"Nunca fue fácil el aprendizaje de la virtud" Lucio Anneo Séneca [Empezando, Jorge, Salvador y Natsu]

Me aburro.... ¿por qué ha tenido que ser tan fácil asustar al chico ése? Bueno creo que de momento me voy a intentar acoplar a algún grupo a ver si me encuentro algo divertido que a hacer... Así que me acercó a la chica ésta Cynthia y a los chicos que estaban antes conmigo y le pregunto a Cynthia:
-Tú llevas un tiempo aquí, ¿no?. ¿Conoces a alguien que de Artes Mentales?¿Y no sabras que da Severus verdad? Perdón se me olvidó que tenía que presentarme siempre me pasa esto con vuestras costumbres.... esto me llamo Natsu.-todo eso lo dije en un intervalo bastante corto de tiempo sin dejarle responder a cada pregunta antes de hacerle otra.

¿Severus tiene una espada en el bastón?¡Que guay! Se veía a Cynthia claramente sorprendida. No, Severus enseña Ocultismo. Como reconocer runas mágicas, criaturas demoníacas, magia, etc. Y saber que hacer contra ellos.
Tras escuchar la pregunta, se animó. Parecía que no sabía ni como empezar. Pero en un momento comenzó a hablar mientras andabáis.
Pues a ver. Muy temprano por la mañana nos despertamos y tenemos que ir a la capilla a rezar. Después desayunamos y tras ello hay sesiones de entrenamiento físico, nos duchamos, y comemos. Después hay clases teóricas durante toda la tarde. A veces hay una o dos horas libres para hacer lo que quieras, aunque los que tienen Dones Divinos o están en Artes Mentales tienen clase en esas horas. Luego cenamos, hay una hora libre, y después suena una campana para que vayamos a rezar antes de acostarnos.
Y decía toda esa agotadora jornada como si nada, y todavía con una sonrisa en el rostro. Parecía una sonrisa perenne. Cuando apareció Natsu y le preguntó, también le respondió. Parecía que le encantaba hablar.
Vaya hoy me toca hacer de guía turística. Pues Severus da Ocultismo, y Artes Mentales lo da este hombre... el, este, ay, ¿Cómo se llamaba? Bueno da igual. De todas maneras, si te da clases, tienes que conocerlo, porque es el que hace el test para ver si tienes que ir.

JORGE: Shelinne se giró hacia tí. Ho... Hola.
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Jorge se quedó en blanco unos segundos. La conversación era inevitable. Su cara permaneció inexpresiva mientras inspiraba hondo para tranquilizarse y poder responder, intentando que su nerviosismo no fuera excesivamente notorio.

-Ho-hola...-paró a pensar un momento. El ya sabia su nombre, pero ella seguramente no, pues durante la bronca su nombre no fue pronunciado, así que decidió presentarse-. Yo s-soy Jorge, y... ¿tu?

Era evidente que estaba muy nervioso, y eso a Jorge le hacía sentirse muy vulnerable. No sabia que hacer, estaba muy inseguro y creía que cada una de sus palabras iban a ser un error que iban a crear una mala imagen de si mismo a Shelinne.

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"¿Trabajar todo el dia, pero es que estamos locos o que?", pensó Salvador, sobre ocultismo, lo cierto que es que no tenía que estar del todo mal, su padre le intentó enseñar algo que le llamaba "artes ocultas", y no tenía malos recuerdos de aquello.

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-Te he preguntado si conoces a alguien que este en la clsa de Artes Mentales no quién es el profesor... la próxima vez escucha lo que te digo, pero gracias igualmente.


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Cynthia se sonrojó... Ups, lo siento, no me he dado cuenta. Es que tienes un acento muy raro.

JORGE y JARVAN: Según sale de la clase el grupo formado por Jarvan, Natsu, Salvador y Cynthia, véis como un grupo de tres chicos se acerca con cara de muy pocos amigos. Uno de ellos coge una piedra, y se la lanza a Natsu, pero se pasa, y la piedrz va a estrellarse contra el banco donde están Jorge, Shelinne y la otra chica, dándole a la otra chica en la cara.
SALVADOR y NATSU: Según salís de la clase véis un chico, que apoyado en una columna, se aparta, colocándose apoyado en el lado contrario de la misma columna. Segundos después véis que un grupo de tres chicos se acerca con cara de pocos amigos. Uno de ellos coge una piedra y la lanza hacia Natsu, pero se pasa, le da a la columna por el lado donde estaba el chico y rebota, dándole en la cara a la chica que estaba con Shelinne y Jorge.

