[Campaña] (Godia Ozonas, Dakota Cromwald, Jiang, Miquelangello Brunetti y Alexei Tolstói) La Sombra Bajo la Cruz

El miembro 'Herrian' ha efectuado la acción siguiente: Tirada de dados

'Dado de 100' : 90

Siento el vivo recuerdo de mi juventud. Lo único que conservo, mis melodías de violín. Y realmente me alegro de conservarlas. Comienzo a tocar con más emotividad.

[Abierta]

El miembro 'Herrian' ha efectuado la acción siguiente: Tirada de dados

'Dado de 100' : 26

Sonaba la hermosa melodía y todos los presentes estaban atentos. El asombroso poder de aquellas notas emocionó a quienes las escuchaban.
En el caso de Dakota, ejerció un misterioso efecto, despertando poderes mágicos latentes en la pequeña.
Dakota, con una sonrisa inocente, seguía el compás de la canción con un leve gesto, moviendo la cabeza. Ignorando, por completo, lo que en ese instante se estaba acrecentando en su interior.
Una pequeña pluma de luz brotó de su espalda, y con un movimiento lento y oscilante se precipitó contra el suelo, al chocar con este desapareció con un fugáz chispazo blanco.
La joven Dakota no se dio cuenta, pero tarde o temprano lo haría. Algo mágico estaba creciendo en su interior.

Haced todos, excepto Dakota y Alexei (está demasiado concentrado en su melodía), una tirada de Advertir. Por si alguno se ha percatado de aquel fenómeno.

Emocionado, el caballero de la barba aplaudió fogoso. Se le saltaron las lágrimas.

- ¡Bravo, bravo!

El hombre se acercó a Alexei, y le dio un fuerte abrazo.

- ¡Fenomenal! ¡Majestuoso!

Cuando recuperó el aliento y la compostura, preguntó al violinista.

- Y dime pequeño… ¿Qué te trae por aquí?

La joven del pelo castaño le explicó la situación al señor barbudo. Le dijo que tendrían que compartir habitación, pues estaba prácticamente todo reservado.

- ¡Tonterías! ¡yo no cobro a semejante artista! Tus amigos y tú podéis quedaron en la suite y en la habitación doble que nos queda… ¡totalmente gratis!


Tirada de advertir por parte de la chica del pelo castaño. El hombre de la barba está demasiado ensimismado con la melodía, no se entera de nada.

El miembro 'Taku' ha efectuado la acción siguiente: Tirada de dados

'Dado de 100' : 55

Tirada de advertir por parte de Jiang:

Advertir: 30+

El miembro 'xinu' ha efectuado la acción siguiente: Tirada de dados

'Dado de 100' : 7

No puedo evitar emocionarme ante tal obra de arte.

Nunca había escuchado música, y menos tan de cerca, por un músico de verdad.
No sé ni como evito que se me salten las lágrimas, pero consigo mantener la compostura.

Al escuchar al hombre de barbas decir que saldrían las habitaciones gratis, me pienso dos veces lo de quedarme... Sería ahorrarme buscar alojamiento, y de todas maneras, ese músico ya no era un desconocido. Me había alcanzado el alma y la había emocionado con su música.
Alguien que tiene tanto talento no puede hacerme nada... malo.


[Por cierto, vaya mierda tirada de advertir XD]

Mientras los tres hombres discutian sobre la estancia en la posada Gòdia obserbava a su alrededor.

-Es bonito aqueste lugar ¿Eh Dakota? Mire a las paredes cuyas partituras eran como jeroglificos para mi. ¿Sabias tocar tu algo?

Fui interrumpida por aquel extranjero. ¿El torneo? Si bueno. Aquello por lo que habia venido rara vez se le habia pasado por la cabeza con todos los acontecimiento. El caso es que en el torneo uno de los requisitos es portar un arma extraña... Y no veo que portes ninguna.

Estaba mas atenta al magnifico violin que el jovencito acababa de sacar. No tengo ni idea de instrumentos musicales, pero desde pequeña he visto obras de manufactura artesanal y ese violin era una de las mejores que habia visto en su vida.

