Hombres lobo de castronegro IV "El castigo de villa Umbría"

Tras terminar de orar en aquel banco, me levante y fui a la capilla. Alli habia una pequeña habitacion donde un antiguo sacerdote dormia. Era idonea para mi.

Amanecio como siempre, y tras asearme y rezar, me dirigi a la Cantina para desayunar.

Unos hombres salieron fuera corriendo, estaban asustados, parecia que un pequeño animal habia sido desgarrado por una fiera... como si de un demonio se tratase.

Me levante y me dirigi hacia alli. Instintivamente, "algo" me dijo que que esa cria seria afectada por tal vision. Asi que me acerque a ella, pero fue demasiado tarde, se escabullo de entre la gente y como si ese fuera su destino... callo al pozo.

- Si eso es lo que quieres Señor.. que asi sea... - dije melancolicamente mirando al cielo.

Me quite la chaqueta y la tape cuando uno de los presentes la saco del pozo.

- Mañana hare un entierro por esta niña, que venga el que quiera... - dije secamente a causa de la lenta reaccion de los presentes para socorrerla.

Cuando escuche las palabras de aquel "alguacil" me enoje, como era posible que hablara de matar a alguien por linchamiento asi sin mas, esto era un pueblo de locos.

El Vaticano tenia razon, debia de venir aqui para ver que cosas estaban pasando... y lo descubrire.

Trióxido de Aluminio Cóbrez despertó esa mañana en medio de una plantanción de nabos.

La gente no tenía muy en cuenta los nabos más que para cocinar y para hacer chistes. A Trióxido no le gustaban ni un poquito los chistes sobre nabos, era como si hicieran chistes sobre un dios creador o algo así, con la diferencia de que un Panteón de dichos dioses era llamado comunmente "Supermercado" o "Mercado", y no tenía más sacerdotes que una serie de señores y señoras con buenos pulmones. Alguien debía cambiar eso.

Trióxido había desayunado, almorzado, merendado y cenado nabos desde que tenía uso de razón; al principio se debía a que sus padres, alquimistas ambos (Pese a lo que digan los cientificuchos modernos las cosas se curan mejor con mezclas de esperma y estiercol que con cosas raras de nombres impronunciables), tenían una plantación de nabos de varios kilómetros de extensión.

Pero no por ello amaba tanto los nabos.

Había llegado a la conclusión de que en los nabos residía la Piedra Filosofal. Concretamente en un nabo de las plantaciones de Villa Umbría.

La noche anterior mientras iba andando, se tropezó con uno de estas delicias y cayó cuan largo era, golpeándose la cabeza con un nabo y quedando inconsciente.

Se levantó como podía, recogiendo sus libros y las hojas que el viento no se había llevado y fue andando hacia Villa Umbría, concretamente hacia el "Mercado". Como sabía que normalmente se montaba en la plaza del pueblo fue hacia allí (Él mismo había hecho un par de tenderetes de alquimia, aunque normalmente acababa desperdigados por toda la plaza. A él le gustaba decir que había extendido el monopolio). Sorprendentemente apenas había gente, y con eso quiero decir que no había un alma. Los únicos vestigios de vida estaban en la plaza, en cuyo suelo yacía muerto un pobre perro y a su lado un hombre se lamentaba de su pérdida. Había sido destrozado hasta morir. Tenía lógica: La gente destrozada solía morirse.

De improviso, al perro le salieron alitas blancas de ángel y frente a él apareció una bolsa de "huesos del amor". Al verlo, Trióxido sacó su cuaderno y apuntó: Existen los perros ángeles. Yo tenía razón. El sindicato de Garrulos Andaluces me debe dinero, ¡Al fin podré dejar de comer nabos crudos!

Cuando iba por la mitad, una niña se tropezó con su ropa (que le iba obviamente grande y conjuntada como si le hubiera pedido consejos de moda a Lady Gaga) y murió horriblemente. La gente empezó a enfadarse entonces, más enfadados con el que hubiera matado al perro que por haber muerto la niña. Un viejo se presentó para alguacil y ganó de un voto al resto: Nadie más se presentó.

Entonces el perro ángel se despertó. Tenía la piel necrosada y el cuello abierto, los ojos muertos... O sea, que era un jodido zombi. Trióxido gritó como una nena y se subió a un banco mientras gritaba: "¡Álejate, la carne de nabo sabe muy mal!" Y, afortunadamente,tras gruñir un poco el can infernal se fue corriendo.

