[Campaña](Nithaiah, Kalen Del, Mizzras y Zachary) La Senda Del Dragon 2ª parte.

-Esta bién, por mi podemor ir ya, prefiero esperar a tener un antiséptico a mano antes de quitarme esto a tirones- dijo tocando el cristal

Durante toda la conversación entre mis compañeros y ese líder me quedo callado. Bartimeo también permanece en silencio. Tendrá tantas cosas que contarme… De todos modos no me quedo muy pegado a él, porque sé que le resulta algo incómodo. Él no es humano… Él es mejor.

Noto como mi amiga mira de reojo a Bartimeo, sin acabar de fiarse quizá. ¿Tanta poca confianza inspira? Bueno, va disfrazado de gárgola, pero esa no es tampoco su forma original. … Realmente yo tampoco conozco su forma original. Algún día le preguntaré.

Asiento levemente a las palabras del hombre. Tiene hambre. Todos tenemos hambre. Aunque no puedo evitar que mi estómago se estremezca cuando le quitan el cristal a mi amiga. ¿Lo tenía ahí clavado? Es… agh… Entonces, instintivamente, me acerco a ella para darle la mano, para darle fuerzas. Le sonrío bajo la capucha. No puede verme, pero sé que sabe que estoy contento. Bartimeo se limita a quedarse flotando a un metro escaso de mí, por si a alguno de los hombres se le dispara sola la ballesta.

- Vamos, ¿no?

-Perdona Kalen- digo mientras me rasco la nuca tras el pinchazo de dolor y la mirada al suelo- tienes razón, tenía que habértelo preguntado a ti, pero ahí abajo ese lugar tan oscuro, y tan nerviosa que estaba, lo único que me apetecía realmente era cómo salir de ahí, ni siquiera me acordaba de quitarme el cristalito...

A esto veo que Zachary se acerca a mi despacito, y con timidez me toma la mano. Fue un choque de sensaciones y sentimientos fuerte en mi cabeza, cuánto tiempo hacía que no sentía esta sensación de calidez? cómo puede un niño (porque para mi, lo era), simplemente con tomar con ternura su mano con la tuya, crear este sentimiento de felicidad en mi?. Sin necesidad de mirarle a los ojos, me transmite cada uno de sus sentimientos, cómo es posible? quién eres, pequeño Zachary?

Las ideas tan negativas que estaban rondando por mi cabeza , poco a poco se desvanecían. Pongo mi mano libre delicadamente sobre su cabeza oculta por su capucha y le digo: Gracias pequeño Zachary. Miro de nuevo a Bartimeo y le dedico una amable sonrisa. Espero que nunca traiciones el cariño que siente hacia ti - pensé.

Tras ello alzo un poco la voz dirigiéndome a todo el mundo -Bueno, chicos, vais a tener razón, ya va siendo hora de ir a comer y descansar un poco, no recuerdo con claridad la última vez que comí algo...

Bueno, si todos quieren... Vamos! Dijo el lider. Tras eso, empezasteis a caminar junto a el. Se acerco a Mizrras, y empezo a hablarle por el camino. Siento mucho lo de las ballestas, pero ultimamente han pasado cosas... "raras"... Dijo.

No te preocupes por eso, entiendo que uno no se puede fiar de nadie en una ciudad arrasada, porcerto me harias un gran favor contandome un resumen de que se cuece por aquí, eso de la guerra de Remo y también sobre las cosas raras- dijo Mizrras al lider de los hombres.

MIZRRAS: Raras ¿me entiende? creo que esta ciudad ha quedado maldita luego del ataque. Se dice que en masacres de tal envergadura las almas en pena nunca llegan a descansar en paz, sintiendo que no era su hora todavia. Más allá de que esto sea cierto o no, hay algo que es seguro: cuanto más te adentras hacia el centro de la ciudad, comienzas a vislumbrar sombras a lo lejos, que se ocultan rapidamente.

La sensacion es de que te estan observando todo el tiempo...

