[Prólogo] Nacido de los sueños

Spavente Scaramuccio Polichinol de Ariel Pantaleone

Asentí.

-El cerrajero.

Iniciativa

Nadia ante la respuesta de Spavente cerró los ojos y maldijo para sus adentros. Soltó un bufido.

-Bien te diré lo que vamos a hacer, vamos a buscar que es lo que está interfiriendo con mis capacidades perceptivas, debe de ser algo relacionado con los sincorazones. ¿Conoces algún hechizo de detección?

Spavente Scaramuccio Polichinol de Ariel Pantaleone

Tras rezarle a algún dios primigenio para que enviara siete plagas sobre la cabeza de un servidor, Nadia abrió los ojos y habló:

-Bien te diré lo que vamos a hacer, vamos a buscar que es lo que está interfiriendo con mis capacidades perceptivas, debe de ser algo relacionado con los sincorazones. ¿Conoces algún hechizo de detección?

Me quedé pensando... Quizá no fuera tan difícil, en Fantasía había detectives que localizaban cosas con hechizos, auqneu normalmente lo hicieran para encontrar cafeteras y luego se olvidaran del caso en cuestión... Pero técnicamente se podía, y claro, si Spavi había aprendido a pelear en Fantasía no sería descabellado que... Oh, venga, claro que sería descabellado, precisamente por eso es posible.

-Absolutamente no.-Asentí.-Peeeeeeeeeero si me dejas ir al baño quizá sepa algo.

Y sin esperar respuesta, me dirigí al baño.

Una persona normal cuando va al baño, suele ir a expulsar líquido, generalmente por el pene, vagina o lo que se tenga, y en ocasiones por la garganta, ya sea por problemas psicológicos, por tener un acompañante que conduzca mal o por haber probado el café del día de la cafetería en cuestión. Pero un servidor no era una persona normal, ni servidor de nadie, ahora que lo pensaba... Como mucho de Nadia, que vaya si era guapa, pero en ese caso no fui para mear.

Me senté sobre la taza del váter.

Ahí me quedé pensando durante un tiempo, soltando un zurullo de vez en cuando, o "ideas" como yo los llamaba. También les solía poner nombres, pero eso no es algo agradable de contar, o bueno, a la gente normal no solía resultarle muy agradable.

Está demostrado que cuando se va al baño la capacidad intelectual de una persona se incrementa en un 30%, aunque no tuviera ni idea de qué era el símbolo que había al lado del 30, pero bueno. Lo único que tenía que hacer era invertir los papeles, me dije. Darle forma a las ilusiones, una forma tangible, y quitarle forma a los sentidos. Lo primero fue fácil, ya que estaba acostumbrado a crear cosas, pero lo segundo fue más peliagudo, sin embargo, debió ayudar el hecho de que no estuviera muy de acuerdo con las leyes de la física, pues en pocos segundos encontré la manera de diluir los sentidos lo suficiente como para encontrar sentimientos en vez de olores, sabores y demás. De momento, sin embargo, sólo podía localizar sentimientos fuertes y opuestos a mí, como la ira o el miedo... Pero algo era algo.

De paso estaría bien que hiciera algo con estos zarpazos. Pensé, aunque tampoco me llevó mucho tiempo encontrar la manera de dirigir la energía mágica hacia la zona de las heridas y usarla para cerrarlas en vez de para abrirlas...

Y salí del lavabo.

-Cuando quieras.-Dije, con los brazos en jarras y una expresión de felicidad increíble.-Peeero consume muchas energías, y no estoy en plenas facultades después del numerito de antes... Así que dime por donde tienes pensado que pueda estar más o menos y ahí lo activo.

Nithaiah's Street

Nadia te miró, esa chica tenía una paciencia arrollante.- Vamos a Nithaiah's Street, debería estar por allí cerca

Así que fuisteis a Nithaiah's Street, no había apenas nadie por la calle, apenas un par de personas que se iban alejando. Activaste el hechizo y empezásteis a andar por la calle. Pundiste percibir una presencia negativa al fondo de un callejón. Dicho callejón estaba oscuro, demasiado oscuro para la hora del día que era.

