya se decidirá a la tade quien pagará por ambas muertes...

De nuevo me desperté al medio día. Hoy no iba a dejar que un viejo decrépito me quitara el apetito, así que me preparé un desayuno con todo lo que pillé por casa: leche con fritos, tostadas con aceite y nesquick, un bocadillo de nocilla con chorizo y para acabar un petit suis que mojaba con patatas fritas. Era un manjar de dioses. Un día de estos patentaré la receta y me haré rico, RIIIIICOOOO. Y podré pagarme unas vacaciones decentes, no en una mierda de pueblucho como este.
Una vez termino de desayunar me voy a la plaza del pueblo. Si algo bueno tiene este sitio es el aire fresco que corre por las calles, y en la plaza más aún. Al llegar vi al perro de ayer muerto y destripado. Se me revolvió el estómago. ¿Quién come perro crudo? Si al menos lo cocinaran en un chino... Además vi a la niña de ayer corriendo y cayéndose por un pozo. ¿Se puede ser tan torpe? Mientras leo mi libro observo como el pueblo saca el cadáver de la niña de pozo.
Parece que hoy van a elegir alguacil... Bah, yo me piro de aquí en unos días, así que no me presento.¿Quién iba a votar a un forastero de todas formas?

¡No!

Taku... Taku...

No pude controlar el llanto. La imagen del cuerpo destrozado de mi nuevo amigo se me clavó en el cerebro como una aguja al fuego vivo.

-¿Por qué? ¿Por qué, malditos hijos de puta? ¡Era un chucho inofensivo! ¡Cabrones de mierda, venid a por mí! ¡Os mataré a todos! ¡Os mataré!

Y entonces, caí al suelo de rodillas.

La mañana estaba llena de sorpresas, y aún quedaba por presenciarse la mejor; el cadáver del perro encontrado comenzó a temblar. Su cuerpo todavía se movía, a pesar de tener la yugular totalmente destrozada y varios órganos resbalando por el suelo. El cánido se levanto a trompicones, mirando el vacío con sus ojos blancos y pútridos. Tenía la carne necrosada y varios huesos a la vista.

- Grrr.... graauf.... GRAAAAFFGG!!!

Cuando me desperté y vi el espectáculo decidí que aquello no podía quedar así.
Conciudadanod, lo que estamos viendo es, ante todo un ultraje. Esos málditos lobos han matado al pobre perro y a la joven sólo por querer vivir un amor diferente. las venas se me marcaban de la ira. Y yo os digo, por la poca vida que queda en mi viejo corazón, que no voy a permitir que esos asquerosos lobos maten a dos jóvenes enamorados sólo porque su amor es diferente. Tome aire, y me preparé Aunque lo que voy a decir suponga que los lobos me fijen como su objetivo, me presento a alguacil para poder traer ante la justicia a los lobos y matarlos por esta crueldad sin límites. Porque no eran sólo dos enamorados, sino que el pobre Taku era también amigo de uno de nuestros vecinos, Syn3k, y su dolor no conoce límites.

Me hospede en una posada... Era practica y barata... Ademas de ser lo unico que encontre. Cumplia sus promesas de sabanas limpias y almohadas mullidas relativamente, pero a mi ya me valia... Hoy no habia hecho nada y mis ingresos comenzaban a menguar... Mañana tendria que ponerme a trabajar... Practique con las cartas toda la noche... Ya era un maestro y los cartones se deslizaban por y donde yo queria. Cuando me entro el sueño me tome un trago de mi petaca, me quite la chistera y me dormi... Con la esperanza de que mañana ganaria una suma que me permitiria vivir todo el mes... O aun mejor salir de alli lo mas rapido posible.

Cuando desperte y me dirigui a la plaza (tras varios infructuosos intentos) la gente estaba arremolinada en torno a algo... Genial mas competencia pense... Pero cuando llegue a ver que demonios me encontre al bonito perro de ayer muerto y mutilado... Me quite la chistera y la puse sobre mi pecho... De pronto la niña de ayer que jugaba con el grito horrorizada y corriendo como alma que lleva el diablo fue a caer en un pozo viejo y seco... Sacaron su cadaver muerto... Maldita sea... Yo podria haberle dado un conejito a esa niña...

El chico dueño del perro tambien se hallaba desolado y entonces un nuevo personaje se dio a conocer y dijo que se encargaria de la situacion... Queria ser nombrado alguacil... Mire las caras de los demas... Nadie movia un musculo, no hacia nada... Todos miraban abajo mientras Synek y la madre de la niña lloraban...

Carraspee:

-Vera señor.... Quien sea.- Dije elevando mi voz y recolocandome la chistera.- Veo que nadie tiene el valor suficiente aqui para ocuparse de este... "asunto".- Bendita suerte la mia... Tanto puto pueblo rural y habia venido a caer en uno con la maldicion de los Hombres Lobo.- Si nadie mas va a presentarse, almenos que haya alguien compremetido con esto, si usted me promete que no morire en el tiempo que dure mi estancia aqui yo le voto.

Aunque fuera con un voto, ya era alguacil. Me sentía mal por el hecho de que sólo una persona me hubiese votado, pero aún así, decidí que sería seguramente por el espanto ante la muerte del perrito y la niña.
Y ahora mis conciudadanos, llega la hora más difícil. Cumpliendo con la ley, hoy, mediante votación, debemos designar a alguien para matarlo, siendo acusado sospechoso de ser un hombre lobo. Si alguien quiere proponer un sospechoso, soy todo oídos.