"Nunca fue fácil el aprendizaje de la virtud" Lucio Anneo Séneca [Empezando, Jorge, Salvador y Natsu]

Bueno, Khende se resignó, y entró a la biblioteca a estudiar. Pero en algún momento descubriría lo que hacían allí. ¿A caso los suyos no eran dones divinos? Cogió su libro de herbolaria y medicina (ya que arte y forja le parecía absolutamente INÚTIL, y su objetivo con el estudio no era otro que convertirse en un inquisidor competente) y se puso a estudiar.
Los órganos estaban señalados con flechas sobre un dibujo del cuerpo humano. Khende ya conocía el corazón, el cerebro, y el hígado, pero había otros muchos más que aprender. Empezó recitándolos en voz baja.
-Pa-pan-cre-as. Pancréas. No, páncreas.
Así siguió un rato más. Cuando estuvo seguro de saberse la mayoría, cogió tinta y pluma. En el dibujo se le hacía evidente la falta de los hilos que él veía en las personas, cosa normal, por otro lado, así que decidió empezar a dibujar algunos de los que más importantes y de los que mejor se acordaba, sólo por aburrimiento. Tras eso, fue a ver si aún podía jugar un rato, se aburría mucho. "No hace falta estudiar TOOOOODO el día para ser un inquisidor, ¿no?" se dijo.

Salvador

Salvador prefirió no protestar, era su primer día, sería mejor mirar y esperar y valla si miró. Una sala aparte, un piano, la chica del aura extraña... la chica. Se llamaba Lenore, para no interrumpir a la hermana la saludó con una inclinación de cabeza, si era la única no novata con poderes divino sería mejor tenerla como amiga.

Aquello era muy diferente de una clase, podía llegar a gustarle. Consiguen captar su atención cuando le dan un libro y le afirman que seguramente no tendrá la capacidad de leerlo todavía....

Es entonces cuando le vuelven a dar aquella cruz y le dicen que se concentre en emociones fuertes, cualquiera.
Salvador volvió a pensar en su padre, en el fuego, era curioso como siempre parecían sus pensamientos ligados en el fuego, el simple hecho de mirar el fuego ya lo capturaba, era algo que no pasaba antes del... incidente. Y como en su admisión en Cadeus pensó en matarlo, pensó en si mismo como un inquisitor, un poderoso hombre, al servicio de Dios, y Dios le prestaba sus dones para hacer su voluntad, como quemar a su padre en el purgatorio. Empezó a encenderse por dentro, empezo a notar energía, pero algo lo sacó de su corriente y le hizo vacilar. Su padre era un demonio, también podía hacer fuego ¿y si el era un demonio y no un elegido de Dios?

SALVADOR Y JORGE:
Cuando sostuvistéis las cruces, estás empezaron a flotar. Al cabo de unos segundos la de Salvador comenzó a brillar, como una llama en una chimenea. Pero al cabo de unos instantes comenzó a brillar la de Jorge. Brillaba con una luz plateada, que acabó por eclipsar la de Jorge y bañar toda la habitación. Era una luz tan intensa que, a excepción del propio Jorge, todos en la habitación os vistéis obligados a cerrar los ojos al cabo de un momento. Finalmente, al cabo de algo así como un minuto, la luz de Jorge se apagó.
Impresionante. dijo la Hermana Realmente impresionante. Parece que aquí tenemos un buen material de trabajo. No dudo de que acabaréis por ser grandes inquisidores. Tras decir esto, volvió a coger las cruces, os pidió que os sentaráis en el suelo y, tras sentar a Lenore delante de Salvador, se sentó ella misma delante de Jorge.
Muy bien. Ya hemos podido ver lo capaces que sois de expresar vuestro poder en bruto mediante las cruces. Ahora vais a tener que aprender a controlarlo. Muy bien, Salvador, junta tus manos con las de Lenore, y tú Jorge, con las mías.
Y tras esto comenzaron una serie de ejercicios que acabarían durando toda la hora, hasta que tocó una campana y Evangelinne os mandó al comedor, porque era la hora de la cena.
(Salvador tira Valoración Mágica)

KHENDE:
Tras un rato estudiando tocaron una campana y el profesor que estaba de guardia en la biblioteca (un hombre de pelo rubio largo, vestido elegantemente y con una cicatriz en el lado derecho del labio) os mandó ir al comedor, puesto que era hora de la cena.