Spavente Scaramuccio Polichinol de Ariel Pantaleone

Nadia optó poque fuéramos a Nithaiah's Street, a la que no tardamos mucho en llegar (Después de todo esta vez no tenía que enseñarle la zona ni llevarla a la plaza). La calle estaba desierta, y sólo se veían unas pocas personas a lo lejos, así que al menos no empezarían a hacer aspavientos exagerados o a gritar...

-¡Bueno! Aquí estamos. Por aquí hay una pizzería que...-Empecé a decir, pero su cara me dijo que era mejor no continuar por ese camino... Gracias, cara de Nadia. Ya la invitaria luego, sí señor. O señora. O Spavi.-Eeeeh... Quería decir gente rara y cerrajera, sí. Espera un segundo.

Empecé a hacer gestos, ruidos y movimientos espasmódicos más propios de una peli antigua de dibujos animado que de la vida real. Estuve así durante un rato para asegurarme de que lanzaba el conjuro en su máxima potencia. Así, cuando acabé una nube de humo rosa surgió a mis pies, y tras eso se oyó una cancioncilla infantil que terminó cuando un rechoncho pony dorado de ojos enormes y con un corazón tatuado en los cuartos traseros apareció entre el humo y se posó en mi cabeza. Porque sí, tenía alas.

-Este es Valiente, el pony llorica.-Expliqué, enseñándole al caballo que se había hecho un ovillo en mi cabeza.-Pero no durará mucho, porque es malo.-Dije antes de echar a correr. Cada tres segundos aproximadamente notaba como mis reservas se iban vaciándose más y más. Y claro, luego vendría el insufrible cansancio si ese gasto se prolongaba mucho...

Aunque no cayó esa breva, y tras casi diez segundos Valiente empezó a berrear, lanzando cataratas de lágrimas por sus ojos y dejándome perdido el pelo. El pony señalaba un oscuro callejón, de aspecto más bien poco agradable. Casi parecía demasiado oscuro para la hora que era...

-Pony bueeeno.-Le dije.

Chasqueé los dedos y desapareció en un melodioso y epiléptico resplandor.

-Mi sentido Spavi me avisa de que en ese callejón de ahí hay sin-pantalones ¡Exhibicionistas! Y como yo me llamo Pantaleone y me dieron una paliza voy a ir a pegarles. Ah, y quizá sean los bichos que atacan tu Nadia sentido... Aunque una vez una señora en un bar me dijo que eso era la regla, lo cual no tiene sentido ¿Por qué nadie iba a llevar una inocete regla encima?-Dejé la inteligente pregunta en el aire, a la espera de que algún sabio la contestara algún día.-Y bueno, vamos, Spavi quiere revancha.-Dije dirigiéndome hacia el callejón.

Nithaiah's Street



Os acercasteis al callejón, estaba oscuro y ahí parecía que no había nadie.



A vuestras espaldas escuchasteis un ruido y de repente de la nada aparecieron una horda de 30 sincorazones, dos armaduras enormes y en medio de todos ellos un personaje bastante singular.



-¡A ellos patanes! -gritó Pete.

Nadia se puso en guardia y en sus manos apareció la misma llave espada que había empuñado antes.

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Tirad iniciativas

Spavente Scaramuccio Polichinol de Ariel Pantaleone

Dentro del oscuro callejón, contra todo pronóstico lógico, no había nada. Aquello era extraño, pero no me preocupaba en exceso, a fin de cuentas cuanto más extraño era, más divertido sería... Al menos en el 97% de los casos.

Desgraciadamente, en esta ocasión actuó el 3% restante.

En un visto y no visto nos vimos rodeados por un montón de sombras como las que me atacaron y, además, por dos armaduras moradas enormes y, en el centro de todo, una especie de perro gordo y tonto con cara de malas pulgas que les dijo a los bichos que nos atacaran. Era la quincuagésima vez que veía un perro hablar, pero en Metrópolis únicamente la tercera... La primera si no contamos las veces que no iba borracho.