El actual alguacil dijo que tenían que linchar a alguien ¡Cómo si fuera así de fácil! Oh, maldita sea, había ido a parar a un antro de locos ¡Y además con hombres lobo! ¡Eso debería ser bueno! ¿Por qué era tan malo estar en un antro de locos? ¡Si era su sueño! Uno de tantos al menos... Por suerte, uno de aquellos tipos no estaba de acuerdo y dijo de hacer un entierro a la niña... Pero si de verdad había hombres lobo y por mucho que me pesara no podía hacer nada, tendría que aguantarme y participar en los linchamientos.

-Pero... ¿Cómo demonios se va a hacer esto? No se ustedes, pero yo no conozco a nadie de la zona y tampoco creo que podamos sacar mucho de esto. Aquel hombre.-Señalé al hombre que se había estado lamentando por la muerte del perro.-¡Se me ocurre que usted pueda ser! A fin de cuentas si el perro es suyo no sería de extrañar que, sorprendido en medio de una transformación, lo hubiera visto cerca y lo hubiera asesinado... ¡Además, nadie sospecharía de alguien que al día siguiente llora su pérdida!

Vaya, al parecer el pueblo tiene merienda-espectáculo. ¡Y además interactivo! Bueno, si linchar a alguien es tradición del pueblo, un turista como yo no tiene derecho a oponerse. Cuando vi que el pobre dueño del perro, casi tan destrozado por dentro como su mascota, era acusado de forma tan cruel y directa supe que no podía dejar aquello tal cual.
- El tío de los nabos tiene razón, nadie sospecharía de ti. ¿Cómo se te ocurre sacrificar a un noble animal solo para saciar tu hambre? - dije mientras hincaba el diente a mi bocata de jamón, pechuga de pollo, queso, chorizo, salchichón, mortadela, paté, jamón de pavo y huevos fritos. Tras tragar el delicioso manjar proseguí:
- ¡Pueblerinos varios! Si alguien debe morir apalizado hoy, ese tiene que ser Syn3k. Y me pido ser el primero en arrearle.

Trióxido se horrorizó al oír eso de arrearle, tanta barbarie no sentaba bien a un estómago delicado a base de ingerir nabos.

-¿A-arrearle? ¿No podríamos simplemente empujarle desde un lugar alto? Es que eso de la sangre... Las vísceras, los huesos, los...-Se estremeció de puro asco.

Carlos despertó. Siguiendo su rutina, comprobó su material, encendió su pipa y se puso la gabardina para salir. Pero al ver el panorama que había, no pudo evitar dejar caer su pipa. Un perro destripado y una niña muerta. Aquello era horrible. No pudo evitar fijarse en la expresión de Rumil, que no solo parecía no estar en absoluto afectado de aquellas muertes, sino que encima se divertía.

-¿Y por que tiene que ser Syn3k, el hombre lobo? ¿Por que no puede ser nuestro nuevo vecino Rumil? Acaba de llegar y ya mueren dos de los pocos habitantes que quedábamos. Y no solo no le afecta algo tan cruel como eso, sino que se jacta de ello y apunta rápidamente al primero en ser acusado. ¿Acaso eso no os hace sospechar lo mas mínimo?

- Típica actitud de pueblo: "acusemos al forastero, ellos tienen la culpa de todo". Si por mi fuera, me habría ido ya de aquí, pero no me queda dinero para cambiar los billetes de avión. Pero claro, lo fácil es acusar sin pruebas ni fundamento. Mr Nabo y yo hemos llegado a la conclusión de que podía ser Syn3k a través de una acusación racional: que nadie sospecharía de él. Tú me acusas a mi solo porque no me afecta la muerte de dos desconocidos. ¿A ti te afecta que millones de niños en el mundo mueran de hambre cada día?
Doy otro bocado a mi suculento bocadillo.
- A mi tampoco, porque sé que son cosas que pasan y un individuo como yo no puede cambiarlo. Igual que no puedo matar yo solo a todos los hombres lobo. Por eso necesito vuestro apoyo, para desenmascarar al desalmado de Syn3k. Si vosotros, nativos de este pueblo, no vais a protegerlo, ¿entonces quién lo hará? Si yo fuera un hombre lobo me habría ido a una gran ciudad, donde un muerto o dos no suponen mucho problema. En cambio, en pueblos pequeños y tranquilos como este, donde todos os conocéis, cada muerte tiene un peso importante. Por eso deberíais pensar un poco y daros cuenta de que Syn3k es quien más posibilidades tiene de ser un lobo. Si este pueblo se tiene que ir a la mierda, a mi me da igual, pero al menos esperad a que yo me vuelva a casa. Entonces os daréis cuenta de que no soy un hombre lobo.