ALESSIA:
Los dos hermanos comenzaron a hablar contigo. Bueno, mejor dicho, la chica hablaba contigo mientras su hermano os miraba. Fue una conversación más o menos banal. Parecía que te estaban analizando.
(Tira Persuasión para saber más o menos si te han sacado muchas cosas o se las has sacado tu a ellos)

JARVAN:
Estuviste mucho rato corriendo hasta que finalmente lograste pillar a Cynthia. Estabáis en unos jardines, y al darle os caistéis ambos. Ibáis a seguir jugando, pero un hombre al que no reconociste os dijo que salieséis del jardín y fueséis al comedor, pues ya era hora de la cena.

Pues a cenar. Cuando Khende llega al comedor, mira a un lado y a otro en busca de Jorge y/o Salvador.

La luz de la cruz de Jorge bañó la habitación. Su brillo plateado tan intenso le hizo sonreir, centrandose solo el. Pero la luz se apagó, aunque no la sonrisa de Jorge. Las palabras de la hermana Evangelinne le hizo sentirse orgulloso.

Después se sentaron. Lenore frente a Salvador y la hermana Evangelinne frente a Jorge. Juntaron sus manos e hicieron una serie de ejercicios que ocuparon toda la hora. A diferencia de otros adultos, la hermana Evangelinne no lo intimidaba. Se sentía agusto con ella, tanto que casi le daba pena irse.

Pero tenía que irse. Era la hora de cenar y el tenía hambre. Cogió el libro y se fué al comedor. Allí volvió a coger la comida que le habían ofrecido, pero esta vez escogió un sitio aislado. Jorge abrió el libro y empezó a leer en los espacios de tiempo en los que la comida estaba en su boca, tratando con sumo cuidado de no ensuciarlo.

Jarvan

¡Cómo corre esta chica! Casi no logro alcanzarla. Cuando al final consigo llegar hasta ella a toda prisa estamos en los jardines. Con la carrera que llevo no tengo tiempo de controlar la frenada y tanto Cynthia como yo acabamos por los suelos, riéndonos. Cuando me levanto con la lengua fuera del cansancio le digo que le toca, pero un hombre al que no conozco nos interrumpe y nos dice que es hora de cenar. "Jo, ahora le tocaba a ella pagar, no es justo." Pero no respondo al profesor y me voy con Cynthia hacia el comedor.

Llegamos al comedor y yo sigo todavía respirando con dificultad por el cansancio. Me siento en la misma mesa que Cynthia y mientras cenamos le digo:

- Hoy nos han interrumpido, pero para la próxima la llevas tú. ¿Quién era el que no nos ha dejado seguir jugando? (¿Tiene poderes sobrenaturales?)

Me parece que me han sacado hasta el color de ojos de mi madre, que no lo se ni yo. Pero bueno no creo que sea para tanto, al menos es ya es la hora de cenar y puedo quitarmelos de encima. Me voy al comedor y me siento con cualquier persona que conozca, a ser posible con la gente de mi grupo.

Salvador


Aquella chica.... era como si le ayudara, como si cojiera el poder de dentro de el y lo pusiera a su disposición.
-¿Cómo lo haces?- fue lo único que acertó a preguntar

Cuando los mandaron para el comedor Salvador se intentó quedarse el último en la habitación, tenía algo que preguntar.

-Eeh, estoo... ¿hermana?, tengoo... tengo una pregunta- trago saliva -pero tengo miedo de hacerla- añadió, tras esto miró a lrostro sereno de la hermana y decidió que era mejor quitarse ya le peso de encima. -Mi padre, era un demonio, un horrible ser que intentó quemarme... ¿como puedo saber que tengo dones divinos, y estos poderes no son malvados?
Salvador estaba temblando casi, se daba cuenta de que si resultaban ser poderes demoníacos seguramente lo matarían allí mismo, y no quería morirse

SALVADOR:
La Hermana Evangelinne te miró, sonrío, y te señaló el libro.
Léelo. Te dará las respuestas que necesitas.
Tras esto, te dió una palmadita en la espalda, ye llevó hasta la puerta.
Y ahora, a la cena, que si no vendrá Lea a reñirme preguntando como es que no estás allí.

