"Nada se sabe bien sino por medio de la experiencia." Sir Francis Bacon [El fin del Aprendizaje, Alessia, Jarvan, Jorge, Khende y Salvador]

Por la mañana Bron nos llamó para bajar a desayunar. Me levanto con parsimonia y en cuanto me pongo de pie ya estoy echando de menos la cama. Me lavo la cara con agua fría para despejarme un poco y bajo a desayunar todavía medio dormido.

- Nos días...

Digo casi sin levantar la voz, y acto seguido doy un largo bostezo. Me siento en un lugar alejado de Khende, ya por costumbre. Pido un vaso de leche, e insisto en que sea fresca del día. Mientras desayunamos Bron pregunta qué creemos que se debería hacer. Khende dice que deberíamos llevar algo con lo que poder ver al asesino. Respondo con la cara apoyada sobre el puño izquierdo mientras con la mano derecha doy vueltas al vaso de leche.

- Sí, estaría bien poder ver a qué clase de bicho nos enfrentamos. Yo creo que deberíamos seguir investigando a las víctimas. Tienen que tener algo en común y si sabemos lo que es podremos anticiparnos a los movimientos del asesino y preparar una trampa para atraparlo.

Jorge

Jorge despertó en el suelo. No había sido la mejor de sus noches, pues el suelo no era precisamente cómodo. Se puso otra camisa y luego la gabardina. Luego despertó a la niña con suavidad.

-Buenos días Hansa. Es hora de almorzar.

Se puso la espada en el cinto y cogió sus cosas. Luego acompañó a Hansa hasta el comedor y le dijo que pidiera lo que quisiera. Jorge pidió unos cereales y luego se sentó junto a los demás. Les escuchó atentamente.

-También-intervino Jorge-, pero si no encontramos la conexión entre las víctimas hasta la noche, deberíamos salir a patrullar. Cuantas mas vidas podamos salvar, mejor.

Bien, de acuerdo, entonces creo que podemos hacer lo siguiente. Dijo Bron. Esta tarde iremos y buscaremos a ver si estas personas tienen algo en común. Por la noche haremos patrulla para buscar al asesino. ¿Todos de acuerdo? En ese caso será mejor que nos pongamos en camino. Bron le pagó el desayuno al posadero y antes de salir dijo Jorge, encargate de la niña. Que no se meta en líos.

Tras las órdenes de Bronn me dirijo a Jorge.

- Trabajo doble, ¿eh? Si esperas a que me ponga la armadura, podemos ir juntos. A mi no se me da muy bien eso de los interrogatorios y así yo puedo cuidar a la niña mientras tú preguntas, ¿qué me dices?

Tras la respuesta de Jorge subo a mi cuarto a colocarme mi armadura y bajo de nuevo.

- Bueno, ¿dónde vamos a investigar hoy? Yo voto por la posada, si la víctima solo estaba de paso no habrá mucho que contar y acabaremos antes.

Jorge

-Jorge, encargate de la niña. Que no se meta en líos.

Jorge asintió. Tras ello se le acercó Jarvan, con una propuesta que no rechazó. Se llevó consigo a Hansa hasta la puerta y esperó a que Jarvan se pusiera la armadura. Tras ello se fueron los tres a la otra posada para empezar a investigar. Dejó a la niña a cargo de Jarvan mientras empezó a hacerle preguntas al posadero acerca de la víctima.

-¿Como se comportaba? ¿Se fijó en si llevaba algo especial? ¿Conocía a alguien aquí? ¿Tenía alguna especie de tic? ¿Habló con alguien?

Tras ello subió a la habitación para inspeccionarla.

-Bien, ¿a dónde vamos esta vez?- Preguntó a Alessia. A Khende todos los emplazamientos le parecían iguales en cuanto a posibles pistas, pero a lo mejor Alessia tenía alguna idea, y si no que decida ella, porque total, a Khende le da igual. Luego se dirige a Salvador -¿Vas a venir con nosotros? Como Jarvan y Jorge ya se han ido, si no te quedarías sólo, y eso no es conveniente. A demás, viene bien alguien dotado de magia por grupo.

Al final decidieron ir a las granjas, ya que estaban cerca y era posible que en una de ellas fueran asesinados porque vieron al asesino mientras huía. Khende usó su monofilo para cortar tres trozos del espejo de su habitación, haciéndolos de un tamaño adecuado para llevarlos en la mano. Se miró un momento en el espejo, se pasó la mano por el pelo, y luego salió y dio un trozo a cada integrante del grupo. Tras eso, se pusieron en marcha.

Jorge y yo nos dirigimos a la otra posada junto con la niña. Mientras Jorge se dedica a hablar con el posadero yo me quedo a cargo de la niña. Tiene la mirada triste. Normal, acaba de perder a sus padres. Al principio me quedo mirándola sin saber muy bien qué hacer. Entonces se me ocurre una cosa. Saco una moneda sin que la niña me vea.