-¡¡POR LA...!! Ehm... ¡¡Por la mayonesa!!-Grité, alejándome unos cuantos pasos hacia atrás al tiempo que hacía gestos con las manos y con la voz. Estaba desarmado, así que necesitaría crear una espada primero... La última vez no me dio tiempo a decir ni mu, pero Nadia era todo un machote. Podría apañárselas de mientras.

Nacido de los sueños

Las sombras te rodearon sin darte tiempo a ponerte a cubierto y se enfilaron por tu cuerpo mientras clavaban sus frías garras a través de tu carne deseosas de alcanzar tu corazón. Te abrieron el pecho y empezaron a hundirse en él como si se fundieran.



Todo se volvió oscuro, ya no había dolor ni frío. Te sentías como si estuvieras flotando en un sueño, nada parecía real y a la vez todo era más intenso.

Debajo vislumbraste una plataforma circular donde aterrizaste suavemente, no sabías donde estaba pero todo aquello te resultaba familiar.

Delante tuyo había tres plataformas con tres objetos.

Una espada. "El poder de la fuerza para conseguir lo que quieres"

Un bastón. "El poder de la sabiduría para alcanzar todas tus metas"

Un escudo. "El poder de proteger a aquellos que más quieres"

Spavente Scaramuccio Polichinol de Ariel Pantaleone

John, John... Has perdido, game over.

Dijo una conocida voz en mi cabeza, por primera vez sonaba jodidamente cerca, más cerca de lo que a nadie le gustaría. De todas formas, siempre había sido un tipo resistente, confiaba en poder crear mi espada antes de recibir la embestida de nada más y nada menos que diez sombras. Nadia no podía recibir el ataque por mí, pues había sido tragada ya por una marea de aquellos bichos.

-¡No me pillaréis con vida!-Fue lo único que me dio tiempo a decir mientras la marea de sin-pantalones se abalanzaba sobre mí. Corrí hacia a ella, convencido de que la mejor defensa es un buen ataque (porque joder, los ataques molan).

Pero John se equivocaba, había cosas contra la que las personas normales con sus simples puños no podían luchar. Aquella temeraria acción le costó la vida. Las garras abrieron nuevas heridas y agrandaron las ya apostilladas, notó como si le arrancaran la piel a tiras, pero estaba tan aplastado que ni siquiera podía gritar. De esa manera, lo último que se oyó fue el tintinear furioso de unos cascabeles... Y luego nada.

Los sincorazones se convirtieron en una sombra homogénea dentro de la cual flotaba, los arañazos habían cesado, y me sentía como inmerso en un sueño... Estaba seguro de que aquella insondable oscuridad no la había visto nunca, pero aun así se me hacía vagamente familiar.

Aterricé en una plataforma circular, y frente a mí vi tres objetos. Una espada, un bastón y un escudo.

Aaah... Esto es como los vikingos, ahora tengo que elegir el arma con la que pasaré guerreando durante toda la eternidad...

Cogí el bastón, porque lo que yo quería era alcanzar todas mis metas y porque así, cuando fuera viejo (No sabía si los muertos envejecían, pero más vale prevenir que curar) podría decirle a mis nietos (¿Los muertos se reproducen?) que con el bastón que usaba para andar había matado a cientos de enemigos.

Nacido de los sueños



La plataforma entonces se transformó en un tablero de ajedrez.



Tu posición era d4 y aparecieron 10 sincorazones colocados respectivamente en las posiciones a3, a6, a1, d2, f3, h5, e7, c6, b5 y g6.

Puedes moverte tres casillas máximo.

Spavente Scaramuccio Polichinol de Ariel Pantaleone

Aparecí entonces en un extraño y gigantesco tablero de ajedrez y a mi alrededor nada más y nada menos que diez sincorazones. Una sonrisa de júbilo a medio camino entre la inocencia infantil y la locura desbordada llenó mi rostro y, alzando el puño, grité.

-¡¡POR ASGARD!!

Una espada plateada apareció en mi mano y me lancé contra el sincorazón que tenía inmediatamente abajo.

Nacido de los sueños






a6 mueve a b6

Posiciones actuales:

Blancas - Spavi - D4
Negras - Sincorazones A3, A1, B6, B5, C6, D2, E7, F3, H5 Y G6

Moví una casilla hacia abajo y, con un grito vikingo, le asesté un fiero espadazo en vertical al sincorazón que ahí esperaba.

