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Tema: Re: La Noche mas Larga -Acto I- Mar Ago 31, 2010 9:02 pm
Jimena
En la habitacion contigua al pequeño hospicio se encontraba afanosa la joven Ciannor. Era bastante joven, de unos diecisiete o dieciocho, pero parecia poseer la madurez de un adulto. La pelirroja te sonrie mientras en una pileta llena de agua se esfuerza por quitar manchas de unas sabanas.
¿Crees que me podria preparar una habitacion, por favor?
Uf... si -Se seco el sudor de la frente con el antebrazo- Si me dejas que acabe de fregar te subo unas mantas y algo mas. Es pronto para dormir ¿No? la chica era de sonrisa rapida y facil contacto pues ya habia puesto una mano sobre tu hombro. ¡Uy perdona! Si te estoy mojando.
Mira puedes tambien cojer tu un par de sabanas del armario y bajas la jofaina para que te la llene. Total es lo unico que hay que hacer para tener la habitacion lista. Dice mientras te señala el lugar donde estan las cosas. Eso si tienes prisa, si no puedes dar una vuelta por los jardines y en un ratillo te lo tengo preparado.
Kalenden Miembro
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Tema: Re: La Noche mas Larga -Acto I- Miér Sep 01, 2010 5:29 pm
- Completamente de acuerdo, aunque tengo una duda. Los mausoleos familiares por lo general no están abiertos si no es por orden policial, al menos según tengo entendido ¿Significa eso que vamos a colarnos en el interior como si nos tratásemos de vulgares rateros o simplemente investigaremos los alrededores de la cripta?
Poco dispuesto a colarme en una propiedad privada como si fuera un delinquente furtivo, las palabras del soldado de fortuna me llevan a acariciar nerviosamente mi bigote, un par de veces.
- El mero hecho de pensar que mi persona pueda emular los actos de un vulgar ladrón no hace más que provocarme náuseas. -Aunque yo lo habría dicho de una manera algo más amable, las palabras del hombre joven representn bastante bien lo que pienso.- Si hace falta entrar dentro lo haremos, pero no como ladrones, sino como investigadores. De todos modos yo espero no tener que meterme ahí. Si no hay nada más que añadir yo partiría ya.
-No veo motivos para demorarnos más, vayamos pues a ver eso mausoleos saqueados. Avisaré a Lewis en cuanto esteis todos listos.
- Por dios que no espero que incumplais la ley. Es posible que no os permitan algunas de familias la entrada. Pero si decis que vais de mi parte quizas tengais mas facilidades... o no, algunas de las familias no sientes especial fervor por esta parroquia. Aunque si necesitais ignorar un par de normas en pos de un bien mayor... recordad que sois sirvientes de la Iglesia de Corvis y por ende de Dios, y no hay mas alto juez que el.
El padre Pandor parecía muy seguro de sus palabras, se podía ver firmeza en su semblante. No me convencían mucho sus argumentos para justificar los medios que quizás nos veríamos obligados a emplear, pero el visto bueno de la iglesia siempre era de agradecer.
-Muchas gracias por su apoyo, padre. Dudo que nos fuera posible llevar a cabo esta investigación sin la protección de alguien como usted. Puede confiar en nosotros.
Furion Admin
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Tema: Re: La Noche mas Larga -Acto I- Miér Sep 01, 2010 9:59 pm
Eso si tienes prisa, si no puedes dar una vuelta por los jardines y en un ratillo te lo tengo preparado.
-Creo que puedo esperar caminando por el jardin... A ver si me despejo de estos pensamientos... -Dijo, sonriendo un poco. Una sonrisa que se le esfumo durante el viaje... Una sonrisa que hacia tiempo que no esbozaba.
Jimena tomo la humeda mano de Alexia. -Muchisimas gracias por todo... No se que habriamos hecho sin vuestra ayuda...
Tras eso, Jimena salio al jardin a caminar un poco. Queria distraerse de sus pensamientos... Pero no lo consiguio... "Dios... ¡¿Por que... por que me has hecho tan inutil?! Por que no puedo ayudar a la gente?
Carpazzo Miembro Legendario
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Tema: Re: La Noche mas Larga -Acto I- Vie Sep 03, 2010 1:11 pm
Jimena se levantó al poco, yendo a buscar a Alexia, tal vez fuera momento de dar por terminada la charla para poder empezar a investigar antes de que se hiciera más tarde. Por otro lado, sí, Quijote seguía haciendo de las suyas, como podéis imaginar, no es agradable ver a un espectro moviendo las partes impúdicas de su caballo en la cara del hospitalario Pandor Dumas.
-Con permiso, pienso que deberíamos, si no hay ninguna objeción, salir a investigar ahora. Estamos algo fatigados por el viaje, eso es innegable, pero mejor ahora que cuando anochezca.-Propuse, haciendo ademán de levantarme.-Podríamos ir, por ejemplo, al mausoleo de los Brillosol o al de oriente, si apuramos quizás lleguemos antes de que la noche nos sorprenda. Y si no, siempre podemos ir a visitar a los primeros, a fin de cuentas según nuestro buen Padre aquí presente, fueron ellos los que pusieron una denuncia al respecto, puede ser un buen punto por el que comenzar.
Sir Lobo Miembro Legendario
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Tema: Re: La Noche mas Larga -Acto I- Dom Sep 05, 2010 11:11 am
Jimena
Después de un par de paseos por el jardín tu angustia ceso. El Padre Dumas parece que era un excelente jardinero y la cantidad de colores solo se veía ensombrecida por las lapidas de sacerdotes y caballeros dechados del pasado que aparecían aquí y allá. La verdad es que era un torbellino de alegría y tristeza muy símil al que ocurría en tu corazón.
Pasaron unos veinte minutos hasta que la jovencita pelirroja se acerco a donde estabas –Te he preparado una de las habitaciones- dice tendiéndote una llave, son un poco lóbregas porque antes eran las celdas de los monjes, pero las paredes son gruesas ya abrigan bien.
Después de agradecérselo y ya marchándote la oíste gritar ¡Cenaremos a las nueve! ¡Baja si te apetece! Agitaste la mano para decirle que lo habías oído y te encaminaste a tu habitación.
Detrás de una recia puerta cuyos goznes chirriaron se encontraba un jergón de lana basta, un pequeño escritorio con una silla destartalada. Alexia te había colocado uno de los pocos espejos de la iglesia, de bronce bruñido. Sonreíste pensando en su generosidad.
Anduviste un rato trasteando y reordenando hasta que te asomaste a la ventana. Había anochecido y Corvis te enseñaba porque la llamaban “La Ciudad de los fantasmas”
El Resto.
Tardasteis un rato en decidiros. Cervantes –Y Quijote secretamente- abogaban por visitar el Cementerio Oriental, lugar donde los pobres enterraban a sus muertos, Adrián y Walros –Mas conservadores- Decían que lo mejor era ir a la casa de los Brillosol, la superioridad numérica pudo al valor y os dirigisteis a la propiedad Brillosol.
Tanto la Iglesia como la propiedad Brillosol se encuentran al sur de la ciudad. En un entramado de pequeñas islas cada cual es una un grupúsculo de dos o tres mansiones en si misma. La guardia era bastante presente en esta zona y las farolas con luminaria alumbraban los puentes empedrados. Árboles en vez de borrachos y todas las casas amuralladas. Definitivamente no era la parte pobre de la ciudad.
La casa Brillosol es una hermosa mansión rodeada de un muro bajo. La familia ha colgado banderines en preparación de la fiesta de la “Noche Mas Larga” para la cual ya solo quedan algunos días.
Nada mas llamar a la puerta sois acompañados hasta el vestíbulo por el mayordomo, dejándoos solos mientras va a avisar a Elger Brillosol. Este sale quejándose al mayordomo en voz suficientemente alta para que escuchéis parte de la conversación. ¿Qué […] por mi? Si mi señor ¿Ese […] y el Doctor Walros? Si mi señor ¿Y vienen con un tipo peligroso? Eso he dicho mi señor. Dita sea esperemos que venga […] porque los guardias […] y la reunión con […] para el pato asado […] ahogados en el muelle.
