Icaro & Spielzeug >> Secretos

Cerré los ojos, dejando vagar mis sentidos... El sonido del bosque, de las pisadas, los gritos de la mujer. Y cerca, muy cerca... ¡L-la cabaña de Elsa!

Y entonces... Humo; pero no el mismo humo que el que emergía de los carros de metal que a los pataslargas les gustaban tanto, sino uno demasiado más natural y primitivo. Un terrible presentimiento cruzó mi mente, tan terrible como podía resultar el pensar que tu hogar estuviera siendo consumido por unos completos desconocidos en esos mismos instantes; porque aunque hubieran prendido el bosque (Que era lo que inconscientemente esperaba y deseaba), el cobertizo estaba tan cerquita que ni siquiera me plantee la posibilidad de que éste no se viera afectado. Y la sola idea de que hubieran pasado de largo y le hubieran metido fuego a... la arena, por ejemplo(1), no digamos ya el grado de ridiculez que adquiría.

-¡El bosquecillo! ¡L-l-la cabaña de Elsa!-Di un soberano bote. Temblaba; tal era mi sorpresa y abatimiento que empezaba a sentirme muy raro, la sola construcción de una frase coherente, de repente se convertía en un reto inalcanzable. Y no era una sensación agradable, era como estar observando desde la distancia como tu pueblo es pasado por el cuchillo sin piedad alguna; macabro, sin duda, pero es el símil más cercano a lo que sentía en esos momentos. Era como si me faltara el aire, como si hubiera perdido la sola capacidad de razonar, como si todo se moviera demasiado lento y el ineludible destino demasiado rápido...

...Y entonces, ocurrió.

_________________________________________________________________________________________________

(1) Posteriormente, quizá descubriera que la arena no ardía. Pero, por aquel entonces, en la química personal de Spiel todo aquello tangible puede arder, incluida el agua.

Carta Vínculo:

Spiel gana las ventajas de la Carta Vínculo.

Ante los ojos del atónito Ícaro, la figura de Spiel comenzó a deshacerse ante sus ojos. Deshilachándose en multitud de hilos de fantasmagórica energía, de mil colores, estos comenzaron a crecer y a enredarse de nuevo en zarzillos cada vez más grandes.

Como si el propio Spiel supiera, ordenó los zarzillos de la forma que le dictaba su corazón, recomponiendo su código genético en un proceso hiper-acelerado en el que crecía de forma ultrarrápida.

Finalmente, Spiel se hace enorme, hasta el tamaño de un pony. Quizá algo mayor.

De repente, y como si un rayo de pura energía se hubiese abatido sobre mí, noté como si todo hubiera cambiado, percibiendo el mundo como un espectro de colores cambiantes... desde varios ángulos a la vez. Como si fuera una mosca o algo por el estilo, pero de aspecto mucho más luminiscente. Simplemente había dejado de estar sometido a las reglas de la física y del espacio, era libre... Como la energía, porque era eso, energía. Un montón de hilos de energía dispersándose en todas direcciones. Y conforme pasaban los segundos todo iba desapareciendo en una espiral de pasividad; la ineludibilidad de... todo. No había alegría, no había dolor, no había culpa. No había nada...

Fue solo cuando noté horriblemente cerca el amargo sabor de desaparecer cuando me di cuenta de lo que sucedía. Asustado, traté de ordenar aquella maraña energética como bien podía. Era más fácil de lo que había supuesto. Cada vez crecía más, los zarcillos fantasmales se dilataban a cada segundo. Alas, patas; todo estaba en mi mente... y entonces...

...Y entonces abrí los ojos, mirando por primera vez al chico cara a cara. Miré mis garras, miré mis alas... Habría sido un momento de regocijo y sorpresa. Pero no había tiempo, no quedaba nada de tiempo. Elsa... La cabaña de Elsa, mi casa... ¡No había tiempo que perder!

-¡Monta!-Le ordené al chaval, dándome la vuelta y sentándome sobre los cuartos traseros. No era la primera vez que intentaba volar pero... Pero nunca lo había conseguido decentemente... La verdad, me preguntaba si algo cambiaría si intentaba entonces... Prefería no pensar en ello demasiado, con esto imagino que podréis imaginaros mi confianza. Claro que tampoco podía soñar con ir corriendo... Si es que quería llegar a tiempo.

Batí mis alas, como preparándome.

Pese al punzante dolor de mi cabeza no podía hacer más que desesperarme por el bienestar de mi madre. Conseguí detectar varias presencias cerca del templo budista de mi abuela.

- Podrían estar en la playa… - dije, medio murmurando medio en voz alta.

Miré a Spiel que parecía estar estremeciéndose, y de pronto botó. No entendí del todo sus palabras, pero sabía que se encontraba alarmado. Yo había estado con los ojos cerrados todo el rato, intentando expandir mi mente. No me había percatado de la negra columna de humo que ascendía desde las profundidades del bosquecillo de bambú.