Nacido de los sueños







A1 mueve a B2
Posiciones actuales:

Blancas - Spavi - D2
Negras - Sincorazones A3, A1, B6, B5, C6, E7, F3, H5 Y G6

El sincorazón desapareció en cuanto la espada lo tocó, aquello iba a ser más fácil de lo que pensaba. Salí corriendo hacia una casilla blanca donde podía, haciendo un amplio movimiento, darle a dos.

La esgrima de Fantasía no es que fuera muy efectiva, pero sí era muy vistosa, básicamente era hacer lo más impresionante que se te ocurriera en ese momento e ir improvisando, por eso todo dios sabía usar una espada, porque en realidad nadie sabía. Spavi salió corriendo y, de un salto, giró en el aire y lanzó un tajo lo más circular posible. Toda esta teatralidad quedó interrumpida cuando al caer tropezó y cayó de culo.

Nacido de los sueños






H5 a G5

Posiciones actuales:

Blancas - Spavi - A3
Negras - Sincorazones B6, B5, C6, E7, F3, G5 Y G6

Nacido de los sueños






E7 mueve a E6, F3 a E4, G5 a F5, E6 a D6
Posiciones actuales:

Blancas - Spavi - B5
Negras - Sincorazones D6, E4, F5 Y G6

Nacido de los sueños

El suelo bajo tus pies se quebró y todo se volvió oscuro.

Despierta Spavente Scaramuccio Polichinol de Ariel Pantaleone, despierta de nuevo... Fantasía existe.

Te despertaste en el callejón y te levantaste, en tu mano tenías una llave de gran tamaño.



Delante tuyo estaba Nadia de rodillas, parecía herida y cansada. Un sincorazón se acercaba reptando hacia ella por su espalda.

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Keyblade: Honor de Fantasía- Espada larga 5, Regenera 5 de zeon cada dos asaltos. (Sólo en combate)

Además te permite abrir cualquier tipo de cerradura automáticamente. Y obtienes 80 a abrir cerraduras contra cierres mágicos.

Spavente Scaramuccio Polichinol de Ariel Pantaleone

Fue un combate arduo, pero finalmente me impuse a base de dagazos. Al principio traté de vencerlos con tajos normales, pero eran demasiado y tuve que alejarme creando dagas y disparar de lejos. Cuando conseguí reducir su número, cargué con una daga en cada mano y, girando sobre mí mismo, descargué sendos golpes sobre cada sincorazón. Finalmente, sólo quedó humo negro a mi alrededor.

-¡SOY MÁS FUERTE QUE ODÍN Y THOR JUNTOS!-Grité, riendo y dando saltitos.

Despierta Spavente Scaramuccio Polichinol de Ariel Pantaleone, despierta de nuevo... Fantasía existe. Dijo una voz. Por supuesto que existía, yo había estado ahí... aunque pareciera un sueño o algo, pero para mí existía. Existiría. Existió.

Me levanté en el callejón, lejos de... ¿Asgard? La verdad es que siempre me había hecho a la idea de que Asgard era más vikinga, pero no le hice ascos porque... ¡Coño! ¡Matar sincorazones mola! Aunque ahora estaba lejos de ahí, y volvía a estar vivo. Probablemente Odín hubiera visto que era demasiado peligroso para él ¡Buahahaha!

En el callejón estaba Nadia, herida y cansada. Tras ella uno de esos bichos se acercaba, reptando, como para atacarle por sorpresa. Reparé entonces en que en mi mano sostenía una gigantesca llave, similar a la que Nadia usaba como espada pero mucho más molona. No me lo pensé dos veces y, enarbolando a Honor de Fantasía, lancé un tajo contra aquel bichejo asqueroso.

Nacido de los sueños

Cortaste a la sombra por la mitad y un haz de energía salió de Honor de Fantasía. El sincorazón se desvaneció en el aire. El callejón estaba vacío a parte de vosotros dos.

Nadia se levantó y se giró, parecía exhausta. Por un momento en su rostro hubo una expresión de desconcierto.