Baja las escaleras, impoluto y con unas sonrisa de dientes brillantes. Buenos amigos, se me hace raro recibir visitas vuestras sin avisar, y ahora tenia una reunión importante. Con un gesto de complacencia saca el reloj, imitando a Turner. Aunque siendo el mayor exportador de Perlas Pantaneras de Corvis puedo permitirme que esperen por mi y siento curiosidad por que lo que un grupo tan variopinto ha de decirme. Aunque ruego sean breves.
Herrian Miembro Legendario
Mensajes : 1788 Fecha de inscripción : 21/06/2010 Edad : 30 Localización : Corbera de Llobregat
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Tema: Re: La Noche mas Larga -Acto I- Dom Sep 05, 2010 12:03 pm
Mientras accedemos a la mansión voy observando con desdén todo lo que me rodea. Demasiado ostentoso, estos Brillosol no se cortan ni un pelo para mostrar todas sus riquizas. Deberían sufrir un robo, así aprenderían a conservar su dinero.
En el vestíbulo voy sacando continuamente mi reloj, calculando el tiempo exacto que tarda ese tipo en venir. No tardan en escucharse los quejidos de Elger. 1 minuto exacto, puntual como siempre.
Comienza a bajar de las escaleras con su odiosa sonrisa. - Buenos amigos, se me hace raro recibir visitas vuestras sin avisar, y ahora tenía una reunión importante – entonces saca un reloj de su bolsillo, como hago yo continuamente -. Aunque siendo el mayor exportador de Perlas Pantaneras de Corvis puedo permitirme que esperen por mi y siento curiosidad por que lo que un grupo tan variopinto ha de decirme. Aunque ruego sean breves.
Juro por todas mis riquezas que si no fuera por lo de los robos de cadáveres no vendría aquí ni para pedir auxilio en una noche oscura de tormenta. Esta vez no puedo callarme, no en presencia de “ese”.
- Qué bien arreglada que tienes tu mansión, Elger – comento, irónico -. Hemos venido porque parece que tienes problemas con cierto asunto, bastante lúgubre además. Y ya que las autoridades locales no se dignan a tenderte una mano tiene que venir la competencia a tu propia casa a hacerlo.
Juraría que mis palabras demuestran que realmente estoy haciendo esto de mala gana.
Carpazzo Miembro Legendario
Mensajes : 2693 Fecha de inscripción : 20/07/2010 Edad : 29 Localización : Sevilla (Santiponce)
Tema: Re: La Noche mas Larga -Acto I- Dom Sep 05, 2010 2:53 pm
Tras una corta discusión por decidir el destino a seguir, quedamos en ir, finalmente, a la mansión de los Brillosol.
Salimos cuando el sol ya se había perdido en el horizonte, era inútil tratar de vislumbrar la mayoría de estrellas a la que estaba acostumbrado en mis cada vez más infrecuentes paseos a la luz de las mismas. La única luz que se adivinaba de forma esporádica en el cielo era la del disco plateado que conformaba la luna y que, cuando la nube de polución se agitaba por el viento asomaba y regaba con su mortecina luz el camino que seguíamos.
Corvis era tan laberíntica como me había parecido en un principio. Un erial de locura edificada en la que edificios de colores cambiantes por el constante aparecer y desaparecer de la luna se agolpaban, unos contra otros, como tratando de escapar el agua que bajo ellos discurría y, de forma más poética, tratando de alcanzar el firmamento, más allá de la suciedad que le restaba ese encanto (a mis ojos) a la ciudad en cuestión.
Quijote, por su parte, estaba algo más que encantado. Iba galopando de arriba abajo, quejándose, pese a su alegría, de la decisión tomada. Según él, lo único que habría hecho perfecta aquella velada hubiera sido el aroma a descomposición y muerte que flotaba entre las tumbas y que daba ese toque especial tan macabro que al espectro le encantaba. Por otro lado, aunque mi decisión inicial fuera la misma que la suya, bien es cierto que, de haberme sorprendido la noche en aquel lugar, yo mismo habría sido el primero en querer salir de ahí, pues dudaba que Quijote se prestara a hacer las cosas más relajadas para mis acompañantes, lo más seguro es que hubiera hecho salir fuego de la nada, fuego azul para darle un tinte más diabólico y satánico, tinte que a los creyentes de la zona habría horrorizado. Después de todo, quizás hubiera sido mejor eso.
Por romper una lanza a favor de la ciudad, diré que atravesar los múltiples puentes era algo, cuanto menos, agradable. Pues desde ahí soplaba un aire que, sin llegar a ser frío (gracias a la función reguladora del lago), resultaba gozable, cosa que mis viejos huesos, pese a dar todavía mucho de sí, agradecían.
Por el camino, íbamos topándonos de cuando en cuando con algún lugareño, bien paseando a cuidados perros (y mascotas, en general) o bien dando una vuelta (Borrachos o sobrios). Sea como fuere, bien cierto es que pese a lo contado, encontrarnos con dichas personas era algo bastante infrecuente, por lo general, íbamos solos por las vías públicas. Como si de fantasmas nos tratásemos, envueltos en ese silencio tenso que deseas romper, pero que no sabes como. De vez en cuando cruzábamos unas cuantas palabras e indicaciones, refugiándonos antes en la cortesía que hablando por nosotros de mismos, utilizando fórmulas aprendidas de memoria y similares.
Llegamos entonces al sur de la ciudad, un cúmulo de islotes más adornados y cuidados que el resto de la misma. Con árboles salpicando las aceras aquí o allá y con farolas que contribuían a iluminar el camino, hasta el momento parcamente alumbrado por la luz lunar. La guardia que no habíamos visto en las otras zonas era la que veíamos ahí, cuando les vi acercarse tiré del cinturón disimuladamente para que la espada quedara oculta entre los pliegues de la gabardina.
El lugar estaba formado por unas pocas mansiones de ostentosa manufactura, todas rodeadas de murallas y erigiéndose altivas y orgullosas sobre el fango sobre el que se sustentaba el lugar. Una visión un tanto elitista, pero, ciertamente, la situación no daba lugar a otra descripción.
Seguimos caminando, observando de refilón las distintas viviendas. A una señal de nuestros guías, entramos en la que, según ellos, era la de los Brillosol. No era mal lugar, un hermoso y bien decorado caserón del cual pendían unos cuantos banderines que presumiblemente se habían colgado en celebración de la inminente fiesta de la Noche Más Larga.
Tras unos segundos, un criado nos condujo por el vestíbulo antes de desaparecer en post de su señor. Que, por lo que podíamos oír al otro lado de la puerta, no agradecía, para nada, la interrupción. De hecho, pude oír como se refería a mí como “Tipo peligroso”, arqueé una ceja, extrañado, pero no le presté más atención de la debida, en todo caso, tras un poco, apareció nuestro hombre, Elger Brillosol, rodeado de ese aura de pomposidad y extraña confianza que caracterizaba a la gente de dinero.
-Buenos amigos, se me hace raro recibir visitas vuestras sin avisar, y ahora tenia una reunión importante. Aunque siendo el mayor exportador de Perlas Pantaneras de Corvis puedo permitirme que esperen por mi y siento curiosidad por que lo que un grupo tan variopinto ha de decirme. Aunque ruego sean breves.
-Buenos hamijos, se me hace sexy recibir exóticas visitas de tales bellezas sin avisar, ahora tenía una “reunión” importante. Aunque siendo el mayor exportador de Perlas Plataneras de Croquis puedo permitirme que esperen por un pijeras como yo y siento curiosidad por lo que tan grandes señores, en especial el hermoso Quijote, han de decirme. Aunque ruego que sean breves, padezco eyaculación precoz.-Imitó casi a la perfección Quijote, no pude evitar sonreír, divertido.