Y asi observando al jovencito con su violin, expectante , permaneci mientras la musica salia de sus dedos.

Al acabar me acerque a el. Eres un magnifico musico, de los mejores que he oido y he oido algunos. Sonrei. Mi nombre es Sir Gòdia Ozonas y aquella pizpaja es mi escudera, Dakota. Gòdia siempre habia admirado a los artistas y sobre todo a los musicos. Y aquel jovencito le habia caido en gracia.

La Tirada de Advertir:

El miembro 'Sir Lobo' ha efectuado la acción siguiente: Tirada de dados

'Dado de 100' : 51

Tras acabar mi interpretación no puedo evitar sonreír ampliamente. Parece que a todo el mundo le ha gustado, incluso a mí mismo. El hombre se me acerca, y tras explicarle la situación accede a dejarnos la noche gratis. ¿Dejarnos? Ah, sí, los otros.

Los miro, esta vez sin disimularlo. Y también esgrimo mi sonrisa contra ellos. Al parecer también dormirán gratis esta noche. Sin saber muy bien por qué me siento bien, y olvido durante unos instantes mi verdadera misión. Pero entonces se me acerca la mujer de la armadura.

- Eres un magnifico músico, de los mejores que he oído y he oído algunos. - Sonríe. - Mi nombre es Sir Gòdia Ozonas y aquella pizpaja es mi escudera, Dakota.

Dakota. Todo a mi alrededor se congela.

“Necesito que encuentras a la niña que responde al nombre de Dakota, Dakota Cromwald.
Una vez la hayas encontrado, llévala hasta el Puerto de Ripia, al sur de Bellafonte. Ese lugar es la clave de todo.”

Sin poder evitarlo comienzo a maquinarlo todo. Descubrir sus intereses. Ganarme su confianza y unirme a ellos. Llevarlos por donde me interesa como un sutil marionetista... Rápidamente vuelvo en mí, esperando no haber estado ausente demasiados segundos.

- ¿Ah? ¿Sir? Entonces creo que me encuentro ante una noble. – me muestro sorprendido. – Un placer conoceros. – miro a Dakota. Te tengo... – Encantado de conocerte. – vuelvo a sonreír, de la manera más amable que puedo. – Mi nombre es Alexei. Alexei Tolstói. Y estaré encantado de seguir tocando el violín para vosotras, si así lo deseáis. No tengo un repertorio demasiado amplio, pero creo que se me da bastante bien, je je…- ladeo un poco la cabeza.

- ¿Y vuestros amigos? Creo que tendré que compartir habitación con ellos. Seguro que nos llevamos bien.

Eres un falso…

El amable caballero de la barba se retira a su despacho, tiene tarea acumulada que terminar. Antes de despedirse se presenta como el dueño de la posada, su nombre es Gabril.

La jovencita encargada os acompaña a la última planta del edificio, una tercera para ser más exactos. La suite ocupa más de la mitad de la planta entera. Está decorada con algunos cuadros, cortinas caras y unas fabulosas vistas de la ciudad. Tiene una cama de matrimonio y una pequeña. A parte de los típicos muebles que se pueden encontrar en una habitación normal. Las únicas excepciones más evidentes son: un cuarto independiente que sirve de baño. Y una terraza inmensa, frente a la entrada.
En cuanto a la otra habitación, en la segunda planta, tiene dos camas, un armario, mesita de noche y una ventana con los marcos algo desgastados.

La chica os deja cuatro copias de las llaves, dos por cada habitación. Os pide amablemente que os organicéis entre vosotros. Y acto seguido se marcha a almorzar.


Ya sabeis. Dos habitaciones, una de 3 y otra de 2. Poneos de acuerdo.
De todos modos, os recuerdo que es hora de almorzar, hasta la noche todavía queda un buen rato.

RE: Todos.

Todo pasa demasiado rápido, apenas tengo tiempo de pensar. ¿Me voy? ¿Me quedo en la suite? ... Dios, ¿qué hago? Cuando me quiero dar cuenta, he subido tres pisos y la muchacha nos está enseñando las habitaciones y repartiendo las llaves. Afortunadamente veo que hay una cama individual en la suite. ¡Eureka!