Tomo un descanso y continuó Mandé a 4 personas a buscar supervivientes por las zonas céntricas hace 5 dias. Ninguno ha regresado

MIZRRAS: Bueno, me alegraria que investigaran... Dijo.

TODOS: Ahi esta el campamento. Dijo una de las mujeres que habia alli. Era un simple campamento, hecho para refugiar a algun que otro superviviente. Cuando llegasteis, dos hombres con pinta de guerreros estaban contandoles historias a los niños. Los tenian a todos haciendo un circulo, cerca de la hoguera. Al parecer, era de noche, pero el cielo no lo mostraba. Este tenia un color rojo sangre. Los dos hombres contaban historias de guerreros que salvaban princesas y mataban a los monstruos que las raptaban. Cuentos de niños...

Pregunto y busco por un médico o un curandero en el campamento, aunque tengo rudimentos sobre medicina no me atrevo a sacarme el cristal solito xD

MIZRRAS: Esos hombres saben... Dijo un hombre, señalando a los dos guerreros.

[OFF: Eres muy mala persona interrumpiendo las historias para los niños pequeños]

Me hacerco a los dos guerreros.

-Perdonad que os interrumpa pero tengo una pequeña urgencia médica y me han dicho que teneis algo de conocimiento sobre el tema-

-Vereis, he estado KO un tiempo y me he despertado con esto en la nuca (les eseña el cristal), a otros se lo han sacado a tirones pero prefiero que lo examine alguien con conocimientos, lo haría yo mismo per on otengo ojos en la nuca-

El tipo se gira y te mira. Buah, otro mas... Dijo. Tras eso, te quito el cristal. Sentiste un ligero dolor, pero enseguida se te fue. Tranquilo, nosotros tambien pasamos por lo mismo. Mi nombre es Daumenike, y mi compañero es Vlad. Quien es usted?

[OFF: Como te atreves a meter a Dau en esto xD]

Recupero el cristal y lo guardo en un sitio diferente al de Nith.

-Todos, ¿es que todos os habeis despertado con un cristal en la nuca?-

[Offrol: Porque el fue uno de los primeros en jugar a esta campaña, en otro foro xD]

Si. Cuando todos se vayan a dormir os explico. A todos. Dijo.

Los niños estaban jugando a los guerreros y a las princesas, se pasaron un buen rato asi, hasta que se quedaron dormidos. Poco a poco, la gente se fue durmiendo. Hasta que solo quedaban Daumenike y Vlad. Bueno, vamos. Dijo Vlad.

Caminábamos paso a paso por el sendero guiado que nos iba a llevar al supuesto campamento. Yo iba junto a Zachary y Kalen, mirando al suelo, jugueteando con las huellas que iban dejando el hombre armado y Mizrras, que caminaban delante de nosotros hablando entre ellos. Un salto a esta huella, que es más grande... y otro a ésta, que está super lejos!! me divertía obsoleta en mis tontos pensamientos.

Tras una larga caminata, llegamos al campamento. Me llamó la atención el color del cielo, un rojo intenso familiar, un cielo que antaño ya viví en una mala experiencia poco antes de encontrarme con Cruxel y contigo, Ogenus- pensé acariciando mi colgante. Un color que me incomoda un poco pero... al menos es más llevadero gracias a la cálida compañía que me ofrecen estos chicos.

Seguimos andando para adentrarnos en el interior del campamento, no era muy grande, pero parecía seguro. Noté de repente una fuente de calor intenso que desvió mi atención.

Una hoguera. Uf, una hoguera. Uf uf, fuego...? Tranquila Nith, si no te acercas al fuego, no pasará nada. Tranquila... Aun a pesar de mis autoánimos, mis sentidos se alertaron al máximo y mi corazón comenzó a bombear sangre con mucha fuerza. Tenía que alejarme lo máximo de ella, a si que intenté buscar con la mirada una tienda de campaña alejada y, tras divisarla, con una simple y cortés inclinación de cabeza a mis compañeros, les traté de indicar que iba a sentarme junto a ella a descansar un ratito hasta que me relajase. Sonreí a Zachary y después, así lo hice.