-Qué bien arreglada que tienes tu mansión, Elger– comentó el chaval con cierta ironía mal disimulada -. Hemos venido porque parece que tienes problemas con cierto asunto, bastante lúgubre además. Y ya que las autoridades locales no se dignan a tenderte una mano tiene que venir la competencia a tu propia casa a hacerlo.
-Oins, Elger, fóllame toda la noche.-Imitó de nuevo.-Hemos venido porque parece que tienes problemas eyaculatorios, bastante serios además. Y ya que las mujeres no se dignan a tenderte una mano tiene que venir a hacerlo la competencia a tu propia casa a hacerlo.
-Buenas noches, disculpe la presentación del joven, es, como tal, un tanto impulsivo y poco respetuoso. En todo caso, bien es cierto lo que ha contado, omitiendo, por supuesto, los detalles escabrosos. Por tanto no puedo evitar preguntarme si podría ilustrarnos mejor sobre el robo en cuestión, sé que las horas no son las mejores, pero estoy seguro de que usted desea tanto como nosotros arrojar algo de luz sobre el misterio que ha acontecido.-Dije, tratando de mostrarme solícito y educado, de manera que su ego acabara por soltarle el pico y permitiera mayor facilidad a la hora de solicitar la entrada al mausoleo. Aunque la verdad, estando como estaba la situación, eso tampoco debía resultar demasiado difícil. Que por cierto, hacía muchísimo tiempo que no la hablaba a alguien así, ni siquiera a mi comandante.
Kalenden Miembro
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Tema: Re: La Noche mas Larga -Acto I- Dom Sep 05, 2010 3:14 pm
No tuvimos que ir muy lejos para llegar hasta la mansión Brillosol, al fin y al cabo estaba bastante cerca y conocía la zona. Pude ver, sin embargo, que el mercenario parecía algo perdido ante la disposición de la ciudad.
-No se procupe, amigo, las calles de Corvis son pintorescas, pero se acostumbrará.
Un diligente mayordomo nos recibió nada más llegar y nos guió hasta el vestibulo de la opulenta mansión. Una vez nos dejó allí, fue a buscar a su jefe, al que no tardamos en oir llegar. Por sus palabras y su tono de voz, no parecía precisamente alegre por nuestra visita sorpresa. Obviamente, y como hombre de negocios que era, cuando estuvo en nuestra presencia ocultó a la perfección su molestia y nos tratócon la debida etiqueta.
-Buenos amigos, se me hace raro recibir visitas vuestras sin avisar, y ahora tenia una reunión importante. Aunque siendo el mayor exportador de Perlas Pantaneras de Corvis puedo permitirme que esperen por mi y siento curiosidad por que lo que un grupo tan variopinto ha de decirme. Aunque ruego sean breves.
- Qué bien arreglada que tienes tu mansión, Elger – El comentario del más joven del grupo estaba marcado por una hiriente ironía mal disimulada. Esperaba que no lo echara todo a perder por unas rencillas... -. Hemos venido porque parece que tienes problemas con cierto asunto, bastante lúgubre además. Y ya que las autoridades locales no se dignan a tenderte una mano tiene que venir la competencia a tu propia casa a hacerlo.
-Buenas noches, disculpe la presentación del joven, es, como tal, un tanto impulsivo y poco respetuoso. En todo caso, bien es cierto lo que ha contado, omitiendo, por supuesto, los detalles escabrosos. Por tanto no puedo evitar preguntarme si podría ilustrarnos mejor sobre el robo en cuestión, sé que las horas no son las mejores, pero estoy seguro de que usted desea tanto como nosotros arrojar algo de luz sobre el misterio que ha acontecido.- Por suerte, nuestro buen mercenario, haciendo gala de unos modales impropios de su profesión, lo arregló bastante bien.
- En efecto, señor Brillosol, no podría haberlo dicho mejor que mi buen compañero. Verá, no le arrebataremos mucho de su tiempo, sólo necesitamos dos cosas. Primero que nos cuente, por favor, todo lo que sepa sobre el robo que sufrió. La fecha, lo que hizo usted ese día, los datos sobre el cadáver robado y la tumba profanada, hmmm... en fin, todo eso, creo que nos entendemos.
Furion Admin
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Tema: Re: La Noche mas Larga -Acto I- Dom Sep 05, 2010 4:40 pm
Jimena miro por la ventana. -Vaya... Que pinta mas... tetrica. Dijo.
Se tumbo en el jergon y se puso en posicion fetal. Intento cerrar los ojos, pero a los cinco minutos se le abrieron de nuevo. Tenia frio. Se levanto de nuevo, y cerro la ventana, cual chirrio estrendosamente.
Volvio a su posicion en el jergon, y cerro los ojos. Se durmio.
Furion Admin
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Tema: Re: La Noche mas Larga -Acto I- Miér Sep 08, 2010 10:47 pm
Todo estaba envuelto en llamas... Un grupo de corpulenta gente se acercaba, armados con espadas y antorchas, cubriendose el rostro. Quemaban todo, soltando risas burlonas.
Se oian gritos, muchos gritos. Jimena vio a todos y cada uno de sus compañeros del circulo morir. Buscaba con la mirada a la adivina, que no aparecia.
En ese entonces, una de las personas se destapo el rostro. Era ella. La adivina. La persona que, por siempre quedara en la memoria de Jimena. La persona que extermino su raza.
--------------------
Jimena se desperto repentinamente, soltando un ahogado grito. "Uff... Solo fue un sueño... Una pesadilla...
Se sento en el jergon, aguantandose la cabeza con ambas manos. "Dios mio, solo quiero un poco de tranquilidad..."
Bajo al comedor. Era la hora de comer. Es mas, tenia hambre, y como decia ella... "El hambre vence todo! jajaja"
Llego a la mesa y se sento, junto a Alexia y al Padre Dumas. Miro hacia los lados. -A donde han ido los demas?
Sir Lobo Miembro Legendario
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Tema: Re: La Noche mas Larga -Acto I- Sáb Sep 11, 2010 2:33 pm
Jimena
Despues de despertarte debido al hambre te aseas como puedes, al Alexia se le ha olvidado dejarte unas velas y la luna no ilumina lo suficiente. Tras cojer algo de abrigo de tu petate sales a los terrenos de la iglesia. Pandor y su sobrina estarán cenando en su casa. Atraviesas el oscuro cementerio rápidamente y encuentras la seguridad al ver una ventana encendida de la casa del sacerdote. Rapidamente entras y saludas activamente. En la mesa se halla Pándor tomando un poco de sopa, otros cubiertos están situados en el lado opuesto.
¡Ah! ¿Eras Jimena no? Me dijo Alexia que cenarias con nosotros. Por favor sirvete, es un poco de comida blanca*.No era comida de dineros, pero para ti, acostumbrada al pan duro y la mojama te olia a gloria.
¿A donde han ido los demas? Dijiste entre bocado y bocado.
Tus acompañantes han decidido comenzar hoy mismo la investigacion y marcharon a Casa del Señor Brillosol. Alexia ha bajado esta tarde y ha cojido pan y fiambre, asi que no creo que baje a cenar,estara estudiando. Toma una copa de vino. Dentro de un año podrá ingresar en la universidad y los examenes de acceso son realmente duros, asi que se esta preparando desde hace tiempo.
*Comida Blanca: Consiste en un picadillo a base de lonchas de aves cocidas a fuego lento en una salsa de leche, azúcar y harina de arroz.
Furion Admin
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Tema: Re: La Noche mas Larga -Acto I- Dom Sep 12, 2010 3:40 am
-Asi que los demas han decidido empezar ya... Espero que lo hayan hecho con buen pie... -Dijo, entre bocado y bocado.
-¿Asi que Alexia ingresara en la universidad? Vaya, que suerte... Seguro que pasara el examen, ella es una chica lista. Y muy bondadosa.
Jimena siguio comiendo, saboreando todas y cada una de las cucharadas de aquella deliciosa comida. Era exquisita. -Esto esta... hummm, delicioso! Nunca habia probado un manjar asi!