Veo que la chica se va para dejar que nos organicemos. Empiezo a pensar... ¿Cómo hago para quedarme la cama individual?
1. Podría decirlo ahora, pero quedaría demasiado infantil... aunque prefiero decirlo ahora que sufrir toda la noche.
2. También puedo decirle a Dakota y a Godia que nos quedemos en la Suite... No, esa mujer podría pegarme y me tendrían que despegar de la pared. Opción descartada.
3. Puedo convencerles de decidirlo más tarde, coger una de las llaves y decir que me siento indispuesto y que me retiro pronto a dormir. Genial. Eso haré.

-Bueno, caballeros, parece que nos quedamos en la suite, para dejar a las señoritas su intimidad en la otra habitación -. Termino la frase con los dientes tan apretados que me dolían las mandíbulas -. Propongo que bajemos a comer algo, lo de las camas ya lo arreglaremos más tarde.

Tiro Persuasión a Alexei y a Furion: -25 +

El miembro 'xinu' ha efectuado la acción siguiente: Tirada de dados

'Dado de 100' : 19

Subo las escaleras por delante de todos y me adelanto hasta la tercera planta subiendo los escalones de dos en dos. Estoy agitada y contenta.La canción del violín aún resuena en mis oídos. Sólo mi fuerza de voluntad me ha impedido gritar "¡otra, otra!" como hacíamos las niñas cuando un juglar llegaba al convento a deleitarnos.

Pero esto había sido... increíble. Un auténtico violinista. Desde luego hay cosas que sólo se pueden ver en la ciudad.

Me acordé de Daguerreo con ternura. A él le encantaba el violín, y siempre movía su etérea cabeza al vaivén de la música. Mi pasatiempo favorito era bailar un imaginario vals por toda la habitación cuando nadie miraba, y luego las niñas nos aprendíamos, sin excepción, todas las canciones de Andiel, la ídolo de moda, que los juglares se sabían. Eran las versiones tan dispares y los juglares se las aprendían de aquella manera, que al final siempre Daguerreo sacudía la cabeza y decía que esas versiones de "Andiel" sólo tenían el nombre.

Bah, bueno. Peor para él. Mira, aquí estoy yo, ¡con mi señora Godia y un violinista!

Abrí los cuartos que la mujer nos indicaba. Ante mí descubrí una imponente habitación con muebles mucho más decorados de lo normal. Había dos camas, y una de ellas era grande. Sin cortarme un pelo me metí a explorar y descubrí ramilletes de lavanda en los cajones, sin duda con el propósito de perfumar. También tenía unos ventanales inmensos desde los que se veía un poco mejor la estructura de aquella extraña ciudad que olía a cieno del río.

Pero lo siguiente que encontré me hizo abrir unos ojos como platos.

-¡Jood...! digooo... ¡Pardiez!

Exclamé. Tras una puertecilla, dentro de la habitación, había un cuarto de baño. No es por el baño en sí -que era pequeñito-, sino porque era realmente hermoso y estaba muy bien decorado. Olía a violetas. Había una bañera muy grande y estaba profusamente decorada en los bordes. Era, simplemente, el mejor cuarto de baño que había visto nunca.

No fue ninguna sorpresa sentirme sucia. Mi señora Godia estaba de pie mirando a los otros o hablándoles, o quizás riñéndome, no se; pero yo me escabullí a la otra habitación para compararlas.

No estaba mal, pero vamos, que tampoco era nada del otro mundo. Tenía una pinta un poco peor. No era una habitación mala, pero ni de lejos tan bonita como la otra. Camas, armario, mesita. Funcional, pero nada encantadora.

Entonces me volví con el resto. El hombre oriental dijo que se iba a la habitación lujosa y nos dejaba "intimidad" a mi señora y a mí. ¿Intimidad? ¡Tú lo que quieres es el baño! Me enjarreté. Estaba en la trayectoria del hombre oriental (¿Yan? ¿Jiang? qué nombre más raro) y lo miraba con irritación.