Yo no era un hombre dado a la violencia... Era un simple mago callejero... Un hombre aficionado a las cartas y a los trucos de palomas y conejos y ahora se hablaba de matar gente... Tenia que escuchar bien... No queria ningun muerto que no pusiera en riesgo mi vida... Pero... Como estar seguro´? Todos podian ser comedores de carne y querer mis huesitos como palillo de dientes.... Sin duda entre una especie de contra acusacion y una acusacion razonada la cosa estaba clara...

Saque una carta al azar... La K de picas... Efectivamente.

-Yo estoy del lado del hombre al que no le gusta ver sangre.- Me quede pensativo un momento.- En todo de hecho.- Vi de reojo.- Ese hombre parece demasiado bien alimentado como para ponerse a comer perros.- Su bocata lo decia todo.- Ese hombre en cambio tenia el afecto del perro.-Hice un pase de mis manos y arquimedes aparecio y se poso en mi hombro.- Un truco de manos perfecto.Sin embargo...Ya he visto demasiada sangre por hoy.- Hice un saludo con mi chistera y el toc toc toc de mi baston me siguio mientras me alejaba... Las ejecuciones estaban bien para el pueblo llano, pero el no estaba para esas cosas

Voto contra Synek por si no a quedado claro

Carlos se indignó.

-Que a un desalmado como tu no le afecte, no significa que a los demás tampoco-resopló-. Ademas, cualquier persona que no sea capaz de matar a sangre fría a alguien se ve afectada al ver morir a alguien cerca de si o al ver un cadáver en semejante estado. Además, habrías venido a un pueblo pequeño y abandonado como este en vez de a una gran ciudad por que aquí nos podrías matar a todos uno a uno, noche tras noche, sin que las autoridades gubernamentales hicieran nada para remediarlo, pues estamos completamente aislados. Como enemigos tan solo tendrías a unos simples pueblerinos que, incapaces de encontrar mas pistas irían acusándose diariamente, mientras que tu te salvarías siempre con ese pretexto, pues nos tomas a todos por estúpidos.

Linchamientos, falsas acusaciones, sospechas sin base ni fundamentos. TODOS habían caído en desgracia. No les importaba clavarse dagas entre ellos con tal de salvar el cuello... patético.

Me olvide de ellos y recogí el cuerpo de la pequeña. La tenía en mis brazos, tapada con mi chaqueta.

- Pelearos entre vosotros... PECADORES! - dije enojado - Vuestras ridículas disputas no traeran de vuelta esta pobre alma. Su joven llama acaba de extinguirse y vosotros solo pensáis en apagar otra... me dais asco.

- Espero que Dios se apiade de vuestras almas, porque yo no lo haré. - les dije dándoles la espalda mientras me llevaba a la chiquilla en dirección a la capilla.

- No te preocupes pequeña... pronto estarás en casa... - le dije al cuerpo frío, pequeño e inmovil mientras me alejaba de la aglomeración.

Sin ninguna voz que proponga otro culpable, Syn3k es acorralado por las gentes del pueblo, arengadas por:
3 votos de Rumil, Carpazzo y Zach, contra ninguno...
Entre varios hombres llevan a Synek, al patíbulo, la caída es rápida, un único chasquido y el silencio....






y al ver que aquel hombre que tantos años había pasado en el pueblo no se comvertía en nada comprendieron su gravísimo error, habían matado a aquel que más sabía del pueblo y sus gentes, habían matado al Anciano...
A partir de ahora todos los personajes especiales de la aldea pierden sus poderes.


Pueblo, seca tus lágrimas, reune tu esperanza y duerme para ver el mañana

El día comienza con un amanecer color carmesí.
Las esperanzas del pueblo de sobrevivir a la pesadilla se desvanecen poco a poco, pero es ahora cuando el espíritu de aquellos inasequibles al desaliento se alza contra la adversidad....