Cuando la piedra le da en la cabeza, la chica se sujeta la mano con la cara sin decir nada, y Shelinne se acerca a ver como está. Cynthia sale disparada contra el chico que le ha lanzado la piedra. ¿Eres tonto o que te pasa, Julius?

Cuando vi que Cynthia corría hacia el que había tirado la piedra salí tras ella. Yo acababa de llegar a Cadeus, pero me extrañó que los niños fueran por los pasillos tirándose piedras. Los profesores parecían bastante serios y estrictos, a mi desde luego no se me ocurriría hacer el tonto por ahí. El tal Julius no parecía pensar lo mismo. Una vez al lado de Cynthia me dirigí al niño con complejo de catapulta:
- ¿Pero qué haces? ¿Te parece normal ir por ahí tirándole piedras a la gente? ¿O es que te molestaba la chica ahí sentada en el banco?

"No, si al final esto no va a ser tan diferente a vivir en mi barrio." Pensó Salvador al ver la piedra, la pronta reacción de los compañeros le sorprendió, es posible que aquello acabara en pelea. Sin embargo el chico de la columna lo intrigó más que la piedra ¿se estaba escondiendo? ¿de quien?. Mientras cavilaba se adelantó hasta detras de Cynthia, con su estatura daba igual donde se pusiera, pero de manetra tranquila como si no pasara nada, ademas de que le estaba prestnado atención al chico de la columna no al subnormal de lap piedra

Nada mas ver la piedra impactar en la cara de aquella niña, Jorge se levantó y le pregunto varias veces si estaba bien. Su cara reflejaba verdadera preocupación, y miraba con rabia de vez en cuando al niño que había lanzado la piedra, pensando que si se lo buscaba, se la devolvería.

El tal Julius os miró mal, y en voz alta, casi gritando y señalando a Natsu dijo:
Ha empezado el pelirrosa ese. Y después uno de los que iban con él, el que tenía la pinta de ser el líder, dijo.
Y de todas maneras, sólo le ha dado a la bicho raro. A todo eso, Cynthia se enfadó... Muchísimo.
Sin previo aviso se lanzó contra el que había hablado, tirándole al suelo y cayendo justo encima.

(Los que quieran participar, que tiren turno.)

La piedra salió volando otra vez. Esta vez uno de los chavales la esquivó, dando una media vuelta y dejando a todo el patio mirando. El chaval miró fijamente a Jorge, con ojos que reflejaban la rabia infantil.
-Te vas a arrepentir, bicho raro.

Parecía que iba a haber una pelea dura de las verdad. Parecía. Una voz se alzó por encima del griterío de los niños.
-¡Lucius, y el nuevo también!¡PARAD!
La voz venía de un hombre alto, de casi dos metros, con muchas cicatrices por toda la cara, que llevaba a la espalda un mandoble de casi su altura.
-¡Esto no es el patio de una guardería! Vais a tener una charla con vuestros tutores. - Su voz era fuerte y denotaba una gran autoridad. - ¡AHORA!

Al ver a aquel hombre, Jorge bajó la cabeza y cerro con fuerza los ojos, esperando el golpe que suponía que iba a darle. Tenía miedo de que le diera tan fuerte que le matara. Pero no le paso nada, al menos físicamente. Levantó la cabeza un momento, pero el hombre volvió a gritar. Después simplemente le siguió cabizbajo. Estaba seguro de que le iban a expulsar y que no podría ser inquisidor. Había fallado a Dios...

Todo sucedió muy rápido. Cynthia se tiró contra el otro chico como poseída por una pantera y otra piedra salió volando en dirección contraria. No sabía muy bien qué hacer y cuando me decidí a ir a ayudar a Cynthia, una voz potente y autoritaria llenó el lugar.
-¡Lucius, y el nuevo también!¡PARAD! ¡Esto no es el patio de una guardería! Vais a tener una charla con vuestros tutores. ¡AHORA!
No me moví ni un milímetro en cuanto vi al gran hombre del que salía la voz. Su presencia me imponía un gran respeto, debía ser un guerrero poderoso y curtido en mil batallas. Por suerte, mi confusión no me había permitido moverme y me salvé del castigo (o al menos eso espero).

Salvador seguía mirando dispuesto a entrar, pero no puedo sino relajarse y sonreir al ver que Cynthia acababa de tumbar a uno de los matones, podía usar ese dato en el futuro para pincharlo.

Entonces la piedra volvió a volar hacia los matones, aquello se iba a poner serio, y segurmaente le pillaría a el de por medio.

Para su suerte llegó un tipo enorme y paró aquello, tras escuchar sus palabras se alegro de haberse quedado mirando, ya l ohabían reprendido hoy una vez.