El sol de mediodía entraba por las ventanas.

-Mmm... ¿no podríamos usar nosotras la habitación del baño? La nobleza de sangre de mi señora exigiría un lugar tal, y por eso, eh... pues...

Comencé con voluntad, y luego me achanté. Bah, ¿así me agradecían que los sacara de la gendarmería?

También miré al violinista, que nos había conseguido aquél sitio. En realidad, todo encajaba perfectamente. Mi señora y yo en la habitacion lujosa, y el violinista también para que nos tocara nanas hasta que nos durmamos, el violinista sí puede quedarse. Y luego los otros dos, pues en la otra habitación, que es mejor porque son hombres ya hechos y derechos y seguro que están conformes. ¡Todos contentos!


[offtopic: qué simples parecen las cosas a ojos de un niño... xD]

[ok ^^ es por capricho de la niña, q le mola mas la bañera que barreño&cubo xD]

El grupo subio las escaleras en silencio, bueno, menos Dakota que no paraba de murmurar agitada, dando saltitos de felicidad en cada escalón.

Que bueno es ser un crio. Pensé.

Una vez arriba la jovencita se dedico a inspeccionar las habitaciones mientras me quedaba en el rellano conjunto a los hombres. A dos hombres y medio, porque aqueste guaje barbilampiño es aun un criajo. Bé, yo estoy de acuerdo con lo que 'ice el extranjero. Pa' nosotras dos la individual y pa' ustedes la de tres camas.

No pude evitar hechar un ojo a la suite cuando Dakota la abrio. Parecia realmente grande y comoda. De seguro que tendra hasta aseo particular pense mientras cruzaba los pies. Pero no voy a darles el gustazo de que me vean pedir la mejor habitacion como una noble arremilgá de esas que no saben siquiera cabalgar otro jaco que no sean sus amantes.

Por suerte o por desgracia, Dakota lo hizo por mi.

Endurecí un poco la voz. Escucha rapaza ¿Cuando he dius yo que necesite una cama comoda? ¿Acaso soy Lady y no Sir y no me he enterado? He usado la lanza mas veces que besos me dio mi Santa madre y puedo apañarmelas en la habitacion austera.

No pude sino doblegarme un poco ante la mirada de aquellos dos grandes ojos. Despavoridos ante el hecho de poder haberme molestado. Somos gente de higados, recuerdalo, y la austeridad es perenne en aquesta vida la nuestra. Mais si los mozos gustan, podriamos cambar la cama adicional a la habitacion doble, pero siempre teniendo en cuenta que son los deseos de esta pitusa. Finalize acariciando la cabeza de Dakota y ya dirigiendome a los demas. Y no los mios.

Tras guardar el violín y el arco en el estuche, y agradecerle al dueño su amabilidad, me apresuro a subir las escaleras junto a mis nuevos… eh… compañeros. Todos subimos bastante tranquilos, excepto la niña que parece mucho más animada. Hay momentos en los que me la quedo mirando, y siento algo extraño en mi interior.

Es sólo una niña… La imagen de mi hermana vuelve a mi mente. Bueno, uno ya no puede fiarse de la edad. Sigo mirando a Dakota con una mezcla de tristeza e indiferencia. Algo que sólo mis ojos vacíos pueden mostrar.

Finalmente llegamos a la suite, es bastante espaciosa. Entonces el precio que tenía no se me hace tan aberrante. Parece que realmente lo vale… Me alegro de haberla conseguido gratis. La actitud de Dakota me divierte en cierto modo, arrancándome más de una sonrisa. Es tan… curiosa. Ella también lo era…

Entonces el hombre oriental que antes se había echado atrás propone que nos quedemos en la suite. Me encojo de hombros, al principio me parece una buena idea. Aunque lo de arreglarlo más tarde no es precisamente una buena opción. – Bueno, yo opino que sería mejor resolverlo cuanto antes. Así después estaremos tranquilos.

Dakota vuelve a intervenir. Después de haber visto las dos habitaciones creo adivinar cuál es la que más le ha gustado.