Cuando termino, Jimena se levanto de la mesa, limpiandose los labios con el trapo que acompañaba a los cubiertos. -Muchas gracias, padre. Dios lo bendiga por toda la ayuda que nos esta dando. -Tras eso, se dirigio a su cuarto. Aquellos pensamientos sobre la adivina matando a sus compañeros volvieron a su mente. -No... no me ganareis la guerra... Porque, como decia mi madre, cantando todo se arregla!
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Musica: 35+36+40 = 111
[Offrol: De cuanto es el bono por especializacion? ]
[EDIT: Ok, ya lo vi xD]
Última edición por Furion el Dom Sep 12, 2010 3:48 am, editado 2 veces
Tirada de Dados Miembro Legendario
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Tema: Re: La Noche mas Larga -Acto I- Dom Sep 12, 2010 3:40 am
El miembro 'Furion' ha efectuado la acción siguiente: Tirada de dados
'Dado de 100' : 36
Sir Lobo Miembro Legendario
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Tema: Re: La Noche mas Larga -Acto I- Mar Sep 14, 2010 1:37 pm
Jimena
La joven zingeuner después de comer sube a su habitación y se lanza a la cama quedando rendida, las emociones del día le han quitado todas las fuerzas.
Adrián.
Después de despedirse toscamente del resto del grupo –Con el cual decidió quedar después de la misa de mediodía en la puerta de la Iglesia- se marcho seguido de Charles a su casa, que se hallaba a un par de calles de aquel lugar.
Walross.
Caminabas solo hacia tu casa, Lewis había marchado desde el hospicio con intención de tener cena y preparativos listos para cuando llegases.
Abriste la cancela que se movió con su actual chirrido, esperando observar desde el paseo que recorría el porche las luces del salón. Pero en vez de eso lo que viste fue a Lewis con una lámpara de aceite esperándote en la puerta. ¡Friedrich es terrible! Ha sucedido una desgracia. Mi hija. Sollozaba. No se como ha pasado hic… hic… La tumba de Adelina, mi pobre Madison… Que desgracia…
Le calmaste y lo llevaste al salón. Cuando entrantes viste a Madison tumbada en el Diván con un buen chichón sangrándole en la nuca. Corriste a ella, sus constantes estaban estables y respiraba bien, probablemente estaba inconsciente del golpe, que después de examinarlo, no parecía tan grave. Lewis trajo tus instrumentos y mientras la curabas el intentaba explicar lo ocurrido.
Oh señor, o Piadoso Abel, llegué a casa y ví que Madi no me recibía, pensé que habría salido con sus amigas o algo parecido así que después de preparar las cosas para su llegada me fui al jardín a tomarme un descanso cuando lo vi. El mausoleo estaba destrozado, las rocas esparcidas como una explosión por todo el jardín y Madison caída en el suelo. La voz se le entrecortó ¡Oh mi Madi! ¿Se pondrá bien?
Lewis no te lo ha dicho, pero no hace falta que nadie te diga que el cadáver de Adelina no está en el mausoleo.
Cervantes.
Caminaste mas de la cuenta al volver a la Iglesia, aquella ciudad oscura y laberíntica era la perdición para un recién llegado. Diste gracias a que en este lujoso barrio hubiese farolas de lampyridae, a pesar del siniestro haz de luz que despedían. Después del paseo lograste llegar a la iglesia. Pandor estaba en la terraza de su casa. Una construcción colonial que nada tenía que ver con el resto de la iglesia. Supones que no tendrá mas de unos veinte años, quizás la construyó el propio Pandor. Ah ¿Miguel era su nombre? Es de Argos eso ¿no? ¿Cómo han ido las negociaciones?
Después de charlar fuiste directo a la cama, pero antes de acostarte surgió por la ventana el infernal corcel que precedía a Quijote. Esa casa es un jodido coñazo, así que me he largado de allí. No había nada interesante, la piedra de la entrada del mausoleo esta dañada y he encontrado esto. Dice mientras te da un trozo de tela blanco. Después un gato ha comenzado a mirarme. Sabes el mal rollo que me dan esas cosas. Paso de esta mierda, me piro a molestar a gente.
[Edita la parte de Quijote que a mi no me sale ser tan loco]
No te dio tiempo siquiera a despedirte, pero mejor así, no tenias ganas de una dosis de Quijote.
Todos
A la mañana siguiente después de la misa de mediodía –A la que podéis haber asistido o no- os reunís todos en la entrada a los terrenos de la iglesia ¿Dónde piensan nuestros detectives dirigirse hoy?
Herrian Miembro Legendario
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Tema: Re: La Noche mas Larga -Acto I- Miér Sep 15, 2010 4:20 pm
Caminaba en silencio por las calles de Corvis. Charles hacía lo mismo, obviamente no podía hablar, a poca distancia de mí. La ciudad tenía una apariencia algo macabra durante la noche, pero después de tanto tiempo ya me había acostumbrado. No tardamos en llegar a casa, era mucho menos ostentosa que la de ese creído de Elger.
Mi hermano estaba en casa, se alegró de nuestro regreso, aunque yo no tenía muchas ganas de hablar de las novedades. Cenamos juntos, y subí a mi habitación.
Antes de dormir miré por la ventana. Corvis dormía. Mantuve el rostro inexpresivo mientras reflexionaba sobre lo que había sucedido ese día.
Ladrones, ladrones de cadáveres. Qué asqueroso, y sin sentido. ¿Quién robaría unos cadáveres? Seguramente alguien capaz de cometer un robo de tales condiciones podría robar… cualquier cosa.
- Maldito ladrón. No creas que podrás irte de rositas mientras satisfaces tu macabro vicio. Yo, Adrian Turner, te encontraré. Te llevaré a la horca yo mismo, y haré justicia – me apoyé en el marco de la ventana mientras observaba la ciudad -. No podrás esconderte de mí, acabaré encontrándote. Y entonces… pagarás.
A la mañana siguiente me dirigí hacia la iglesia. Obviamente no asistí a la misa, simplemente esperé fuera junto a Charles.
- Si encontramos al responsable podríamos romperle algún dedo, ¿no crees, Charles? – digo mientras saco mi reloj -. Ya casi es la hora. ¿Dónde estarán estos señores?
Carpazzo Miembro Legendario
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Tema: Re: La Noche mas Larga -Acto I- Miér Sep 15, 2010 4:50 pm
Tras despedirme del espectro volví por donde había venido, tratando de recordar el camino que había seguido, cosa difícil debido a la intrincada y caótica amalgama de construcciones que era Corvis. De no ser por las farolas que alumbraban mis pasos estaba seguro que habría acabado durmiendo bajo uno de los muchos puentes de la zona.
El frío aire era casi un bálsamo para mi ánimo, había salido acalorado de aquella maldita casa, y eso que la conversación no había alcanzado tonos demasiado agresivos, pero la forma de comportarse de aquel majadero había conseguido sacarme de mis casillas. Sin embargo, como ya he dicho, caminar tranquilamente calmó mis ánimos.
De noche, la ciudad cobraba otra forma, una forma más tranquila, menos extraña, aun cuando a otros ojos sean a aquellas horas cuando entienden el por qué la llaman la Ciudad de los Fantasmas. Sin embargo, para alguien que lleva viviendo con un espectro desde hacían ya veinte largos años esa denominación quedaba, cuanto menos, exenta de realismo: Los fantasmas podían ser mucho más aterradores que aquella ciudad. Pero no me voy a desviar más. Tras casi una hora, conseguí encontrar la iglesia, tardé más de lo que me habría gustado, pero con tanto vaivén de escaleras y puentes llegar resultó una hazaña de esas que no se escriben en libros.
Caminé por las inmediaciones del camposanto hasta llegar a la casa de Pandor, que en esos momentos estaba el su terraza. La verdad, la construcción distaba bastante de armonizar con la iglesia, aun cuando no resultase desagradable a la vista.