Yo también me alarmé, y estaba a punto de echar a correr cuando algo sucedió en el pequeño cuerpo de mi amigo. Si figura se deshizo en miles de hilos de energía que se reordenaron, dando a conocer a una versión de mi amigo más… ¿adulta?

- V-vaya… - no conseguía decir nada. Estaba realmente sorprendido. Sólo recuperé el control para saciar mi inacabable curiosidad -. ¿Cómo has hecho eso, Spiel?

- ¡Monta! – me gritó de pronto. La nueva apariencia de mi amigo facilitó bastante mi elección. Opté por hacerle caso.

Me acerqué rápidamente a él y salté sobre su lomo. El repentino movimiento no alivió mi dolor de cabeza, pero no podía dejar de rastrear el lugar, si no perdería la pista de mamá.

Esperaba que Spiel pudiese volar con sus nuevas y grandes alas, que batía con fuerza.

Aferras el paradero de tu madre en tu mente, bastante bien. No parece que se muevan. ¿Qué hacéis?

Cierro los ojos de nuevo, concentrándome. Siento la presencia de mi madre, como si fuese un punto brillante en una inmensa oscuridad.

- ¡Vamos Spiel! ¡Yo te guiaré! – me agarré con una mano al lomo de mi compañero y con la otra señalé hacia el bosque de bambú. Era obvio que habían ido hacia allá, pero mi mano señalaba exactamente la dirección en la que se encontraba mi madre, el punto de luz - ¡Adelante, amigo!

No había tiempo que perder.

El chico se montó sobre mi lomo rápidamente, aún no sé cómo, me las apañé para despegar... Y digo que aún no sé cómo no porque me guiara ninguna fuerza sobrenatural más allá de mi propia determinación, porque era precisamente ésta última la que me dio la voluntad suficiente como para alzar el vuelo, y a tanto llegó ésta que ni siquiera me planteé el que pudiera en cualquier momento a causa de mi falta de experiencia en el campo de la aviación. Preferí no pensar en cómo hacía cada aleteo o en cómo colocaba mis patas mientras volaba, simplemente, me dejé guiar por el instinto.

Si no fuera por la adversa situación, me habría deleitado con el viento frío y de olor levemente sucio (Culpa de esos pataslargas y sus latas con humo), con las luces que a la lejanía brillaban y... Y con la sensación de libertad, maldita sea, qué bonito se veía todo desde el cielo... Desde arriba...

- ¡Vamos Spiel! ¡Yo te guiaré! – Gritó el que hacía de jinete, aferrándose fuertemente a mi lomo y señalando algún lugar entre el bosquecillo. No me lo pensé un momento, plegué mis alas para perder altura y me lancé en persecución de los malos. Aquello era cada vez más emocionante, e incluso el temor estaba remitiendo... Que no desaparecía, pero no sentía ya la sensación de impotencia que segundos antes me atenazaba: Me sentía grande y fuerte, capaz de todo... Excepto de una cosa, que de hecho, era la más importante de todo vuelo que se preciase.- ¡Adelante, amigo!

-¡Chico!-Grité tras un poco, tratándome de hacer oír por encima de las corrientes de aire.-¿¡Están en algún sitio donde se pueda aterrizar!?-Siempre podría arremeter como pudiera, cerrando los ojos y con las patas delante para no darme el chocazo padre, pero habría preferido algo más fácil y cómodo para tomar tierra. A ver cómo le decía que no sabía aterrizar... Bueno, esperaba que el instinto sirviera para eso también...

Tras un poco de vuelo, divisas el pequeño claro de la cabaña. La madre de Ícaro está tirada en el suelo, parece dormida o, más probablemente, inconsciente. Está atada rudimentariamente con un trapo en las muñecas.



Haz una tirada de Ocultarse/Sigilo (la que tengas más alta). Ícaro no es necesario salvo que vaya a hacer alguna acción, en cuyo caso solo puede tirar Sigilo.


Advertir de los presentes:

El miembro 'VonClouve' ha efectuado la acción siguiente: Tirada de dados

'Dado de 100' : 29, 21, 33

Tras un pequeño rato de vuelo, llegamos al claro en el que estaba la cabaña de Elsa. Me había olvidado del susodicho claro, quizá porque hasta el momento, con mi tamaño, que hubiera más o menos árboles me había resultado más bien poco importante; de todas maneras agradecí mentalmente a quien fuera que la hubiera construido ahí, y no en alguna umbría o algo por el estilo. A veces los pataslargas pueden ser realmente oportunos, aunque les guste tantísimo la piedra, el metal y el cristal en vez de la madera viva, y es que al menos esta última huele bien, no como el humo que sacan sus coches y... Algún día debería aprender a centrarme.