Sin embargo, incluso para ellos será una prueba de fuego aguantar ver otro cadáver despedazado, ahora, el cadáver de carlos reposa de una forma macabra colgando de techo de la cantina.
Pobre hombre, un simple hombre, al que se le habían caido un par de pociones de un contenido viscoso y ennegrecido, Ha muerto un Aldeano, un que antiguamente había gozado del poder de una bruja

Los pocos habitantes que han reunido el valor para presentarse en la plaza tienen expresión de derrota, sin embargo, la mayoría estaba seria, no venderían barata su piel...

Desperté enfadado. Uno más de los ciudadanos acababa de morir, y las cosas se ponían feas, pero decidí jugarmelo todo. Tenía sospechas, y esperaba que se cumplieran, así que llamé en asamblea a los ciudadanos y turistas.

Amigos y compañeros. Hoy ha muerto otro ciudadano más. Y os voy a decir lo que pienso. Pienso que estoy hasta los mísmisimos. Y esto es así porque me he dado cuenta de que se están vulnerando nuestros derechos. Según las Naciones Unidas los pueblos tenemos derecho de autogobierno, pero ayer, tras los juicios, un extranjero, enviado por un gobierno extranjero y no de particular, puso en duda la efectividad de nuestras leyes y costumbres. Y yo os digo que no lo pienso tolerar. Porque además, si miramos la cronología, la escalada de muertes aumentó justo cuando ese extranjero llegó. Si mis compañeros. Me refiero al padre Light. Algunos diran que es un simple cura... ¿Pero debo recordaros que el Vaticano es un gobierno?Y no precisamente una democracia, sino una cruel oligarquía. Y de este gobierno sólo han empezado a salir cosas malas. ¿Debo recordar lo que pasa en Alemania? ¿Debo recordar los casos de abusos?Si la Iglesia permite tomar los hábitos a una panda de pedófilos... ¿Por qué no a un hombre lobo?

Obviamente, el voto es para Light

A la mañana siguiente Trióxido despertó metido en un cesto de nabos de la plaza. La noche anterior había decidido que ningún lobo en su sano juicio buscaría nada en el interior de un cesto de mimbre relleno de nabos. Ese era el principal motivo, pero también influía el que los nabos le recordaban a casa, donde los lobos se podían matar con un hacha y eran lobos las 24 horas del día, lo cual lo hacía todo mucho más fácil.

Jo, espero que esta noche no haya muerto nadie. Pensó alicaído mientras mordisqueaba una de las sacras verduras a las que idolatraba.

Tenía un estilo especial a la hora de mordisquear nabos, tanto que recordaba a cierto famoso conejo americano, sólo que sin patos ni gente peluda giratoria.

Al llegar a la plaza el actual alguacil informó de que alguien había muerto.

Ya van tres muertes... Pensó con nerviosismo estrujando el sombrero con dedos nerviosos. Si no pillaban rápido a esas bolas de pelo morirían todos y no podría encontrar la Piedra Filosofal... Que a efectos también servía para sacarse un máster en filosofía...

Escuchó atentamente las palabras del alguacil, asintiendo rotundamente. Cierto, la Iglesia estaba llena de mala gente y pederastas, y tenía una doble moral aún más marcada que América... Así que tenía que ser un lobo... ¿Verdad? Porque los lobos pueden ser curas ¿No? Aunque creía que los crucifijos... Ah, no, eso eran los vampiros. Además, nadie sospecharía de un cura...

Eso pensé del Anciano... Dijo una vocecita en su cabeza, pero pronto cogió una escoba y le dio con ella a la vocecita (Metafóricamente hablando pues no había ninguna escoba cerca), había que votar a alguien...

-Un cura mató a mi jilguero Canario.-Confesó, recordando la maldad con la que le había ofrecido el Padre Sito una galleta al pobre Canario. El jilguero le arrancó el dedo de un picotazo y el malo malo malo de Sito cogió el trabuco alquímico deli padre de Trióxido y le metió un tiro.

Se subió de un salto a un banco, de repente un pequeño vientecillo se levantó.