-Buenas noches.-Saludé desde abajo alzando la voz. -Buenas noches. ¿Miguel era su nombre? Es de Argos eso ¿no? ¿Cómo han ido las negociaciones? -No demasiado bien, me temo. Ese hombre parecía encantado con el robo. -¿Y eso? Tenía entendido que fue él quien puso la denuncia. -No, si la denuncia la puso, pero para llamar la atención. Dice que líos como este vienen bien para el negocio. En fin, mañana iremos a investigar algo. Buenas noches y que descanse.-Me despedí, yendo hacia el hospicio. El día había terminado por agotarme, me dolía la cadera a causa del flechazo. Estaba seguro de que iba a dormir como un tronco. -Igualmente, buenas noches.
Me tumbé en uno de los jergones, observando el exterior desde la ventana. Menudo día de locos. Primero el asalto, luego el robo de cadáveres y, para rematar, el loco por el dinero ese, espero que esto no se convierta en rutina o harán en semanas lo que años de servicio no han podido hacer. En fin… Debería irme a dormir ya, mañana será otro día. Hasta podría invocar algo para ayudarme. Quizás un espíritu menor, la verdad es que hace tiempo que no me meto en esos berenjenales, no querría toparme con algo demasiado abusivo, quizás… Alcé entonces la vista, justo a tiempo para toparme con los ojos inyectados en sangre de un infernal caballo, cualquier otro habría huido despavorido, pero eran demasiados años viendo a aquel animal.
-Hola, Rocinante.-Saludé bostezando y tapándome. No tenía ganas de locuras a aquellas horas. Obviamente Quijote no opinaba igual. Maldito sea mil veces aquel que hizo que los fantasmas no durmieran. Quizás lo hayáis imaginado, pero sí, entró a galope, empezando a dar vueltas por todos lados, gritando como un poseso.
-¡GLORIOSO EJÉRCITO! ¡NO RETROCEDÁIS ANTE ESOS MALDITOS BRÓCOLIS! ¡VIOLARÁN A VUESTROS CABALLOS! ¡ESCAPARAN EN VUESTRAS MUJERES! ¡NO DEJÉIS QUE SE QUEDEN LO QUE ES VUESTRO (Por ejemplo el… pato.)! ¡GLORIA AL GRAN QUIJOTE!-Se paró entonces frente a mí, mirándome de arriba abajo. -Oins, que gay.-Siguió dando vueltas.
-¿Cómo ha ido? -Esa casa es un jodido coñazo, así que me he largado de allí. No había nada interesante, la piedra de la entrada del mausoleo esta dañada y he encontrado esto.-Me dio un trozo de tela que recogí con cuidado, no pude reprimir un escalofrío al sentir la fría “Piel” del espectro. No parecía nada importante, aun así, me lo guardé en un bolsillo, nunca se sabía.-Después un gato ha comenzado a mirarme. Sabes el mal rollo que me dan esas cosas, te miran con esos malditos ojos que dan ganas de... de… No digas abrazarle que te muerdo un ojo, el ojo mordido lo plantó y ¡puf! ¡se convirtió en opio! Oh, joder, como hecho de menos el opio. Cerv, debes ser corrompido por la droga, droga buena, chupi guay y… Paso de esta mierda, me piro a molestar a gente. Que te lo pases teta.
-Adiós.
-Oins, que fría eres. Muac.-Se quejó con voz afeminada antes de atravesar la puerta, dejando un beso en el aire. Esperaba fervientemente que no le diera por hacerle una visita a Jimena o a Alexia, en tal caso… Pobres de ellas. Traté de calmarme, a fin de cuentas no estaba seguro de que fuera a hacer precisamente eso.
Inspiré varias veces y traté de recordar el nombre de alguna criatura, ya en calma completa. Sí, allí estaba, olvidado, enterrado, perdido. Un nombre. Un ser. Una vida. Recordar a aquel viejo conocido me hizo ver la situación con otros ojos: Podría invocarlo ahí mismo, atarlo a algún sitio (No era invisible como Quijote, aunque según me ha contado de otros amos, estar atado es equivalente a un sueño profundo, no debería resultarle tan molesto, supongo). Por otro lado, la situación era perfecta: Solo y a oscuras, demasiado propicia como para dejarla pasar.
-Nemaydes.-Susurré su nombre antes de empezar a musitar un largo hechizo. A mi alrededor, cadenas de color verde brillante iban moviéndose, oscilando en una órbita alrededor de mi cuerpo. El encantamiento prosiguió durante un minuto más o menos, entonces volví a repetir el nombre del ser. Alcé las manos hacia delant, las cadenas se enroscaron, unas sobre otras, dibujando un pentáculo brillante en el aire.
Al otro lado, a mundos de distancia, algo levantó la cabeza, sorprendido. No supo por qué, pero sentía algo. Algo poderoso que tiraba de él. Lo llamaban.
Kalenden Miembro
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Tema: Re: La Noche mas Larga -Acto I- Vie Sep 17, 2010 4:00 pm
Al llegar a casa, las puertas de la verja metálico se abrieron con su habitual chirrido, ya familiar para mi. Era soprendente como, con la edad, uno iba acostumbrandome a cada mínimo detalle cotidiano de aquella casa. Y quizás fue por eso que en seguida me alertó la ausencia de luz proveniente del salón. Confiaba demasiado en mi servicio como para sospechar que aquella noche se habían olvidado de su quehaceres concernientes a la cena... algo pasaba.
Lewis, esperando junto a la puerta con una lámpara de aceite en mano, confirmó mis sospechas. Estaba nervioso como nunca lo había visto.
¡Friedrich es terrible! Ha sucedido una desgracia. Mi hija. Sollozaba. No se como ha pasado hic… hic… La tumba de Adelina, mi pobre Madison… Que desgracia…
Sus inconexas palabras no me tranquilizaron para nada, pero me vi forzado a ser fuerte y mantenerme con la cabeza fría. Si los dos perdíamos la calma aquello iba a descontrolarse, y fuera lo que fuera que le hubiera pasado a Madison tenía que ser urgente por fuerza. Tranquilizé a mi mayordomo, y a mi mismo, como pude y fuimos los dos raudos salón.
Allí encontramos a la chica, tendida en el suelo, con unaherida abierta y sangrante en la nuca. Reprimí, no muy bien, una exclamación de sorpesa y corrí hacia ella. Por suerte, tras un simple examen, comprobé que su estado era mucho menos grave de lo que parecía.
-Uf, no es tan terrible como pensé en un principio. -dictaminé, más tranquilo- Lewis, corre, traeme mis instrumentos.
Lewis obedeció y, mientras yo me ocupaba de la chica, él me iba explicando como podía lo sucedido.
Oh señor, o Piadoso Abel, llegué a casa y ví que Madi no me recibía, pensé que habría salido con sus amigas o algo parecido así que después de preparar las cosas para su llegada me fui al jardín a tomarme un descanso cuando lo vi. El mausoleo estaba destrozado, las rocas esparcidas como una explosión por todo el jardín y Madison caída en el suelo. La voz se le entrecortó ¡Oh mi Madi! ¿Se pondrá bien?
-Se pondrá bien, y pronto, por eso no te preocupes, Lewis. Sólo está inconsciente, se despertará, le ha pasado algo parecido a lo que a mi antes... o almenos eso espero.
Era un profesional, y siempre había intentado poner a los vivos por delante de los muertos, así que inconscientemente me aseguré de no asimilar en mi cerebro el resto de la información hasta que hube acabado con Madison. Sin embargo, después de ello, las palabras resonaron en mi cabeza inevitablemente.
El mausoleo estaba destrozado, las rocas esparcidas como una explosión por todo el jardín.
Sabiendo lo que yo sabía de la investigación, no hacía falta ser un genio para asimilar que algún indeseable había... mi querida...
Mi cara se volvió primero blanca, por la desolación, y me sentí a punto de desmayarme. Luego pasó a ser roja, de ira.
-Lewis, la espada.
¿C-como?
-Ya lo has oído, necesito la espada ahora mismo. Salgo a la calle a buscar a mi esposa, y a ensartar al hijoputa que se la haya llevado.
