[Eriol] La Cruz de la Destrucción

La Maldición de Blutstein: La Cruz de la Destrucción

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@Eriol Tus párpados se levantan cansados. Todavía notas el sabor de la ceniza en tu paladar. Tragaste mucho humo en aquella explosión, las llamas casi te devoran, la explosión casi te mata… pero, como por obra de un demonio caprichoso, persistente en que vivieses en este mundo agónico y maldito, sobreviviste a la catástrofe. Te sientes recuperado, aunque tu cuerpo tardará unos minutos en adaptarse al movimiento. Al intentar moverte, notas que te falta algo, tu pierna izquierda. Gritas horrorizado al recordarlo. La imagen de aquel muñón, poco más abajo de la rodilla, te causaba un pavor y una angustia indescriptibles.



@Todos Os encontráis en una habitación bastante grande, donde caben sin estorbar hasta ocho camas. Por la decoración y la distribución, diríais que aquel lugar es un hospital improvisado. Hay retratos y paisajes enmarcados en las paredes, por lo visto es la residencia de algún noble o burgués del lugar. Por lo que se divisa a través de las ventanas, estáis en una segunda planta. Y sí, todavía seguís en Blutstein. Nada de lo acontecido a formado parte de una macabra pesadilla, todo ha sido real.

De las ocho camas, siete están ocupadas; en una de ellas duerme solemnemente un hombre de cabello oscuro y rostro cetrino. Sus manos están aferradas a una cruz reluciente. Y por el estado indemne de su atuendo, parece ser el que menos daño ha sufrido de los encamados. A su lado, un hombre de avanzada edad y desaliñado, con el cuerpo lleno de quemaduras y cicatrices, y una pierna menos, yace vendado y angustiado por su dolor. Más allá, al fondo de la habitación, una mujer alta y corpulenta, con todo el torso vendado y un parche en el ojo, está adoptando una actitud impaciente, sentada sobre su cama. La cama contigua a ésta la ocupaba un difunto cubierto con una sábana. Los tres pacientes restantes, vendados como momias, no parecían estar recuperados, a pesar del tiempo que llevaban en cama. Más de uno tenía pinta de estar mañana con una sábana por encima.

Unos gritos desgarradores hicieron estremecerse a todos los ocupantes de aquella casa. Algunas personas, en el exterior, estaban siendo atacadas. Suplicaban la ayuda de alguien, entre desalentadores alaridos y balbuceos. Como si estuviesen gritando su nombre, la joven del parche cogió su maza y salió rauda de la habitación. El vocerío despertó a Ethan, que se incorporó algo sobresaltado. Eriol y Ethan cruzaron sus miradas.

PD: Al ser un encuentro entre dos jugadores, podéis describiros físicamente con todo lujo de detalles, si queréis

@Eriol Dejando a parte el hecho de que has perdido una pierna para siempre, estás completamente recuperado. Tus puntos de vida están al máximo y tus puntos de cansancio también. Sin embargo, todavía sientes en tus entrañas el contante dolor que te produce tu enfermedad.

En otras palabras, el -10 a toda acción se mantiene.

De pronto, un fuerte aullido invade la habitación a través de las ventanas. Recuerda al lamento de un lobo hambriento, pero con una ligera diferencia, y es que ese aullido iba acompañado de una oscura sombra de la más primaria de las emociones. El inquietante quejido os hiela la sangre. Procede de muy cerca, justo en la calle que cae bajo vuestra ventana.

Ambos jugadores debéis superar una Tirada contra una RM de 80 o sufriréis el estado de Miedo hacia el foco del aullido.

Tirad también Memorizar, los dos.

Eriol Lothos Morrigan

Desperté en una cama, estaba bastante desorientado todo hay que decirlo. Pero poco a poco voy recordando los eventos que me han llevado hasta aquí. La explosión, el fuego, el olor a piel quemada, el dolor... Mi pierna! Joder, había perdido una puta pierna, joder joder...

Logré tranquilizarme lo máximo posible, me examiné tan bien como pude, la verdad es que habían hecho un buen trabajo conmigo, tampoco es que me consolara demasiado. Delante mío estaba el tipo ese, el de la inquisición. No había duda, se parecía mucho a Larker, su mirada era parecida. Ese fervor... Ignoré su comentario.

Iba a decir algo cuando se escuchó un aullido espeluznante, instintivamente me agaché imitando a mi compañero de habitación. Algo estaba terriblemente mal con aquél lugar, quizás fueran un castigo por todos mis pecados, entonces caí en la cuenta. Quien fuera que me hubiese curado, es posible que lo hubiera visto... Comprobé que mis mangas me cubrieran todo el brazo y luego miré al joven.

-¿Es que esto no va a acabar nunca?

Ethan investiga entonces la forma mas fácil de llegar al conflicto sin ser visto, con el factor sorpresa.
(PD: Necesito tirar algo adicional??)

@Ethan Una tirada de Buscar habría sido bien recibida, pero tampoco es imprescindible.

Ethan quería intervenir en la lucha. Semejantes engendros, hijos del Demonio, no podían seguir vivos ante la presencia de un cruzado de Dios tan impunemente. Al no poder acceder a la calle a través de las ventanas, salió por la puerta de la habitación y buscó alguna otra sala que contase con ventanas que pudiese abrir y le otorgaran un fácil acceso al tejado.