-¡Era de esperar, no son más que salvajes! ¡Su raza entera es una maldición!-Cogió el cesto de mimbre y se lo puso a modo de armadura, sacando la cabeza por el fondo de la cesta y los brazos por los laterales.-¡Son bestias o tal vez peor! ¡¡SON... BARBAROS!! ¡¡BÁRBAROS!! ¡ÉCHENLOS AL MAR! ¡NO SON COMO TU Y YO! ¡SON TODOS MUY PERVERSOS! ¡BARBAROS! ¡BÁRBAROS! ¡DIABLOS TRAICIONEROS! ¡HOY TENDREMOS QUE LUCHAR!-Levantó un cartel que decía "nabos a 20cents" a modo de espada vengativa.

Voto a Light

El discurso del hombre-nabo me llegó al alma. Además, viendo tanta comida junta se me abrió el apetito. Fui al bar a una docena de sadwiches vegetales y volví a la plaza.
-El tío este tiene razón. Un cura no dejó que mis padres me bautizaran con el nombre de "Sefirot" porque decía que no había ningún santo con ese nombre. Por su culpa he tenido que llevar el nombre de San Rumil, patrón del zumo de fresa, toda mi vida. ¡A la hoguera con el cura!

Termine al amanecer de enterrar a la niña. Y la noticia llegó presta a mis oídos. Otro habitante había fallecido, asi que me dirigí al lugar del crimen.

Allí había un hombre de aspecto pudiente, era al que habían señalado como alguacil, pero muy malo debía de ser para que solo una persona lo votara... o tal vez a causa del miedo nadie se atrevió a hacerlo.

Decía que me llamaba Light, que estúpido, ni siquiera me había presentado, también decía que habíasido enviado por el Vaticano.

- "Que raro, nadie de este país sabe que he sido enviado por el Vaticano, solo los Obispos lo saben. Dudo mucho que un Obispo se le haya mentado, pues es evidente su rechazo por la Iglesia" - dije pensando para mi mismo.

- ¿Light? Lo siento "voz del pueblo", pero no conozco a ningún Padre Light. Yo soy el Padre Nadie. Heme aquí en calidad de buena obra. No he venido aquí a acusar a nadie ni de ejercer de detective. - dije con toda la tranquilidad del mundo.

- Hablas como un hereje. Como si hubieras sido poseído por el Diablo... ¿Que pasa, temes que un cura muestre tu verdadero rostro... ACUSADOR? - dije solemnemente.

- Tu voz no ha temblado ni un instante en acusar a un sievo de Dios. Tu dices que yo soy un enviado del extranjero, cuando he nacido en Greenbow Alabama. Recuerdaque tu jefe, el Presidente de los Estados Unidos siempre pide que Dios bendiga a America, pero tu pides que me maten como siervo de Dios. - dije mirándole a los ojos, luego me dirigí al publico.

- ¿Es esto lo que quereís amados míos? ¿Un hombre que una vez en el poder es capaz de acusarme sin titubear porque haya alguien que tenga un rango superior al suyo?
Si es capaz de hacerle eso a un siervo de Dios... ¿que le impedira hacerselo a uno de vosotros? - dije convincente y con firmeza.

- ¡HERMANOS! En vosotros dejo mi condena. Si creeis que soy un perro del infierno matadme... pero recordad que os puede esperar el dia del Juicio Final por haber oído las palabras de la Serpiente - dije de una forma intimidante (en plan, pensadlo bien que como la cagueis).

- Solo os pido, en caso de que yo no sobreviva a estas votaciones... Que hagais un entierro digno a la niña pequeña, he podido cavar una tumba para ella esta noche, la he enterrado cerca de la capilla... - dije tranquilo.

Solo podia esperar que Dios hiciera juicio en esta tierra...


OFF: Señores, haber si aprendemos a rolear un poquito mas (ya sabeis a quien me refiero) y a meternos en situacion, yo se que vosotros no creeis en nada, pero estamos en USA, y el 90% cree en Dios (y MAS en pueblos de estos), y estais diciendo unas cosas que serian bastante sospechosas (ponte a gritar cosas asi en cualquier lugar del mundo donde haya religion cristiana, a ver si el pueblo os sigue o no). No os estoy diciendo que me salveis, si muero muero (mira tu que problema), pero un poco de seriedad que sino esto pierde el sentido.

No podia creerlo, apenas me habia recuperado de la muerte de la pequeña el dia anterior y ahora habia otra muerte, y por si eso no fuera abstante ayer matamos a alguien inocentemente.