Desde mi posición sentada y a lo lejos podía ver a unos niños saltar, corretear, jugar... pasarlo bien. Sonreí, aunque no fuera posible que nadie me viera pues mi boca estaba escondida bajo mis rodillas, apenas se podían ver mis ojos tras ellas. Me dan un poco de envidia aunque me alegro por ellos, ojalá no pierdan jamás la vitalidad de sus almas - pensé. También observé a Mizrras hablando con 2 hombres, vi como le quitaban el cristal de la nuca y el "replís" que hizo cuando sintió el pinchazo en el cuello. Solté una pequeña risa, la situación fue bastante cómica.

Pasaron las horas y la gente poco a poco se retiraba para dormir. Yo todavía tenía la atención puesta en esos 2 hombres que hablaron con Miz, que ahí estaban de pie, sin cantearse ni con aparentes síntomas de cansancio. Intuí que, gracias a ellos, iba a ser una larga noche para todos nosotros...

(Cruxel es el nombre de mi espada, y Ogenus, como se puede intuir, el de mi colgante.)

Kalen se sienta al lado de Nith, manteniendo una cierta distancia, aun avergonzado de lo que pasó. Se pregunta el por qué de su posición, y es incapaz de mantener sus dudas dentro.
-Disculpa, Nith, si no es mucha molestia, ¿podrias decirme por que estas asi?

Agradecí mucho la compañía que me proporcionó Kalen sentándose a mi lado, aunque se sentara a medio metro de mi; Tenía un poco de frío y no sé si fue su presencia o la distracción, pero el frío se me olvidó por completo.

- Kalen... no te preocupes por mi - le muestro mi cara - un cúmulo de sensaciones y recuerdos de experiencias vividas por un lado y, por otro... por otro... - miro el fuego a lo lejos con cierto nerviosismo - por otro es... eso... - vuelvo a girar rápidamente mi cara hacia Kalen, quería evitar esa escena de fuego intenso consumiéndose por el viento, me daba pánico sólo verlo contorneándose a merced del viento, parecía que de un momento a otro fuera a echar piernas y viniera a por mi...

- Pero de verdad, espero que no te preocupes por mi - y volviendo a hundir mi cabeza sobre mis piernas y con la intención de que no logre oirme, susurro - y no sabes cuánto me alegro de que me hagas compañia, no me gusta estar sola.

Me amparo en la maternal sensación que me inspira Nith hasta que llegamos al campamento. Bartimeo ha estado callado todo el rato, flotando en silencio mientras mira el cielo. Alzo la cabeza yo también, asombrándome con lo extraño que se ve el cielo, de ese color tan rojo.

Cuando llegamos al campamento de refugiados Nith se separa de nosotros, y se va a descansar más allá. Me sonríe, y yo también sonrío.

- Que rápido que haces amiguitas, chaval. – dice Bartimeo cuando nos encontramos solos.

- A mí me… gusta mucho. – bajo la mirada. Cuando estoy con ella siento una cálida sensación, una compañía de la que hacía mucho tiempo que no gozaba. Me miro la mano, y recuerdo el tacto de su piel. – También es muy guapa.

- Aaaahh… ¡Ya entiendo!

Me giro rápidamente, mirando a mi compañero con incredulidad, y sorpresa. - ¿A qué te refieres? – una corta pausa es más que suficiente para poner mis ideas en orden, de nuevo. - ¡No! Es sólo que…

- Chico, no hace falta que te excuses delante de mí. ¿A quién crees que se lo voy a decir? ¿A mis amigos, los seres sobrenaturales? – se cruza de brazos, haciéndose el interesante. – Tengo muchos amigos por ahí, la verdad. ¡Y muchos que me deben favores! Recuerdo una vez que…

Dejo de escuchar a Bartimeo. Normalmente me habría quedado escuchando su historia, con gran atención. Porque él sabía muchas cosas, y me entretenía escuchando sus anécdotas. Pero algo que veo me descoloca completamente. Veo a los niños pequeños escuchando con atención a un par de tipos, que parecen guerreros. Mi rostro se ensombrece, recordando los viejos tiempos en los que mi padre me contaba historias antes de irme a dormir.