Una vez en el comedor viste que en una mesa se encontraban Jarvan, Nic, Shelinne y Cynthia y que Jorge estaba en otra leyendo y se le había acercado Lenore.

Una vez en el comedor te encontraste con que Jorge se había sentado en una mesa de una esquina, mientras que Jarvan, Cynthia, Nic y Shelinne se habían ido a otra mesa. Alessia también se había sentado con ellos.

ALESSIA:
Llegaste al comedor, donde viste que algunos de los chicos que habían estado contigo antes (incluida aquella chica que te había preguntado nada más entrar, Cynthia), se habían sentado juntos en una mesa.

JARVAN:
Pues debe de ser Alexander, el profesor de Artes Mentales. dijo Y la próxima vez, a ver si no tardas tanto tiempo en cogerme
Al poco de llegar al comedor y sentaros, llegaron Shelinne y Nic de la biblioteca. Llevaban todavía los libros, y Shelinne estaba muy enfrascada en una lectura. Tanto que casi se tropezó al sentarse.

KHENDE:
Pudiste ver tanto a Salvador, que acababa de entrar en el comedor, como a Jorge, que estaba sentado, comiendo y leyendo un libro, aunque había una chica morena que se había acercado y le había preguntado algo.

JORGE:
Estabas leyendo aquel libro, cuando viste que se sentaba a tu lado Lenore, mirando curiosamente tu libro.
¿Ya te lo estás leyendo?
Su voz sonaba realmente rara, como si no expresase ningún sentimiento.

Khende se acercó a Salvador, así que dejó a la pobre chica a su suerte. Sonrió internamente al pensar en la tortura que iba a pasar la pobre chica si realmente quería una respuesta.
-Oye, tú eres uno de los que se han llevado a la clase extra, ¿no?- Dijo sabiendo perfectamente la respuesta.- ¿Qué os han enseñado? ¿Era una especie de castigo, o es que sois unos empollones? ¿Y qué es ese libro?

Cuando Lenore se acercó a Jorge, este estaba ensimismado en la lectura. Por ello, cuando esta le habló, Jorge se sobresaltó, aunque supo disimularlo bastante. Tras ello, Jorge asintió.

Pero él se preguntó por que se había acercado a hablar con el. Aparte de tener dones divinos no tenía nada que le hiciera interesante. Tal vez el libro, pero como ella también tenía dones divinos seguramente también tendría el suyo propio.

Una vez hubo terminado con sus cavilaciones, giró la cabeza hacia ella. Recordó que la voz de Lenore carecía de emociones. Intrigado, decidió seguir la conversación.

-¿P-por que lo preguntas?

Jarvan

Cynthia dice que el hombre era Alexander, profesor de Artes mentales. Además me quiere picar diciendo que a la próxima tarde menos en cogerla. Y lo consigue. Pongo un poco cara de enfado y le digo:

- Lo de hoy ha sido suerte. Tú te conoces este sitio y yo no, eso te ha dado ventaja. Ya verás como a la próxima serás tú la que no me alcance.

Al rato llegan Nic y Shelinne, todavía con los libros. Shelinne casi se tropieza por no levantar la vista de su lectura.

- Cuidado. -le digo a Shelinne.

- ¿Os habéis pasado toda la hora entera estudiando? -la pregunta va para Shelinne y Nic, pero miro a Nic, que supongo que responderá antes.

- Nic, ¿habéis pensado algo para el proyecto de ciencia y forja? Nosotros todavía lo estamos pensando.

Salvador

-Era la clase de dones divinos- respondió indiferente, aunque luego pensó que en realidad se sentía orgulloso de que dios lo hubiera elegido a él, tendría que tener cuidado, el orgullo era un pecado bastante gordo.

-Este libro se supone que me va a enseñar a manejar mis poderes- dijo enseñándoselo con algo de disimulo.

Se acercó a la mesa de sus compañeros del día con Cynthia y compañía. Quizás luego se acercaría a hablar con los de la clase de dones divinos pero prefería seguir cerca de los veteranos hasta terminar el día.