-Tiene razon, esto aumento tras la llegada del cura, bien podria haber sido enviado para estar comandado junto con algun otro lobo y acabar con todos. Ademas se supone que fue el que se llevaria para enterrar a la pequeña que fallecio ayer. ¿Alguien ha visto hacerlo? quizas ahora el cuerpo este en el interior de su estomago.

- Desentiérrala tu mismo ahora si no me crees... pero no me taches de mentir. - comente tranquilamente.

No tenia la minima fuerza... El pueblo me parecia apagado y mustio... Tras la muerte de ayer sentia un vacio dentro enorme. No me encontraba a gusto y queria irme cuanto antes... Pero como? Como salir cuando fuera sabes que hay quien sabe cuantos perros de afilados dientes dispuestos a comerte? Me puse mis guantes y me calze la chistera... Cogi el baston de cedro con empuñadura de aguila y sali a la calle. Arquimedes bajo de un arbol cercano y se poso en mi hombro como solia hacer... Era un ejemplar de paloma precioso. Saque unas miguitas que llevaba en el bolsillo y empezo a picotear con avidez... Toc toc toc... Cuando llege ya estaban acusando... La victima de hoy... El cura. Me estremeci al oir los gritos y las acusaciones

Revise en mi otro bolsillo y saque la otra baraja... Mi baraja secreta... Pero luego la guarde... No queria verlo... El sacerdote ni se defendia habia aceptado su final... Yo escuche al tipo de los nabos... Me caia bien... Pero ayer la cago... Pero aun asi el cura no paraba de decirnos pecadores retorcidos... Yo... No sabia que hacer... Pero el tipo de los nabos me arranco una sonrisa y el alguacil estaba de su lado.

-Yo os apoyo...- Les dije a todos.- El señor de los nabos a sido muy convincente y cuenta con el apoyo de nuestro señor alguacil. Que dios me perdone si es otro inocente... No se si podria vivir con la culpa... Pero confio en ese extravagante sujeto.- Mire al cura.- Nadie.- Acerque una mano a su oreja.- Esto es para el barquero.- Deposite en sus manos una brillante moneda.

Miré al horizonte, mientras acariciaba a aquella rara mascota que China me había regalado.

-Ains, mi querida bestia... ¿No te parece patético cómo el ser humano es fácilmente manipulado? -Dije.

Saqué una galleta del bolsillo de mi chaqueta.

-¿Sabe usted, señor Alguacil? Hay una leyenda de la mitología griega... Habla sobre un muchacho que volaba por los cielos gracias a unas alas hechas de cera. Pensó que podía tocar el sol, pero... cuando se acercó, sus alas se derritieron, y el muchacho cayó directo a la Tierra. ¿No es así, mi animalillo?

Cogí el pico que había dejado al lado del banco. -Pero en fin... Vámonos, mi amigo. Aquí hay gente que no sabe lo que hace... -Sonreí. -Pero bueno... El pensar que el Alguacil vendrá... tocará a mi puerta... y pedirá compasión por su pobre y mísera alma... hace que mi corazón siga funcionando... aru~

Le di otro trago a mi botella de Smirnoff. Me levanté, camino a mi casa, gritando -VODKAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA~

OFF: Aclareichon. No voto a nadie. Total, no vale la pena... Como si alguien fuese a hacer caso a un pobre soviético.

Así, llevan al cura hacia el patíbulo....

DIOS sabe que os arrepentiréis hermanos, arrepentíos mientras podáis, porque no se salvará nadie!

El pueblo se mantiene expectante, la trempilla se abre, esta vez no hay chasquido, la muerte es lenta y agónica, pero el ministro de dios no se amedrenta. Al fin, exhala el último suspiro, y, mientras lo hace su cuerpo cambia, muta. Aumenta en tamaño y adquiere silueta canina, sin embargo, su apariencia es.... luminosa. Aldeanos, habéis matado al Hombre Lobo Albino






Mientras ven el cuerpo pender algunos se regocijan secretamente. Otros se preguntan si la pesadilla habrá acabado ya. Oh! cuan equivocados estaban... en cualquier caso, no faltaba mucho...


[La partida ha acabado, quedan tres lobos, y esta noche morirá uno de los tres aldeanos. Mañana, serán tres lobos contra dos aldeanos. Además, uno de los lobos posee el cargo de alguacil.... Villa Umbría será el escenario de una masacre...]