Cuando se llevaron a Julios y a Jorge salvador se acercó como el que no quiere la cosa a Cynthia -Creo que sería mejor ir a la siguiente clase- sugirió, para darle una salida del enfrentamineto sin tener que dirigir una palabra a los matones.

Salvador y Jarvan:
Cynthia asintió al comentario de Salvador, y lograstéis escabulliros hacia la clase de nuevo, junto al resto de los niños. Pese a que la puerta estaba cerrada, podía oírse las voces de aquel hombre. (si sacáis un 40 en advertir os podéis enterar)

Jorge:
Parece mentira. ¿Y vosotros sois el futuro? Decía mientras os miraba. Esto no es un juego. Tal vez seáis unos niños, pero si no comenzais a madurar, no valdréis para esto. Una vez salgáis de aquí estaréis en peligro de muerte todas vuestras vidas. No os podréis fíar de nadie. Sólo tendréis a otros inquisidores a vuestro lado. ¿Y vais a empezar así? El hombre os miró muy seriamente, de una forma realmente intimidatoria. Lo cierto es que tanto a tí como al tal Lucius os temblaban las piernas. Como castigo vais a tener que darle 10 vueltas al patio antes de ir a la siguiente clase. Dicho esto pareció reír por lo bajo y para sí y añadió algo más. Y yo de vosotros intentaría no llegar tarde a la clase de Severus.

(Atletismo 40 para llegar justo, atletismo 80 para llegar con tiempo de sobra)

Jorge tenía miedo de lo que le fuera a hacer. Miraba al suelo con cara de arrepentimiento mientras el hombre les echaba la bronca. Una vez el hombre les impuso el castigo, Jorge pensó que aquel castigo no era tan duro.

Empezó a correr detrás del tal Lucius. Jorge no podía alcanzarlo, y le adelantó varias veces. Al final, Jorge estaba cansado y respiraba con ligera dificultad.

Ahora tenía que ir a clase. Buscó el aula. 1-B, 2-C, 1-A... ¡1-C! El profesor aún no había llegado, así que no le volverían a echar la bronca. O eso es lo que el creía, cuando entro justo al mismo tiempo que el profesor. A Jorge le atravesó el miedo por todo el espinazo.

JORGE:
En cuanto lograstes entrar en el clase te chocaste con algo, cayendo derribado de culo. Cuando levantaste la mirada viste a un hombre, seguramente el profesor Severus. Era un hombre que debía estar en la treintena, y tenía una cicatriz en el labio más o menos bien curada. Su aspecto, con el bastón a un lado y sus ropas elegantes resultaba intimidatorio. Te miró, levanto un poco la mejilla del lado de la cicatriz en un gesto de desdén y siguió andando hasta llegar a la mesa del final del aula.

RESTO:
Lucius finalmente entró, pero Jorge seguía corriendo. Tras un rato entró un profesor. Un hombre de unos treinta años, con una melena rubia y una cicatriz en el labio.
La clase ya ha empezado. Sentaos.
Tras decir estas palabras se dió la vuelta. Jorge había llegado corriendo y se había chocado con el profesor. El profesor se dió la vuelta hacia él, pero luego se dirigió hacia la mesa del final del aula.

TODOS:
El profesor se giró hacia vosotros, y señalando a Jorge, habló.
Siéntate. Para los nuevos. Soy el profesor Severus, y seré vuestro profesor de Ocultismo, y no toleraré risas, comentarios o cualquier otro comportamiento que considere inadecuado en mis clases. Tras decir esto paró un momento y os miró. Es posible que ahora no tengáis ni idea de lo que el Ocultismo significa. Y es posible que no sepáis cuanto os va a ayudar. Severus se giró a la pizarra y cogió una tiza, tras lo cual escribió con una letra estilizada la palabra Ocultismo. El Ocultismo es la base del trabajo de los inquisidores. Se define como la ciencia que estudia lo sobrenatural. Y abarca en este estudio centenares de temas. Volvió a parar y señaló a Jorge. Muy bien señor Tardón, si no me equivoco usted viene de Argos. ¿Qué puede decirme de la leyenda de los Djinn, del vecino Kushistán?

Jorge se sentó, cabizbajo y avergonzado. Después prestó atención a todo lo que dijo el profesor Severus. Cuando el profesor lo llamó señor Tardón, Jorge pensó que esa etiqueta no podría quitarsela nunca de encima. Respiró hondo para relajarse y pensó.

-Bueno... Los Djinn son demonios-dije nerviosamente-. Se dice que... se dice que conceden deseos, aunque luego los tergiversan para causar daño a la gente.