-¡P-p-p-pero es peligroso! ¡Está todo oscuro, es una locura!
-¡ME DA IGUAL, LA ESPADA, YA!
-Pero... pero señor... ¿A donde irá, por dios? No sabemos quién ha sido ni por qué... Yo también desearia un escarmiento para los desvergonzados que agredieron a mi Madi... pero no podemos hacer nada...
Me calmé, tras la pérdida de control...
Tienes... razón. Toda la razón... No puedo hacer nada...
Me derrumbé y caí allí mismo al suelo, de rodillas. Mis viejos huesos se quejaron, pero yo estaba demasiado triste y cansado como para que me importara algo una molestia más.
No puedo hacer nada... de momento. Hmmmm... Creo que mañana voy a llevarme la espada para la investigación... Sí...
Sonreí siniestramente, incluso con un toque de locura. Jamás había sonreído de aquella manera... No me habría reconocido de verme...
A la mañana siguiente, me presenté en el lugar acordado a la hora acordada. Sobra decir que ni pensé en ir a la misa, Dios me había defraudado ya demasiadas veces como para confiar en él. Prefería confiar en el adornado acero que colgaba de mi cinto. Me sentía extraño, incluso mal, pensando así. No era propio de mi... pero aquellos bastardos habían... habían... mi Adelina... No, definitivamente, no debía sentirme mal. Mi apacible personalidad no era para esa gentuza...
- Saludos. -saludé, serio, algo friamente- ¿Estamos todos? ¿Quién falta? No tenemos tiempo alguno que perder esperando...
Carpazzo Miembro Legendario
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Tema: Re: La Noche mas Larga -Acto I- Dom Sep 19, 2010 4:51 pm
Las cadenas giraron y giraron, cerrándose sobre sí mismas y cambiando de color, vibrantes de energía mágica. Poco a poco, algo se iba formando en el aire, una figura pequeña, muy menuda y casi ridícula en comparación a la teatralidad de la invocación. Ese algo giró sobre sí mismo unos momentos hasta quedar cabeza arriba, solo entonces las cadenas formaron una espiral y se internaron en el ser, dándole cada vez una forma más sólida, más real. Cayó al suelo con un sonido apagado.
-Hola.-Sonreí, orgulloso de haberlo logrado esta vez al primer intento. La primera vez que había tratado de invocarlo tardé todo un día y el agotamiento fue digno de elogio. El tamarino levantó la cabeza, colocándose bien las gafas. –¿Me recuerdas, Nemaydes?-Pregunté, adelantando un dedo en gesto cariñoso. El primate extendió sus pequeñas garras y las posó en él. Sonreí.
¿Recuerdas la primera vez que nos encontramos?:
-Joder, no. Así norl.-Negó el fantasma mientras trataba de hacer malabares con unos cuantos libros sacados de la biblioteca.
-Si me explicaras mejor no sería tan difícil.-Se quejó el anciano, que en esos momentos resoplaba con cansancio ante un pentáculo de invocación, sentado sobre una piedra del camino. El sol bañaba con luz anaranjada toda la extensión de bosques, tiñendo la hierba con su tímido fulgor; el aire soplaba con calma y delicadeza entre los árboles y el sonido de las hojas relajaba los agarrotados músculos de Cervantes.
-¿Cómo puede ser tan difícil y cansado? -Habló el soldado. -Oh, venga. -Pues… Coliflor.-Pareció captar el enfado que empezaba a arremolinarse en los ojos de su acompañante. El caballo resopló. -Mirusté, no creas que soy un súper experto súper molón, es más, me joden muchísimo estas artes, aunque bueno, siempre es divertido malinterpretar a drede las órdenes de tu amo ¿Te he hablado de aquel que me pidió que hiciera feliz a su esposa? -No, la verdad es que me imagino como lo malinterpretaste. -No tenía muchas luces, la verdad. En fin, si esto cansa no sé por qué es, pero es similar a cuando uso magia.-Comentó, haciendo aparecer una pequeña esfera de color negro con una cara pintada, incluso desde donde estaba, Cervantes intuía la energía que desprendía ese pequeño conjuro.-Simplemente te vacías por dentro.-Apretó el puño, la esfera se deshilachó y pequeñas hebras oscuras danzaron, elevándose, hasta desaparecer. -No me ayuda demasiado. -Zorra, yo que me dejo el culo de caballo por ayudar a los peces… -¿Desde cuando soy un pez? -Jooodeeeer, hoy no pillas una ¿Eh, Cerv? ¡Arriba ese ánimo! -Fácil es para ti decirlo… -¡Buahahahaha!-Rió sin motivo alguno. -Me recuerdas a un tipo que me invocó una vez ¿Cómo se llamaba? Cho-li-zo, o algo así, era de Shivat el cabroncete, me gusta ponerles nombres raros. Er… bueno ¿Una pistaaaarl? -No.-Negó el soldado, levantándose y empezando a recitar un intrincado hechizo. Quijote iba prestando atención a cada palabra, aunque lo hiciera de forma vaga, torciendo el gesto cuando se equivocaba en algo, por nimio que fuera. Tras unos segundos se cansó y volvió a los malabares.
El pentáculo se iluminó, cada una de las puntas tomó un color distinto y, como si fuera pintura multicolor, la luz empezó a resbalar por cada trazo del dibujo; pequeñas cadenas surgían del cuerpo del soldado, arremolinándose como si se tratase de un tornado místico. Lentamente, los extremos de las cadenas comenzaron a unirse entre sí.
Humo.
Sin más, simplemente humo. No había ser de otra dimensión, no había nada. Nada de nada. Cervantes se dejó caer sobre la piedra, agotado.
-Esto es imposible, Quijote. -Nemaydes. -¿Disculpa? -El ser se llama Nemaydes. Como eres tortugo te doy esa ayudita, prueba a arrancarle unos cuantos pelos una vez invocado, aunque no lo creas esas cosas son útiles. -Espero que no sea una broma. -¿Cuándo he bromeado yo? -Hace unos segundos. -Mierda. -Como sea.-Cervantes se levantó de nuevo, tratando de concentrarse en el nombre antes que en la forma del ser. Un tamarino crepuscular. Nemaydes.
Comenzó de nuevo a recitar el extraño cántico. A millones de mundos de distancia, algo se sintió llamado, como si miles de hebras se cerrasen en torno a sus patas, tronco, cuello, cabeza e incluso cola. Por su parte, Cervantes notaba como las cadenas iban cambiando de color, cerrándose cada vez más y uniéndose entre sí; una extraña danza que, no obstante, seguía unos patrones establecidos. Cada palabra hacía vibrar las cadenas espirituales, cada palabra agotaba un poco más a Cervantes, pero éste no cejaba en su empeño. El tamarino había sido tragado hacía segundos, en esos momentos atravesaba toda la red de almas, siendo engullido y escupido por los distintos mundos que de ella se ramificaban, su cuerpo se había dividido en millones de partículas incandescentes que cambiaban de composición y forma: Tan pronto era pesado y compacto como ingrávido y disperso. Por fin, tras unos segundos que les parecieron eras (tanto al conjurador como al conjurado), vieron la luz al final del túnel. El pentáculo brilló con fuerza, un fuerte olor a magia inundó el ambiente por unos instantes y, cuando todo volvió a la normalidad, un pequeño primate con gafas carmesí miraba, encogido, a su alrededor.
-¿Es esto? -Sí. -Me esperaba algo más amenazador.
El pequeño primate levantó la cabeza, observando directamente a su invocador con ojos brillantes; las gafas reflejaban la luz del sol crepuscular.
-¿Nemaides?-Preguntó con la voz entrecortada por la emoción.
El tamarino asintió con cautela.