- Hansa, ven aquí un momento. ¿Qué es esto que tienes detrás de la oreja? -digo arrodillándome frente a ella y poniéndole la mano detrás de la oreja- ¡Ahí va, es una moneda! ¿Cuánto hace que la tienes ahí guardada? A ver a ver... -vuelvo a poner la mano detrás y le revuelvo un poco el pelo- parece que ya no hay más. Mira lo que hago.

Empiezo a hacer trucos sencillos, ocultar la moneda, cambiarla de mano sin que se entrere... son cosas muy tontas, pero al menos así no pone una cara tan triste. Jorge baja de la habitación.

- ¿Has encontrado algo extraño?

Ante la negativa, no puedo evitar poner una mueca de decepción. "No puede ser que no dejen ningún rastro, algo se nos tiene que estar escapando."

- Bueno, ¿qué tal si ahora vamos a la serrería? En algún sitio tendremos que encontrar algo más.

Jorge acepta y nos ponemos rumbo a la serrería, donde seguramente repetiremos la misma rutina.

-Bah, aquí no hay nada.- dijo Khende -En todos los sitios es lo mismo, no se qué esperamos encontrar. Volvamos a la posada y decidamos con Bronn un plan mejor para pillarlo... O pillarlos.

Por fin la noche... Volvéis a la posada con cuidado. Os encontrais a la puerta y escuchais un grito. Pero esta vez no es el grito de una niña. Es el grito de Bron. ¿Habrá encontrado al ser? El grito viene de una casa cercana.

(La voz de Bron resuena en vuestras cabezas (Estilo Pokemon): Lanzarse de cabeza al peligro es de suicidas)

Regresamos de la serrería sin nada nuevo. El día de hoy ha sido un fracaso en la investigación.
Se hace de noche y regresamos a la posada. En la puerta nos encontramos con el otro grupo.

- ¿Habéis averigado al-

De repente un grito de Bron se escucha proveniente de una casa cercana. Desenvaino mi espada y salgo corriendo hacia allí.

- ¡Vamos! Tenemos que ayudar a Bron.

Khende usó rápidamente Cáncer para retener a Jarvan -¿¿Pero estás loco?? Bron tiene problemas ¡BRON! ¿Crees que podemos hacer algo contra algo que pone en peligro a Bron? ¿Crees que muertos le servimos de algo? Porque no es otra cosa sino la muerte la que te espera si te lanzas de cabeza.

En cuanto hecho a correr, unos hilos me rodean y me apresan. Intento zafarme de ellos, pero la maniobra me ha cogido desprevenido y no consigo liberarme. Me giro y veo a Khende manipulando los hilos. Maldito hijo de puta.

- ¿QUÉ COJONES ESTÁS HACIENDO? ¡SUÉLTAME! Si no vamos, Bron podría morir. ¿Qué sugieres que hagamos, que nos quedemos esperando? -sigo forcejeando pero no consigo soltarme- Si Bron muere, ¿qué vamos a hacer nosotros? ¡Suéltame de una puta vez!

-No seas idiota. Pensaba que el único que no tenía término medio era Jorge. Propongo un ataque menos directo, ir a mirar antes para saber a qué nos enfrentamos o, al menos, preparar un pequeño plan de ataque. Ahora te voy a soltar, y si decides ir yo te seguiré, tampoco quiero que mueras, pero espero que no actúes como un necio y decidas quedarte a preparar una estrategia rápida.- Dicho esto, Khende suelta a Jarvan.

Escucho a Khende, ya que no me queda más remedio. Me suelta y me quedo en el sitio. Suelto un gruñido. Sigo queriendo ir, pero enviar a alguien a explorar primero no es mala idea.

- Está bien. Alessia, tú eres la especialista. Entra ahí y dinos qué ves. Rápido.

Jorge

Cuando llegaron a la serrería volvió a dejar a solas a Jarvan y Hansa. Durante la conversación con el dueño, este le dijo que había visto a la víctima con espasmos, aunque según este, probablemente se debía a un exceso de alcohol, y que por lo tanto lo había dejado en paz. Aquello le pareció extraño. Tal vez los espasmos se los provocara el asesino.

Como no consiguió mucho mas, pasó a investigar la escena del crimen. No encontró nada, pero esta vez le pidió a Jarvan que lo comprobara, por si se le había pasado algo por alto.

Él y Hansa se quedaron a solas. No soportaba verla triste, así que se agachó para quedarse a su altura, le puso una mano en el hombro y le sonrió para decirle.

-Tranquila. Se por lo que estás pasando, pero te puedo asegurar de que a partir de ahora todo irá bien. Te lo prometo.

Jarvan volvió, y le confirmó que no había nada. El sol ya se ponía, así que era hora de reunirse para organizar la patrulla. Pero cuando llegamos todos, se escuchó el grito de Bron. Jarvan salió corriendo, pero un hilo de Khende lo detuvo. Tras unos cuantos gritos, Jarvan se tranquilizó.

"¿Porque siempre tienen que estar así?"

Jarvan decide enviar a Alessia a explorar.