Correcto, pero incompleto. Fué la única respuesta del profesor Severus. Tras ello comenzó a explicar por encima el folclore kushistaní. Tras la clase sonó el timbre y Cynthia os habló.

Bueno, ya es la hora del alumerzo, ¡nos vemos en el comedor! Tras lo cual se marchó correteando por el pasillo. Desde luego rebosaba energía.

Jorge permaneció atento durante toda la clase y procuró no hacer ruido. Severus no volvió a llamarle la atención. Y entonces llegó la hora del almuerzo. Siguió a los demás hasta el comedor, cogió la comida que le ofrecieron y busco algún lugar en el que sentarse. Vio un sitio junto a Shelinne, y se colocó en el.

-Ho... Hola

Jarvan

Salvador le dice a Cynthia que sería mejor volver a clase y yo opino lo mismo, así que entramos al aula de nuevo. A pesar de eso, la voz del hombre se escuchaba perfectamente y pude enterarme de toda la bronca. Me senté cerca de Cynthia y esperé a que empezara la clase. El profesor Severus llegó al mismo tiempo que Jorge. A modo de castigo le hizo una pregunta a la que yo no habría sabido contestar, pero Jorge por lo visto se la sabía. La clase se me hizo bastante larga. La asignatura percía difícil.

Cuando acabó la clase Cynthia dijo:

- Bueno, ya es la hora del alumerzo, ¡nos vemos en el comedor!

- ¡Espera! Voy contigo.

Salí corriendo detrás de ella y una vez en el comedor me senté en su mesa esperando a que me presentara al resto, como había dicho antes.

Salvador

Una clase interesante, su padre lo había iniciado en esas "artes ocultas", inlcuso podía seguir ligeramente la clase, y por mucho que dijeran de el no le había caido mal Severus.

Entonces Cinthia desaparecío por el pasillo al grito de que se verían luego.

-Estoooo... ¿dónde se come aquí?- preguntó al aire mirando a los que tenía cerca, esperaba que alguien le respondiera o acompañara para ir al comedor, acababa de llegar esa mañana por todos los santos.

JARVAN:
Sigues a Cynthia por los pasillos y te sientas en la misma mesa, junto a otros dos chicos. Un chaval de pelo negro un poco más mayor que ya estaba allí y también una chica con el pelo muy claro. Nada más te sentaste con tu bandeja de comida (que pese a no parecer lo mejor del mundo, tampoco era una basura) Cynthia volvió a empezar con su alegre conversación.
¡Nic, Shelie, este es Jarvan, es uno de los nuevos!
Nic no pareció inmutarse demasiado pero pudiste, o creíste, escuchar un tímido "Hola" por parte de Shelie, aunque con voz muuuuuuy baja.

JORGE:
Shelinne estaba sentada junto a Jarvan, Cynthia y un chaval de pelo negro, aparentemente un poco más mayor que vosotros. Te sentaste en la mesa y pareció que no les importaba. ¿Quién sabe si acabarías haciendo amigos?

SALVADOR:
Nadie te hizo caso, pero lograste llegar al comedor y coger tu comida siguiendo a la marabunta de chicos. Una vez en el comedor pudiste ver, entre otras cosas, la siguiente escena.

Un chaval estaba siguiendo a una chica, bastante bien parecida, sin parar de repetir versos una y otra vez (versos muy empalagosos), y la chica no hacía nada más que mandarlo a freír espárragos. Tras lo cual el chaval se fué y se diirigió hacia la chica más cercana (también una guapa) a repetir la cantinela.

También pudiste ver la mesa en la que Cynthia, Shelinne, Jarvan y Jorge estaban sentados.

Jarvan

Acabo sentado junto a Cynthia, el señor tardón, una chica de clase y otro chico al que no había visto hasta ahora. Cynthia me presenta, creo que Shelie me saluda y el otro chico parece que no se ha enterado ni de que estoy aquí sentado. Yo también saludo.

- ¡Hola! Soy Jarvan y es mi primer día aquí. Bueno, eso ya lo ha dicho Cynthia, jeje. A vosotros os he visto en clase -les digo a Shelie y al señor tardón-, pero a ti no, ¿verdad? -le digo a Nic- ¿Eres de un curso más alto? ¿Es difícil aprobar los exámenes de primer año?

Y empiezo a comer la comida, que está mejor de lo que aparenta. Aprovecho también para preguntar a los miembros de la mesa.

- Me ha dicho Cynthia que algunos estudiantes de aquí tienen poderes divinos. ¿Alguno de vosotros los tiene? ¿Cómo son? Yo es que no tengo ninguno y siento curiosidad.