-Hacía tiempo que no nos veíamos.-Le dije, tomándolo con delicadeza entre mis brazos. Eché mano de mi maleta y saqué una bolsa más o menos grande que contenía parte de mis raciones de viaje, rompí una galleta salada y se la tendí. El primate la cogió con dedos ansiosos y la devoró rápidamente, tras eso se arrebujó en mi gabardina armada y cerró los ojos. Torcí el gesto, me habría gustado que hubiera estado despierto un rato más, desgraciadamente, cuando Nemaydes quería dormir dormía, cuando quería comer comía, y aunque hubiera controlado su esencia no quería forzarle a hacer algo de forma tan temprana. Fue el primer ser al que invoqué y, como tal, le tenía un cariño especial.
-Duerme, mañana vamos a necesitarte bastante.-Le confié. Me levanté de la cama y acerqué a la ventana. La pálida luz de la luna se filtraba desde ella, bañando mi rostro con sus colores cambiantes, sombra, luz, sombra, luz. Sombras.
-Seáis quien seáis, ladrones de cuerpos, asesinos de gitanos, pienso dar con vosotros. No os molestéis en huir, no os molestéis en tratar, inútilmente, de escapar. No estoy solo. Nunca he estado solo, por eso, solo por eso, os atraparé y a los asesinos de la familia de Jimena también. A vosotros últimos en especial, de mí no hallaréis misericordia. Lo juro sobre mi espada, lo juro sobre mi herida, lo juro por mi honor y el de mi estirpe. Daré con todos vosotros y pagaréis.
A la mañana siguiente.
El sol ya estaba bien entrado cuando abrí los ojos, y doy gracias a Nemaydes, de no ser por él habría seguido durmiendo hasta el mediodía. Por suerte, había querido jugar con mi bigote, tratando de arrancármelo, como podéis imaginar el dolor me despertó. Abrí los ojos con sorpresa y aparté al primate de mi mostacho, sacándole un desayuno suficiente como para calmar su apetito. Miré entonces fuera, por la ventana, y vi al chaval y a su acompañante esperando, el doctor Walross también estaba ahí… ¿Llevaba espada? Aunque, la verdad, tras verle en la caravana me esperaba que tuviera nociones de esgrima. Esperaba que no hubieran llegado hace mucho, no me gustaba resultar una carga.
-Suerte he tenido…-Murmuré. Acercándome al cabezal de la cama y cogiendo mi espada, me até una bolsita con algo de dinero al cinturón y eché la gabardina al hombro. Nemaydes trepó a mi hombro de improviso, pero preferí relegarlo a un bolsillo interior de mi gabardina. Si bien su forma no era algo satánico bien que resultaba pintoresco, por otro lado, usándolo como espía no podría llevarlo a todos lados, sería algo demasiado cantoso, en especial con esas gafas…
Me aseé y cambié de ropajes rápidamente, o todo lo rápido que podía debido a mi modorra matinal.Tras un tiempo (Y una charla con Quijote en la que él defendía que los gofres eran el paradigma de la belleza de los tiburones pato) salí del hospicio, todavía somnoliento, y es que eso de madrugar era algo que desde siempre me había destrozado, en los últimos meses de relax había olvidado lo que era, ojala hubiera tardado más en volver a tener que levantarme temprano.
-Buenos días, disculpad la tardanza.-Me excusé, semi bostezando.-Podemos irnos cuando quieran, no sé si la jovencita de ayer querrá acompañarnos.
Furion Admin
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Tema: Re: La Noche mas Larga -Acto I- Dom Sep 19, 2010 8:16 pm
Era de dia. Me habia quedado dormida, relajada por la musica. Si es que, como decia mi madre, cantando todo se arregla... Y algo asi me habia pasado...
Me levante, y me asee. Tras eso, me dirigi a desayunar, para luego asistir a misa. Era casi como cada dia, solo que hoy iba sola... Sin nadie que me acompañara...
Tras la misa, me dirigi hacia las afueras de la iglesia, donde todos los demas ya estaban reunidos. -Estabais esperando por mi? Siento haber tardado... Dije, a modo de perdon. Luego, vi que el señor Cervantes estaba ahi, y me acerque a el. Aunque seguia mirando al grupo.
-Que tal os fue ayer? Conseguisteis algo?
Sir Lobo Miembro Legendario
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Tema: Re: La Noche mas Larga -Acto I- Dom Sep 26, 2010 1:39 pm
Cementerio Oriental
Este patetico lugar es donde los pobres entierran a sus muertos. Solo los acaudalados hacendados tienen terrenos familiares dentro de la ciudad, y el Cementerio septentrional está destinado a la clase media. El resto de Corvis coloca sus muertos en este deprimente y lodoso cementerio a una milla de la puerta oriental de la ciudad.
No tiene guarda, y el lugar esta en un terrible estado de abandono. El hedor de la muerte impregna el aire, y el terreno está cubierto de lapidas improvisadas y fragmentos de huesos. Nuestros heroes tardan al menos media hora en econtrar la primera tumba. En la lápida se lee "Ham Hopless". La tierra revuelta no ofrece mas pistas. Al cabo de otros cuarenta minutos encontrais la otra tumba saqueada. Esta es perteneciente a "Senn Burkett".Aqui tampoco hay mas pistas.
Durante el trayecto habeis visto lapidas garabateadas y hasta algo que en su momento pudo haber sido un cobertizo en las pinturas los que os habeis acercado a leer habeis visto escritos tales como "Reyno der Pilolla" o "Aqui yace el Rey Polilla, pero solo se hecha la siesta". El cobertizo estaba cubierto de polillas asaeteadas con alfileres, aunque no hay ni rastro de persona que pudo hacer esto.
Furion Admin
Mensajes : 5294 Fecha de inscripción : 12/06/2010 Edad : 27 Localización : Vivo en mi localizacion.
Tema: Re: La Noche mas Larga -Acto I- Dom Sep 26, 2010 4:23 pm
Mientras caminaba por esos parajes, miraba a los alrededores. Cada vez que encontrabamos una tumba, me pegaba mas a Cervantes. No se podria decir bien por miedo sino... repulsion. De vez en cuando le susurraba -Esto me da mala pinta...
Todo daba un asco increible: Tumbas revolcadas, polillas asaetadas, etc... Eso sin contar con el olor a muerto que se respiraba en el ambiente... Definitivamente, este no seria un buen sitio para volver...
Cuando paramos, empece a pensar. -Rey Polilla... Solo hecha la siesta... Que significara todo esto?
Herrian Miembro Legendario
Mensajes : 1788 Fecha de inscripción : 21/06/2010 Edad : 30 Localización : Corbera de Llobregat
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Tema: Re: La Noche mas Larga -Acto I- Lun Sep 27, 2010 5:48 pm
Tuve que cubrirme el rostro con un pañuelo debido al repugnante olor que poblaba el cementerio. No sé cómo llegué a meterme ahí. Era un lugar muy sucio, asqueroso.
Juro que si no fuera porque tenía que atrapar a ese ladrón no me habría internado jamás en ese lugar. A medida que íbamos andando iba mirando con desdén todas las tumbas con las que nos cruzábamos. Tan descuidadas, tan… agh…
- Bueno, ya hemos comprobado el lugar. Vayámonos de aquí – digo cuando nos detenemos -. Al parecer las “víctimas” de los robos no tienen nada en común. Creo que poco más podremos descubrir en un lugar tan detestable.
En ningún momento aparto el pañuelo de mi rostro. Estoy seguro de que si Charles pudiese hablar también se habría quejado del olor. Sin embargo, permanece junto a mí, impasible. Es un guardaespaldas muy capacitado.
- Sugiero que nos vayamos ya de aquí. Puede que el padre Dumas sepa algo más acerca de los robos. Quizá no le preguntamos todo lo que necesitábamos saber. ¡Podría haber más víctimas de robos de cadáveres! Tendríamos que interrogar a todos los testigos posibles.
Hoy tendré que darme un buen baño. Este olor no se va a ir de mí fácilmente.
- Vuelvo a sugerir que nos vayamos ya de aquí.