-Mmm... ¿no podríamos usar nosotras la habitación del baño? La nobleza de sangre de mi señora exigiría un lugar tal, y por eso, eh... pues...

Sonrío de nuevo. Y no puedo evitar soltar alguna risita cuando escucho la respuesta de Gòdia.

- Bueno, a mí realmente no me importa. Si a Dakota – ladeo el cuerpo hacia delante, con ademán afable hacia la niña – le gusta más la suite, no pondré reparos. Y claro, supongo que señora y escudera deberán dormir juntas, ¿no? – vuelvo a enderezarme. – Y…

Piensa… ¡Piensa!

- Sí, el agradable caballero oriental también quería quedarse en la suite. – le dirijo una sonrisa. - ¡No hay problema! Supongo que el caballero de la armadura y yo podremos quedarnos en la habitación doble.

A veces incluso me sorprendo de lo maquinador que puedo llegar a ser. Sacrificio… ja. Si doy buena imagen al principio obtendré más puntos a la hora de acercarme a ellos. Sólo necesito… tiempo. Miro de nuevo a la pequeña, a los ojos, sonriente. Y tú serás mía. Y Ella me querrá de nuevo.

Increíble. ¿Se ha metido en mi mente?

No puedo evitar sonreír ampliamente. Tenía el terreno totalmente allanado para mis deseos, pero quedaría muy muy raro que me quedara yo en la habitación de las damas. Debería hablar, y pronto.

-Esto..., la idea de Alexei me parece g.......bien -"genial" no era la palabra adecuada, sonaría demasiado interesada-. Si me quedo en la suite con ustedes no haría ningún ruido y alejaría la cama hasta prácticamente la puerta, porque meter tres camas en la habitación doble resultaría un tanto agobiante para los tres.

No era el mejor motivo, de hecho no era ningún motivo, pero tenía una carta bajo la manga si eso no funcionaba.

Aunque no quisiera usarla. No ahora.

No. Fui tajante. No tengo intencion alguna de dormir con desconocidos. Aunque a Dakota la conoci poco antes que a los demas.

Nos hemos conocido en prisión. Tanto el extranjero como el seminarista.-Gòdia habia adoptado aquel mote mofoso para el afable rubito- Son hombres de armas y no me fio de ellos. Os agradezco que me trajerais a esta posada y demases. Trate de ser cortes, al parecer a la joven Dakota le caian bien. Y puedo aceptar una comida juntos e incluso compartir una velada cerca del fuego, pero me niego en redondo a dormir con vosotros. Aceptaremos la habitacion doble. Me diriji a Dakota. Lo siento niña, ya dormiras en una suite en otro momento.

Me sorprendo un poco ante la actitud de Gòdia, pero rápidamente trato de mantener la compostura. Una mujer difícil. Si está con la niña lo hará todo más complicado. Tendré que… ganarme su confianza de algún modo.

- Bueno, así pues… Ya puedo quedarme yo con el extranjero y el hombre de la armadura. – me encojo de hombros. – Que, por cierto, sus nombres aún desconozco. – sonrío.

Miro de reojo a Dakota de nuevo, y luego a Gòdia. Ella no me dijo que no fuera a ser difícil, por suerte no me dio un plazo. Porque esto costará tiempo…

- Así pues, si no les importa, me quedo con una de las llaves de la suite.

[Offrol: Por dios, como avanzan las cosas en menos de un dia... xD]
[Offrol: Joer, Sir Lobo, que no soy rubiooo!! xD]

A mi, la verdad, no me importa. Aunque tenga que dormir en el suelo, si todas vuestras mercedes se sienten bien... Decia Miquel, con un gesto de amabilidad y generosidad.

[Offrol: Tengo que tirar algo?? Toi perdido xD]

Uff... Tantas cosas que me han pasado me han hecho tener hambre... No pensais lo mismo?? Dijo.

Pardiez! Pero que tonto soy! Se me ha olvidado presentarme. Soy Miquelangello Brunetti, pero podeis llamarme Miquel. Exclamo, con una reverencia.