La habitación del final del pasillo, tras la primera puerta que abrió al azar, cumplía esas características. El joven siervo de Dios no dudo ni un instante, se inclino y cruzo a través de la ventana. Ahora necesitaba de sus aptitudes acrobáticas para alcanzar el tejado sin problemas.

@Ethan Haz una Tirada de Acrobacias y otra de Sigilo. Si obtienes un resultado respetable, te dejaré intervenir en el combate el siguiente asalto, con las siguientes posiciones de combate a tu favor: Posición superior, Sorpresa y Espalda.

@Ethan No has alcanzado ni el mínimo en Acrobacias, por lo cual te ha resultado imposible llegar al tejado. Atajando sobre el tejado era una buena forma de evitar tener que rodear toda la casa para llegar al enfrentamiento. Sin embargo, al caerte por la ventana torpemente, tendrás que rodear el edificio, y como muy pronto deberás esperar al tercer asalto para intervenir.

Ethan intentó engancharse al dintel que sobresalía de la ventana. Pese a sus esfuerzos, sus brazos le traicionaron, y se precipitó contra el suelo de la calle. Curiosamente, ya fuese casualidad o una oportuna reacción, los pies de Ethan comenzaron a correr por la pared en el descenso. Y al llegar al final, como si de un número de magia se tratara, Ethan alcanzó los adoquines del suelo con una ligera zancada desde la pared, que terminó en una heroica pose con las rodillas semiflexionadas. El polvo que ensuciaba la calle se levantó a su alrededor. Aquella caída, que para algunos podría haber sido mortal, para Ethan sólo fue una excusa para presumir de dotes. Una pena que nadie viese aquel trepidante descenso.

@Ethan A no ser que me digas lo contrario, voy a dar por hecho que inviertes estos 3 segundos en rodear la casa y alcanzar a Vanessa y Anette en su lucha. Si cambias de idea simplemente dilo. Si no dices nada, en el siguiente asalto ya te meto en la pelea.

@Eriol ¿Quieres hacer algo? ¿O prefieres esperar a que termine la pelea para decidir?

Eriol Lotos Morrigan

El muchacho salió escopeteado en busca del peligro. Le recordó en parte a cuando él era joven también. Ese ímpetu e imprudencia, corriendo hacia el peligro. Insensato quizás, pero valiente, igual que sus años con Larker. Había visto cosas horrorosas en esos años y también las había hecho en el nombre de Dios.

Pensó en aquél niño que tuvieron que quemar, fue quizás lo más horrible que había hecho jamás, pero aquél niño era un monstruo. Un monstruo pero un niño al fin y al cabo... Había cosas que jamás dejarían de perseguir su alma, y cuando al fin terminase su vida, la encontrarían y se la llevarían al infierno.

Miró la sombra que había en la esquina, era extraña. Familiar. La conocía, sabía quién era y porque estaba allí.

-¿Por qué quieres que vaya? -escuché lo que tenía que decir, hablaba en el idioma de los espíritus, al igual que yo. No pude evitar reír con sarcasmo- Creo que todos estos años bajo tierra te han nublado la vista, estoy lisiado y viejo. Ya no sirvo para estas cosas.

...

-No, escúchame tu a mí. Todo aquello ya terminó, estoy más allá de cualquier salvación. Todas las cosas que he hecho... No hay redención para mí... Tu dios me enviará al infierno cuando esto acabe...

...

-Bien, una última vez, de todas maneras no voy a salir vivo de aquí -miré a Larker una última vez antes de salri de allí-. Después de todo esto no nos volveremos a ver. Estaremos en paz.

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Eriol busca un bastón, muleta o si la hubiera prótesis para poder andar y coge la ballesta al encuentro de lo que sea que haya allí fuera. Obviamente no puede correr pero mantendrá las distancias tanto como le sea posible.

@Taku me parece un buen plan.

@Eriol Mientras se producía el combate a las puertas de la residencia, intentaste buscar una muleta, bastón... o cualquier cosa para poder apoyarte al caminar. Era terriblemente complicado moverse sin una pierna. Avanzaste cojeando, dando pequeños saltos y sin despegar la palma de la mano de la pared. Saliste al pasillo. Gritaste al vacío:

-¡Necesito ayuda! ¡Que alguien me traiga un maldito bastón!

Y viendo que nadie respondía inmediatamente, te impacientaste y te aventuraste a explorar el lugar. La primera puerta que encontraste abierta daba a un pequeño despacho. Te recordó a la consulta de un médico de ciudad; había estanterías llenas de libros, una enorme mesa con dos elegantes sillas, unos cuantos baúles y arcones y una alfombra presidiendo la entrada. Echaste un ojo en uno de los arcones, con la esperanza de encontrar algo que te sirviera. No encontraste lo que buscabas, pero algo llamó imperiosamente tu atención.


Era una pequeña cruz de cristal. De unos 50 centímetros, con diminutos cristales y brillantes que le daban un aspecto solemne y elegante. La luz de los candiles se reflejaba en ella, haciendo que brillase con una intensidad inusitada. El simple hecho de mirarla, te inspiraba una extraña sensación...

Debes superar una RM contra 140