-Yo también voy. Si va ella sola y es descubierta sin nadie cerca, podría morir antes de que podamos hacer nada. Además, yo puedo detectar al asesino aunque no lo vea.

Khende estaba reticente al principio, aunque no dijo nada. En realidad, no encontraba ninguna razón para no enviar a Alessia. -Está bien, lo haremos así. Tú sigue a Alessia, aunque deja algo de distancia. Nosotros estaremos cerca. De todos modos, me parece que la entrada más viable es esa ventana- dijo señalando a una ventana abierta en el segundo piso.

-Bueno, vale total a mi me da igual si queréis o no venir conmigo.- entro con cuidado y fijándome en todo.

Entrastéis en la casa. Alessia delante, Jorge un poco por detrás y el resto detrás. La noche era oscura, pero había un poco de luz. Por fin llegastéis a una biblioteca de dos pisos. (entrais por el piso superior). En el centro del primer piso se encontraba Bron, tirado y sangrando por el costado. Estaba apoyado contra una estantería y sujetaba su espada con una mano.

Durante unos largos segundos veís como la máscara del ser se rompe en un millón de pedazos. Al hacer esto una enorme forma oscura que cubre casi toda la habitación (posiblemente parte del ser) estalla. Los restos son como una extraña tela negra que se desgasta poco a poco. Mientras veís esto Bron logra levantarse apoyando su espalda en la pared.
Bien... Muy bien... Ha sido una suerte que estuvieséis cerca. Al menos he servido de ejemplo de lo que no se debe hacer... Ahora vamonos. Hay que informar al alcalde, y yo tengo que descansar y que vean mis heridas...
Mientras tanto Hansa, que debe de haberse colado también en la casa, aparece por un pasillo, y al ver a Bronn sangrando tantísimo se queda realmente horrorizada.

Finalmente logramos derrotar a la criatura, que al morir me deja libre. Me acerco a Bron cuando se levanta.

- ¿Cómo te encuentras Bron? Esa herida no tiene buena pinta, deja que le eche un vistazo.

Una vez examinada la herida, paso uno de sus brazos sobre mis hombros para ayudarlo a caminar y salir de la casa.

Jorge

Jorge soltó la espada y se llevó las manos a las rodillas debido al cansancio. Tenía intención de quedarse quieto ahí un rato, pero entonces vió a Hansa. Aquel rostro horrorizado le obligó a ir corriendo hasta ella para taparle la imágen sangrante de Bron. Se agachó y le puso una mano en la cabeza y otra en el hombro.

-Tranquila, tranquila. Ya ha pasado todo. Bron se pondrá bien, y el asesino ya está muerto. ¿Ves? Te dije que todo iba a ir bien. Te lo prometí. Venga, vamonos, es hora de irse a dormir-giró la cabeza a sus compañeros-. ¿Podeis encargaros de esto vosotros? Tengo que llevarmela a su habitación.

Sin esperar la respuesta cogí a Hansa y la acompañé hasta la posada.

Salvador se sintió un poco inútil en aquel combate, aquel ser se mostró más hábil que el en todo lo que hacía, ni siquiera logró a tocarlo con sus dones divinos, desde luego había aprendido una lección, hasta Bron, un verdadero inquisitor era vulnerable, mucho más ellos.

-Iré yo a avisar al alcalde, si alguien quiere apuntarse....- realmente lo que quería era salir a la calle y calmarse un poco, todavía se sentía en peligro por alguna extraña razón, esperaba que aquello no lo volviera paranoico, ir a por el alcalde era una excusa pero lo entretendría un rato.

Dicho esto no preguntó por los demás, luego a la vuelta le preguntaría al grupo si alguien sabía que era el bicho

Aquel día no fue mucho más movido. Pasasteis tan sólo un día más en el pueblo, mientras Bron se acababa de recuperar. Desde luego tenía una capacidad para ello realmente increíble. Cuando finalmente salisteis del pueblo os llevastéis con vosotros a Hansa.

Pero una mañana al despertaros Hansa no estaba. Faltaba un cuchillo, y entre las ropas de Jorge encontrastéis una canica de Hansa. ¿Tal vez os escuchó hablando de cambiar sus recuerdos y decidió huir? En cualquier caso Bron decide no darle más importancia. La chica tiene agallas. es lo único que dice.

Cuando lleváis dos días de camino, cerca ya del puerto donde tenéis que coger el barco, os encontráis algo en el camino. Un extraño animal, de gran tamaño, casi el tamaño de un caballo. Parecía una mezcla entre un enorme gato salvaje y un zorro, todo de color blanco. Bron sólo dijo una palabra al verlo. Gatosombra... Uno de esos extraños animales le había valido su mote a Bron. El animal estaba muerto. Tenía una herida en un costado. Posiblemente un encontronazo con otro animal que había acabado en violencia y una herida desangrandole.

(Tirad Advertir)

Khende, preparado para el combate por si acaso, mira debajo para descubrir la procedencia de los maullidos.