Khende rió -¿Y de verdad necesitas un libro para aprender a manejar tus poderes? No se si es que eres muy tonto o yo muy listo- Rió nuevamente. Ya se imaginaba que no le obligaron a ir a esa clase porque en Cadeus sabían que ya controlaba sus poderes. Khende se preguntó quién podría haber escrito semejante libro, y si habría un también un libro que explicase su poder. De haberlo, probablemente estaría escrito por alguien de su familia. Se alejó de Salvador sin decir una palabra siquiera y se sentó a cenar con Alessia. -Oye, Ale, yo he estado estudiando medicina, e imagino que a vosotros no os ha dado por pensar en el proyecto de forja, así que veníos conmigo la próxima vez y lo pensamos- Tras un corto silencio, añadió -Si te parece bien a ti. Porque la señora grititos no ceo que se queje, y el otro, Trevor creo que era, te seguirá hasta el fin del mundo- dijo con una sonrisa.

JARVAN:
Pudiste ver que Salvador llegaba hasta vuestra mesa y se sentaba también. Mientras tanto Nic te respondía (Aunque Shelinne ya te había respondido con un "Si", a lo de que tuviese cuidado).
Si bueno, pero yo he estado pensando sobretodo en el proyecto de Ciencia. Trás tu segunda pregunta comenzo a explicar Bueno, Joshua quiere hacer un reloj de agua, pero yo creo que sería más fácil incluso hacer uno mecánico. Después de todo, Leo nos puede dar los materiales.

SALVADOR:
Cuando llegaste, parecía que Nic estaba explicandole algo de su proyecto de Ciencia y Forja a Cynthia, Jarvan y Shelinne. Aunque esta última estaba leyendo un libro.

JORGE:
Lenore ladeó un poco la cabeza, y sonrío un poco.
No sé, es que a la gente no suelen entusiasmarle los libros.
Tras ello miró sobre tu hombro el libro. Parecía fascinada.
A mí Evangelinne no me dió nada, me dijo que yo ya sabía todo lo que necesitaba y que lo que ella me podía enseñar lo aprenderíamos más tarde.

La sonrisa de Lenore lo descolocó un poco. Los nervios empezaron a aflorar, y a Jorge no se le ocurría que decirle para seguir la conversación. Por suerte para él, la propia Lenore se encargó de ello. Resultaba que ella ya sabía todo lo que necesitaba.

Le parecía extraño, pero si a Salvador le habían dado un libro diferente sería porque los dones divinos no eran siempre los mismos. Quería saber que clase de dones eran, pero era mejor no abordar el tema. Ya lo descubriría tarde o temprano.

Jorge respiró hondo para relajarse, pero no se le ocurría que decirle, así que simplemente dijo:

-¿De verdad?

Bueno, me siento en la mesa en donde están Cynthia y los otros chicos, después de escuchar lo que me ha dicho Khende, le respondo:
-Bueno, vale pero supongo que ahora después de cenar nos iremos directamente a nuestras habitaciones, pero mañana en el descanso podríamos ir todos juntos, pero tampoco nos tenemos que pasar que nos quedan unos pocos de meses para entregarlo, y siempre le puedo decir a Trevor que haga el trabajo por nosotros, bueno voy a coger la comida y seguimos hablando, ¿vale? - sin esperar me levanto, cojo la comida, me vuelvo a sentar y me pongo a hablar mientras degusto mi cena.

Jarvan

Nic dice que planean hacer un reloj de agua o uno mecánico.

- ¡Uala! ¿Nos van a enseñar a hacer eso? Pero yo pensaba... cuando escuché forja suponía que serían armas, armaduras y eso.

En ese momento se me enciende la bombilla. Acabo de tener una idea brillante. Me inclino sobre Cynthia para decirle al oído:

- Psst. Ya sé lo que podríamos hacer. Una espada... ¡con un reloj! O mejor, una armadura con un reloj.

Me alejo de ella con una sonrisilla de superioridad en el rostro, convencido de que mi idea tiene que haberla fascinado. Entonces llega Salvador.

- Hola. ¿Cómo ha ido en la clase? ¿Os han enseñado a usar vuestros poderes ya?

Luego añado en voz baja para que solo me oiga él.

- Ya hemos pensado en un proyecto para ciencia y forja. Será una armadura con un reloj.

También viene a sentarse con nosotros Alessia, acompañada de Khende. A Alessia la saludo simplemente con un: -Hola. A Khende ni eso.