Aunque nunca me sorprendía, porque ya me las sabía todas…

Creo verme reflejado en uno de esos pequeños, escuchando con gran atención a las fantásticas historias que sólo la gente mayor sabe contar. Aquellas historias que te emocionan, y te intrigan hasta el final, de manera que siempre quieres seguir escuchando, hasta que te dicen que es hora de irte a dormir. Entonces te quejas, pero sabes que el día siguiente ese maravilloso cuento seguirá, como si se hubiese congelado en el tiempo, para esperarte sólo a ti.

Pero en la realidad nada se detiene para esperarte.

Mizrras se acerca a los dos hombres, interrumpiendo el relato. Casi puedo sentir en mi propio ser las quejas y la resignación de tener que esperarse al día siguiente. Suspiro.

- …y así conseguí abatir yo sólo a toda esa banda de peleles. Que por cierto, ahora nos llevamos muy bien… Ehm, ¿oye? ¿Me estabas escuchando? – las palabras de Bartimeo, algo enojado por mi falta de atención, me despiertan del ensueño.

- Ah, lo siento Bartimeo. Estaba distraído. – digo mientras comienzo a andar hacia la hoguera, sonriendo tras mi capucha a los niños que se han puesto a jugar. Siento unas enormes ganas de unirme a ellos, como uno más. Pero ya no tengo tiempo para estas cosas. Sin darme cuenta he madurado, un poco, lo justo para comenzar a adaptarme a este nuevo cuerpo.

Mi compañero resopla y me sigue moviendo la cola de un lado a otro. Me siento junto a la hoguera, cerca de esos dos hombres, y de Mizrras. Quiero ver si puedo escuchar algo, aunque sea una nueva historia.

- Ya me siento desplazado. Ahora vas a pedirles historias a los tipos esos. – comenta en tono sarcástico.

- No tendrás envidia, ¿verdad? – pregunto, divertido.

Silencio por su parte. Creo que nunca sabré del cierto lo que le pasa por la cabeza a este ser.

Kalen baja la cabeza com signo de arrepentimiento.
-Lo siento si te he hecho recordar cosas que no querias.
Se mueve de forma casi impreceptible para reducir la distancia 10cm aproximadamente. Levanta la cabeza mirando el cielo.
-Por cierto, seré tu esclavo durante el tiempo que me designes, como minímo hasta la proxima luna llena.

Los pocos que quedaban despiertos (osea, vosotros) se acercaron a unos troncos que hacian de banco, donde estaban los dos guerreros. Bueno, seguro que os preguntais que haceis aqui, y que ha pasado con vosotros... verdad? Dijo Daumenike. Parecia saber bastante sobre esto... La Senda del Dragon es culpable de todo esto. Os ha estado controlando durante 4 años... Os controlaban con cuatro bolas. Nosotros tenemos una, las demas... no sabemos. Dijo.

Kalen se lleva la mano a la bolsa y saca la bola que habia robado en vuelta en tela. La desenvuelve y se la enseña.
-¿No será este tipo de bola? Si es asi solo queda 1, 2 si los que me la quitaron la otra vez eran de la Secta del Dragon.

Si, esa misma... Dijo. Enseguida, cogio su espada y la clavo en la bola. Para vuestro asombro no le paso nada, simplemente se rompio un poco donde la clavaron y se apago. Hay que desactivarlas, si no seguiran funcionando...

-Así que la senda del Dragón es la que ha causado este destrozo...., si n ollegamos a encontrar las otras dos bolas ¿que podría pasar?- Pregunto Mizrras casi distraido.