El caso es que ahí estaban un hombre y una mujer que debían ser los secuestradores. Esto era fácilmente verificable por sus rostros de malotes, por sus miradas airadas... (Cosas que, de hecho, no podía ver. Pero bueno, los malotes tienen miradas malotas en rostros malotes, así que tampoco hacía falta verlo, para algo existe la imaginación), aunque quizá el detalle definitivo fuera que eran los únicos que no estaban maniatados, justo como la señora que debía ser la madre del chico.

Bajé un poco más, hasta quedar a pocos centímetros sobre las copas de los árboles, ya trataría de bajarme en los lindes del claro... Si es que aprendía a hacerlo en tiempo récord, por supuesto.

___________________________________________________________________________________________

Ocultarse 5+25= 30 Un desastre de Spiel ocultador

El miembro 'Carpazzo' ha efectuado la acción siguiente: Tirada de dados

'Dado de 100' : 25

La sensación de volar fue realmente… distinta. Mi mundo estaba lleno de cosas extrañas que desde pequeño había querido esquivar. No sólo las mías propias, sino las que me enseñó mi padre cuando construyó a Laberinto. Me sentía raro, diferente de los demás. Ciertamente lo era…

Spoiler:

Siempre había rechazado la idea de que era diferente. Sólo quería ser normal, como los otros chicos. Y tener una vida normal, y hacer cosas normales. Durante los últimos años había estado intentando desprenderme de esa parte tan “sobrenatural” de mí.

Pero ahora… sobre el lomo de una increíble criatura… Surcando los cielos, sintiendo el viento frío en la cara… Viviendo algo que, difícilmente otras personas podrían vivir. Tuve la sensación de que no quería renunciar a esto, de que era alguien privilegiado por poder gozar de esa sensación.

La sensación de ser alguien especial. No diferente, sólo… especial.

La visión del claro del bosque me sacó de mi ensueño. Spiel trató de posarse sigilosamente, sin demasía eficacia cabe decir. Allí estaba mi madre, inconsciente. Y dos tipos misteriosos, un hombre y una mujer. Debían ser ellos los que entraron en casa, y los que vi esta mañana. Casi sentía sus mentes, junto a mí como dos brillantes linternas.

- Ten cuidado, amigo – le susurré a Spiel mientras intentaba esconder nuestra presencia – ¡Nos van a ver!

Comencé a pensar en alguna manera de salvar a mamá. Esos tipos habían hecho mucho daño a Jarçao , serían peligrosos. ¿Podíamos nosotros enfrentarnos a ellos?

No en un enfrentamiento directo…

Intenté poner mi mente a trabajar, pero el dolor que sentía por buscar la mente de mi madre me impedía pensar con claridad. Decidí, ahora que ya la tenía localizada, desactivar mi poder.

Desactivo mi innato.

Una de las figuras se vuelve hacia el cielo. El hombre, de rostro barbudo, sonríe. Lleva un traje blanco, como un frac de colores invertidos. Su compañera le imita. Incluso en la oscuridad, sus ojos brillan.

[A ras de suelo, estaréis sometidos a ceguera. Ahora mismo, sobrevolando a unos quince-veinte metros, no.]

[Tirad por turno.]

El miembro 'VonClouve' ha efectuado la acción siguiente: Tirada de dados

'Dado de 100' : 43, 34, 16

Desde el lomo de Spiel observé como aquellas personas nos miraban. Parecían peligrosas, tenían poderes como yo...

Turno 60 +

El miembro 'Herrian' ha efectuado la acción siguiente: Tirada de dados

'Dado de 100' : 19

Horror, el hombre barbudo nos miraba. Aunque, la verdad, es que parecía bastante rarito, tal y como lo sería un malote... Su frac de colores invertidos era algo raro, pero desde luego en aquel día había pocas cosas que me asustaran; te cambia la vida dar el estirón, sin duda. Y, además, el aire frío y fuerte me envalentonaba de alguna manera, como si con mi vuelo me sintiera capaz de incendiar el mismísimo aire. Eran tonterías, pero eran esa clase de tonterías que a uno le hacen sentirse extremadamente bien.

De todas formas, y previendo un enfrentamiento, habría que ver si los poderes de mi compañero servían de algo, o si... Quizá... Quizá yo pudiera hacer algo también; ahora era grande, y por ello no debía de temer. Yo era el lobo y él el cordero... ¿No? O bueno, al menos estaba por encima de él, por tanto no puedo ser un lobo, porque estos no tienen alas, ni él un cordero porque no tiene lana y...¡SPIEL CONCÉNTRATE YA!

__________________________________________________________________________________________

Turno 70+44=114 Espero una abierta tuya en potencial o en proyección, que tanta tirada mediocre...

El miembro 'Carpazzo' ha efectuado la acción siguiente: Tirada de dados

'Dado de 100' : 44

Continúa en
https://rolporforo.activoforo.com/t800-combate-icaro-spiel-cabana-en-el-bosquecillo-silveira#21126