Carpazzo Miembro Legendario
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Tema: Re: La Noche mas Larga -Acto I- Mar Sep 28, 2010 4:14 pm
Si la zona visitada ayer noche era un erial de belleza y cuidado, aquel lugar era su antítesis. La muerte prácticamente se respiraba en el aire, un olor dulzón y pesado, asfixiante, que se colaba por las fosas nasales y mezclaba con el hedor de la tierra y el barro sin remover desde harían ya décadas (Al menos en la mayoría de las tumbas, como descubriríamos más tarde). Por todos lados podían verse tumbas derribadas o muy improvisadas, de la misma manera, aquí y allá podían observarse trozos de huesos astillados. Pese a que mis estudios médicos eran bastante escasos, había leído que los cadáveres empiezan a desarrollar, pasado un tiempo, una especie de hongos en sus pulmones, de esa manera, al clavarle la típica estaca contra el vampirismo (Un cuento de brujas sin absolutamente ningún fundamente histórico), el gas liberado por esos hongos salía al exterior, como si se tratase de una respiración. De ahí todas las historias de vampiros. Huelga decir que ese efluvio es altamente venenoso, aunque no pudiera recordar las enfermedades que pudiera transmitir, como he dicho, soy escritor, no médico, es normal que solo recuerde el dato curioso.
-Este sitio... Es... Es... Oh, joder, creo que he tenido un orgasmo. Ah, espera, es solo un... Sí, definitivamente es un orgasmo.
El chaval se estuvo quejando durante gran parte del trayecto. No había pistas en los alrededores de las tumbas que íbamos visitando, solo algo de tierra revuelta y losas tiradas, lo normal. Empezaba a estar verdaderamente hastiado, no solo por las quejas del chaval, sino también por los delirios de Quijote, ensalzando como a un héroe milenario al profanador que pintó todo lo referente a ese Rey Polilla.
Maldita sea mi suerte ¿Por qué demonios había tanto barro? Había estado apunto de caer un par de veces por culpa de él, no os podéis lo mucho que me irritaba ese sitio. Para colmo de males, el “cobertizo” estaba recubierto por un millar de polillas asaetadas. Maldije en voz alta al que se le ocurrió la bromita, en serio ¿Lo habían hecho los ladrones o era solo un acto vandálico más? En los libros eran comunes ladrones con una firma personal, pero de un sitio tan descuidado no se podía sacar nada en claro.
- Sugiero que nos vayamos ya de aquí. Puede que el padre Dumas sepa algo más acerca de los robos. Quizá no le preguntamos todo lo que necesitábamos saber. ¡Podría haber más víctimas de robos de cadáveres! Tendríamos que interrogar a todos los testigos posibles.
-Lo secundo, pero vamos a echar un último vistazo, entre tanta podredumbre puede habérsenos pasado algo.-Convine, alejándome unos pocos pasos.-Me gustaría ir solo un rato, a ver si separándonos descubrimos algo, nos encontramos en la salida ¿De acuerdo?-La verdad es que no esperé a que me respondieran, simplemente me fui con paso más o menos lento.
Caminé media centena de metros hasta atreverme a abrir mi maleta, dejando a la vista la cabeza de un pequeño simio de gafas rojas que fue a taparse la nariz en cuanto salió, demasiado mono como para quedarse más tiempo dentro, pero demasiado mono (de nuevo) como para soportar ese pestilente olor como si nada.
-Nemaydes.-Saludé acariciándole la cabeza.-Ayúdanos a buscar algo por los alrededores, por favor.-Le pedí sacando una de las galletas saladas de mis raciones de viaje, él la miró con ojos brillantes y la engulló; saliendo disparado en dirección contraria una vez hecho. Me incorporé, viéndole partir, y, tras unos instantes, yo mismo continué mi búsqueda.
Sir Lobo Miembro Legendario
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Tema: Re: La Noche mas Larga -Acto I- Dom Oct 17, 2010 2:23 pm
Las tripas os rugian. Los pies estaban humedos y las ropas embarradas de andar por el lodazal sin nada que encontrar. Para colmo una llovizna fria comenzo a caer, enfriandoos los huesos y refrescando los cadaveres putrefactos elevando hasta vuestras narizes el olor a muerte y descomposicion.
Fue Adrian quien, harto de todo, propuso marchar a la iglesia y pronto la moción fue secundada por todos.
Caminasteis hasta la puerta donde tomasteis un carricoche tirado por un burro* que por una monedas de cobre os llevo hasta la misma puerta de la iglesia. Mientras, callados mirabais al suelo. Demasiadas diferencias os separaban.
No se veian luces en la casa del padre, pero si en el hospicio donde os alojabais. Y al acercaros olisteis un buen cocido y el jolgorio de una multitud. Como es normal en los dias de lluvia, el comedor estaba lleno de mendigos y prostitutas que hacian fiesta y jarana por tener techo y comida en un dia de lluvia.
Una atareada Alexia os saludó alegremente. ¡Vaya calados que estais! el Tio Pandor esta en el fogón ¡Entrad en la cocina y calentaros un poco!
¡Ojazos! Traeme un poco de condumio pa' yantar que me muero de hambre ¡Pandi! ¡Saca las castañuelas y ponte a danzar! ¡Unas cartuelas, hechemos una pocha!
Mientras atravesabais la sala una mujerona se subia a una mesa y comenzaba un taconeo, en otra parte ya comenzaban las pullas y los ¡Trampeais las cartujas, vive Dios! Vosotros no andabais para fiesta asi que pronto os internasteis en el fogón.
Alli dentro estaba el sacerdote con las mangas arremangadas girando con fuerza una vara de un metro dentro de una olla con un pure espeso de color parduzco con tropezones. Pudisteis admirar los brazos fuertes de Pandor, mas propios de soldado que de erudito. ¡Maeses! Que alegria que volvieran, cuando vi la llovizna... cagüen... habranse resfriado fijo ¡Acercense al fuego y en cuento terminemos afuera podremos hablar con un plato caliente delante!
Herrian Miembro Legendario
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Tema: Re: La Noche mas Larga -Acto I- Lun Oct 25, 2010 2:28 pm
Cuando comenzó a llover me puse a temblar del frío. Fruncí el ceño cuando vi cómo los ropajes de nuestro amigo más pudiente se mojaban. Se iban a estropear… Ciertamente los míos no eran demasiado caros, así que no me dolió tanto. Mientras salíamos del cementerio me quejé una y otra vez de lo asqueroso que era aquello del frío que hacía. No estaba dispuesto a aguantar esto mucho más tiempo.
Durante el viaje de vuelta a la iglesia estuve tan, o más, callado que mi guardaespaldas, Charles. Estaba distraído, pensando el todo el dinero que estaría ganando y ahorrando mi hermano. Y me preocupaba por que algún ladrón pudiera entrar en nuestra casa y robar. No tenía demasiados objetos valiosos, pero todos, por baratos que fueran, tenían un precio. Ciertamente no estaba dispuesto a perder nada.
Me alegré de apartarme del hedor del cementerio, pero cuando entré en el hospicio junto a mis compa… socios. Sí, se podría decir que somos socios. Como iba diciendo, cuando entré en el hospicio sentí que me metía de lleno en la boca del lobo. Prostitutas, mendigos…
Me acerco todo lo que puedo a Charles, vigilando bien mis pertenencias mientras avanzamos. La tal Alexia nos indica dónde se encuentra el padre Dumas, casi incito a Charles para que los empuje y acelere todo este proceso. Finalmente llegamos a la cocina, donde comienzo a respirar profundamente para calmarme. El aroma del cocido me embelesa durante unos instantes. Sí que me vendría bien una buena cena caliente.
Me paso la mano por el pelo mojado, escurriéndolo un poco. Luego saco mi reloj de bolsillo para ver la hora. Sonrío al cerciorarme de la hora exacta, para luego guardar mi reloj y sentarme junto al fuego.
- Qué asco, a ver cómo limpio yo estos zapatos – es lo primero que digo en todo este tiempo -. Ese cementerio era asqueroso. Asquerosísimo. ¿No había ningún otro lugar menos asqueroso al que nos tuviera que enviar, Padre?
Última edición por Herrian el Dom Nov 14, 2010 7:00 pm, editado 1 vez