Khende le devuelve el saludo a Jarvan -Hola- dice -¿Qué le has dicho para que se ría así?- añade mirando a Cynthia, le apetecía reírse un rato.

JORGE:
Lenore asintió con la cabeza.
Sí, es que dice que yo nací con un Don distinto, uno que se aprende de otra manera.
Tras ello señalando tu libro dice:
A mí me dieron un libro parecido, pero se llamaba de otra manera, y estaba lleno de bichos e historias antiguas.

RESTO:
Cynthia se ríe un poco ante el comentario de Jarvan, y Nic... bueno Nic hace caso omiso, pero cuando Jarvan le comenta su idea a Cynthia... Comienza a reír, llegando a pegarle una patada a la mesa y cayendose al suelo.
Oh Dios mío... Dios... ¡JAJAJAJAJA!

Tal como había pensado Jorge, Lenore tenía un don distinto. Cuando ella mencionó su libro, Jorge sintió curiosidad. Principalmente por las historias antiguas.

-¿Que clase de historias?

Jarvan

Cuando le comento a Cynthia mi innovadora idea, empieza a reírse como una loca, ¡hasta se cae al suelo!

- ¿Qué pasa? ¡Es una idea genial!

Entonces llega Khende a preguntar de qué se ríe. Estaba empezando a ponerme rojo, y esta vez sí era de vergüenza.

- De nada que te importe. No estás en nuestro grupo. Es un secreto.

Me giro a Cynthia y la miro con gesto enfadado y señalándola con el dedo.

- ¡No se lo cuentes!

Tras decir esto salgo del comedor corriendo, hacia donde sea. Quiero estar solo.

Salvador

Cuando Salvador vio la reacción de Cynthia se podría decir que entró en modo "Stand by", con una cuchara delante de su cara y la boca abierta, muy lentamente introdujo la comida donde debía ir, y dio otra cucharada, con un pulso firme y muy lento, también masticaba lentamente, en este momento sus sentidos se centraban en que hacía que una chica se cayera de la risa de la mesa mientras cenaba

Y uno que se iba, bah, por el como si la cosa se desbarataba, estaba comiendo, luego haría cosas.

JORGE:
Lenore parecía que iba a decir algo más, pero en ese momento se escuchó un portazo en la puerta del comedor que la interrumpió. Alguien había salido y le había dado pero bien a la puerta.

Cuando volviste a girar la mirada hacia Lenore, esta había desaparecido. Bueno, aquello era raro, pero volviste a concentrarte en tu comida hasta que acabo la hora de la cena.

JARVAN:
Saliste corriendo, dando un portazo en la puerta del comedor. Al cabo de un rato de correr y girar por un pasillo te diste de frente con alguien enorme. Era el profesor que había castigado a Jorge y Lucius tras la clase de Historia.
¿Qué haces aquí chico?

RESTO:
Al cabo de un rato, y gracias a la ayuda de Shelinne, Cynthia se había estabilizado un poco. La cena siguio sin más incidente, aunque Cynthia se preguntaba porque Jarvan había salido corriendo. Al cabo de unos minutos un profesor tocó una campana indicando que ya acababa la hora de la cena.

(Tenéis otra hora libre para los que quieran estudiar. También podéis iros a la cama antes. Delante de los edificios de habitaciones hay dos profesores, que son capaces de deciros la habitación que es. En cuanto a las habitaciones:
Jorge y Salvador comparten habitación
Khende y Jarvan también comparten habitación
Alessia comparte habitación con Lenore)

Jarvan

Salgo corriendo del comedor y cierro de un portazo. No sé muy bien a dónde ir, simplemente he salido corriendo porque no quería que se rieran de mi otra vez. Y menos aún ese estúpido Khende. Corriendo por los pasillos acabo chocando de frente con alguien enorme. Me caigo de culo y cuando miro quién es resulta ser el profesor que antes había castigado a Jorge y Lucius.

- ¿Qué haces aquí chico?

Me levanto sacudiéndome un poco el polvo. Cuando hablo lo hago mirando al suelo y no al profesor.

- L-lo siento. Yo... no tenía hambre y... estaba... estaba... buscando mi habitación, pero... pero... me he perdido... y... es mi primer día. Yo... lo siento.

Menos la parte de "lo siento", el resto es todo mentira.