-Tú... pensaba que... Vaya, gracias por salvarme la vida. ¿Que es... eso? -dijo mirando a Honor de Fantasía.- Así que tu... eras uno de los... Jeje... Que coincidencia... Tenemos que ir rápido a...

Entonces Nadia cayó inconsciente en tu dirección.

Spavente Scaramuccio Polichinol de Ariel Pantaleone

La sombra fue cortada limpiamente por la mitad; la espada emitió un chispazo y tras eso no quedó ni cadáver ni nada, simplemente humo negro que acabó disipándose tras unos segundos. Spavi 1-Mundo de No-Spavis 0.

Nadia solo pudo balbucir algo antes de quedar inconsciente, al parecer se había dado cuenta de que yo era un cerrajero o algo por el estilo; si tenía razón en eso entonces a partir de ahora miraría con renovado respeto a los cerrajeros, jamás me había imaginado que tuvieran unas oposiciones tan duras.

¡Spavi deja de divagar! ¡Hay una señora inconsciente!

Ciertamente, lo más sensato habría sido llevarla a un hospital, pero Spavi tenía algunas nociones de medicina y de paso los primeros auxilios incluían cosas como abrir camisas y boca-boca, además de que por probar no perdía nada. Mientras hacía los primeros auxilios reparé en que no servía de nada, así que volví a poner la ropa de la chica bien y, cargándomela a cuestas, la llevé hasta un hospital.

La gente recordaría ese día como el primer día en su vida en el que Spavi hizo algo mínimamente lógico.

Bueno, más bien lo recordarían como el día en el que vieron a un hombre vestido de payaso, con pelo de colores y peinado delirante cargando con una chica hecha picadillo mientras soltaba explícitas maldiciones sobre unos llamados “Sin-pantalones”.

Nacido de los sueños

A medio camino Nadia recuperó el sentido y te pidió que la bajaras, lo hiciste.

Nadia te miró atentamente como escudriñando hasta el último detalle de tu ser.

-¿Porque usas esta imagen para mostrarte a los demás? -preguntó.- Nunca habría pensado que tu fueras uno de los elegidos... Escucha, tenemos que irnos, no hay mucho tiempo para explicarte como son las cosas, digamos que hay dos reinos, la luz y la oscuridad, la oscuridad intenta tragarse a la luz y nosotros somos los únicos que podemos detenerla entiendes... Y la clave de todo esto es Kingdom hearts. Tengo un amigo, Riku, tenemos que ir con él. Que dices, ¿vendrás conmigo?

Spavente Scaramuccio Polichinol de Ariel Pantaleone

A medio camino, Nadia despertó y me dijo que la bajara. Tras mirarme un rato me preguntó que por qué usaba esa imagen para mostrarme a los demás.

-Los cascabeles molan.

También dijo que teníamos que irnos y que teníamos poco tiempo. Dijo algo de que había dos reinos, uno de luz y otro de oscuridad, y que la oscuridad trataba de comerse a la luz. Por algún motivo, decía que éramos los únicos que podíamos detenerla. Todo eso me recordó a mi pasado empleo como Héroe de cuento, aunque en este caso no tenía por compañero a un cerdo volador con hacha.

-Guay.

Al parecer, la clave era Kingdom Hearts, lo cual no tenía ni puta idea de qué coño era.

-He comprendido y asimilado perfecta e integramente cada fonema que has emitido.

Ah, y tenía un amigo llamado Riku con el que, al parecer, teníamos que ir.

-¡Vamos! ¿Riku? Suena a helado rico ¿Tiene mucha pasta? ¡¡SEGURO QUE ESTA HECHO DE MACARRONES!! Los macarrones son ricos, y el tipo ese se llama Riku y es rico, todo encaja.

Nacido de los sueños

Nadia se rió mientras arrancasteis a correr, ella lideraba el camino y parecía perfectamente por donde iba.

-Sin duda eres todo un personaje. -dijo con una gran sonrisa en el rostro.- Vamos a por Riku, espero que ya haya encontrado a los demás, esta noche tenemos una batalla que librar... -te miró.- ¿Te gustan los circos? Hoy vas a conocer a un montón de gente especial.

FIN DEL PRÓLOGO